Traigo una copa de cristal y un pequeño cuchillo, despues me ago un corte en la mano mientras zero a la diosa atena esperando su respuesta y la sangre cae dentro de la copa
las 3 chicas viernes su snagre en la copa y rezan a la diosa, arrojando la copa al fuego.
- Habeis llamado a una diosa sin poder y sin conocimiento, decirme que es aquello que quereis obrar contra mis juguetes-
- No pude evitar estar asustada ante aquella presencia, era una diosa sin duda pero no la que habiamos llamado, pero si estaba dispuesta a alludarnos, no deviamos despreciarla.
- Oh gran diosa- dije arrodillandome- Necesitamos tu alluda, queremos que castigues a bellis matando a su amada, matando a esa mujer estranjera que lo hizo traicionarnos-
- Pedis que estropee una de mis mejores figuras, que me quede sin diversion solo por una venganza que yo misma e planeado, es curioso pero por que deveria hacerlo-
- Gran diosa por fabor, te lo suplicamos, alludanos concedenos poder o acaba con ella tu misma, queremos que ella muera y el sufra durante toda la vida-
Mis invitados ya han lelgaod, lo habeis visto todos, decirme todos que gano decantandome por unos o por otros, que me dais vosotras por hacerlo, y que me ofreceis vosotros por hacerlo, saber que todos perderis algo si me pongo de vuestro lado
Me quedo unos segundos en silencio sin saber bien que pasa. Miro a mi lado y veo como Thane esta junto a Annabel -Thane ... ella, ¿sabes quien es?- "tengo que hacer algo ... pero ... ¿que demonios pasa?"
Confundido miro a un lugar y a otro, ahí está el mismo ser que me habló cuando estaba moribundo tirado en aquél callejón.
Después me percato de que junto a mi están Anabel, Jordan y Lissa.
-¿Pero qué? - Digo para escuchar mi propia voz y que al menos algo sea razonable.
Después escucho la pregunta de Jordan.
-Es "La verdad", cuando encontré de nuevo a Anabel me topé con ella instantes antes.
- No necesito juguetes estupidos que no sepan que hacer o decir, quiero que ahora mismo me respondais todos o yo tomare la decision que mas me guste, adelante divertirme un rato hablar-
- Mi señora no entiendo lo que dices pero le juro que hare lo que quiera para que nos allude, sere tu sirvienta fiel, hare cualquiercosa que me ordenes-
Miro fijamente a "La verdad" -Muy bien, ¿que perderiamos nosotros si salvamos a Ireth? ... que es lo que tu querrias por salvarla-
- Buena pregunta, me llevare a lissa y a anabel de vuestro lado, pero aun mas interesante, jamas volverias a ver ciudad esmeralda ni nada ni nadie de los que alli avitan-
Cierro los ojos durante un momento buscando algo que ofrecer... Nos ha llamado juguetes, de modo que somos su diversión, y es más que probable que cuando me topé con ella solo lo hiciese para que siguiese adelante.
Abro los ojos cuando una idea pasa por mi cabeza.
-¿Qué sentido tiene deshacerte tus juguetes cuando aún no están rotos? Te ofrezco seguir adelante.
- Eso lo doy por asumido, ofrecerme algo de diversion no esas simpes estupideces, o preferis perder a vuestra amiga, no obstante recordar si la salvais a ella, perdereis lo que os e dicho-
Miro a Anabel, después a "la diosa", la otra vez me había ayudado, ahora la odiaba.
-¿Qué pasaría con ellas si aceptamos? - Realmente el hecho de privarme de Ciudad Esmeralda me trae bastante sin cuidado.
No aceptaremos- digo rotundamente "Lo siento Bellis ... pero te lo adverti" -pero no deseo que mi amiga muera, si para ti somos juguetes, diviertete un poco mas con nosotros, por ejemplo ... esos dioses del olimpo, ¿no deseas su muerte?, si nos dais el poder para matarlos, yo mismo lo are, por su diversion ... "aunque eso conlleve la destruccion de toda esparta"
- Si no aceptais ellas desapareceran sin mas, y tramquilos ya tengo suficiente diversion con esto, es una gran diversion ofreceros estas elecciones-
- Vuestros rivales parecen rendirse, vosotras vais a ganar, si no dicen nada mas se cumplira vuestro deseo y pagareis un precio por ello, sois mis pequeñas jollas, espero que siempre sigais como hoy-
-En tal caso mi respuesta es no. Se lo advertimos e insistió en venir. Ireth también aceptó aun advirtiéndola de nuevo. Si alguien debe pagar sus errores son ellos, nadie más.
Vosotras - Digo refiriéndome a las chicas - ¿Sois mejores que Bellis torturando a otras personas por vuestra propia felicidad? - No se si me escuchan, pero tengo que probar.