Mundo Friki: Libros

Argumento

A los 15 años, Christopher puede entender toda clase de ciencias. Puede entender matemáticas y sueña con ser astronauta o profesor de universidad algún día. Pero lo que Christopher Boone no puede entender es a las personas. Cuando una noche encuentra a Wellington, el perro de su vecina asesinado, decide emular a su héroe Sherlock Holmes y escribir “una novela de misterio y asesinato”. Aunque sus investigaciones acaben por volver su ordenado mundo del revés.

Autor

Mark Haddon

Clasificación

Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:

Opinión de Malpertuis

El curioso incidente…es de esas novelas que, al igual que El niño del pijama a rayas, acaban siendo aclamadas entre el público adulto. Sin embargo, estamos aquí ante una historia mucho más ambiciosa: además de primera persona, está contado desde la perspectiva de un afectado por síndrome de Asperger, o más probablemente, de un autismo. Por tanto, la historia es relatada con la precisión y minuciosidad de quien no puede mentir, pero tampoco puede comprender a los seres humanos. Con el transcurso de la historia, se van conociendo más detalles acerca de la vida de Christopher, tales como su imposibilidad para comer alimentos que se hayan tocado entre sí, su rechazo al color amarillo y marrón, su disgusto hacia el contacto físico, la odisea que supone el enfrentarse a algo tan corriente como tomar un tren y finalmente, el hecho de que el desencadenante de la novela no hubiera sido tal si el protagonista hubiera tenido esa capacidad para relacionarse con el mundo que le falta. Los personajes secundarios aparecen sesgados, como encargados de cumplir su papel en la vida de Christopher: Siobhan es amable y “le dice las cosas claramente” (de lo que deducimos que debe ser la sicóloga del colegio), su padre es el señor que le pone la comida y se lo lleva los sábados al parque y el resto de la gente (transeúntes o quienes intentan ayudarle) los interpreta como el tipo de “stranger danger” que le imparten en su colegio para necesidades especiales.
Uno de esos libros “infantiles” que no cuenta nada para el recuerdo, pero por su originalidad merece la pena.