Los guardias parecen estar distraídos para prestarnos atención pero luego aparece este jinete, de la nada. No creo que nos haya visto pero su cara me es familiar. Es uno de los tipos que estaba con los guardias. No lo vi venir pero parece que salió del portón y luego se dirigió con el caballo hacia una calle.
En este momento me preocupan más los gritos de adentro de la casa. Mas no soy la líder ni mucho menos de este singular y variopinto grupo, así que, como siempre, espero que el señor Hidalgo sea aquel que dé las ordenes sobre lo que debemos hacer a continuación.
-Creo que deberíamos entrar. Por los gritos mis servicios podrían ser necesarios, mi señor. Pero no haré nada sin la aprobación del resto.
Me callo y espero instructivos mientras mi mente divaga sobre lo que debe estar sucediendo en el interior.
En la seguridad de la oscuridad me siento completamente a gusto y si por mí fuera bien esperaría a que sonase más que tranquilo el interior de esa morada, después de que se maten entre ellos, pues no gusto de entrometerme en asuntos de otras gentes. Menos aún cuando mi propia vida puede peligrar por ello.
De todas formas, por muchos deseos que yo tenga, sé que nos asomaremos ya mismo. Lo bueno es que si conseguimos dominar la casa y sus murallas podremos descansar y fortalecernos en su interior, siempre y cuando no todos sean nuestros enemigos y aún queden guardias fieles al niño y este nos tome por verdaderos aliados. Que sea lo que Dios quiera.
¿Hemos podido ver a quién llevaba el jefe de la guardia en el caballo?
Aquel espectáculo no era nada bueno, pero imaginaba que si aquel era el hombre que tan amablemente había puesto precio a nuestras cabezas y que había mandado a aquellos tipos a liquidarnos, no estaría en nada bueno.
Por unos instantes estuve a punto de salir corriendo detrás del caballo, pero claro, eso no iba a servir de demasiada ayuda, porque pronto me dejarían atrás.
- Ese tío es un desgraciado! - Murmuré por no poder matarlo así en un momento.
Por lo demás, me quedé esperando la orden del noble, hacha en mano y dispuesta a cargar en caso de ser necesario. Aquel hombre era un cabrón de mucho cuidado y el mejor sitio en el que iba a estar era criando malvas en el cementerio.
No has podido verlo bien (excepto unas piernecitas de jovencito) Pero vamos... piensa mal y acertaras.
En cuanto postees os pongo post ^^.
—A mí también me gustaría pararle, pero me temo que ya es inútil, Elena —digo a esta al ver en su cara la rabia contenida por no poder cargar contra la figura.
Si lo que lleva el jefe de la guardia en el caballo era el joven noble, poco podemos hacer ya. Aunque queramos seguirle, no podemos darle caza. Así, lo único que podemos hacer es entrar en el castillo, y ver que está sucediendo.
—Entremos, y resolvamos esto de una vez. Aquí sabremos quién es amigo o enemigo.
El noble decide seguir hacía el castillo, primero teneis que encontrar algunas respuestas dentro antes de seguir al secuestrador, aunque imaginais hacía donde se dirige. Los dos guardias que estaban esperando en la entrada en un primer momente, parece que van a seguir a su jefe, pero al darse cuenta de que estais yendo hacia la puerta de la casa condal se situan enfrente de vosotros, iluminando vuestros rostros con las antorchas. Las dos figuras hacen la pareja más extraña que hayais visto, pues uno es pequeñote con el pelo pelirojo, de cara sonriente y lleva el peto de cuero de forma desmadejada, el otro, es un enorme negro que no parece tener nariz que al ver a Elena gruñe.
El primero de ellos os detiene al reconocer a Elena y le dice mientrás saca su cuchillo arabe:- Bueno, bueno, bueno... Al final nos van a dar la oportunidad de sacarte las tripas. Ahmed, ocupate de los tipejos que la acompañan, que yo me la carg...- La gran cimitarra del negro aparece desde la espada del pelirojo, que boquea unas cuantas veces y podeis escuchar como musita "Ahmed, hijo de..." antes de caer al suelo. Sin anticipo ninguno el enorme negro se lanza a por Elena.
Motivo: iniciativa negro
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Supongo que hay que tirar iniciativa, ¿no?
Master: Si pretendeis ayudar a Elena con su atacante si
Unos hombres nos encaran, con cara de pocos amigos. Mejor dicho lo hacen con Elena, a la que amenazan con sacarle las tripas. Son unos buenos para nada, unos idiotas que quieren dar miedo. ¿Acaso no se han dado cuenta de que no se encuentra sola? No que ella no sea capaz de defenderse por su cuenta pero además nosotros estamos allí. No pienso dejar que se hagan los bravucones.
Entonces todo se sucede muy rápido, el hombre negro se lanza por la guerrera con las peores intenciones. Es en estos momentos que quisiera ser más que una simple mujer, por más conocimientos sanativos que posea. Pero no puedo hacer mucho, espero que mis compañeros vayan en su defensa y poder asistir en caso de lesionarse.
¿Qué otra cosa me queda?
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d100
Resultado: 39
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 8
No sé de donde han podido salir ese par, pero el hecho de que uno de ellos acabe con su compañero antes del combate me inquieta. O ese negro está loco o es verdaderamente estúpido. En ambos casos, Elena podrá dar buena cuenta de él y seguro que disfruta de hacerlo sin ayuda. Al fin y al cabo, es evidente que esto tiene que ver con asuntos suyos, por no hablar de que nos molestaríamos los unos a los otros si combatiésemos todos contra el mismo enemigo a la vez. Además, aquí atrás las probabilidades de no acabar como Rodrigo son mucho más amplias.
Motivo: Agilidad
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+20)=30
A no ser que Elena tenga problemas, no voy a interferir.
No esperaba encontrarme a aquellos hombres pero estaba preparada para eso y para muchas otras cosas que me echaran así que antes de que él llegara a hablar ya tenía el hacha en la mano, esperando a que se acercara.
- ¿ Pero no se cansa de perder hombres? Hay que ver qué miedo me tiene el cabrón!
Ya deberían de saber que aún teniendo las de perder no huía, pues en el molino estaba en inferioridad y acabé haciendo una carnicería, con horno incluído, porque luego prendí fuego a aquel lugar.
Además siyo entretenía a la fiera esa, a mi compañeros les daría la opción de echar un vistazo más tranquilamente, porque seguro que a estos dos no les íbamos a sacar información y aunque les estuviéramos drenando la sangre.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 39
Motivo: Defensa
Tirada: 1d100
Resultado: 72
Saludos desde Asturias!! Para que no tengáis que esperar hasta mañana a la noche!
Mientras sus compañeros se retiran, Elena empieza un duelo a muerto contra el negro que le mira de forma desquiciada, en tanto su compañero se desangra en el suelo. La sucesión de golpes es rapida, Elena le lanza un poderoso ataque que es repelido por el arma del asesino, que contraataca con su arma con dureza, pero es bloqueado en silencio por Elena.
En tanto no parece que nadie más salga de la casa condal, aunque se siguen oyendo gritos y confusión en el interior.
Motivo: defensa negro
Tirada: 1d100
Resultado: 42
Motivo: ataque negro
Tirada: 1d100
Resultado: 89
Elena tiene la batalla controlada. Nadie interviene, supongo que porque confían en su habilidad y viéndola en acción no me cabe duda de que tienen motivos.
Nadie más sale de allí pero se siguen sintiendo gritos.
Estoy tentada a ir para ver qué pasa pero no lo hago porque si por alguna desgracia Elena tuviese alguna herida grave yo debería auxiliarla. Bastante tuve para mi consciencia con no haber podido hacer nada por Rodrigo.
Sin embargo miro hacia ese sitio, desde donde provienen los gritos.
"¿Qué pasará allí?"
Siento que mi pj es terrible inútil xDDDDDDDDDDDD
Ya estaba en uno de esos momentos en los que no era demasiado consciente de lo que ocurría a mi alrededor, pero para llevar una vida como la mía y seguir sumando días de vida, era necesario prestar mucha atención a un combate, aunque tuvieras que pelear sobre un suelo repleto de víboras.
Aquel hombre me miraba como si fuera un enfermo y yo, había dejado mi gesto impasible, para dibujar en mis labios aquella sonrisa irónica que siempre me salía sin querer cuando usaba el arma. Si vencía, lo último que vería sería aquella sonrisa y si moría, lo haría sonriendo, pues caería peleando.
Levanté de nuevo mi hacha, tras conseguir parar su golpe y de nuevo la moví con fuerza. Con un poco de suerte le haría crujir al menos un par de costillas.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 37
Motivo: Defensa
Tirada: 1d100
Resultado: 78
Desenfundo mi estoque, por si Elena necesitase ayuda. De momento la dejo sola. No quiero que piense que ella sola no puede con este hombre. Espero que pueda decirnos quién es tras el combate.
Esquivo el combate con cautela mientras observo que nada vaya demasiado mal para Elena. En realidad, a pesar del desagrado que me causa su actitud, confío en sus capacidades de combate casi tanto como si de un varón se tratara.
Viendo que la lucha se puede alargar más de la cuenta y que el resto parece estar absorto, me adentro decidido al interior para echar un vistazo con cierto sigilo. No tengo intención de luchar por nadie aún, pues todavía no distingo por aquí amigos de enemigos, pero al menos quiero descubrir algún detalle de lo que ocurre.
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d100
Resultado: 14
La batalla continua, Elena ataca de nuevo, pero el enorme negro parece que a pesar de su furia hacía ella esta centrado, por lo que se protege de su hachazo y le devuelve el golpe que a punto está de hacer perder el escudo a la parda. En tanto Iñigo se mantiene aparte, no quiere insultar las habilidades de la guerrera que de por si a pesar de haber tenido varios enfrentamientos no ha sufrido nínguna herida y ha matado a varios de sus rivales de un único golpe.
Constanza solo puede rezar por que termine pronto la batalla y sanar al que termine malherido, aunque espera que Elena no sufra ningún daño, nunca se sabe cuando son los hierros los que hablan.
Martín ha desaparecido de vuestro lado, como si fuese una sombra se dirige a la entrada de la puerta, internandose un poco para saber que es lo que tendreis que enfrentaros en su interior...
Motivo: defensa negro
Tirada: 1d100
Resultado: 10
Motivo: ataque negro
Tirada: 1d100
Resultado: 45
disculpar la tardanza, dia de viñas y creia que habia posteado ya...
Has visto carnicerias antes (incluyendo en la que has tenido que sufrir en tu mismo pueblo natal hace poco más que unas horas) pero esto es completamente diferente. Cuerpos despedazados por garras y fauces, caras descompuestos por el fuego abrasador, al pensar que ha sido la criatura con la que os habeis encarado en el pantano das gracias al buen hacer de Iñigo al convercerla pues son 6 cuerpos los que hay hasta la puerta de hombres que deberían ser duchos en armas, aunque no reconoces (aunque algunos es verdad que están irreconocibles hasta para sus madres) a nadie de la villa, son todo guardias de afuera.
De repente la puerta principal se abres y un soldado con media cara abrasada sale corriendo como si le persiguiera una pesadilla, lo cual es bastante cierto cuando la criatura le salta encima y empieza a despedazarlo, sus ojos amarillos vigilan tus pasos mientrás que destroza al desgraciado.
Veo que Martín ha desaparecido de nuestro lado, creo que ha ido a la casa pero no me muevo. No siento que sea útil junto a él y necesito asegurarme que, en esta pelea, estaré si Elena tiene alguna herida a tratar. Además aunque tuve mucha fortuna en esa casita contra los dos malhechores eso fue solo suerte. No soy una mujer de combate...
Por ahora me quedo donde estoy, esperando que la batalla entre la chica y el hombretón llegue a un final.
Controlo las nauseas que me produce la visión de aquella criatura junto al fruto de su violencia. Pobres desgraciados armados con acero, ¿qué podrían hacer contra ese demonio?
—¿Qué ha ocurrido? —pregunto inseguro con un hilillo de voz—. Vimos a Esteban huir a caballo cargando con un bulto...