Promethean: The Created

Promethean: The Created

Cuenta la mitología griega que Prometeo, apenado porque los seres humanos, su mejor creación, no estaban dotados de los dones que otros animales poseían para sobrevivir, desafió a los dioses y robó el fuego divino para dárselo a los humanos. Gracias al fuego divino, los humanos prosperaron. Pero Zeus se enfureció, y encadenó a Prometeo a una montaña y le condenó a que un águila gigante le devorase el hígado todos los días. Pero el daño ya estaba hecho, y los humanos siguieron prosperando gracias al poder del fuego. 

Con el tiempo, los humanos fueron olvidando como manejar el fuego divino, aunque conservaron la creatividad y el ingenio que este les otorgó. Solo unos pocos humanos, que aparecen una vez cada varios siglos, siguen sabiendo como canalizar el poder del fuego divino, aunque lo hacen de manera instintiva y sin saber exactamente que están haciendo. Estos humanos se conocen como los Demiurgos. 
Según se cree, han existido cinco Demiurgos importantes en diferentes épocas. Cada uno de estos Demiurgos trató de crear vida mediante su poder, canalizando el fuego divino en un cadaver a través de un elemento y un humor corporal. Sin embargo, el resultado distó mucho del esperado. Las criaturas a la que cada uno de estos Demiurgos dieron vida (cada Demiurgo creó una criatura con diferentes métodos y características, pero en el fondo todas comparten la misma esencia) no eran criaturas vivas, sino constructos sin alma alimentados por el poder del fuego divino, el Pyros. Estos constructos son los Prometeos


Los Prometeos no son seres vivos; sus cuerpos funcionan basándose en reacciones alquímicas, y no en la oxidación química. Además, al estar alimentados por fuego divino robado, los humanos, animales y la naturaleza en general los rechaza. Rechazados por todos e incapaces de asentarse en un lugar, la gran mayoría de los Prometeos tiene un objetivo: transformar su fuego divino en un alma humana y convertirse en humanos. Este proceso de transmutación, conocido como la Gran Obra, viene a ser el destilar la Piedra Filosofal que buscaban los alquimistas. Para conseguirlo, deben emprender un Peregrinaje a través del cual comprenderán que es el fuego divino, la naturaleza, que son ellos mismos, crear a otro Prometeo y, lo más importante, que es lo que convierte en humanos a los humanos. Una vez han completado su Peregrinaje, los Prometeanos tienen la oportunidad de convertirse en humanos y ganarse un alma humana. 

No está en español; lo publica White Wolf en inglés.

(Reseña de Drakenhof)

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