Partida Rol por web

! Un momento ¡ . 

Escuchas a través de la puerta ademas de unos cuantos ruidos , poco después abre la puerta con las gafas torcidas , una bolsa en la mano y con la puerta entreabierta y muestra una parte de tu su cuerpo nada más . 

Toma , mis libros , ahora si no te importa estoy ocupada . 

Un momento después vuelve el chico ruso con una bolsa llena de libros universitarios para hacer la tarea . 

Al ver entrar a Viktor me levanto de la cama para saludar a su vecina pero cierra la puerta tras entrar. -¿No estaba en casa? -pregunto algo extrañada. Entonces veo que trae algunos libros que antes no llevaba. -Ah, ¿esos son sus libros? Que bien, si que podremos estudiar. -añado volviendo a recuperar mi sonrisa habitual.

En el tiempo que Viktor había estado fuera me había relajado bastante y ya no estaba tan nerviosa.

Estaba ocupada con un compañero.-Dijo simplemente Viktor mientras dejaba los libros con cuidado sobre la mesa de estudios.-Con tu permiso me voy a dar una ducha y me voy a cambiar de ropa...-Le comentó a la chica mientras cogía algo de ropa de un armario de la habitación para acto seguido deshacerse del uniforme mientras caminaba hacia el cuarto de baño.-Puedes ojear los libros si quieres.-Dijo mientras dejaba la ropa en el baño y la camisa del uniforme en la cesta de la ropa sucia.-También puedes mirar la carpeta del escritorio¿Dibujo, sabes?.-Le comenta con una sonrisa mientras asoma medio cuerpo por la puerta del baño y se desabrocha lentamente los pantalones mientras le comunica lo que para el es un importante echo.-Salgo en cinco minutos...-Le promete antes de cerrar la puerta del baño, segundos mas tarde el sonido del agua caer le informa de que el chico efectivamente se está duchando.

Minuto mas, minuto menos Viktor sale del baño con el pelo alborotado y en pantalones cortos, lanza con magistral puntería una bola de ropa hacia la cesta y camina a grandes pasos mostrando un torso brillante por el agua a medida que hunde la cabeza en el armario en busca de una sudadera sin mangas de un tono gris ceniza.-Bueno, que te parecen?.-Pregunta señalando con la cabeza los libros o la carpeta que descansaba con mucho mimo en su escritorio.-Vamos a comenzar no?.-Dice antes de sentarse al pie de la cama con un cojín como respaldo.-Puedes tumbarte en la cama si quieres, no muerde y ayuda a concentrarse.-Le promete como un buen vendedor de Elixires.

Tras una hora de concienzuda de repaso del libro Viktor alzó la mirada hacia la chica para acercarse hacia ella silenciosamente, apoyar la cabeza cerca de su oído y señalar su problema.-Mira, esto es así y así...me ha costado pero lo he descubierto.-Susurra complacido al oído de la chica como si de un secreto se tratara.

Intento no prestar mucha atención a lo que hace Viktor, era la primera vez que estaba a solas con un chico y estaba algo nerviosa. Sin siquiera moverme y, mucho menos, ir al escritorio a mirar los dibujos abro los libros y empiezo a leerlos. Tras unos pocos minutos saco una libreta y un bolígrafo del lapicero y empiezo a tomar algunas notas.

Era difícil hacer buena caligrafía apoyada en la cama así que me decido por ponerme en el escritorio. Entonces veo la carpeta que ha mencionado antes y la ojeo rápidamente. Tras hacerlo la aparto un poco y coloco uno de los libros universitarios, el de matemáticas, y mi libreta.

Antes de darme cuenta Viktor sale del baño y oigo como se sienta en la cama aunque no me giro en ningún momento.

El tiempo de estudio transcurre tranquilamente y, sin darme cuenta, pasa casi una hora entera. Parece que entiendo bastante mejor los problemas. Que bien. Me alegro de haber venido a estudiar. pienso mientras me froto los ojos. Sin darme cuenta Viktor se acerca por detrás y cuando me susurra al oído no puedo evitar sobresaltarme con un leve grito de sorpresa. -Ay, perdón. Estaba absorta totalmente. -digo, sonrojada, forzando una leve sonrisa y inclinándome levemente hacia el lado contrario. -Ah, gracias. A mi también me está saliendo bien. -añado dando unos leves golpecitos al problema terminado que tengo en mi libreta. -Tendré que darle las gracias a Kurosawa-san.

Ostia.-Suelta de pronto Viktor cuando esquiva la trayectoria de la cabeza de Hanazawa sobre su boca de forma dolorosa.-Perdón...no era mi intención asustarte.-Se disculpa inclinando la cabeza un tanto arrepentido de su cuco intento de no distraer a la chica.-Quieres comer algo?.-Le comenta mientras recoge la carpeta con disimulado cuidado llevandosela a la cama donde él permanecía sentado, la abre y rebusca entre los dibujos hasta encontrar el que el quería.-Toma, el regalo que te prometí.-Dice tendiéndoselo con la mano libre.-No está terminado...pero espero que te guste.-Dice un tanto tímido mostrando un amplio y detallado dibujo de aquella mañana en la escuela durante el recreo, en el mismo se podía vislumbrar un paisaje difuminado y su esbelta figura sentada en el recreo dando la real sensación de que la atención del pintor estaba centrado en ella.-Mi profesora dice que es bueno tener un buen modelo de dibujo.-Dice como excusa ante la respuesta a voz en grito de !Acosador¡ que aquella joven japonesa podría decir¨Suele pasar...o al menos esto ocurre en los mangas¨ pensó desanimado por el echo de que su mayor experiencia y conocimientos sobre las personas de japón nacen de las series y la televisión además de su vecina.

-No gracias, no tengo mucha hambre. -digo mientras saco el teléfono de un bolsillo de la bolsa y miro la hora. Voy a enviar un mensaje para que me dejen algo más de tiempo. pienso mientras empiezo a escribir un mensaje de texto rápido indicándole la dirección del piso de Viktor.

Al ver el dibujo me sonrojo. Abro un poco la boca pero no me llega a salir palabra alguna. Quedo absorta en las lineas y trazadas del dibujo que está bastante bien echo aunque, como ha dicho, no terminado. -E-esto... Está muy bien, muchas gracias Dashkov-san. -termino diciendo con algo de dificultad. -Tengo algunos retratos en casa pero es la primera vez que me dibujan. -digo sonriendo sin quitar la vista del dibujo. -¿Estás seguro que puedo quedármelo?

Una pena.-Dice encogiéndose de hombros mientras camina descalzo hacia la cocina, allí decide coger algo de chocolate de una pequeña alacena con el que matar un rato el tiempo muerto hasta la cena.-Oh.-Mira el dibujo y luego a hanazawa respectivamente, se sonroja de orejas a mejillas e inclina un tanto la cabeza.-No te hace demasiada justicia, en cambio...-Su mano se alza y señala un dibujo que anda clavado en el corcho con mucho mimo, junto a la foto de un enorme hombre de gesto severo, cabeza rapada y una salvaje barba de oso empaña que un poco la hermosa belleza de otro dibujo de Hanazawa sentada en clase con la mano alzada con la seriedad grabada en el rostro, inmortalizada en el momento de pedir permiso en la clase.-Ese es mas hermoso y es mi favorito.-Decide por confesar tras un eterno silencio.-PERO NO...Soy ninguna clase de acosador...-se excusa con algo de nerviosismo.-Es solo que me pareces buen modelo para mi estilo de dibujo.-Le comenta un poco mas relajado

Cuando Viktor señala otro dibujo de mi me vuelvo a ruborizar. Es cierto que muchos de los pintores profesionales que habían venido, incluso los camerografos de la familia, decían que tenía algo de especial pero se me hacía raro ver a un chico de mi edad que captase la misma esencia en mi.

No sabía que decir, ese día, definitivamente, había sido el mas extraño de su vida. Por suerte, antes de que pasase mucho tiempo en ese incomodo silencio una bocina sonó en la calle. -¡Ah! -grito mientras doy un pequeño bote en el asiento. -Debe ser Yuki, mi chófer. -digo mientras guardo apresuradamente las cosas en la bolsa. -De nuevo, muchas gracias por todo y también dáselas a Kurosawa-san. -insisto mientras termino de guardarlo todo y me dirijo a la puerta.

Me pongo los zapatos y me giro hacia Viktor, hago una leve reverencia y me despido con una gran sonrisa. -¡Hasta mañana! -grito mientras cierro la puerta y me dirijo, a la carrera, hasta el coche donde Yuki espera con la puerta abierta. Entro en el coche, Yuki cierra la puerta tras de mi y, al cabo de unos pocos segundos el coche arranca en dirección a la mansión.

Pizza, sonrió encantado.-Hay una pizzería cerca de mi casa.-Comentó de pasada mientras se acercaban a la casa.-Agradezco mucho tu compañía, demasiadas chicas de este país y ninguna de mi tierra me hicieron sentirme un poco violento y extraño, sabes que esto las incomoda?.-Comenta ante la forma tan rara de caminar que tenían.-o que se asustan mucho de las caricias como esta...-Comenta mientras desliza pulgar e indice con delicadeza por la mejilla de la chica con indiferencia mientras subían las escaleras de su piso.-Bueno...en general son gente reacia al contacto humano.-Explica mientras se separa de ella para abrir la puerta de su casa y mostrarle el interior a la chica.

giró la llave en la cerradura y entró dejándole paso a la chica en su humilde casa, era pequeña y contaba con apenas poco mas de una veintena de metros entre los que se incluía una cocina pequeña y bien equipada, pues aunque no lo pareciera a Viktor le gustaba cocinar...con malos resultados por ahora, una pequeña sala de estar mezclada con su dormitorio que no era mas que una mesa de escritorio con un ordenador portátil junto a un Router de conexión, el ordenador parecía de ultima generación y estaba sobradamente decorado y pintado, diversos dibujos y papeles con notas en un idioma desconocido para la chica colgaban desordenados sobre el tablón de la pared, un televisor de pantalla plana y una videoconsola descansaban ordenados en una mesa supletoria junto al escritorio y una gran cama con un Edredón que representaba una noche lluviosa.-Bueno, aquí esta mi casa, allí está el baño.-Le indicó a la chica una puerta que permanecía cerrada al otro lado de la habitación.-Esa de allí te recomiendo no abrirla, guardo mis viejas cosas que no caben aquí.-Le advirtió por la puerta que permanecía cerrada, allí guardaba cajas y cajas de viejos recuerdos, blocs de dibujos, materiales de trabajo, libros, revistas, ropas de otras época del año y un largo Etcétera de cosas que ni siquiera Viktor recordaba.-El fijo está ahí por si lo necesitas.-Le indicó el teléfono portátil que descansaba junto al PC mientras dejaba a la chica desenvolverse por el Hóstil hogar de un chico extranjero.

Anna mantuvo su sonrisa en todo momento, por lo visto lo único que buscaba el chico era un poco de compañía que no le incomodase pensando en que podría cagarla en cualquier momento. En el fondo es normal, Viktor debe sentirse como un extraño viniendo de un país en el que las muestras de afecto físico están bien vistas a uno en el que para llamar a una persona por su nombre de pila debes tener una gran confianza con esta... Menos mal que Anna se había documentado antes de venir. Ante la caricia, Anna no se inmutó, pese a pensar que una caricia repentina incomodaría a cualquier desconocido... Pero decidió guardárselo.

Viktor abrió las puertas de su casa, dejando ver un piso pequeño y bien organizado. Al estar acostumbrada a vivir en una mansión en la que sus amigos son propensos a perderse, para ella esto era una "cucada". Me gusta, mezcla la simpleza con la eficiencia. Comenta con una sonrisa mientras se acerca a la cama y se sienta sobre ella para estar más cómoda. En ese momento le echa un vistazo a la tele y la consola. Cuando terminemos de estudiar tenemos que echar una partida. Exclama, divertida.

Es lo mas cercano a mi hogar que hay en este país.-Sentencia orgulloso por la deducción de Anna ante lo austero de su piso mientras el se ocupaba en dejar a un lado los zapatos y uniforme destrozado a medida que iba al baño a cambiarse de ropa puesto que tenía visita. Tras unos minutos salió mientras respondía a la chica.-Perfecto, te daré una paliza al tekken si quieres...aunque puedo dejarme ganar si te molesta.-Picó gracioso mientras alzaba una ceja en una postura evidentemente socarrona e infantil, mientras luchaba con rapidez por colocarse bien unos pantalones cortos y una sudadera sin mangas bastante ligera.-dale caña mientras si quieres.-Comenta mientras le lanza un mando de la consola y coge el mismo el teléfono fijo y comienza a marcar con rapidez.

Al cabo de unos segundos el teléfono salta y una voz responde desde el otro lado, Viktor de forma inconsciente se alegra de una forma desconocida para ninguno de los compañeros de clase.-Mamushka!.-Exclama cariñoso a su interlocutor.-Bien bien Mamushka, no no, no tengo novia.-Se rie solo y de forma cristalina mientras tamborilea con los dedos sobre la mesa.-Si...tengo algunos amigos, muy agradables Mamushka.-Dice ahora un poco incómodo a la persona del otro lado de la línea.-Necesito que me pases dinero Mamushka, el uniforme se me ha quedado pequeño.-Una exclamación eufórica resuena en la linea mientras Viktor se aparta el teléfono del oido.-Si si, encantador como Papushka...dale un abrazo de mi parte y dile que sigo haciendo ejercicio.-Mira el reloj de su muñeca antes de suspirar entristecido.-Mamushka, tengo que estudiar...lo sé, lo sé yo también te quiero...adiós Mamushka.-Se despide de la persona del otro lado de la línea antes de cortar y quedarse mirando lo que hacía Anna con evidente curiosidad.

¡JA! Ya te reirás cuando te patee el culo...

Exclamó Anna divertida justo antes de que el teléfono sonase y Viktor mantuviese una conversación típica con su madre, a la cual entender puede que no, pero se la oía perfectamente desde lejos. Una vez cuelga, la chica le sonríe con picardía. Madres... ¿Qué haríamos sin ellas? Comenta con el mando en sus manos, más la consola sigue apagada... Prefiere esperar a que Viktor esté listo para comenzar.

¿Entonces estudiamos primero o vamos con esto?

Viktor miró seriamente a anna antes de responder con completa sinceridad.-Muchas cosas que no se pueden hacer con tus padres en casa...-Sentenció efectivamente antes de coger y encender la consola, mirarla y responder en un tono jocoso.-Antes o después de que te dé fuerte y flojo?.-preguntó ante los comentarios relacionados con los videojuegos, cuando la consola estuvo puesta se levantó un momento rápido de la silla antes de traer un par de latas de refresco y pasarle una a la chica, se sentó a su lado y susurró.-Para que no te sepa tan amarga la derrota.-Sonrió con naturalidad y añadió.-Es broma, hace mucho que no juego, veamos que tal nos va y luego estudiamos.

A Anna se le escapa la risa floja al escuchar los comentarios de Viktor acerca de los padres, e incluso le encontró un doble sentido a lo de "fuerte y flojo"... Cualquiera lo hubiese hecho después de escuchar lo primero. La chica agarra una de las latas y la deja a su lado, ahora mismo está absolutamente centrada en el mando. Cuando quieras, estoy lista para ambas cosas.