Partida Rol por web

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Es practicamenrte un espectaculo como grandes las conflagraciones magicas provocadas por vuestros pequeños cuerpecillos chocan en comparacion con la superioridad fisica salvaje y la fuerza bruta natural de los gigantes

Tanto que conjuntamente derribais a uno de ellos por mucho al concentrar fuerzas Rofellos y Rictus sobretodo, en venganza ellos tambien concentran el fuego sobre uno solo de vosotros Zevran  , salvo un oso terrible que va por Yon , impactando 2 criticos uno a cada uno

Yon siente la herida del oso, y tambien ve como el ladronzuelo ha sido alcanzado indistintamente por osos, gigantes. Pero tambien es evidente que el oso que está amenazando con hacerse unas botas de piel de pícaro está tan en las últimas como su adversario.

Es mejor solucionar la raíz de un problema, siempre.

Así que sin dudarlo, vuelve a emitir sendas exhalación de energia negativa. Sabe que el oso a su lado es muy posible que sobreviva, pero los otros dos practicamente están acabados. Y el gigante... pues eso mismo. Cuanto más grande, más fuerte que cae.

"La desgracia persigue a mis enemigos. gigante. Te remitiría algunos ejemplos, pero ¡Ay! Están todos muertos"

Al ver el estado en el que se encontraba Zev, una fuerte desesperación se adueña de mi, por lo que mis ataques se tornan torpes y descuidados, incapaces de perforar la gruesa piel del oso.

Sabía que tenía quen hacer algo y pronto, por lo que sin pensarlo dos veces salmodié rápidamente un segundo conjuro, el cual me dotó con la capacidad de exhalar fuego.

Una vez bajo los efectos de la magia, dejo escapar una ígnea bocanada sobre el oso, chamuscándole el pellejo e hiriendo al gigante en el proceso.

Viendo como el Gigante asesta sendos golpes a Zevram, los ojos del paladin refulgen y descarga todo lo que tiene sobre el gigantón.

Gary, su espìritu guardian,  siente el llamado de Rictus y se une rápidamente a su arma, la cual brilla azulada.

El terrible golpe del paladín impacta sólidamente en el gigante, haciendole una fea herida, sin embargo es el segundo ataque de Rictus el que cruza la pierna, haciendo un horrible sonido de huesos contra metal que hace rechinar los dientes, para Rictus sacar el arma, aun con restos de huesos del gigante.

"Los tenemos ...Zevram, ponte a la defensiva!! Te necesitamos de pie, valiente!"- dice el Paladín intentando inspirar al colega.

-Últimamente todos los enemigos me atacan a mí. Algo estaré haciendo para cabrearles...

Apretando los dientes e intentando mantenerse apartado del último de los osos, Zevran escupió sangre y dientes mientras se concentraba en buscar los puntos débiles del gigante que quedaba. No podría aguantar muchos golpes más, así que se concentró en acabar con aquel objetivo y confió en que sus compañeros acabarían con el resto.

Tras la marabunta de musculos y huesos cortadas por las cuchiullas magicas , hay un borboton de sangrey caos , donde se entremezclan estocadas de muerte y destruccion

Conjuntamente los 3 primeros heroes masacran al gigante y desde la derecha Zevran avanza para una vez caido el gigante stir y clavar con ello sus dagas al oso en vanguardia, tras lo cual solo queda un oso junto a el clerigo que decide darse a la fuga ante  superioridad numerica

¡Maldita sea! ¿Por que rayos es tan difícil coger uno vivo? Condenados gigantes, ojalá y dieran menos guerra. - rezongo de mala gana mientras ayudo a los aldeanos a salir del saco.

Zev, por favor revisa los cuerpos, no vaya a ser que tengan algo que nos pueda ser de utilidad, cualquier cosa que nos permita deducir su verdadero objetivo, ya sea un mapa, una brújula, una carta, no sé, lo que fuera que traigan encima. -digo esperanzado de encontrar algo de utilidad que nos permita orientar mejor nuestros esfuerzos.

Yon ¿Cómo estás? ¿Puedes seguir? - pregunto con cierta preocupación mientras termino de sacar a los prisioneros del saco.

"Tranquilo, Rofellos. Si hay algo bueno acerca de los gigantes... es que resisten MUCHO"

Yon se acerca al gigante, y le toca con la varita de curar heridas leves. Intenta que el poder sea el MINIMO. Lo justo como para que no se desangre más, aunque permanezca inconsciente -y bien machacado- durante un buen rato.

Luego ve al maltrecho pícaro -y tambien su propia coraza hecha polvo- y tras alejarse ambos del gigante (y los osos) dispara una nueva canalización. Esta vez para curar.

"Hey, te estas portando como todo un valiente, Zevran"

Zevran observa como el último de los osos huye -Dadme un segundo para recuperar el aliento... masculla el elfo mientras vuelve a enfundar las dagas y se sienta. Con una mueca de dolor, agradece a Yon sus conjuros curativos, notando como parte de los huesos fracturados vuelven a soldarse entre sí y los peores cortes de las garras desaparecen. Está claro que nos enfrentamos a un asalto coordinado. A ver que nos cuenta esta buena pieza...

"Si es un asalto coordinado, entonces quizá estemos en la mitad. Norte, Oeste..." y claro, tras los dos primeros puntos, queda claro lo que está por vernir.

"Pero me preocupa que esté siendo todo demasiado facil. Un asalto así necesita un líder. No un general... esos se quedan en la base: Pero si un capitán. Si arrestamos al capitán y lo alzamos encadenado, los soldados huirán en desbanda"

La pregunta es en dónde está ese capitán, pues si conociéramos su ubicación actual, podríamos ir directo a por él y asunto resuelto, si quieren preguntarle a este, puedo despertarlos por ustedes, pero si intenta escapar lo dejo frito, lo juro. - advierto con total seriedad.

Saben muy bien que desprecio a estos seres desde lo ocurrido en la montaña garfio, así que no voy a dudar en matarlo. Ustedes deciden. 

Una vez hecha la advertencia, guardo silencio por algunos segundos, en los que mi rostro se torna algo meditativo, como si estuviera reflexionando sobre algo.

 - No todos son como el barl, pero sin duda éste sí que lo es, deberíamos acabar con su miseria de una vez Rofellos - resuena la voz de Exarian en mi cabeza.

- Créeme amiga mía, nada me daría más gusto que eso, pero hay dos problemas; el primero de ellos, el muy infeliz está indefenso, por lo que sería un asesinato en toda regla; y el segundo inconveniente es que, lo necesitamos vivo para conocer sus planes. - replico con cierta resignación.

- ¿Podemos matarlo si intenta escapar? - pregunta la espada esperanzada.

- Nada me haría más feliz que eso. - respondo con total seguridad.

Luego de mi momento de aparente introspección, me dirijo de nuevo hacia mis compañeros. 

¿Y bien? ¿Qué han decidido? - pregunto, listo para ponerme manos a la obra.

"Rofellos... si alguien tiene derecho a llamarse como el que les tiene odio creo que ese soy yo. A todos nos hicieron daño, pero sólo a mi me MATARON."
"Y dolió. Mucho"

"Así que ¿Hacia donde ir ahora? Pues simple"

"Hacia los gritos"
 

Chocais las manos por coger a uno vivo, al fin y cuando ya estabais cansados de tanto gigante de piedra las expectativas no son mejores, pues la gran baza del ejercito contrario es su dragon. Eligiran los heroes enfrentarse a el o almenos hacerlo huir o eligiran apagar los edificios en llamas que el incendie

8º ASALTO: INFIERNO DRACÓNICO: Dientelargo no sigue a pie a los gigantes cuando estos se acercan a Punta Arena; su mayor velocidad aérea le concede el lujo de esperar a la señal visual de que los gigantes están en posición, y entonces descender en picado y atacar. Su aguda vista le permite ver el asalto prematuro contra la puerta Norte, y emprende el vuelo en el acto; le cuesta 8 asaltos llegar a Punta Arena. Una vez llega al pueblo, Dientelargo empieza a hacer picados y pasadas alegremente. Éste es su primer ataque real contra un asentamiento humano, y pasa tanto tiempo rugiendo y aterrizando periódicamente en los tejados de edificios robustos para intimidar y amenazar, como exhalando fuego de verdad y devorando a ciudadanos. En el 8º asalto de la incursión, desciende en picado desde el norte y exhala fuego contra la guarnición de Punta Arena; el edificio está hecho principalmente de piedra, por lo que soporta el ataque mejor que los objetivos de Dientelargo de los asaltos siguientes. El dragón da vueltas y vuela en círculos, haciendo un picado para exhalar fuego contra un nuevo edificio cada 4 asaltos. A continuación se detalla una lista de sus blancos más probables durante el resto de la incursión.

12º ASALTO – LA CATEDRAL DE PUNTA ARENA: aunque las alas meridionales de la catedral prenden rápidamente, la sección sur es relativamente a prueba de incendios. Dientelargo se posa sobre el tejado de la catedral durante 2 asaltos para rugir y burlarse del pueblo antes de volver a los cielos.

16º ASALTO – EL TEATRO DE PUNTA ARENA: los colores brillantes de este edificio resultan un blanco demasiado tentador; en cuanto Dientelargo le lanza su aliento, la estructura prende deprisa. Cyrdak Drokkus usa su magia e interpretaciones de bardo para ayudar a los intentos de sofocar el fuego pero, sin ayuda, el teatro está condenado.

20º ASALTO – EL PEZ BRUJA: Dientelargo aterriza en la playa justo al oeste de El Pez Bruja e incendia tanto la taberna como los muelles cercanos (y un navío, La Viuda Melancólica); después se pasa 3 asaltos  atrapando y devorando a gente que intenta escapar de los edificios en llamas.

24º ASALTO – LA CALLE DEL SALMÓN: Dientelargo hace una pasada agresiva sobre el sur de Punta Arena, prendiendo fuego a la Liga Mercantil, el Morral del Gordo, y todos los edificios que rodean el callejón del Tiburón. Una vez se incendia un edificio de madera, la probabilidad de que se queme por completo es elevada. Los ciudadanos de Punta Arena pueden organizar cadenas humanas de cubos para contener el fuego, pero poco pueden hacer para salvar los edificios que el dragón toma como objetivo directamente con su arma de aliento. Salvar un edificio de quemarse hasta los cimientos requiere una intervención de los PJs en forma de magia

"El dragón... Realmente tienen un dragón" dice Yon viendo a Dientelargo abrasando con su aliento de llamas el pueblo.

"Gente, podemos pedirle los caballos a la guardia. Nos conocen, sómos los héroes locales... y lo más importante: Sabemos de sobra que los soldados NO querrán plantar cara al dragón, si pueden mandar a otro a ese trabajo"

"Vamos, cojamos los caballos de la guardia y salvemos la ciudad como podamos"

Mientras va corriendo, saca la varita mágica y usa un hechizo de curar sobre el pícaro. Aunque la canalización le ha reparado algo, aun sigue muy castigado
(Y le cura sólo 3 HP... esta varita no funciona)

Muy bien, vamos a por la lagartija esa y consigamos un nuevo adorno para la pared de Ameiko, esa bestia ha visto su último amanecer. - sentencio mientras me acerco a un guardia y sujeto las riendas de su caballo.

Ayuda a los rehenes, mis amigos y yo tenemos un dragón que matar y tu caballo y el de tus colegas nos llevarán hasta él. ¿Lo ha comprendido soldado? - pregunto en tono marcial, mientras dejo al descubierto mi insignia de capitán.

Cuando vuelva quiero ver que todos los rehenes del gugante han sido debidamente atendidos. - agrego dedicándole una mirada significativa al soldado para que baje de la montura.

El paladín duda por un momento.. salvar a la pobre gente quemándose por doquier o ir por la gran amenaza aérea, qué tal vez solo el pueda contener o al menos desviar.
Dientelargo sonaba como un nombre aterrador para todos, pero para Rictus, era un vórtice de caos y fuego que había que eliminar.
Siguiendo el consejo de Rof, se acerca a los guardias y con el tono más amable que tiene les indica:
" Buen trabajo hasta ahora muchachos... Ayudad a los enfermos , quemados e inocentes, que nosotros intentaremos apagar los fuegos del caos..."

Acto seguido toma un caballo de los que le ofrecen los soldados aterrados y les dice:
"Apaciguad vuestros espíritus y tranquilizaos, nosotros nos haremos cargo desde aquí".

Toma el caballo y parte al galope, a la que fácilmente podría ser su última aventura...".

Zevran se acerca y ofrece a los guardias más afectados agua de su cantimplora, antes de subirse a un caballo y seguir a sus compañe​ros

Dos de estas curan mejor que una dice mientras saca de su bota su propia varita de hueso y se apunta a sí mismo agitándola aparentemente sin criterio alguno. Por suerte, de vez en cuando la magia se activa, curando ligeramente sus heridas

¿Cuál es el plan? No estoy en las mejores condiciones para enfrentarme directamente al dragón.

"Tu dirige el caballo, Zev. Yo te ire reparando mientras lleganos"

"¡soldados! ¡Algun dia todos estaremos en las tierras del juicio. Pero HOY NO SERA ese dia"
"(Al menos no para todos)