Partida Rol por web

Veo que Lucy tiene muy claro el invertir el dinero en comida y vino.

- Si no le... te importa, Lucy, iré a echar un vistazo al lugar.

Lucy: Claro, claro. Diviértete - dice sin hacerme mucho caso.

Empiezo a caminar hacia los hoteles para echarles un vistazo. Caramba, son enormes y parecen lujosos... ni de coña podríamos pasar una noche allí, sobre todo sin dinero. Después decido pasar por los muelles, hacia donde fue Lucy. Espero encontrar por allí un comerciante de armas decente, pero o las armas son de pésima calidad o son demasiado caras... y ninguna parece acercarse siquiera a mi espada en cuanto a calidad, así que tocará posponer lo de luchar con 2 armas. Justo cuando me iba a marchar hacia el barco un viejo comerciante me llama la atención con discreción.

Comerciante: ¡Oye, chico! Te doy 5 millones de berries por esa katana... ¡sí, tú, el que va vestido de chica recatada!

- ¿Oh? Creo que se equivoca, señor... - digo, metiéndome en mi papel.

Comerciante: A este viejo no le engañas, muchacho. Sé que eres un chico y que ocultas una rareza de katana bajo la falda. El por qué estás disfrazado me da igual, y no me importa si te busca o no la justicia. Solo estoy interesado en tu arma, y sé que es una O Wazamono de gran calidad con solo verla envainada.

Mi mirada me delata. El anciano sonríe al comprobar que está en lo cierto. ¿Qué clase de comerciante es este tipo? No lo sé, pero hay algo que me inquieta. Parece ser un experto en espadas, con solo verla envainada parece haber adivinado que se trata de una O Wazamono... ¿o ha sido casualidad?. Da igual, mi espada no la pienso vender por nada del mundo.

- No está en venta, ha pertenecido a mi familia durante varias generaciones. Ni por todo el oro del mundo la vendería.

Me muestro firme en mi afirmación. El viejo suspira y asiente con la cabeza.

Comerciante: Así que tiene valor sentimental... lástima, realmente estaba interesado en conseguirla, pero veo que no podré convencerte de ninguna manera, muchacho. Me alegra ver jóvenes con tanta integridad, en los tiempos que corren eso escasea - el viejo se enciende un cigarro y le da una calada, relajado - Tienes una espada soberbia, cuídala bien. Si algún día cambias de opinión, házmelo saber que estaré encantado de comprártela. Lamento haberte entretenido, que tengas un buen día.

- Huh... gracias. Que tenga un buen día, señor.

Eso ha sido extraño. No sé qué intenciones tendría aquel señor, pero no he percibido mala intención alguna. Parecía un experto en espadas. Es posible que tenga a la venta alguna espada de calidad similar, pero desgraciadamente no tengo nada con qué pagarle.

Subí al barco antes de dar una vuelta, quería meditar que llevar antes de irme a dar una vuelta, aunque no quería pasarme demasiado por el pueblo, lo más probable es que bajase a la playa a darme un baño y entrenar un poco. Cogí mi katana, la cual seguía envuelta en una sábana.  Colgué el zurrón y dentro guarde mi puñal, no quería ir armado por el lugar. Después me acerque a Juuker que parecía que era el que se iba a quedar en el barco y le di mis armas.

- Juuker, no me gusta demasiado dejar mis armas, pero eres de confianza, asique me gustaría que las guardases mientras doy un paseo.

Juuker: - Por supuesto, claro que sí, me gusta que confíes en mí.

Sonreí ante el gigantón, era el más alegre de todos nosotros sin duda, algo que era bueno, siempre venía bien tener alegrías cerca. Antes de bajar al rio me quite la ropa quedando solo en calzoncillos, entonces baje y empecé a caminar por la arena, hasta que vi a Joy con un chico, parecía que iba a divertirse con el. Me dirigí hacia el mar, hasta que el mar me cubriese lo suficiente  para nadar.

Durante un buen rato estuve nadando, hasta que me aburrí y Salí fuera del mar para secarme, cuando ya estaba seco decidí seguir entrenando, haciendo flexiones, abdominales y corriendo para hacerme más poderoso, segui entrenando hasta que llego la hora de la comida, ahí volvi al barco para esperar a Lucy y que nos hiciera la comida, al llegar el único que estaba allí era Juuker, que seguía vigilando el barco.

- Ya estoy aquí, ¿puedes devolverme mis armas? – Mientras decía eso empecé a vestirme de nuevo.

Juuker: Por supuesto, aquí las tienes, las guarde con mi vida.

Como siempre lo dijo sonriendo, entonces cogí mis armas y ate mi puñal a mi cintura, después deje la katana en uno de los lados de los barcos, que fue donde me sente esperando a la capitana.

- Gracias Juuker por proteger tus armas con mi vida. – Sabía que era una exageración, ya que dudaba que hubiese estado en peligro el o mis armas. – Esperemos que la capitana no tarde, después de tu protección hacia el barco y mis armas debes estar muerto de hambre.

Espera un momento - Dice el anciano levantándose.... te ha parecido que te rozaba un poco... no ha debido ser nada - Si no la vendes, tal vez quieras un duelo. - Drake pone la mano sobre la empuñadura. -Quieto espadachín, no estoy en forma. Sujeta tu mandíbula y te observa bien.

Soy Fernard Prime, una de las únicas cinco personas capaces de diferenciar armas tan excepcionales como la tuya - Retira tu mano y observa la empuñadura, con suavidad desenvaina la hoja reverencialmente sin llegar a sacarla completamente -  ¿Colmillo Lunar? - Tu asombro le confirma su observación y vuelve a guardarla. -El futuro determinará si eres digno de ella, y ella despertará cuando estés listo para empuñarla

Esto te desconcierta.... siempre te has creído un gran espadachín y ese viejo ha insinuado que la espada aún no ha explotado todas sus capacidades. Haces una reverencia, tal como te han enseñado a hacer a eruditos como el que se te ha presentado, olvidando que vistes de mujer. Unos turistas te silban piropeandote y cuando te giras... ¿una palmada al culo?

Te devuelves rápido pero el viejo silba distraídamente, disimulando muy mal... ¡Sabe que eres un tío! - Será viejo verde

Lucy vuelve acompañada por cuatro tipos que arrastran unos barriles de vino y bolsas de comida y utensilios de cocina, hasta una pequeña barbacoa - Como el barco no tenía cocina improvisaremos una por cubierta. - Definitivamente esos toneles no cabrán en la bodega... habrá que asegurarlos bien bajo cubierta y que la tripulación rece porque no se desaten mientras duermen. - Dejadlo por allí

Aún estoy sorprendido por la palmada que me ha dado en el culo aquel anciano, aunque no tardo en reponerme. Me ha dejado intrigado con aquellas palabras: "El futuro determinará si eres digno de ella, y ella despertará cuando estés listo para empuñarla".

Resulta curioso, recuerdo que mi abuelo me contaba cuando era pequeño que la espada podría despertar y usar todo su potencial cuando quien lo empuña es digno de blandirla... pero siempre creí que era un cuento para hacerme dormir. ¿Será verdad? Es... ¿es posible que no sea digno de empuñarla? Es absurdo. Sé que puedo mejorar muchísimo, pero soy un gran espadachín y procuro empuñarla solo cuando la causa es justa y necesaria. ¿Es posible que no tenga que ver con la justicia? ¿Es posible que la espada aún no me haya juzgado y no sea el momento para ello? Lo ignoro, pero aquello me ha recordado que portar esta espada es un privilegio y una responsabilidad, y debo honrar a aquellos que la portaron anteriormente. Todos mis antepasados, mi abuelo, mi padre... la empuñaron alguna vez.

En el camino de vuelta al barco algunos tipos me silban y piropean, pero estoy demasiado distraído con las palabras de aquel erudito. Fernand Prime, una de las 5 personas capaces de reconocer a simple vista espadas de gran calidad... esbozo una sonrisa al tener la fortuna de haber conocido a alguien así.

"Ha sido un placer, maese Fernand Prime..."

A punto de regresar al barco echo un vistazo hacia la playa, y me quedo de piedra al ver a Joy en faena con 2 tipos, en posturas que jamás habría imaginado y que hasta me duele. No tardo en apartar la mirada, sonrojado, y subir al barco a toda prisa. Incluso tengo que abanicarme para superar el ver aquella escena... ¡me he acalorado!

"Madre mía... ¡es una depredadora sexual!"

En cuanto regreso al barco, veo que Lucy ha traído varios toneles, una pequeña barbacoa y varias bolsas de comida.

- Oh... veo que alguien se preocupa en cuidarnos bien. Sabía que podía confiar en Lucy, mi amiga del alma. Aunque la pobre carezca totalmente de estilo sabe lo que se hace - digo con voz altiva, otra vez metido en mi papel, tapando mi rostro con el abanico de forma delicada.

La isla Waih era una isla paradisíaca, una isla de placeres, hoteles, y ocio situada en el noreste del West Blue, y en aquel chirniguito de playa con unos cócteles recién servidos aquella mujer escuchaba interesada tu historia. Su mano rascó tu pierna por encima del pantalón, siempre era agradable conocer mujeres con exceso de confianza.

Una apasionante historia, un superviviente de Ohara, eres toda una rareza, ahora déjame que yo te explique otra historia

Existe una isla, más al noroeste de los mapas conocidos, prácticamente rozando el CalmBelt, no tengo ningún conocimiento de ella.... pero había un mapa, un mapa con un tesoro en esa isla y un hombre que la conocía bien. Se llamaba Hoover, es un pirata muy buscado, bastante despiadado. Era oficial de una banda a la que pertenecí: Los piratas del Ocaso.

Lisistrata se complació de ver tu interés en el relato, y supo que estaba hablando con un erudito, un investigador, alguien a quien quería- Unos aspirantes piratas robaron el mapa y el barco en la isla Margaritta, y ahora se disponen a zarpar en busca de ese tesoro. Son buena gente y no tengo nada en contra de ellos, pero querría saber acerca de esa isla y sobretodo querría saber qué tesoro hay en ella y si lo consiguen.

Buscaban tripulación en la isla Margaritta, una tal... ¿Lucy? Si anuncias que oíste de ella en Margaritta seguro subirás a bordo

No te pido te hagas con él, eso sería muy peligroso. Solo quiero la información. Sabemos que la información es poder ¿verdad? Te pone frente a ti un cartel de se busca, en él aparece Drake Soulsword con una recompensa de 3 millones de berries. Este exmarine es el oficial de la tripulación, ten mucho cuidado con él, es un experto espadachín.

Te propongo vayas con ellos, reúnas cuanta información puedas y estoy segura que conseguiré algo que quieras a cambio

Las islas más cercanas a esa supuesta isla inexplorada son la isla Waih a 3-4 días navegando con su goleta o la isla Aprizza a 7 días al oeste

Me encontraba realmente a gusto en Waih, con esa muchacha que decía llamarse Lisistrata entre sus insinuaciones. 

La historia que cuenta me deja intrigado, no entiendo muy bien que quiere sacar de todo esto y no me inspira demasiada confianza. 

Al mencionar al grupo de piratas que tratará de hacerse con ese tesoro me desconcierta que le califique de buena gente, además siendo su oficial un ex marine con una cabeza valorada en tres millones de berries.  

Supongo que tras contarle mi historia ha deducido que no simpatizo con marines y ha acertado. Conseguiré formar parte de la tripulación y así recibir parte del botín y después vender información acerca de la isla y del tesoro a Lisisitrata. Malditos principiantes en seguida confían de la gente.

Con mi objetivo algo más claro y los bolsillos cada vez más vacíos por los placeres de Waih llego al muelle buscando el barco que me describió la bella Lisistrata, al divisarlo veo que está a punto de zarpar y aligerando el paso llego frente a ellos y les saludo con una sonrisa:

- Buenos días caballeros, una gran mañana para zarpar. Vengo buscando a Lucy pues estuve en Margarita y escuché que necesitaba una tripulación pero en esos momentos tenía otros asuntos entre manos y no pude reunirme con ella. Necesito salir de la isla y no se me ocurre mejor forma que emprendiendo un nuevo viaje formando parte de su dotación. 

Es un hombre que acaba de cumplir los treinta años, moreno con las sienes canosas, piel morena curtida por cicatrices, mide poco menos de dos metros y pesa algo más de noventa kilos. Atractivo, de ojos azules, expertos y cautivadores, con barba de pocos días y nariz grande en la que reposan sus gafas.

- Buenos días caballeros, una gran mañana para zarpar. Vengo buscando a Lucy pues estuve en Margarita y escuché que necesitaba una tripulación pero en esos momentos tenía otros asuntos entre manos y no pude reunirme con ella. Necesito salir de la isla y no se me ocurre mejor forma que emprendiendo un nuevo viaje formando parte de su dotación.

Un hombre maduro se acerca a nosotros, preguntando por la capitana para unirse a la tripulación. Por su forma de hablar parece una persona culta, educada y curtida con la experiencia. Me quito el disfraz desvelando mi verdadero aspecto y me acerco a aquel hombre.

Estamos en la Fugaz, una goleta de dos mástiles de veinticuatro metros de eslora y ocho de manga, con un solo camarote frente al pequeñísimo almacén de popa. Bajo cubierta, las vigas parecían colocadas con más finalidad de aguantar las veinticuatro hamacas colgantes, que realmente para sostener la estructura.

No es un barco muy apto para viajar al Grand Line, pero para ir tirando hasta poder conseguir algo mejor nos sirve. Total, para habérsela robado a los piratas del Ocaso...

Ahora mismo somos 5 en la tripulación, que incluyen aparte de mí, a la capitana Lucy, James, Juuker (un tío enorme y fuerte pero sin muchas luces, ideal como artillero) y Joy (la enfermera, quien parece que tiene tendencia a lanzarse a por cualquier tío que le guste, y cuando no se lo pasa arreglándose las uñas).

- Bienvenido. Soy Drake Soulsword, el segundo de a bordo, espadachín y navegante de la tripulación - me presento educadamente y le estrecho la mano - La capitana ahora está ocupada con las provisiones, así que, si no le importa, yo mismo hablaré con usted. En cuanto la capitana esté libre podrá hablar con ella sin problema, aunque estoy seguro que le preguntará qué es lo que puede aportar a la tripulación, señor...

- Un placer Drake, mi nombre es Dexter - digo respondiendo al apretón de manos - Tutéame por favor, que no te engañen estas canas.

Cómo podrás apreciar no soy un chico recién salido del colegio, llevo casi quince años navegando junto a piratas, cumpliendo las funciones de médico de abordo y empuñando mi florete en primera línea de abordaje.

Veo que sois una tripulación joven y a lo mejor no os vendría mal algo más de experiencia, esta tal Fugaz no tiene mala pinta, no se la ve muy lenta ni muy vieja pero tenéis razón no es suficiente para adentrarse en el Grand Line ¿Esa es vuestra intención Drake? No llegáis a la decena de tripulantes pero sois valientes sin ninguna duda - transformo mi impresión de locos en un piropo.

Bueno muchacho, ¿por qué no me presentas al resto de tripulación? Me muero de ganas por conocer a esa tal Joy, quizás pueda enseñarle algo...de medicina por supuesto - concluyo mi presentación entre risas.

- Encantado, Dexter. ¿Así que eres médico y espadachín? Genial, no quisiera acabar otra vez en manos de Joy... ¡jajajaja! - me sonrojo recordando aquel incidente - Ella creo que sigue... enredada con otros dos tipos en la playa... - señalo hacia la playa, concretamente hacia una chica pelirroja... ¡Un momento! ¿Está sin ropa y rodeada de tíos? Me llevo la mano a la frente y niego con la cabeza - Parece que se lo pasa bien. No lo malinterpretes, es una buena enfermera pero no tiene los conocimientos de medicina que seguro tú posees.

La verdad es que la capitana quiere ser la próxima reina de los piratas, y eso va a implicar recorrer todos los mares hasta conseguir el One Piece.

Bueno, te presentaré a la tripulación... menos a Joy, cuando regrese ya os presentaremos.

Empiezo acercándome a Juuker, el grandullón.

Éste es Juuker, nuestro artillero. Es grande y fuerte, tanto como su buen corazón. Es un tipo genial y alegre.

Juuker se acerca y le estrecha la mano a Dexter, cubriéndole toda la mano.

Juuker: Encantado. Eh, Drake... ¿tenemos ya dos médicos?

- No, hombre. Joy es enfermera. Ella le ayudará a tratarnos las heridas o lo que sea - me giro ahora hacia James - Éste es James, espadachín y un excelente vigía. Ayuda en todo lo que haga falta.

Se asoma Lucy un instante al escucharnos hablar.

Lucy: Vaya, tenemos visita.

- Sí, capi... digo, Lucy. Es Dexter, quiere unirse a la tripulación como médico y espadachín, y parece tener mucha experiencia en la piratería.

Lucy: ¡Estupendo! Parece que le hemos encontrado un jefe a Joy, así no os volveréis a revolver vosotros dos, ¿eeeeh?

- Te repito que fue ella quien... me arrastró a la bodega... - digo, totalmente sonrojado. Estoy pasando vergüenza.

Lucy suelta una sonora carcajada.

Lucy: ¡Anda, se nos ha sonrojado el casanova! - Juuker y James se ríen también a carcajada limpia. Lucy se acerca a Dexter y le estrecha la mano - Soy la capitana de esta tripulación, bienvenido a bordo, Dexter. Puedes llamarme Lucy. Aquí no queremos a gente despiadada ni sanguinaria, ni buscamos arrasar pueblos. Solo navegar libremente en la búsqueda de nuestros sueños... ¡y yo seré la próxima reina de los piratas!

- Y nosotros la apoyamos ciegamente... y bueno, como ya sabes soy Drake, espadachín, navegante y hombre de confianza de Lucy - la miro de reojo - ¡Y no soy ningún casanova! Por cierto, antes de que te enteres por otros medios, antes fui oficial de la marina, pero eso es pasado...

Joy vuelve con un par de bolsas, sube la pasarela completando la tripulación y dejandoos listos para partir - Yuujuu, mirad he conseguido que esos chicos me compren lo indispensable. Bronceador, crema, maquillaje, un par de bikinis y un par de invitaciones al spa Caesar de Waih, ya tengo ganas de volver y volver a verles. Chaoo chicos, ¡Me marcho a convertirme en una pirata!   -Algun marinero del muelle se gira hacia el barco sorprendido, pero los cachitas se despiden desde la playa animados... todos tienen las uñas pintadas.... no ha perdido el tiempo....

Me quedo mirando a Joy y no puedo evitar ocultar una sonrisa de aprobación. Me dirijo hacia ella y me presento:

- Tú debes de ser Joy ¿verdad? Yo soy Dexter el nuevo miembro de la tripulación, seguro que esas cremas que traes nos serán realmente útiles - le digo con un tono sarcástico pero que parece no haber captado - Me han dicho que contigo no seré el único médico de abordo, será un placer compartir oficio contigo.

Volviendo a la conversación con Drake tras presentarme a Joy (pues sería inevitable obviar su aparición en cubierta)...

- Bueno no tendría que juzgarte muchacho, tus razones tendrás para no seguir vistiendo el uniforme de la marina. - le digo con gesto serio y cambio de tema tras un breve silencio - Así que Lucy quiere conseguir el One Piece con una tripulación que no pasa de la decena... Mientras esté a bordo podéis contar conmigo para conseguir los propósitos de la capitana. Además  no ha sido lo más común entre las tripulaciones de piratas en las que me he encontrado contar con un par de mujeres en el barco, es agradable ¿No crees? - Le pregunto a Drake entre carcajadas - Por cierto ¿Cuál es nuestro próximo destino? 

- No me importa si me juzgas, tuve motivos de sobra. Me tendieron una trampa y me acusaron de un grave delito que no cometí por defender a los ciudadanos de los abusos de mi superior, y me obligaron a convertirme en un fugitivo - digo, mirando fijamente a Dexter - De todos modos soy incapaz de estar bajo las órdenes de alguien que disfruta torturando o matando a civiles de forma indiscriminada. Eso es algo totalmente opuesto a lo que defiendo. No se le puede llamar justicia a eso.

Sí, Lucy quiere el One Piece, y yo estoy más que dispuesto a ayudarla a conseguirlo. No te creas, cuando estuve en la marina pude ver con bastante frecuencia a mujeres piratas, sin mencionar a las compañeras... que tuve - inevitablemente bajo la mirada con tristeza al acordarme de Sasha. No merece estar encerrada en ese infierno... vuelvo en mí cuando Dexter me pregunta a dónde vamos - ¿Eh? Perdona... vamos a por un tesoro. Nos va a hacer falta si queremos mejorar lo que tenemos. Y ya que lo dices...

Me dirijo hacia el timón y miro hacia la capitana.

- Lucy, ¿partimos ya?

Bienvenido a bordo Dexter  ¡¡ y ahora levantad el ancla, soltad las amarras, moved el culo y rumbo a la isla perdida !! En este momento comienza Nuestra Gran Aventura!! - Drake se mueve por el barco y da las órdenes, Juuker recoge el ancla mientras James vira el timón. Dexter, Lucy y Drake despliegan las velas y atan los aparejos encarando las velas hacia el futuro rumbo que marcan las dos mitades del mapa del tesoro, Drake consulta contínuamente su equipo de navegación y ajusta velas y aparejos.

Joy saca maletines y se unta crema bronceadora para recostarse contra la batayola de proa... será un viaje largo

Y lo es, pasan algunos días de viaje en alta mar, la goleta se mueve rápido cortando las olas con el viento a favor, Lucy habla contínuamente con Drake, tiene algunas inquietudes aunque tiene muy claro que el tesoro se repartirá a maneras totalmente iguales entre la tripulación.

¡¡ Tierra a la vista !! - Grita James desde una de las jarcias, pero no es hasta al cabo de una hora más que la línea corta y negra de una pequeña isla se divisa en el horizonte, os continuais acercando mientras recogeis alguna vela para aminorar la marcha, sin saber bien bien como llegareis hasta la isla sin bote ni donde detendreis el barco. Parece haber algunas calas rocosas y playas de arena blanca, un par de montañas se erigen en el centro de la pequeña isla, seguramente pueda recorrerse de un lado al otro en mucho menos de un día, está absolutamente cubierta de vegetación, al igual que la isla Waih y como las islas de esta zona del norte del West Blue es una isla tropical

La mayor parte del viaje me paso leyendo una novela que guardo en mi saco o durmiendo en la cubierta. Cuando Lucy y Drake se pusieron a discutir intenté escuchar lo que hablan y cotilleando supe que se trataba sobre la repartición del tesoro y que este se dividiría a partes iguales entre todos. Por una parte pensé que era beneficioso ya que la capitana no obtendría más de la cuenta por su cargo como en otras embarcaciones, pero por otra viendo a mi nueva compañera Joy no me quedé muy tranquilo pensando si merecía una parte del botín por tomar el sol durante todo el día.

Cuando James avistó Tierra me acerqué a intentar ayudar a Drake pues se le veía bastante apurado rectificando el rumbo y consultando las rutas de navegación en sus cartas. La mañana anterior de llegar a la costa de nuestro destino mantuve una conversación muy interesante con Drake.

Han pasado dos días desde el grito de aviso de James y por fin divisamos las playas y los árboles de nuestro destino y al echar un vistazo a la isla le pregunto a Lucy - Ey oye ¿Tenéis idea alguna de cómo diablos se llama este paraíso? Cuando me jubile volveré aquí para pasar unas merecidas vacaciones juajajaja

Al fin nos ponemos en marcha. Estaba preocupado por que por sorpresa pudiera aparecer la marina por cualquier tontería y nos metiéramos en problemas. Doy instrucciones y ayudo a ponernos en marcha. Aquí pringamos todos, excepto Joy quien es lista y va a aprovechar la travesía para pillar un buen bronceado.

El viaje está siendo largo, y yo no me despego ni del timón ni de las cartas de navegación para asegurar que el barco vaya por el rumbo correcto (o rectificar la ruta por la mañana tras despertarnos todos). Lucy ha pasado buena parte del tiempo hablando conmigo, parecía inquieta respecto al tesoro pero ambos estábamos de acuerdo en repartirlo a partes iguales, si bien opino que para mejorar algo del barco deberíamos aportar entre todos o apartar una parte del tesoro para ello.

Tras varios días James ha avistado tierra, así que procedo a rectificar el rumbo e ir hacia la isla.

Dexter viene a echarme un cable pero acaba sorprendido por mis conocimientos, y me pregunta si me dedicaba en la marina a esto.

- La verdad es que he viajado mucho en acorazados y he estado aprendiendo de expertos navegantes, pero te aseguro que soy tan buen navegante como espadachín. Y por supuesto, no me importará enseñarte. Siempre viene bien contar con otro que pueda desenvolverse, por si por lo que sea me ocurriera algo, ya sea un arresto de la marina, una indisposición, una enfermera revoltosa que te deja sepultado bajo cajas en la bodega... - miro de reojo a Joy, quien sigue muy cómoda tomando el sol. Creo que si toma demasiado se va a quedar como una pasa.

Tras un buen rato logramos estar cerca de la isla. El problema es que no tenemos bote alguno y no sabemos dónde vamos a dejar el barco y cómo llegar a la isla. Me pongo al timón y empezamos a aminorar la marcha mientras nos acercamos a la isla. Ésta parece estar cubierta de vegetación tropical, al igual que Waih.

- Lucy, sugiero mirar por los alrededores de la isla por si encontráramos un embarcadero o algo que pudiera servir para desembarcar con facilidad.

Por fin la isla, ya estábamos más cerca de nuestro primer tesoro, esto se empezaba a poner interesante. Mientras seguíamos rumbo a la isla escuche a Drake y Dexter hablar, parecía que este último quería aprender a manejar las cartas de navegación, algo que podría serle útil en un futuro, aunque no era algo que llamase en exceso mi atención, a mí me gustaba más el trabajo de vigía, ya que no era nada cansado, simplemente subir al mástil y observar, era un buen lugar para dormir también, poca gente subía a ver si estaba observando o no.

Dexter: Aquí me tienes para lo que necesites Drake - me dice, acercándose a mi posición en el timón.

Fijo el timón, me giro hacia las cartas de navegación y espero a que Dexter se acerque para empezar a instruirle.

- Mira, así voy planificando la ruta, y por medio de la brújula y esto voy tomando la posición y compruebo si la ruta que llevamos es correcta o si necesita rectificación. La precisión es vital para evitar serios disgustos.

Dexter: A ver que tenemos aquí Drake, parece que estas cartas están algo deterioradas ¿de dónde las habéis sacado? - Me pregunta sonriendo, pues se imagina lo peor. 

- Son las que tenían los piratas del Ocaso, nos sirve para ir a la isla del tesoro y poco más... no te preocupes, tengo unas cartas de navegación en condiciones. Pero estas cartas son ideales para nuestra ruta actual.

Dexter asiente con interés

Dexter: Así que tú vas calculando las coordenadas y vas orientándote hacia nuestro destino ¿Sabrías decirme el rumbo que hemos tomado en estos días desde que salimos de Waih?

- Claro, pero es imposible hacerlo con perfecta precisión. Las corrientes marinas y el viento siempre pueden desviar el rumbo, sin mencionar el...

Empiezo a dar toda una conferencia acerca de navegación y condiciones climatológicas.

Dexter, tras perderse un poco con tanto vocabulario técnico, concluye - ¿Este, oeste, norte, sur? - y se echa a reír golpeándome el hombro.

Suelto una carcajada por la inesperada respuesta.

- Supongo que es difícil aprenderlo todo en un día. Yo la primera vez me quedé dormido al lado del vice-almirante Garp, y me asestó tal capón que tuve dolores de cabeza toda la semana. La bronca que me echó fue de órdago... aún noto los temblores que tuve aquel día... ¡jajajaja!

Dexter: ¿Y qué crees que encontraremos en esa isla Drake? ¿Por cierto tenéis algún conocimiento sobre ella aparte de esas cartas? No sé, ¿el nombre, nativos o alguna referencia sobre el hábitat  o clima?

- Solo tenemos un mapa. Creo que está deshabitado pero no estoy seguro... y espero que el tesoro sea grande, porque con este barco... - golpeo la madera con los nudillos - solo podremos navegar por los alrededores y poco más.

Observo el horizonte, como tratando de buscar algo muy, muy lejos con ojos nostálgicos

Dexter: Vaya... - se mantiene unos segundos pensativos - La capitana Lucy es algo peculiar, ¿por qué te uniste a ella?

- No fue hace mucho. Admito que jamás se me había pasado por la cabeza ser pirata. Solo tenía en mi mente desenmascarar al hombre que me tendió aquella trampa. Pero... esto ocurrió precisamente en isla Margarita... prácticamente fui el primero a quien reclutó. Estaba caminando por las calles cuando vi a un joven con aspecto de ser un rico malcriado gritarle a un viejo, echándole la culpa de haberle tirado (cuando fue el propio tipo quien se resbaló). El joven ordenó a sus escoltas deshacerse del viejo. No pude aguantarlo y reduje a los 3. Desgraciadamente uno me reconoció, pidió refuerzos... y acabé perseguido por decenas de soldados de la marina. 

Dexter: Eres un tío de principios ¿eh?

- Por supuesto... para mí la justicia es proteger al pueblo de cualquier amenaza, no ser nosotros la amenaza... bueno, resulta que Lucy también estaba por allí, vio aquella escena y planeaba sacudir a aquellos tipos, pero yo me adelanté. Ella acortó por las calles y, cuando yo creía que la marina me iba a alcanzar, ella me agarró, me puso contra una puerta, se arrimó a mí y me besó. La marina pasó de largo creyendo que éramos una pareja de enamorados. Tras desaparecer la marabunta de soldados, ella se despegó de mí y me dijo "me debes una, así que ve pensando en unirte a mi tripulación pirata". Como imaginarás, aún con el shock del beso que me metió me costó reaccionar - se me escapa una risilla y me sonrojo - Pero tras pensarlo mucho, terminé aceptando. Yo soy un hombre leal con quien lo merece, y la capitana es de esas por el que estás dispuesto a arriesgar la vida.

Dexter: Es difícil rechazar un oferta así jajaja.

-  ¡Y tanto! ¡¡¡Jajajajaja!!! Mira, no me extrañaría nada si no te fias de un ex-marine, es normal entre piratas, supongo.

Dexter: Dime una cosa Drake. ¿Cuándo te alistaste a la marina, acaso pensabas qué podrías cambiar sus hábitos de hacer justicia?

Me quedo pensativo ante su pregunta. Algo me dice que siente más resquemor de lo normal hacia la marina. 

- Sinceramente esperaba poder cambiar algo... y por intentarlo acabé como fugitivo - mi respuesta fue tajante y firme - Hay gente que realmente intenta proteger a la gente, pero otros utilizan su posición privilegiada para cometer abusos y alimentar sus aspiraciones... me di cuenta demasiado tarde de ello. Con esa gente es imposible razonar, sobre todo si consideran que matar civiles es un simple daño colateral necesario

Dexter: Sinceramente Drake no es nada personal, sabemos de lo que son capaces para proteger sus intereses. Por eso ahora somos compañeros, libres y piratas.

Me quedo pensativo recordando las atrocidades de Manfred, cuando era su inmediato subordinado, y las torturas que me llevaba por hacerle frente.

- Me da la sensación de que la Marina te causó un gran desagravio ¿Me equivoco acaso?

Dexter: Así es, nací y me crié en Ohara. Me imagino que conocerás el desastre que provocó la marina... no quiero aburrirte con desgracias.

Mi mirada se vuelve sombría. Mi abuelo me contó sobre aquella atrocidad, en nombre de la "Justicia Absoluta".

- Ohara... cielos, no me extraña que odies a la marina... No sé si era muy pequeño o si ni siquiera hacía nacido, pero mi abuelo me comentó que aquello fue una atrocidad... él criticó abiertamente a quien lo ordenó en su día - cierro los ojos unos momentos - Creo que usaron la Buster Call, un bombardeo masivo desde varios acorazados para arrasarlo todo. La Marina jamás debería usar protocolos como ése, demasiadas víctimas inocentes. ¿Y todo por qué? Lamento que tuvieras que sufrir eso, sinceramente

Dexter: Todo lo que he podido querer en esta vida me lo ha arrebatado sin razón ninguna. Ohara desapareció por poseer el poder del conocimiento. Hombres, mujeres y niños felices todos inocentes, ajenos a sus políticas.

Con cosas como ésa me planteo seriamente si unirse a la marina es la mejor opción para defender la justicia. Y sobre todo con atrocidades como la que ha vivido Dexter.

- No creo que te sirva de nada lo que te voy a decir, pero mi abuelo es uno de los vice-almirantes que se negaron a participar en esa masacre... y casi le cuesta el cargo por criticarlo abiertamente. Me inculcó que ese tipo de actos y decisiones son inhumanas y que no tiene justificación alguna.

Dexter: Me alegro de haber podido hablar contigo Drake, gracias por los consejos - Dexter se alejó de la posición del timón para poder asomarse a la mar y pensar en si podría formar equipo con un ex marine.

Miro a Dexter, pensativo.

- Sinceramente, creo que he hecho bien uniéndome a esta tripulación. Dexter, te digo lo que me dijo Lucy cuando le conté mi pasado: yo ya no soy un ex-marine, sino un pirata más.

Mis palabras le sacaron una sonrisa y afirma.

Dexter: Así es Drake.

La isla fantasma para los mapas aparece frente a vosotros colosal, exuberante, no hay signos de civilización. Drake propone darle la vuelta en busca de un puerto pero os llevará al menos un par de días, tres si el viento no cambia. Mientras pensais en ello continuais navegando a su alrededor.

Embobado como todos Juuker mira desde la batayola - ¿Como vamos a llegar? Podemos nadar

La goleta es de bajo calado, podría quedar varada en la arena y sin problema salir con la próxima marea, incluso podría salir si hubieran más tripulantes que tiraran de ella. Una bandada de pájaros enorme sale desde los árboles cercanos a la orilla, se mueven como un precioso enjambre revoloteando hasta perderse en algun lugar de la jungla.

Entonces el barco empieza a chirriar, da un frenazo bastante brusco conforme se queda encallado, Drake no tiene ni idea de lo que está pasando pero a duras penas puede sujetarse al timón antes de desequilibrarse y caer con él entre manos de rodillas. El resto también caeis sobre la batayola o contra el mástil. James prácticamente queda colgando de las jarcias. Ha sido solo un momento. El barco vuelve a intentar avanzar cuando James grita mientras vuelve a escalar por las jarcias

James~ ¡Coral! ¡Estamos en medio de un bosque de coral!

Drake reacciona - ¡¡Recoged las velas!! ¡O el viento nos seguirá arrastrando por el coral como si fuera estropajo!