Partida Rol por web

Escena introductoria, esta escena se da en la ciudad cercana a la academia durante el dia anterior a la llegada a la academia, por lo que los personajes tienen total libertad para rolear en ella. Todos son alojados en hoteles con habitaciones individuales, se trata de una ciudad normal de unos 100 000 habitantes es decir de tamaño medio, en la ciudad hay cine, pub, discotecas, salas de karaoke y realmente todo lo que queráis.

En definitiva es una escena de roleo libre para matar el gusanillo los que querais rolear antes de empezar.

Si no roleais aqui no pasa nada ya que simplemente llegais a la academia directamente

Me había tomado el día libre, completamente para mi.
Hacía poco que estaba instalada en la ciudad y aunque podía haber elegido la opción de vivir con Jack, preferí mudarme con una compañera para tener mi espacio, ya que en la academia estaríamos casi siempre juntos.

Así que decidí ir a conocer la zona cercana a la academia, a partir de ahora pasaría allí mucho tiempo. Cuando llegué a la entrada suspiré, era un sueño para mi, una oportunidad que debía aprovechar.

Me quedé allí parada, frente a ella observando el edificio y sintiendo millones de sensaciones, después, miré a mi alrededor con una sonrisa en la boca - Hogar, dulce hogar - susurré para mi misma.

La habitación del hotel se le había quedado pequeña. Su maleta y la funda del violín descansaban cerca de la puerta y ella se había dejado caer sobre la cama para mirar el techo con el corazón latiéndole tan rápido que casi podía notar como la camiseta temblaba a cada latido... y por ese nerviosismo que convertía su pulso en un colibrí no podía quedarse ahí tumbada teniendo toda una ciudad a su disposición.

Saltó de la cama y cogió un gorro verde oscuro, encasquetándoselo antes de salir del cuarto con lo imprescindible guardado en un bolsillo con cremallera de la falda a cuadros blancos y negros de la que sobresalía un reborde del forro negro que emulaba el tul y que alargaba en un par de dedos la escasa longitud de la prenda.

Bajó los cinco pisos de escaleras casi como si algo la persiguiese, golpeando de refilón a alguien que entraba en la recepción en su prisa por salir, despidiéndose con un "perdón" cantarín y fugaz sin detener su carrera pero sí aminorando la velocidad.

La primera parada fue una tienda de alimentación de la que sacó una bolsa de regalices recubiertos de picapica para acompañar su paseo por las calles principales de la ciudad, deteniéndose a descansar en una plaza donde una fuente hacía que la temperatura, cada día más fresca según se acercaba el otoño, bajase varios grados.

Después de llegar al hotel y dar sus datos fue a la habitación, llamó a sus padres para decirles que todo bien y denegar el ofrecimiento de ellos de mandarle más dinero, una ducha rápida, ropa limpia y de nuevo a la calle, se puso sus cascos en las orejas y comenzó a caminar.

Había estado probando bases nuevas en el avión y caminando entre las gentes de esa ciudad que  le inspiraban, le vinieron las ganas de componer así que se compró un Burn en un kiosco y se sentó en el primer banco que tenia mas cerca para ponerse a componer con su Ipad.

Cogí la chaqueta y salí de casa con cierto enfado, Kath no me cogía el teléfono y no había manera de localizarla, ¿donde se habría metido? lo primero fue no querer venir a vivir conmigo, lo segundo, no cogerme el teléfono, estaba tomando demasiado aire diría yo.

Conociéndola como la conocía seguro que habría ido a estudiar el entorno cerca de la academia. Entré en una tienda de alimentación para comprar chicles, cuando estaba nervioso necesitaba tener algo en la boca y dado y fumar no iba conmigo, los chicles eran mi apoyo anti-estrés.

Justo cuando entraba, salía una chica con el cabello de un color llamativo - Hola - saludé con cortesía y una sonrisa. Me hizo gracia como vestía la chica, parecía un pequeño duendecillo en una ciudad moderna llena de hombres con traje y mujeres con tacones.

Cuando compré los chicles caminé hacia la dirección de la academia y allí vi a Kath observando la entrada, anonadada, completamente enamorada de la visión.

Sentí una pelea de sentimientos, era tan hermosa, tan buena ... pero tan cabezota y estresante, hacía años que estábamos juntos, íbamos a casarnos y no podíamos ni vernos.

Sin acercarme, me apoyé en un árbol observándola a ella y a mi entorno, el enfado se me había pasado, sabía que estaba bien, pero aun así hablaría con ella más tarde, no podía permitirse el lujo de no cogerme el teléfono, ¿y si era algo importante? o ... ¿y si le pasaba algo?, últimamente estaba más despistada de lo normal.

Maki llego pronto a la ciudad, de hecho un día antes, se había adelantado para "comprobar cómo era la ciudad" sus amigos habían dicho que ellos irían directamente a la academia para la prueba, realmente para ellos no era mucha presión ya que no tenían que preocuparse, eran buenos y Maki lo sabía, lo de ella era un caso aparte, tenía que competir directamente con Halca cantando y sabia que su voz no era tan buena.

Pero era mejo abandonar por el momento esos pensamientos y salir a la calle, a dar una vuelta por la ciudad. Maki caminaba tranquilamente por la ciudad, tenía que ir al hotel a registrarse pero aun no lo había hecho, sabía que sus cosas estaban allí, pero realmente no terminaba de importarle, le apetecía dar una vuelta por la ciudad para ver qué clase de gente vivía allí.

El corazón me latía con fuerza, aquella academia era mi billete más preciado hacia mi futuro, en su interior estaban todas las respuestas a mis preguntas, todos los conocimientos que me faltaban ... era el inicio de una nueva vida.

Era tal la euforia que sentía que necesitaba dejarla salir, le alejé un poco hasta que encontré un parquecito busqué una zona completamente vacía, fuera de la vista de la gente y saqué mi Ipod, lo enganché al cuello de mi camiseta y descalcé mis pies, notando el frescor de la hierva en estos.

Le di al play y asegurándome una vez más de estar fuera de la vista de la gente, dejé a mi cuerpo expresarse como solo podía hacerlo en privado, amaba la danza clásica más que a mi vida, pero no era lo que la gente sabía que yo bailaba, lo que hacía con Jack era totalmente diferente.

Ese era el reflejo de mi espíritu, en la soledad, era libre y dejaba que el se moviera como realmente deseara.

Se estaba quedando sin regalices con picapica y el culo le empezaba a doler de estar ahí sentada (por no mencionar la piel de pollo que se le estaba poniendo de llevar tanto tiempo al fresquito de la fuente), así que se incorporó alzando los brazos por encima de la cabeza y arqueando la espalda hacia atrás acompañando el estiramiento con un gruñidito quejumbroso que podía recordar al de un gato (lo que no dejaba de ser irónico dada la alergia que tenía a esos bichos).

Se incorporó y dio varios golpecitos en la falda para alisar las tablas antes de continuar con su paseo hasta que pasó por delante de una papelería donde unas adolescentes iban mostrándose las agendas que acababan de comprar para firmárselas.

¡¡Menuda idea!!

Una sonrisa le iluminó el rostro. Cuando era pequeña, y en las primeras fases de la adolescencia, lo que más le gustaba del inicio del curso era sin duda comprar nuevas agendas, carpetas y cuadernos. 

Tengo que comprar un cuaderno de partituras, no me quedan muchas hojas donde escribir... ¡y una carpeta! Y una agenda que usar de diario... sí, ¡oh, y forro transparente adhesivo!

Se metió dentro de la papelería, esquivando a una oriental que paseaba con aire distraído y con la que podría haberse chocado de no ir pendiente de sus pasos, y allí encontró lo más básico, el cuaderno de partitura (aunque para ser justos era el típico cuaderno que les daban a los niños en las clases de música) para componer, la carpeta, la agenda y el forro adhesivo para poder forrarla. Simplemente era algo genial, haría fotos con el móvil y las imprimiría en algún sitio de la ciudad para poder pegarlas en la carpeta y tener un recuerdo de su paso por la Academia si finalmente se quedaba, y la agenda, la agenda sería su diario personal donde se aseguraría de dejar todos sus pensamientos para no olvidar absolutamente nada de lo que viviese ahí, todas esas cosas que no se pueden captar con las fotos.

Y tú serás para las partituras personales. Se dijo mirando el cuaderno de patitura mientras caminaba. Iba tan distraída que por poco no se acabó dando contra una farola, salvándose por dar con el pie en el cilindro de hierro antes que con la cabeza.

-...-huy. Miró a su alrededor, ruborizándose por su propia torpeza y resolvió sentarse en un banco donde un chico parecía estar jugando con un Ipad-con permiso- dijo sonriendo aunque dudaba que le oyese puesto que tenía los auriculares puestos, abriendo sobre el regazo el cuaderno de partituras para comprobar que no había ninguna tara de impresión o encuadernación.

Como acto reflejo y sin mirar Mike se levanta por educación para dar asiento a la muchacha y aparta su lata de Burn para que no se caiga, es en ese momento cuando se percata de quien se sienta al lado,pelo rojo, pequeña, menuda y con una bonita sonrisa, chica interesante…., será una de esas modelos de Suicide Girl?, piensa para si mismo antes de ver las partituras, se fija en dichas partituras, interesante y complicada elección, Sherezade… eso no es para principiantes….

Da un trago a su bebida, la deja y sin quitarse los cascos y con una amplia sonrisa en los labios señala las partituras, después a la muchacha y hace el gesto que haría un mimo al tocar el violín.

Supongo que así me entenderá a la primera

El gesto le resultó cómico, podían hablar perfectamente entre ambos y sin embargo el chico elegía la mímica, Alessa rió brevemente, sacudiendo así los hombros y sopló hacia arriba haciendo que parte del flequillo saltara para después asentir con la cabeza.

-Sí que toco, sí- acompañando sus palabras extendió hacia él la mano izquierda para mostrarle las yemas de los dedos mientras se inclinaba con curiosidad felina hacia el Ipad de Mike, sorprendiéndose visiblemente de no ver ningún juego tonto sino lo que parecía un programa ejecutándose, desvió la mirada hacia Mike con las cejas enarcadas, se apoyó el dedo índice en la oreja-¿Puedo?- preguntó, asegurándose de vocalizar bien la palabra para que, aunque no la estuviese oyendo, quedase claro que quería escuchar lo que él oía.

Mike cerro un ojo e inclinó la cabeza, le dedicó una sonrisa a la chica entonces deslizó su dedo en el Ipad para poner desde el principio su “nueva obra” y que ella la escuchara, Si te gusta te diré mi nombre, si no te gusta iré a tirarme al primer puente que vea , dijo antes de soltar una sonora carcajada y taparse avergonzado la boca después.

https://www.youtube.com/watch?v=DtxcD7XvVAc

-Vaya, que presión- rió ruborizándose sosteniendo entre dos dedos el auricular- ...-se humedeció los labios al acercarse el auricular, inclinando la cabeza hacia el chico para no tensar sin querer el cable aunque no por ello pudo evitar mover las piernas para seguir el ritmo, ella misma podría pensar la coreografía para un tema así, tan similar a los que ella tocaba-¡uaoh!- se le escapó cuando la pista llegó hasta su final- ¡es buena!, carayy- se apartó el auricular y lo devolvió-¿Estudias en la Academia Euterpe?- preguntó mientras guardaba su cuaderno de partituras en la bolsa con la carpeta y la agenda nueva y pestañeó antes de pasarse una mano por la cara- no me he presentado tampoco, ¿no?- sonrió ampliamente y subió las piernas al banco, cruzando los tobillos hasta adquirir la posición de la flor de loto- Alessa, procura no llamarme "Esa", suena fatal.-para completar su opinión hizo un gesto de disgusto infantil, arrugando la nariz.

"Esa" sería una mala opción jejejeje.

Me llamo Mike, encantado, dijo dudando en darle dos besos o la mano, pero al final optó por lo segundo, bueno… voy a intentar entrar en Euterpe o eso o tengo que trabajar en la empresa familiar…,hizo un mohín de disgusto con la cara, soy o intento ser Dj, se encoje de hombros, hago música Trance y Dance e intento mezclar lo nuevo con lo antiguo, como violines y demás, uhmmm veo que tocas el violín, tráelo, yo pincho, improvisamos y quizás podamos sacar para una cena, jajajaj te hace?

Eso ha sonado a invitarla a cenar, Dios que corte….

Mike de repente se sonroja  y para disimular no se sabe por que se pone a beber Burn.

Estrechó la mano de Mike sin 

-Vaya, ¿tú también intentas entrar? ¡Qué coincidencia! Tendría que haber ido a comer al chino que hay junto al hotel para coger una galletita de la suerte, fijo que diría "te cruzarás con quien anda el mismo camino que tú... tus números de la suerte son el 22, 13 y 8"-apoyó la espalda en el respaldo del banco-Dj... suena divertido, mucha fiesta y caras nuevas cada día- frunció los labios un instante- cada noche- rectificó- yo no tengo que ir a una empresa familiar así que si esto... la academia no me va bien pues seguiré buscando trabajo de lo que salga y compondré en los ratos libres y los subiré a youtube hasta que alguien me conozca-tiró del gorrito verde y se pasó una mano por el pelo para quitarle la forma aplastada por el accesorio, revolviéndose los mechones rojizos-Eh, es una buena idea, una especie de performance sería divertido, yo me apunto no lo dudes. 

Giró sobre sí misma en el banco, apoyando un brazo en el respaldo, como si le costase estarse quieta (seguramente cosa del exceso de azúcar).

-Pero necesitaré espacio para tocar, no puedo estarme quieta tocando, ¿bailas?-se recogió un mechón tras la oreja bastante contenta con aquella casualidad, Mike era un chico majo y con bastante talento, el suficiente como para sentirse bastante amenazada pero no era lo suficiente competitiva como para marcarle como "rival"-¿cuánta gente crees que habrá para las pruebas?... eh, tengo una idea- abrió el bolsillito de la cremallera, manteniendo las tablas de la falda colocadas para no ir mostrando las vergüenzas, sacó el móvil y lo desbloqueó- intercambiamos los números y quedamos en la entrada los días de selección ¿vale? -omitió deliberadamente su incapacidad natural para orientarse de forma correcta, era información no relevante en la conversación.

A Mike toda la palabrería de Alessa le pilló bebiendo, la miró atónito y con la boca llena de refresco cual hámster con los mofletes llenos de pipas, parpadeo dos veces y tragó despacio.

Mas espacio que este parque necesitas? Jajajajaj, te veo mas hiperactiva que yo y eso que me he bebido cinco de mis amigos, dice enseñando la lata, esperaba tocar ahora, pero como quieras, la verdad que a veces soy un ansias jajaja, en fin, te doy mi numero pero con una condición….

Vuelve a beber dando intriga al momento…..

No me metas a ningún jodido grupo de wasap, Dioses, no se como salirme de ellos, para luego que… ver emoticonos, besitos y fotos de ensaladas y gatos dando besos? Eso en el de las chicas, en los de los chicos te puedes imaginar las de cosas que me mandan, bueno que nos mandamos  jajajaj mea culpa, hay cosas que la humanidad no merece saber, dice lo ultimo con tono transcendental antes de comenzar a reír.  

-Ayyy- se llevó una mano al pelo y sonrió con una pequeña mueca, ruborizándose de nuevo,-perdona, los nervios hacen que me cueste frenarme al hablar-se mordió el labio mientras desbloqueaba el móvil- Oh, vale, nada de grupos que te pasen gatitos, pero no has dicho nada de evitar que un solo contacto te envíe eso- levantó la mirada de la pantaña y levantó ambas manos como si la apuntase con un arma- era broma. Si lo hago puedes tirarme por un puente, soy tan alérgica a los gatos que con ver una foto suya ya me salen los ronchones...- añadió estirando "un poco" la realidad.

Apuntó el número y anotó el número de contacto.

No sé cómo me las voy a apañar para dormir hoy. Entonces cayó en la cuenta de una cosilla que había dejado caer Mike.

-¿Cuántos has dicho que llevas de las yonkilatas? ¿Cómo te las arreglas para dormir?- empezaba a sentir que le hormigueaban las piernas, creía haber visto de pasada (porque con lo distraída que iba pues no se había fijado demasiado) algunas indicaciones de tráfico para salir de la ciudad en dirección a la Academia y algunos cines. Tendría que echarles un ojo antes de volver al hotel por si su estancia ahí se alargaba más y así tener un sitio donde ir a ver películas de miedo.

Mi teléfono sonó, lo tomé para mirar quien era y vi que era un mensaje, al levantar la vista vi que Kath había desaparecido, se había esfumado - Maldita sea Kath - dije buscando a mi alrededor.

Me acerqué a una pareja que había en un banco y me sorprendí al ver a la misma chica de la tienda de alimentación - Hola, perdona, siento interrumpir este momento romántico pero habéis visto a una chica así como ... - me callé un minuto, ¿como la describía? - Castaña ... uhm ... - con las manos hice una silueta de curvas - no se - ahora me parecía todo un poco ridículo, explicarme no era lo mío - Una chica, pelo largo, castaña - volví a intentar - Bueno, déjenlo - moví la mano en el aire como si espantara una mosca - sigan con sus ... lo que hiciera, gracias - intenté no parecer idiota y me alejé pensando "tio, eres un auténtico idiota".

Iba a desistir cuando la vi a lo lejos en un parquecito dando brincos, me acerqué y suspiré, ella y sus movimientos clásicos, eso no haría que ganara dinero. Espere a que terminara de expresarse y cuando se quedó agachada en el suelo, me agaché junto a ella - ¿Estás bien? - pregunté con una mezcla de enfado y preocupación.