“El tiempo se va. Los ejércitos avanzan y los magos urden sus tretas. Los dioses nunca duermen y los orcos hacen lo que han hecho siempre, derramar la sangre de otros y engendrar más orcos entre sangría y sangría.”
El poderoso comerciante de una ciudad portuaria se entera de la muerte de su más fiel amigo. Ahora, teme por su vida.