Partida Rol por web

El pequeño desliz con el beso hace que note sus labios en una zona de mayor sensibilidad, mostrándome una infinitésima parte de lo que podría ser besar sus dulces labios, respondo a su sonrisa con otra y subimos al coche.

- ¿Hace muchos años que te fuiste? – pregunto mostrando interés

Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, conduzco con tranquilidad mirando de vez en cuando a Rebe.

Hace 5 años cuando empece la universidad...¡No me gusta nada las grandes ciudades!...

¡Quiza me quede aqui para trabajar en lo que sea....!¡Me gusta demasiado esto!- Te sonrie,mientras juguetea con su pelo...

Me sonrío divertido al verla con tanta ilusión y espontaneidad.

Llegamos cerca de la cervecería, aparco el coche y entramos. Es un local bastante grande forrado todo en madera con separaciones entre las mesas para dar cierta sensación de intimidad. Nos sentamos y le comento a Rebe:

- Tienen cervezas de todo el mundo, yo normalmente en casa me tomo una Bud, pero cuando vengo aquí me gusta pedirme una cerveza europea, las cervezas belgas y alemanas están de muerte ¡Ah! por cierto, si quieres me invitas a la cerveza pero si no te importa, pediría algo para comer, no he comido nada desde hace horas y si tu quieres algo, a comer invito yo. – tras decirle esto me quedo mirándola a los ojos.

Una belga estaria bien....y de comer ¿por que no?- no te desvia la mirada te la mantiene con una juvenil sonrisa....

 - Estupendo – le digo con una sonrisa, llamo la atención del camarero y pedimos un par de cervezas belgas y algunas cosas para comer

- Bueno, si quieres puedo ser tu guía turístico, tampoco es que haya mucho que ver en esta pequeña ciudad, pero para mí salía un placer tener a una acompañante tan guapa como tu y hasta el Lunes... no tengo nada que hacer.

Te dedica una de esas sonrisas que no se olvidan.

¡Lo que ordene doctor....!- rie

Al cabo de un rato el camarero os trae las cervezas...

¿Brindamos?-Alza su botella hacia ti....

¡Por nosotros!....

 Me río con ella, hacía tiempo que no me sentía tan bien, había pasado mucho tiempo encerrado en mi mismo, sumido en mi miseria, tampoco quería pensar mucho más allá, sencillamente disfrutar de la compañía de Rebe y lo demás ya se verá.

Con una sonrisa le dije:

- ¡Por nosotros! - Choqué mi botella con la suya y pegué un buen trago.

No se porqué necesitaba entrar en contacto con ella, aún sujetando mi botella sobre la mesa, alargué mi brazo y con el dorso de mi mano acaricié la suya de manera casi imperceptible.

Al roce su piel es suave como la seda.

Su sonrisa y ese brillo en sus preciosos ojos verdes, te vuelven loco poco a poco....

¡Oh mierda! voy a llamar a mis padres para que no se preocupen.... Te vuelve a sonreir y saca el movil de su bolso, mientras se levanta para hablar fuera...

¿Me pides otra?- te vuelve a sonreir...

 Me pregunto como sería acariciar el resto de su cuerpo… desecho rápidamente esa idea, me pongo enfermo sólo de pensarlo…

- Vale, pero… la última, ¿eh? No te quiero emborrachar, - le sonrío - estas cervezas son fuertes. – La verdad es que lo dije sinceramente, no quería que se emborrachara ni tener luego remordimientos por cualquier cosa que pudiese pasar… si es que llegaba a pasar algo.

Cuando sale me encargo de pedir un par de cervezas.

Al rato, justo cuando te ponen las cervezas. LLega Rebe, con su eterna sonrisa y se sienta a tu lado.

Ya se han quedado tranquilos...¿Bueno que, comemos algo?... Coge su cerveza y da un buen trago. luego te mira con esos ojos, que serias capaz de perderte en ellos...

Cuentame algo de ti Barton...

Le sonrio mirándola a esos ojos tan bonitos.

- Pues… soy médico – hago una pausa y me río por la obviedad

- Vivo sólo aquí en Bangor una casa con un huertecillo que maltrato de vez en cuando, mmm… - bajo la mirada y se me borra un poco la sonrisa al decir: – estoy divorciado…

¿Divorciado tu?....no entiendo como te han podido dejar....Si eres un buen partido....

Medico, joven, simpatico, guapo.....- Sonrie, y sus mejillas suben de color....

Da un trago a su cerveza....

- Gracias por el cumplido - A mi también me suben un poco los colores por las cosas que me acaba de decir.

- Pues no sé, supongo que ella no pensaría igual… pero no importa, es agua pasada. – Le digo levantando la mirada buscando sus ojos.

- Y tú, ¿Me cuentas algo de ti, una chica tan guapa como tú no estará sola? – le pregunto volviendo a sonreír.

Bueno....¡A mi me dejaron a las puertas del altar!- Sonrie

Le pille con mi mejor amiga....¡Y ahi se acabo!.... Bebe otro sorbo de la cerveza.

¡Estoy bien....ademas no me gustan las grandes ciudades! Decidi volver y a ser posible rehacer mi vida con un joven, simpatico y guapo medico....jajajajjaaja- Sonrie y sus mejillas sigen subidas de tono.

-          Vaya, lo siento – le digo cuando me comenta lo de que la engañaron, y froto su antebrazo como un pequeño gesto reconfortante.

Me llevo algo de comer a la boca.

-          Oh ¿Y quién es ese joven? – Bromeo con ella – Bueno, yo… no soy tan joven como tú… - Digo bajando la mirada

No lo conoces...tampoco me apetece hablar del tema....

Tampoco eres viejo....¿Cuantos años crees que tengo?- picotea algo y termina su cerveza...

 Me dio la impresión que no había pillado la broma ya que me refería al “joven medico con el que iba a rehacer su vida” no al chico que la dejó… pero no estaba seguro…

- ¿Qué no lo conozco? Un medico joven de Bangor que no conozco… mmm… ya veo… ¿Quién será el afortunado? - digo rascándome la barbilla y mirándola de reojo. Si ya pilla la broma me río con ella.

- No, no, tanto como viejo no… - me río – A ti… - Aprovecho para mirarla de arriba abajo, ¡Dios que buena está! Pienso para mis adentros – mmm veintipocos, ¿veintitrés quizás? – le digo sonriéndole

- ¿Y a mí cuantos me echas?

Apuro yo también mi cerveza.

Se parte de la risa....

¡claro que me referia a ti!....jajjajajajaja.....pero era para despistar....jajajajaja

Tengo 16......jajajjaja.... ¡No en serio....!

Tengo 28 años y tu tendras unos 33 años....

Al reirse se apoya en tu brazo y te mira con brillo en los ojos...

- mmm, estás en la edad perfecta – le digo sonriendo

- Casi lo aciertas, 35, tengo 35

Al apoyarse en mi brazo siento el contacto que necesitaba, dando un pequeño gesto más le cojo la mano y se la acaricio por el lado de la palma y me quedo unos segundos mirándola a los ojos, para ver como reacciona, mientras mantengo una ligera sonrisa en mi boca, el tipo de sonrisa que le haces a alguien que te gusta.

Sus ojos, brillantes siguen clavados en ti. la mueca sonriente es permanente....

¿La edad perfecta para que....?- Vuelve a sonreirte.....