Partida Rol por web

Nuestras palabras fueron claras al parecer pues no hubo objeciones por parte de ninguna de las jóvenes. Luego de esto atendimos a la alarma que se escuchó mientras nos reuníamos, pero por suerte no era sobre nuestra caravana que se cernía algún peligro sino que provenía de más arriba sobre las montañas. Así que no nos podíamos relajar ya que de todas formas el peligro podía llegar a nosotros sino tomábamos las debidas precauciones. 

—Yo estoy dispuesto a ir contigo Tritón —me ofrezco como voluntario luego del ofrecimiento del enano— me sería muy fácil escabullirme para investigar que ha causado aquella alarma.

1. Primer grupo de carros

2. Segundo grupo

3. Tercer Grupo

4. ( Hacía Arriba) Los Sonidos de Cuernos.

Los que  vayan que tiren una tirada nocturna de escalar a DF 16, si la pasan podrán tirar Sigilo con un bono de +2, sino se pasa sería con -2 en el sigilo.

----------------

(Tras el descaso  con el Varón recordar poneros + 4 puntos de recuperación EN EL CASO que hubiese algún herido anterior, si estais todos al 100% de puntos de salud pues ignorar esta nota.)

------------------

Que medidas se aconsejan de protección en las caravanas.

Una vez decidido que Triton y Milo serian los que irian a investigar, Guthrid y Malleus se quedaron a cargo de proteger la caravana. 

Esta bien, lo mejor sera conducir los carros a un sitio cubierto, donde se bastante complicado ser embosacdos. Una vez alli, construir una barricada con los materiales que encontremos. Que opinas, Malleus?

Aunque Guthrid se hubiera pasado la vida leyendo libros de historia, geografia, diplomacia y hechiceria, tenia un poco de conocimiento en el arte de la guerra, sobre todo la defensa.

—Emprendamos el ascenso señor enano, mientras aquí abajo el mago y el guerrero junto a los hombres de la caravana resguardan a todos los demás —comento mientras me voy aparejando de lo necesario para subir: un par de antorchas, yezca, algo de comer, mis armas, unas hojas de arlan y otras de draf...— descubramos que hay en la cima de esa montaña.

Una vez aclarado el asunto de las mozas, nos dispusimos a averiguar el estruendo que había frente a la caravana. Según parecía no era cosa nuestra, pero sí que había alguien en apuros y se decidió ir a comprobar lo que estaba sucediendo.

Tritón y Milo se ofrecieron para ir a ver lo que ocurría. Guthird y yo nos quedamos a hacer guardia en la caravana.

El mago propuso de construir una barricada con lo que encontráramos y no me pareció mala idea - Me parece bien, así tendremos a esta gente entretenida y no estarán fisgoneando por lo que pasa - fui dando instrucciones por los distintos carros y mientras me encargué de ir viendo que todo estaba correcto...

Cuando sugerir ir a investigar lo que sucedía estaba seguro que el mediano se ofrecería el primero, era bastante ducho en esas lides.

Muy bien, si vemos que necesitamos ayuda os avisaremos. Mire a Malleus y le indique que estuviera alerta a la zona. Si ves que tardamos mucho utiliza tu portal y así podréis ayudarnos.

Tanto Milo como yo, cogimos algunas cosas y nos dispusimos a averiguar que estaba pasando, la escalada no fue nada fácil, aun con mi buena visión en la oscuridad el terreno era bastante abrupto, aunque eso no hizo que no lograra realizar la hazaña de subir sin ser detectado. 

Buscaron  la manera de hacer una barricada por si eran atacados, las mujeres y niños eran los más intranquilos pues habían oído rumores de los sádicos que eren los orcos con sus prisioneros.

       Tritón y Milo comprobaron lo abrupto del terreno no era fácil llegar en silencio.

Conforme se va subiendo se escucha más jaleo, el aire fresco de montaña impacta en vosotros lágrimas de frió emergen.

La luz del cielo estrellado os ilumina, el enano tiene menos problemas en ver el lugar.

Estáis en silencio en el punto indicado 

Unos cuerpos aparecen ante vosotros en el suelo de una emboscada.

Unas piedras sueltas caen y os delatan.

      Ante los cuerpos de orcos se escucha una voz rota y débil.

- quien anda ahí- toso costosamente, las heridas son mortales

Entre los cuerpos de orcos y Huargos hay algunos enanos.

Todos muertos, pero parece que aún hay uno moribundo.

No tardó en aparecer a unos 400 metros un grupo de sombras montadas en Huargos.

Parecía observarlos desde la distancia con curiosidad.

Guthrid observo aquella sombras en la lejania que parecian observarles a ellos tambien.

"Mejor no llamar la atencion. Deberiamos hacer turnos de guardia hasta que regresen Triton y Milo."

Guthrid busco ramas y palos altos por los que fabricar picas y estacas. Era imprescindible que la gente de la caravana pudiera defenderse por si sola. 

La subida no fue lo que se dice fácil, eso se tradujo en llegar tarde al lugar. No había nadie vivo, el combate había acabado y los cuerpos de orcos y enanos se encuentran en el suelo rastro de una emboscada en aquel lugar.

Cuando pensaba que no había ningún superviviente de aquella emboscada, escucho un ruido, una voz que preguntaba, una voz rota.

Somos la Hermandad, ¿Qué ha pasado aquí?, sin duda la silueta de aquella persona era de raza enana, y por la voz (aparte de notarla con poca fuerza, daba la sensación que había vivido lo suficiente para saber sobre la historia de nuestro pueblo), fue por eso por lo que no dude en presentarnos ante él.

Una batalla se había librado y lo que quedaban eran cuerpos desperdigados sin vida en su totalidad. Una voz se escucha y nos acercamos mientras Tritón se identifica en nombre de la Hermandad. Yo por mi parte voy dando golpes finales a orcos y huargos e intentando reanimar a algún enano por si las dudas.

—Con cuidado hermano —le digo a Tritón— no sabemos si los orcos todavía siguen por aquí.

( Al acercarse Tritón parece que ese rostro a la luz de la luna y con esos ojos ahora en blanco le suena).

-- Esa Voz ... ¿ Eres el hijo de Tritón? -- respiro con dificultad -- Soy *Barba Helada tu tío segundo, eras muy joven cuando nos vimos-- toso y escupo sangre. -- Los orcos del clan cuervo nos acaban de emboscar -- con voz apagada-- Nos... Nos han  robado" **el corazón de la montaña Blanca". No permitas que  lleguen a su guarida -- moribundo como estoy me fijo en el hacha-- esa hacha... La reconozco ¿ Cómo la has ...-- toso intensamente.

Parece que los exploradores se quedan mirando la posición de los carros y el número de humanos que hay.

Estiran sus arcos y lanzan unas cuantas flechas oxidadas de aviso.

A esa distancia se quedan clavadas a menos de  20metros en el suelo y dan a sus Huargos la vuelta.

Parece que han dejado  un saco con algo dentro.

Las figuras habian disparado unas flechas oxidadas de manera de aviso o intimidacion. A que estaban dispuestos aquellos jinetes de Huargo?

Al parecer habian dejado tras ellos un saco con algo dentro. Guthrid miro el saco e intento concentrarse en detetectar el mal. De que se trataba? Habia algun objeto magico alli dentro, o seria una trampa para una emboscada?

Tras haber realizado las comprobaciones pertinentes y de haber dado también las instrucciones para ir haciendo una barricada en condiciones, no demasiado lejos de nuestra posición unas sombras de monturas salvajes con su respectivos jinetes nos acechaban en la oscuridad.

No se movían, solamente vigilaban hasta que llegado el momento tensaron sus arcos y lanzaron unas flechas que no cayeron demasiado lejos de nuestra posición. Una de ellas llevaba atada una pequeña bolsa - Bien Guthrid, creo que esto es más cosa tuya que mía, pero mucho cuidado... - le comenté.

Mientras nos distraíamos con la bolsa los jinetes que habían disparado las flechas desaparecieron en la espesura - Cuidado, tenemos que estar muy alerta. Seguro que volverán y no creo que con más bolsas, seguro que la próxima vez las flechas no quedarán clavadas en el suelo... - le comenté mientras quedaba a la espera de que el mago examinara la bolsa. Observaba como Guthrid, de manera experta, se agachaba e inspeccionaba el objeto. Su expresión era seria y concentrada y no quise hacer ni un solo ruido más para que no perdiera la concentración...

Al acercarme más a aquella figura enana pude ver la cara de un viejo enano, estaba malherido. Y entonces paso algo que me dejo helado, era uno de mis tíos, le llamaban Barba helada, mi padre me había contado cosas sobre él, pero no le recordaba.

Si soy yo, le conteste. Enseguida nos dijo que el clan orco les había atacado y robado un objeto muy valioso.

Se fijo en Manwë, pero eso ahora no importaba, me acerque a él, y le pregunte, ¿Estás bien? ¿Cuántos han huido? ¿Por donde se fueron?.

Si no eran mucho podría intentar dar con ellos, pero tenía al resto del grupo abajo esperando, ¿Qué podíamos hacer?.

Terminé de dar los golpes de gracia a los orcos e intenté, en vano, buscar sobrevivientes entre los enanos. Hurgué en los restos esperando encontrar algo que nos sirviera para la caravana. Luego me acerqué hasta Tritón que parecía conocer a aquel enano de barba blanca que había logrado sobrevivir, pero era muy tarde para él o eso me parecía. Escuché de parte de Tritón II lo que le había relatado el viejo enano y le comenté:

—Ir nosotros solos no será muy conveniente. Vayamos por los otros para recuperar aquella joya que pertenece a tu pueblo, pero antes debemos dejar la caravana lo más segura que podamos, quizá los orcos no la ataquen si nosotros les atacamos a ellos.