Partida Rol por web

¡Susi! ¡Ayudame! - dijo la doctora del Imperator Furore corriendo hacía herido del grupo... no era otro que el Comandante Sven, una enorme placa de acero le había aplastado, torso y piernas los tenia cubiertos y aunque no salía sangre no tenía buena pinta. Eleanor y Warren ayudaron a quitar la plancha mientras Katrine y Susi diagnosticaban... - Joder... joder... no esta muerto, pero tiene un severo traumatismo interno... tiene mala pinta, que diablos ha pasado - dijo mirando al cuerpo que aún agonizaba del tipo que cayó del cielo, estaba desmembrado y soltaba espumarajos de sangre por la boca, pero a pesar de la confusión, ahora, todos los tripulantes miraban al oficial superior... Wolf.

Casi me caigo de la silla cuando el cuerpo atravesó la cristalera, pues estaba reclinado sobre las dos patas traseras de la silla. El comisario me estaba contando que no tenía ni idea sobre cual eral el siguiente destino cuando... !BUMM! Todo reventó mientras las placas de acero y un cuerpo atravesaba las ventadas. Se hizo un silencio incomodo únicamente roto por la voz de Katrine. Todos me miraron, esperaban alguna determinación.

Ostia puta... Murmuré entre dientes mientras una nube de humo salía con mis palabras de mi boca. Fui directo a la barra del bar y tomé el telefono que había ahí. Preció que al Barman no le importó pues estaba tan estupefacto como el que mas. Marqué el codigo de llamada directo y cuando la telefonista de centralita preguntó contesté: !Con el Mando es hurgente! Esperé unos segundos y cuando se abrió la comunicación hablé: Aquí el Capitán Wolff, manden inmediatamente asistencia médica a mi posición. Localización por señal, es un telefono privado. Ha habido un terrible accidente. Nuestro oficial estaba herido porque algo había reventado en los pisos superiores de la gran aguja. Nada podía hacer yo por ayudar a nuestro oficial, y ya estaba en buenas manos siendo atendido por las dos mejores personas en la materia. Tomé un segundo al comisario del brazo. Comisario, por favor, haga algunas averiguaciones, intente ver que está pasando.

Mea volví rápidamente hacia el resto y pregunté: ¿Todos bien? ¿Algún herido? A parte del que obviamente se había producido, estab claro. Atiendan a quien lo necesite. Mirad si este hombre aun vive y prestarle auxilio si procede. Si no, tapenló con algo. Comenté señalando al que había atravesado la cristalera. Un mantel o lo que encontreis. Había algunos cortes menores, cosa que no era grave en unos tipos tan duros como las tripulaciones presentes. Cuidado, no os acerqueis. Me encaminé hacia el lugar del impacto.

Tomé mi gorra del suelo y me asomé con mucho cuidado debajo del gran boquete que había quedado donde antes había una gran cristalera, y miré hacia arriba. Como parecía que no se desprendían más placas eché un vistazo hacia arriba. ¿Pero qué demonios? Murmuré mientras pasaba la vista por la fachada en llamas.

¡Ahhhhhhhh! ¿Qué es eso? ¿Es uan persona? ¡¿Es una persona?! -volvió a repetir, gritando-.

Edd aún seguía con la cerveza en la mano, pasmado ante lo que acababa de suceder. Un hombre había caído desde...desde...

¿Desde dónde ha caído?

Otro ciudadano harto del tedio de su trabajo, muerto antes de haber podido ver los frutos de su vida y verse ascendido.

Todos acabaremos como él...

Para sorpresa del capitán Wolff, el teléfono del bar no daba señal alguna, solo se escuchaba un siseo extraño y una voz que sobresaltó al capitán, una voz que hablaba en un idioma que no sabía identificar.

El barman le dedicó una curiosa mirada, estaba asustado, se le notaba y antes de que Wolff colgara el teléfono este ya se había ido corriendo. El bar se había vaciado de gente, no había ni un alma, algo pasaba, algo malo.

Había que mantener el tipo, estaba claro. No podía señalar al grupo que no había comunicación con el alto mando, ni que se había oído una extraña voz por el teléfono, donde debía haber contestado el alto mando. Había que actuar y había que hacerlo ya mismo. Mirando hacia arriba vi que la cosa no iba bien, así que me di la vuelta. Atentos, esto no marcha. Dije al grupo una vez se vació el bar. Que obviedad... Que grande eres. Pensé recapacitando sobre mis palabras. Hice un gesto de la mano para que todo el grupo, menos las dos medicas que estaban atendiendo al oficial, se acercaran. Reunión de crisis caballeros. Todos acá.

Una vez se reunieron en circulo los observé a cada uno con gesto serio y sentencié lo que haríamos a continuación. Creo que no va a llegar ayuda señores, así que vamos a proceder a volver al destacamento. Evacuaremos al Comandante y nos reuniremos con la unida. Todos los pases se consideran suspendidos. Recemos al Trono porque eso -dije señalando hacia arriba y luego hacia la calle- no sea nada. Prepárense para movernos señores.

Luego me acerqué a donde Katrine y Susi estaban atendiendo a nuestro oficial. ¿Cuál es su estado? ¿Podremos desplazarlo? Se podría improvisar una camilla con material de este bar. Tenemos que regresar a la base, no hay comunicaciones y no saben que estamos aquí, no vendrá asistencia alguna, nosotros tenemos que llevarlo a donde puedan atenderlo. Si no recibia asistencia medica pronto lo más probable es que no lo contara, y debíamos volver a nuestra base, donde nuestros tanques esperaban.

Pases suspendidos, ¿por qué? ¿Y si ha sido un accidente? No sé, igual alguien fumaba cerca del prometium, ¿qué culpa tengo yo de que sea un insensato? Oiga, oficial, no nos haga esto. Llevamos al tipo a un centro médico, cumplimos como buenos ciudadanos y seguimos de ocio.

Ha sido un día largo, déjenos disfrutar de una noche fresquita.

Bruul estaba bebiendo el primer sorbo de su segunda jarra cuando el cuerpo se estrelló contra la mesa. Sin poder evitarlo escupió el trago a la vez que juraba: ¡Por el Trono de Terra! No tuvo mucho tiempo para ver lo que había pasado, el comandante estaba atrapado bajo una viga y el grandullón corrió a ayudar a sacarlo de debajo haciendo un gran esfuerzo por levantar el objeto.

Luego el capitán intentó comunicarse con la base pero al parecer las comunicaciones en aquel lugar dejaban que desear.

- No puede haber sido un accidente ¿no habéis sentido un temblor antes de que el cuerpo cayera? Parecía una explosión.

Lars parecia ligeramente aturdido. Estaban tranquilamente disfrutando  de una copa, y de repente un muerto les había reventado la timba y la metralla* casi se había cargado a su oficial al mando. Escuchó las órdenes del capitán Wolff. - Entendido, señor. Con su permiso, me llevaré a Mell** y McCarran, para ir calentando los Chimera. - Aflojó la pistola en su cartuchera sin llegar a desenfundarla. Por algún motivo, Lars tenía la sensación de que la explosión no había sido de gas ciudad precisamente.

Está bien, bien pensado. Adelante. Nosotros os seguiremos en cuanto estabilicemos a Sven. Hice un gesto llamado a Artyom y a Arthur Blum. Ellos van contigo, no quiero problemas en los sótanos, seguridad adicional. Asiento y le doy una palmada en el hombro a Lars mientras me acerco a Delta-Nu-5, íbamos a necesitar su ayuda de manera apremiante. Sabía que si alguien podía ayudarnos con el tema de elaborar un transporte para el comandante, el sería el adecuado. Delta-Nu-5, dígame. ¿Podría fabricar alguna clase de camilla con los materiales de este local? Si necesita telas para hacer la "cama" cuenta con las chaquetas de los uniformes. A estas alturas bien poco podía importar ir bien vestidos. Dentro de poco estaríamos si el Trono lo permitía con los uniformes de combate.

¡Drokk! grito mientras doy un salto en el asiento y la cerveza sale volando de mi mano al ver el cuerpo atravesar el techo de la sala. Mi atención se centro en ello hasta que escuche la voz de las médicas y vi que el comandante se encontraba en un estado bastante grave.

La situación tenía bastante mala pinta, por fortuna Wolf demostró ser un oficial capacitado y pudo controlar la situación y a los hombres. La mayoría de los hombres parecía bastante calmados, si exceptuábamos al ratling, pero parecía que era hora de echar un cable al capitán por lo que pudiera pasar no solo lo parece, ha tenido que ser una explosión. Y por si no te has fijado Edd, lleva uniforme de alguacil. Dudo que los haya tan estúpidos como para fumar junto a un tanque de promethium. Ha pasado algo, ahora tenemos que averiguar el que. Pero primero llevaremos al comandante a un sitio donde lo puedan tratar. Y sin quejas ni reproches de ningún tipo, ¿comprendido? esta última frase la dije con tono duro y frío para que quedara claro que no iba a admitir ninguna réplica.

Bruscamente y sin decir nada me aleje del grupo y me dirigí a la puerta que separaba la zona VIP del resto del bar. No podía permitir que nadie entrara hasta que el capitán hubiera dado las ordenes oportunas y el comandante estuviera mínimamente estabilizado. Nada más asomar señale al barman con el enguantado índice derecho ¡usted! ¡si tiene algún botiquín o medpack en el bar quiero que lo lleve al interior de la zona VIP! ¡Ahora! Y necesito que me indique a mi o al capitán Wolf donde se encuentra la estación médica más cercana al bar! ¡Y dese prisa si no quiere que le convierta el bar en una biblioteca pública en la que el único alcohol que habrá sera el del equipo médico!

-¡Joder!-

grito el Storm Trooper cuando un cuerpo cayó en la mesa donde sus compañeros jugaban a cartas y la destrozaba. En su descenso también reventó un cristalón importante lanzando trozos de vidrio por todas partes.

Strelnikov no tuvo un shock, no se le dispararon los nervios ni se cagó encima por el susto. Simplemente le saltó el automático y tiró de la pistola, sacándola de su funda y empuñándola con ambas manos para tener estabilidad si tocaba disparar. Quizá hubiera sido un accidente, quizá el tipo hubiera decidido hacer paracaidismo en un mal día o el Sagrado Emperador de Terra lo hubiera mandado por teletransporte divino a joderles la fiesta pero como era una situación grave el Storm Trooper se puso inmediatamente alerta.

Al segundo Wolf ya estaba dando órdenes para atender al tipo y mantener el orden, por su parte, Hark empezó a vociferar algo que Artyom no entendió muy bien.

Luego se acercó al oficial que comenzaba a repartir instrucciones a los hombres, al Storm Trooper le tocaba dar cobertura a su camarada Lars y aun par más, empezaba la fiesta.

- A sus órdenes.-

se limitó a decir.

- Vamos colegas hay que abrirse, mucho ojo que esto pinta raro.-

le dijo a Apisonadora y a los demás compañeros señalándoles la salida con la pistola.

El comisario se descubrió a si mismo hablando contra el mostrador vacío, el barman, junto con el resto de la clientela había huido dejando el bar, completa y totalmente desértico.

¡Edd! ¡Deja de comportarte como un gallina! - le espetó a su marido mientras se acercaba al hombre que había caído. Ya parecía seguro asomarse y aprovechó para ver el estado del hombre. La doctora se acercó a su oído y en seguida sus ojos se abrieron como platos - capitán - dijo llamando a Wolff para atraer su atención - Tenemos que alertar a la base y a todas las colmenas ¡Es una invasión xeno! - aunque susi era una experta en temas de estudio, no tenía dato alguno para imaginarse quien sería la raza atacante

Katrine miró a Wolff largamente - O lo llevamos ya a la base o se muere, más clara no puedo ser - dijo la mujer que en seguida se volvió a tratar a su oficial superior, el oficial superior de todos.

Shuman, Eleanor y Beft, tenían sus armas desenfundadas y estrecharon filas con Strelinov, las tropas de choque sabían que debían hacer y su misión era proteger a los tanquistas de agresiones externas... y esta, era su situación para actuar...

Señor - empezó Vort que se acercó al Capitán - Algo no va bien... antes de averiguar que pasa aquí deberíamos reportar a la base e ir allí... mis análisis preliminares indican un alto peligro... - en ese momento se empezaron a escuchar gritos fuera del bar, por las calles de la colmena... mujeres, niños, hombres, todos chillando por sus vidas huyendo de algo. Algunos arbitres entraron en el bar, y al ver a todos los guardias allí reunidos les indicaron que se acercaran todos - ¿Cuales son sus ordenes?

Miré al comisario sin saber muy bien que estaba haciendo. Quizás quedara alguien por la zona y no lo sabíamos. Rápidamente los conductores y sus escoltas salieron hacia el aparcamiento, que estaba unas plantas por debajo nuestra a preparar los transportes, a veces esos viejos trastos costaba arrancarlos. Susi se inclinó sobre el hombre, que debía estar vivo y este le dijo algunas palabras. Luego, lo que Susi dijo a continuación me dejó asombrado. La miré y vi en sus ojos que no mentía. Lentamente me quité la gorra y me pasé una mano por el pelo cortado a cepillo, para luego volver a calármela. Todos empezaron a hablar a la ver. !Calma todo el mundo! Alcé la voz como sabía hacer para llamar la tención.

Cuando el silencio se hizo de nuevo, impartí órdenes. Bueno, esto no cambia nada, solo la velocidad de trabajo caballeros. Di unas palmadas mientras yo mismo me ponía a buscar un Botiquín. !Vamos señores y señoras! !A la puta carrera! Quiero esa camilla para hoy Vort y Delta, y a nuestro oficial estabilizado para su transporte señoritas. Señale a las tropas especiales. Cubran la puerta y las ventas. Y luego al resto. Los demás estén preparados y busquen un Botiquín por amor del Trono.

Había que moverse a toda velocidad. En cuanto estemos listos nos largamos, vamos a la base, informamos con nuestros transmisores de largo alcance a las autoridades competentes y nos unimos a la fiesta. Era una buena perspectiva, esperaba poder cumplirla tan rápido como se realizaban las maniobras en los ejercicios. !Ya sabéis! Cuanto antes estemos listos, antes entraremos en el fregado. !Adelante! Cada uno a lo suyo y con decisión. Rebuscaba cajones sin encontrar el maldito botiquín. Esperaba que alguno de mis hombres tuviera mejor suerte que yo.

     - Afirmativo. Contestó Delta al Capitán cuando cuando le pidió montar una camilla improvisada para el Comandante Sven. Con su habitual eficiencia se puso manos a la obra. Sus mecadendritas se pusieron en marcha y comenzaron a desmontar el entramado metálico de una de las mesas. Era impresionante verlo trabajar no usando solo sus dos brazos sino también sus dos mecadendritas de apoyo. Sus herramientas giraron a gran velocidad, haciendo saltar los tornillos de sujeción con un repiqueteo metálico al caer al suelo. Su manipulador pesado se deshizo rápidamente de las patas con cuatro sonoros crujidos de tenaza mientras usaba sus herramientas integradas para cortar las partes de metal no necesarias o contraproducentes. Otra de sus mecadendritas se estiró para alcanzar primero un mantel y luego otro, que comenzó a cortar en tiras para entrelazar sobre otro mas al que hizo varios agujeros para crear la lona de soporte. No fue un trabajo elegante para sus estandares habituales, pero indudablemente fue rápido y totalmente funcional. - Listo. Dijo al acabar el proceso en escasos minutos.

Bruul echó un vistazo alrededor pero no sabía ni si quiera por dónde empezar a buscar un botiquín en el bar. Capitán, si vamos a tardar mucho en la camilla yo puedo llevar al comandante en brazos hasta el transporte.

¡Aquí estoy! -respondió a su mujer- ¿Xenos? ¿Qué xenos? ¿Son amigos? ¿Susi?

No lo creo.

El capitán dio órdenes que Edd entendió, pero su propia naturaleza le dijo que aquello era un error, que no podía salir bien. Edd miró a todo el mundo sacando pistolas, miró de reojo la suya en la cartuchera y la desenfundó. Notaba la batería caliente, al menos se había acordado de cargarla.

No creo que hayan dejado la base sin atacar. No sería sensato.

Vamos a morir, en el día libre. Cómo sino. No nos dejan en paz durante la guerra, nos machacan en la instrucción y cuando van a matarnos, es cuando estamos de permiso. Tenía que ser.