Partida Rol por web

Vuelvo a adelantarme para hablar a los cainitas.

- Permitidme, señores, volver a agradeceros vuestra confianza en mis palabras, aunque en el caso de don Francisco sea muy condicionada por lo que nuestro amigo Martín cuente y qué suceda después.-

- Así que, Martín, podríais contarnos qué provecho íbais a obtener del conocimiento de lo que sucedía en la botica. Y, por supuesto, de quién pensábais obtener la recompensa. Son ciestiones fáciles de responder. Quizás estos caballeros decidan ser clementes si nos contáis la verdad.-

Alisando mis ropas con una burlona muestra de caballerosidad y sonriendo para mi, me acerco a la puerta que se acaba de cerrar y golpeando con mis nudillos, toco suavemente tres veces.

Mientras espero que alguien responda a la llamada, ascendiendo el puño izquierdo hasta mi cara finjo carraspear para aclararme la voz, a pesar de que no hay nadie para observar mi perfecta imitación de un respetable caballero.

Martin observa a Alain y le hace una mueca de desagrado, luego se dirige a Lady Maeve muy caballerosa y cortesmente

No tengo nada que ver con este engendro..os lo puedo asegurar..en cuanto a como llegué a este lugar fue mera casualidad

Antes que pueda continuar la charla tocan a la puerta cortesmente ante lo que Genoveva camina lentamente y se dirige hacia la puerta..

Os juro que no es mi deseo haceros daño a ninguno de vosotros...

Una dama abre la puerta y parece soltar una exclamación de asombro ¿En que puedo ayudarlo, señor...?...espero sea urgente, estamos atendiendo un asunto de suma importancia y no puedo dedicarme a vuestras molestias Dice observandote de arriba a abajo con un leve temor.

Es una mujer alta y bastante bella, su cuerpo lo cubre una amplia y larga túnica verde jade atada con un cinturón de cuero tintado de rojo con varios saquitos colgando, lleva un colgante de plata con un símbolo místico en forma redonda y un anillo también de plata en cada mano cada uno con un rubí
incrustado (rojo y verde), calza botines de piel marrón, su rostro es pálido y lleva una larga melena morena lisa.

En un pestañeo abris los ojos pues tocan a vuestra puerta suavemente, el sueño aun te agobia y la pesadez de la noche anterior parecen un recuerdo lejano, ¿acaso todo ha sido un sueño?..mirad a vuestro alrededor y notais que la dama no está, continuais en la biblioteca en un tiempo que ha precido interminable...cuantos dias llevas...no lo recuerdas muy bien...

Señor Lucius... Es la voz de Juan Diaz, el ghoul de Lucius quien habia partido junto a Lady...

 Cuando llaman de nuevo a la puerta la dama recupera la posición en la que estava, algo apartada.

quizá me he equivocado... ¿no hay esta noche reunión de monstruos aqui? mi sonrisa se amplia mostrando algo más de lo debido mis colmillos, ansiosos de beber sangre ¿es necesario que os muestre por qué he sido invitado?

Mostrando lo más amenazador de mi avanzo tan lentamente que podría no percibirse el movimiento.

Al observar cómo Lady Maeve se aparta de un primer plano la imito procurando buscar la zona más oscura de la botica alejándome de la puerta que doña Genoveva va a abrir.

Daniel observa hastiado toda la escena.

Cuando suena de nuevo la puerta, asume de nuevo una posición ofensiva, pero sin desenvainar la espada. No deja de vigilar en todo momento a Martin para que no puede escapar pase lo que pase cuando la boticaria abra la puerta.

quizá me he equivocado... ¿no hay esta noche reunión de monstruos aqui? Dicen en la puerta cuando esta es abierta por Genoveva y una figura conocida e intimidatoria avanza hacia adentro lentamente mientras habla ¿es necesario que os muestre por qué he sido invitado?...

Es Santiago y Genoveva le observa un poco intimidada por este

Perdonadme, caballero responde la dama un poco sorprendida Pero en primer lugar no hay reunión alguna que pueda interesaros y segundo respetad mi refugio

Da unos pasos hacia atras para quedar de frente a todo el mundo mientras los observa uno a uno

¿Acaso alguno de vosotros conoceis a este sujeto?

Observo al nuevo visitante y maldigo hacia mis adentros puesto que las ultimas veces que nos hemos encontrado con Santiago han sido momentos tensos y antes que alguien pueda decir algo y en vista que el malhechor de Martin Sierra tampoco ha hablado entierro mi espada en el suelo de manera desafiante

¡Señores! Y levanto la voz ¡Vosotros no me conoceis pero sabeis muy bien de nuestro clan!!¡Al igual que la dama Genoveva lucho contra los Usurpadores y no me importaria acabar con cualquiera de vosotros si osais levantar requella o zipizape en este lugar!! Observo a Daniel y a Santiago ¡En especial ustedes dos, Señor Daniel y Santiago!!!

Hasta el momento me habia permanecido al margen de todo pero viendo este encuentro extraño...

No notais signos de que Martin te esté mintiendo...dice la verdad

Al entrar notais un extraño aroma que nunca antes habias olido y que llena toda la estancia debido al incienso traído de oriente colocado en los rincones, en los estantes aparte de ungüentos y plantas abundan
gruesos tomos y pergaminos, hay un par de mesas de madera con dos candelabros de hierro negro que iluminan vagamente la estancia y están repletas de probetas e instrumental medico y de alquimista..

En el centro del lugar esta Martin Sierra arrodillado mientras que Lady Maeve, Daniel de Arevalo!!! y Francisco lo rodean, en la parte mas oscura detras de la puerta está Alain pero no te has percatado...

Despierto sobresaltado de mi letargo, pronto vuelvo a sentir las llamas devorándome por dentro, me arde la garganta. Con un gesto brusco me levanto del catre y me ajusto los ropajes. Coloco debidamente mi capa sobre los hombros y me dispongo a caminar sin siquiera mirar a Juan Díaz.

Mis movimientos son lentos y quejumbrosos y mi aspecto seguramente sea deplorable, mi espalda curvada notablemente hacia delante, mis piernas se mueven rígidas y a destiempo.

Finalmente me apoyo sobre el marco de la puerta para que cese ligeramente el dolor en mis piernas  ...Dígame, señor Díaz... mi voz suena áspera y las palabras salen de mi boca costosamente.

Mis ojos oscuros pasean por todos los presentes a la vista, demorándose en Daniel junto con una sonrisa ansiosa. No obstante mi vista acaba en Martin Sierra mirando sus ojos con intensidad y mostrando una sonrisa, como si fuera el único de la sala al que me alegro de ver.

Sin separar la vista del señor Sierra respondo a Francisco.
Tranquilo caballero. El señor Daniel y yo tenemos paciencia... dejo escapar una risa muy suave parecida a un siseo. La ansiedad de mi mirada a Sierra parece contradecir mis palabras.
¿qué haceis con este estafador aqui? sigo sonriéndole amablemente mientras pregunto a los demás de la sala.

Juan Diaz te oberva pateticamente incluso atrevido para ser un ghoul y te guia por los pasillos del lugar lentamente a tu ritmo mientras habla

El señor me ha pedido que le lleve con los suyos..Y desciende unas escaleras Debe pasar la prueba con los suyos y cumplir el destino que le ha traido a Navahermosa...

Casi no sentis fuerza y por poco trastabillas escalones abajo

La muerte es algo extraña..y ahora en su condición esta susceptible de caer facilmente hasta con el más novato de los guerreros y debeis estar listo para recibirla, no os imaginais todo lo que mi señor encontró al beber de ese fluido maldito

Al llegar abajo un largo pasillo totalmente oscuro os saluda alumbrado unicamente por antorchas de mas de cinco metros de distancia

Este tunel lo llevará a una casa abandonada cercana a la botica de la Koldun Genoveva..allí estan los suyos...unase a ellos y sobreviva...mi amo no puede despedirse, está charlando con ellos..recogiendo información valiosa para el clan

Daniel aguanta la mirada de Santiago sin alterar la expresión de su rostro. Inmediatamente, relaja todos sus músculos y echa un rápido vistazo a la habitación buscando algún sitio donde sentarse.

Al escuchar a Santiago no se porque no me siento seguro de sus palabras pero aún así no hay nada que pueda hacer, ya está aqui con nosotros por lo que le hecho un vistazo a Daniel quien parece no inmutarse ante la presencia de su enemigo...

Está bien...

Cita:

Estamos seguros que no tienes el valor para hacernos daño, simplemente queremos saber quien te ha enviado a vigilarnos Y nuevamente le cojo del cuello para levantarlo Sois tan cobarde como las ratas de este pueblo