Partida Rol por web

Lambert no se esperaba que Magnus lo atacase, no vio venir el golpe, un golpe tan fuerte que destrozó la pierna del joven, destrozando el hueso de la pierna

-¡Parad! ¿Qué estáis haciendo?- Nana se apresuró a parar la hemorragia del joven que estaba a punto de morir por culpa del brutal ataque

El ogro, tras la intervención de Nana, que se lanza a socorrer al bretoniano, se interpone entre ellos y Magnus para evitar que pueda atacar también a la anciana o rematar al caído.

Humano estúpido, tú acabar con uno de nosotros, ahora ser... Comienza a contar con los dedos y otra vez se desespera al no llegar a una solución... ¡uno menos!. Uno menos para pelear y defender a los niños. El ogro resopla, indignado, por la situación. GRUK muy enfadado ahora contigo... ¡¡¡Enfandandísimo!!!*

Aquel jodido loco le dió un golpe que no fue humano, ni siquiera el Ogro creo que tuviera esa fuerza, la pierna del bretoniano se torció de una manera nada agradable y no pudo más que emitir un grito agudo.

¡Ahhhhhhh!- gritó mientras se cogia la pierna.

Nanna vino a socorrerle, pero aquella pierna iba a rastrarle todo el viaje, una herida así tardaría en curarse varios meses, si es que lograba salir de una pieza. Mientras la curandera le atendía lo mejor que pudo, Lambert le lanzó la reliquia a Magnus.

- Toma tu estúpida reliquia, sin duda, estará más segura contigo que conmigo.-le dijo entre gritos.

Empezó a temblar y sintió como se mareaba mientras la pierna se iba hinchando cada vez más, Nanna pidió ayuda a gritos y fue llevado a una de las carretas.

La fría mirada del capitán Schiller fue lo último que recordó Lambert antes de perder la consciencia.

Dirigiéndome a Magnus - Matar a uno de los tuyos no demuestra precisamente que seas la persona en la que confiar, entrega ese símbolo a Gruk, el lo defender perfectamente, y su mente simple no le permite ser mezquino. Verdad que lo defenderás bien Gruk? - digo esto Girandome al ogro 

- Por favor, no me obligues a quitártelo.

— Esta es tu educación, bretoniano—escupió a Lambert al tiempo que recogía la reliquia del suelo—. Trata de no desangrarte mientras aprendes—continuó mientras guardaba la reliquia en uno de los bolsillos de su túnica—. Eres un extranjero, uno que ni siquiera ha renunciado a su fe, ¿y pretendes darle órdenes o poner en duda la palabra de un sirviente de los dioses? No me hagas reír. Tienes suerte de que nos encontremos en medio de esta situación, o tu destino sería mucho peor. Te recomiendo que medites en lo que te he dicho si quieres sobrevivir y hacer vida en el Imperio... Ni siquiera soy el más belicoso de los fieles de Ulric... Y recuerda que te encuentras en el seno de su culto—concluyó.

El ogro acabó por interponerse entre Magnus y Lambert, zanjando así la conversación, y claramente malinterpretando, ligeramente, la intención del ulricano. Por su parte, el iniciado miró fijamente a los ojos al ogro, aún sujetando su báculo. No había miedo, sólo fervor.

— Si hubiese acabado con él, no estaría gritando ahora mismo—respondió—. Y yo lucharé por los dos, los dioses y ustedes saben que soy capaz—.

Ahora era el turno del aprendiz de mago, al parecer todos se creían jueces o superiormente morales a Magnus. El iniciado simplemente suspiró.

— ¿Muerto? Yo veo que respira... ¿Acaso la máscara y el atuendo intimidante es para compensar la falta de inteligencia?—dijo mientras encaraba a Aracsám—. No me obligues a aleccionarte igual que al bretoniano—respondió al aprendiz, con gesto sereno, pero con violencia subyacente.

Cuando tienes la reliquia en la mano y estás a punto de guardarla ves como realizo un extraño movimiento con mi mano y la reliquia sale volando de tu mano, entonces me acerco caminando a ella y la recojo - Eres un idiota, te crees que por ser más fuerte que alguien vas a triunfar en la vida, y eso no es así, los modales son más importante que la fuerza con la que agarras un palo, si quieres luchar podemos batirnos en duelo, aunque debo advertirle que no tengo ninguna intención de luchar con ninguno de los aquí presentes - me giro hacia Gruk - quieres llevarla tú? - le digo extendiendo la reliquia. 

— Hay muchas maneras de triunfar, aprendiz, y la fuerza es una de ellas. ¿Crees que los Condes Electores se mantienen únicamente por sus modales? ¿Crees que el Ar-Ulric Emil Vargeil se comportaría de manera diferente a la mía? No. Voy a darte una oportunidad que no le di al bretoniano, principalmente porque no podemos darnos el lujo de perder más tiempo y hombres capaces... Pero no dudaré en enseñarte los modales del lobo si así lo deseas —respondió al aprendiz mientras se acercaba a zancadas al mismo, hasta quedar frente a él. Resultaba bastante evidente que el iniciado no permitiría que nadie más llevase la reliquia.

Sin inmutarme ni lo mas minimo - Bien, pero hagamoslo de la forma correcta, acordemos los terminos, un duelo a muerte ¿te parece? - digo mientras le extiendo la mano para cerrar el acuerdo.