Partida Rol por web

Calimero trepa cual alma que lleva el diablo por la cuerdecita mientras Kiwn queda sólo en las catacumbas del castillo.

Cuando es tu turno para subir, escuchas esos cuatro pares de pisadas acompasados caminando más pesadamente hacia tu posición, te giras y entonces lo ves. Los dos pares de pisadas eran tan acompasados porque pertenecian a la misma cosa. Un lagarto gigante!!

Su asquerosa lengua bífida busca tu vida... hace mucho tiempo que en estas catacumbas no llegaba carne fresca.

Trepas hasta arriba y agilmente te cuelas por el agujero. Llegas con el compañero de la dinamita a un lugar bastante horripilante, parece una sala de tortura, lleno de aparatos y herramientas curvadas y con pinchos. En contra todo pronostico no está lleno de sangre, de hecho está todo bastante limpio, está tan limpio que asusta más de lo normal. Al fondo hay una puerta.

Oh mierda...pero qué clase de lagarto eres... dice en voz baja sin perder de vista a la enorme criatura y afianzando su mano en la cuerda. Vamos corre idiota corre de dice la voz de la supervivencia.
Kiwn se dispone a trepar con a trepar con todas sus fuerzas, no sin antes pedir ayuda.
Chicos!!! Subiiiidmeee!!!!!!!!

Para subir por la cuerda has de superar una tirada de agilidad dif.10

Tirad e la cuerda!! Tirad de la cuerda!!! Tirad de la cuerda!!!! gritaba con deseperacion kiwn

Arqueo una ceja, y rápidamente me acerco a la cuerda- No grites, ya vamos. Tú -digo refiriendome al dinamitero- Ayúdame a tirar de la cuerda. ¡Rapido!.

Dicho esto, agarro la cuerda, y empiezo a tirar.

Calimero se asoma a la rendija por la que trepastó al oir los gritos de Kiwn, y le ve trepando a toda prisa por la cuerda mientras un enorme lagardo pútrido se lanza hacia él con su mandibula asesina. Por suerte para el ibhatán, el monstruo resbala con la sangre y la suciedad del suelo y los cadaveres y no consigue encajar el golpe, dándole al joven Kiwn una oportunidad de oro para subir por la cuerda. Ahora ayudado por Calimero.

Fffff ffffff ffffff resopla Kiwn mientras su corazon parece querer largarse.
Blanco y muerto del susto dice a sus compañeros: Gracias...creia que no lo contaba.

Kiwn consigue trepar y dejais atrás a la gran bestia nauseabunda. 

Estais con el compañero de la dinamita en un lugar bastante horripilante, parece una sala de tortura, lleno de aparatos y herramientas curvadas y con pinchos. En contra todo pronostico no está lleno de sangre, de hecho está todo bastante limpio, está tan limpio que asusta más de lo normal. Al fondo hay una puerta.

No teneis tiempo para recuperaros del susto del lagarto cuando escuchais unas voces detrás de la puerta de la sala de tortura.

-No sé que está pasando aquí, he oido unos ruidos muy raros. Ven Ancaty, vamos a hechar un vistazo.

Acto seguido escuchais  el cerrojo de la puerta.

La sala de tortura en la que estais está débilmente iluminada.

¡Rápido, escondeos! -susurro mientras saco mi arco, y me dirijo rápidamente hacia un rincón oscuro y apagado de la habitación. Perder un solo segundo, significa el fracaso. Ya habrá tiempo después de organizar todo esto...

Kiwn agarra al compañero de la dinamita y se lo lleva a otro lugar donde poder esconderse, quizas bajo una mesa o algun aparto de tortura de los grandes.
Mientras espera en la oscuridad, se lleva la mano a su arma para estar preparado.

Tras varias vueltas de llave la puerta se abre, dejando pasar la abundante luz del pasillo. Podeis ver dos siluetas. Los dos guardias, entran en vuestra sala y no tardan en ver la bolsa de dinamita que el estúpido compañero vuestro deja entrever al lado de un potro de tortura.

Uno de los guardias:

-Hay alguien aquí! Dad la alarm...- Una flecha asesina se clava en su ojo y el guardia cae al suelo como un fardo sin vida. Calimero estuvo acertado.

El otro soldado que se había acercado a donde estaban Kiwn y Estúpido Compañero. Tira su arma al suelo al ver que ambos le esperaban con espadas y cuchillos desenvainados. Luego miró al cuerpo de su compañero muerto y con voz suplicante dice mientras se alejaba lentamente de vosotros.

-Ehh ehhhh tranquilos... no me hagais nada! - La frente del guardia chorreaba miedo.

Al ver al asustado guardia y gracias a la intervención de Calimero, Kiwn se abalanza con rapidez. Pone el filo de su arma en el cuello del centinela y con la otra mano en su boca para que no pueda gritar, le lleva contra la pared.
Calimero, cierra la puerta
Y luego dirigiendose de nuevo al guardia...
Veamos amigo, si te portas bien y contestas unas pocas perguntas tu cuello seguirá en su sitio -dice como una serpiente-. Qué dices, serás un buen chico??

El guardia está cagado de miedo. Esperais que no literalmente. Contestará a todo lo que se le diga.

Con cuidado, cierro la puerta, y cargo otra flecha en mi arco. Una vez hecho esto, miro cualquier pertenencia que pueda tener el cadaver y que pueda ser de utilidad. Registrado el cadáver, digo al guardia aún vivo- Bien, esto será lo que te pasará si no hablas, o haces alguna cosa extraña. Veamos, dime. ¿En que parte del castillo estamos exactamente?. ¿Cuántos guardias hay?. ¿Cuál es la distancia que hay a la puerta?. Habla rápido, no me gusta disparar a blancos que estén apresados, aunque esta vez no me importa hacer una excepción...

Mi padre siempre decia que para cazar un animal, habia que pensar como el animal...
Mientras Kiwn sostiene al soldado y Calimero empieza a interrogarle, al joven aprendiz se le ocurre una idea. Eh compañero,será mejor que te disfraces,le dice al hombre de la dinamita refiriendose al soldado abatido.
Y tú, en cuanto hables, quitate la ropa, entonces te ataremos y te quedarás aquí y serás muy bueno, entendido?

Calimero rebusca entre las prendas del guardia muerto y encuentra, aparte de su espada afliada, un juego de llaves de hierro.

Vuestro compañero se viste con las ropas del muerto.

-Estamos... Estamos en en... en las mazmorras del castillo, ésta es la sala de tortura y más adelante se encuentran las celdas de los prisioneros...

-La puerta principal está a ras de suelo... un piso más arriba ... ... guardias hay ... bastantes..

Bien tengo una idea, que se basa en dos suposiciones. Ahora vosotros os disfrazaréis, y yo haré el papel de preso al que habéis capturado merodeando. Si encontramos a un guardia solo, acabamos con él, y me disfrazo yo también. Si encontramos a varios, solo tenéis que hacer como que me habéis cogido, y que me lleváis a las mazmorras. Una vez allí, podéis meterme en una si queréis. Si me quedase encerrado, estad tranquilos, no tardaré en escaparme -digo enseñando el manojo de llaves- además, seguro que no estoy solo, y los presos de aquí estarán encantados de unirse a nuestra causa. ¿Qué me decís del plan?

Me parece bien Calimero, te encerramos y entonces te encargas de hacer ruido para dejar que nuestro amigo haga su trabajo
Un flashback del maestro pasa por su cabeza
Si te encuentras en las celdas con Tah Amorgos, dile que pronto nos encotraremos de nuevo