Mi señor Responde el posadero humildemente Tan solo los guardias de la Ciudadela entraron durante el dia a estos aposentos pero...
La duda se observa en su rostro
¿Dormisteis todo el dia que no os habeis dado cuenta alguna de lo que sucede a vuestro alrededor?
Por supuesto que no posadero, pero... desde cuando tiene un noble como yo dar explicaciones??
Daniel empieza a recuperar su habitual tono con los plebeyos, pero en vista de que la información del posadero puede ser interesante suaviza de nuevo su voz...
Solamente contestadme una cosa.. visteis o no visteis salir y/o entrar al escudero en el día de hoy?
Sin dirijir palabra a los guardias dejo el caballo en los establos y entro en el castillo ansioso por volver a hablar con el Barón. Adapto mi ritmo para llegar junto con la Dama, (y el nigromante, que le voy a hacer) pero si me hacen esperar seguiré solo.
l..l...lo siento Susurra el posadero encorvandose cada vez mas y coge el peueño sombrero entre sus manos para recordar
mmmmmm...Se toca la barbilla Ahora que recuerdo...el hombrecillo que acopañaba al Caballero dejo la posada junto a los guardianes de Navahermosa poco despues de vuestra llegada
Luego entrecierra los ojos Es increible como un escudero abandona a su señor para irse con unos simples guardias
Veo como se acerca Santiago, y tras un momento de reflexión comento a los otros dos vástagos ¿Habéis visto la poca cantidad de monturas? Es posible que los demás aún no hayan llegado o tal vez... exclamo mirando a Santiago Se te ha escapado la presa... digo refiriéndome claramente a Daniel...
Daniel mira con interés al posadero...
Muchas gracias, maese posadero. Esa información me parece muy valiosa. ¿Recordáis si el escudero parecía ir por su propia voluntad? Y una última pregunta, ¿vistéis hacia dónde se dirigieron?
El posadero observa de reojo y susurra
Mi señor noble...Y pone su gorro en forma de canasta acercandolo a ti Esa informacion es valiosa
Podeis detectar la malicia plebeya en su rostro
Cita:
Ante el comentario de Lucius suelto un suspiro y desciendo de mi caballo lentamente asintiendo ante la ausencia de las demas bestias
Teneis razon en cuanto a que nuestros compañeros de desdichas no se han presentado..Y me pongo la capucha No se si estar agradecida que se evitara un baño de sangre por el capricho del Baron Diego o preocuparme de su ausencia
¿Y Alain el nosferatu?...el tomo un rumbo muy diferente al nuestro
Las palabras de Lucius me incomodan, escucho su insinuación y las palabras de Maeve con un brillo de locura, rabia y desconcierto en la mirada. La emoción más cercana al miedo que nadie ha visto en un monstruo como yo. El fracaso de perder una presa.
Mis rasgos cambian, recuperándome, hasta un gesto de desprecio, recobro la frialdad cuando digo:
Nunca pierdo una presa, la perseguiré de aqui al infierno durante siglos si hace falta pero el único lugar en el que podrá esconderse de mi será bajo las garras del Sol.
Suena como un juramento, una convicción expresada más para mi que para los que me escuchan.
Ni siquiera he oido las últimas palabras de Maeve, me doy la vuelta y salgo del establo hacia el castillo cansado de esperar y de tantas palabras.
Daniel observa al posadero. De repente, toda el interés que le había despertado desaparece completamente.
Al fin y al cabo, es sólo un plebeyo...
Aun así, la información que tiene podría ser de interés.
Daniel pone una moneda en el gorro del posadero mientras pone cara de hastío.
Maese posadero, espero que la información que me vais a dar sea valiosa, si no os encontraréis cara a cara con mi furia y creedme... es mejor tenerme como amigo...
Quedándome atrasado con Lady Maeve le hago una señal para sguir a Santiago, mientras contesto a su pregunta
No se que suerte habrá corrido el nosferatu, pero si desapareció en un bosque lleno de lupinos... mi mirada se fija pensativa en el horizonte hay que averiguar algo cuanto antes
A vuestro paso nuevamente se cruza uno de los guardias que vigila la entrada al castillo quien muy amablemente se dirige
Buenas Noches, caballeros..Y a Lady maeve Y dama..
Luego señala que le siguieran Por favor, seguidme que el Baron esta ocupado en asuntos de la ciudad y no os puede atender en estos momentos
Y camina hacia adentro
El posadero al observar la moneda brilla de alegria y realiza una venia casi encorvada, acerca su forro al pecho y concentra su atencion en la moneda mientras habla
Es usted todo un noble caballero mi señor, os agradezco...
Y guarda silencio
Lo unico que puedo deciros es que el Baron Diego Garcia tiene enemigos, se dice que hay espias, gente mala entre ellos.. Luego os observa con tristeza es lo unico que puedo deciros
¿asuntos de la ciudad? Tal vez tenga algo que ver con los lupinos... Sin embargo el mismo nos citó a los que quisieramos esta noche... Todo esto es muy extraño, tal vez deberíamos haber hecho caso a esos malditos garous... Enfrascado en mis pensamientos decido seguir al guardia después de haberle saludado cortesmente.
Daniel mira iracundo al posadero, pero no deja que el odio hable por el.
Usando un tono totalmente autoritario, le dice al posadero: Maese posadero, o me decís dónde puedo buscar a esa gente que está en contra del Barón u os juro por Dios que aquí y ahora os arrepentiréis de haberme conocido. Hay una muy fina línea entre tenerme agradecido y tenerme ofuscado, espero que sepais bien qué lado elegir.
Sin dirijirle palabra sigo al guardia. Qué asuntos entre mortales pueden ser más importantes que recibirme como es debido... esperaré si es lo que quiere que haga, pero mi paciencia se agota.
Sois conducidos por el guardia por un pasillo alterno al que os conducieron la noche anterior, podeis ver blasones y mas blasones en diferentes lados asi como guardias y sirvientes que van y vienen, es un pasillo relativamente pequeño y largo.
Pronto alumbrados por las antorchas llegais a una puerta de madera que es golpeada por el guardia con suavena
Don Fernando...Dice Estan aqui..
Pega el oido a la puerta y asciende con la cabeza, la puerta se abre y podeis entrar a una habitacion redonda y pequeña con una mesa de madera en el centro, esta alumbrada por un moderado candelabro de velas y no hay ventana ni entrada de luz. En las paredes tampoco hay blasones, banderas ni escudos...es una sala realmente lugubre pero no mas que la persona que esperaba sentada en la mesa..
Alain junto a Fernando Rodriguez, el capitan de la guardia de Navahermosa
No desmarqueis de ahora en adelante a Alain
Tras esto golpean a la puerta suavemente
Don Fernando...Dicen afuera Estan aqui..
Seguid Susurra Fernando, la puerta se abre con cuidado y podeis ver a un guardia que ingresa a la sala seguido de algunos conocidos...Lady Maeve y los misteriosos Lucius y Santiagos
Incluyae a Lady Maeve, Santiago y Lucius, no los desmarqueis
Miro a las dos figuras que reposan sentadas en la sala desde detrás de mi capucha. Una ligera sonrisa se dibuja en mis labios. Aquí están los desaparecidos, no me extrañaría encontrar también a alguien más...
Inclinándome en gesto de saludo hacia los recién llegados, no puedo evitar que cierta preocupación se refleje en mi rostro.
- Señores Santiago y Lucius, mi señora Lady Maeve, me complace veros de nuevo. Espero que vuestro descanso haya sido reparador.-