Partida Rol por web

La fea herida producida por el ataque de ese ser me dejó hecho un cromo - Como es posible que de un solo ataque me haya dejado de esta forma... pero hay algo extraño en este ser... - pensé al notar como el árbol del que estamos apoyados empezaba a cambiar de color y sus ramas se empezaban a agrietar. Daba la impresión de que el tiempo que estaba esa criatura en contacto con el árbol pasaban los años o décadas en cuestión de segundos.

El árbol no aguantaría mucho más nuestro peso y se quebraría en breve, pero antes tenía que saber algo de esa criatura - He sido muy desconsiderado al no presentarme, eres un formidable enemigo y no voy a matarte ahora. Me llamo Malleus y soy uno de los miembros más antiguos de La Hermandad ¿quien eres tú y que haces con Iroco? - comenté bajando la espada en señal de que lo dejaré escapar...

Un regero de sangre corría cerca de mis botas, provenía del cuello del sacerdote Iroco, y una gran sonrisa se dibujaba en mis labios, aunque esta desapareció al ver la escena que se estaba desarrollando cerca del tejado de la cabaña.

Malleus al parecer había sido alcanzado por el otro se que estaba dentro con Iroco y estaba mal herido, pero lo más preocupante fue ver como el gran guerrero bajaba su espada dejando vía libre al adversario para que escapase.

No puedo creer lo que ven mis ojos, por todos los valares. Me quede inmóvil sin saber que hacer intentar llegar hasta el tejado no serviría de mucho ya que el enemigo habría huido antes de que llegase.

¡ SAM ! las estatuas que ataquen al que esta en el árbol con Malleus, parece que tiene problemas. Solo se me ocurrió que nuestra mejor baza (las estatuas) podrían acabar con él.

Sssoy un licantropo, como Beorn, pero yo ressspondo directamente a mi sseñor Ssauron.

Fueron las palabras que dijo costosamente en lengua oestron el ser.

Si se quiere pueden subir tres estatuas a la vez por asalto.

Pero no sabemos como se lo tomara este ser.

Por cada ataque de la estatua su arma envejecerá y si por una de estas  hay contacto envejecerán hasta erosionar y quedar con un motón de gravilla y piedra. Teneís unas 48 estatuas. 

¿que hacer?

Resumen:

x Los Umlis por la condición de Triton le han prestado un barco rompehielos y un grupo de medio enanos "umlis" entrenados estan en la ciudad gris esperando a la paloma para marchar a Fortnext.

x La ciudad girs estaba saqueada y abandonada y la mitad de la hermandad muerta, los umlis estan reponiendo sus defensas y parcheando las murallas.

x Enn Fortnext estan los sobrevivientes de la ciudad familias que lograrón llegar al poblado minero perteneciente su frontera a Ciudad Gris.

x Los Trols esperan hacer un ataque a Iroco que venga con las estatuas y su Lider troll de refuerzo, para hacer un asalto final.

x Por otro lado los Umlis esperan que la hermandad triunfe y consiga la vara, para marchar a la vez a por losTrolls y defender a los ciudadanos de Fornxt.

x El hermano de Malleus esta ya allí espiando la situación, para informaros encuando llegueis.

x de todas maneras tampoco van a esperar mucho ya que el grupo de trolls se sienten capaces de avanzar y terminar entrando en Fornext sino lo hacen es por esperar un rato más a su lider.

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x Por otro lado El Mago oscuro Beth, se supone que tiene intención de ir  a la isla de los Woses (donde también se encontro por primera vez a Ergala) y con engaños  diciendo que es de la Hermandad traer más estatuas iguales. Si no funcionara su plan en su barco tiene un grupo de Medio Orcos para saquear su poblado cuando duerman.

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x Saruman tiene en su torre a Mehtare ha separado a la bestia de lo humano y ahora un dragón con la sangre de Smaug podría arrasar cualquier ciudad, en cualquier momento, teniendo a la parte humana encerrada para controlar el dragón.

Y este es el resumen de la situación. . .

Así pues la situación era continuar luchando.

Mandar las estatuas de apoyo.

dejarlo ir por el momento.

continuar la misión de rescate de Fortnext.

...etc

¿que sucederá  acontinuación?

Estaba claro que para pelear necesitaban un arma mágica como la de Malleus so pena de no causar daño al reptiliano además de perder el arma. Pero Malleus se había retirado con el rabo entre las piernas dejando total libertad al cambiaformas. 

Enviar a las estatuas sería convertilas en gravilla a manos de ese tipo así que lo más apropiado sería seguir cortándole el paso con las estatuas y aporrearle con la honda.

Sam procedió a lanzarle otra andanada de proyectiles.

-¿Tritón, tienes algún arma mágica?, preguntó el mediano a su compañero.

-¿Y tú Ruz?, añadió casi de inmediato.

Ruz no había podido matar a Iroco pero al menos pudo derribarle para que Triton acabará el trabajo seccionándole el cuello, no había sido mucho pero al fin había tenido éxito en una acción desesperada después de continuos fracasos.

El viejo Ruz estaba exhausto, en el suelo junto al cuerpo descabezado de Iroco, pero la amenaza todavía no había cesado y un nuevo enemigo hacía peligrar al grupo.

Ruz nego con la cabeza ante la pregunta de Sam

Me temo que no, tan solo tengo una espada tan vieja como yo

dijo mientras trataba de recuperar el aliento mientras recogía su vieja espada, la cual había perdido en el combate.

El amigo de Iroco se presento costosamente sin decir su nombre... - ¿No tienes nombre, herrubre de Sauron? la verdad es que me da igual saber como te llamas o no... sabiendo quien mueve tus hilos me hago una idea de todo tu poder. Esta vez has ganado, pero la próxima vez el desenlace no será el mismo y nos veremos próximamente... vive sabiendo que no puedes escapar a nuestro poder, vive sabiendo que tras cualquier esquina puedes encontrarte conmigo y ser la última vez que nos veamos... vete - comenté interponiendo la espada Ahuwuen a la pequeña piedra que Sam lanzara para dañar a ese ser.

El árbol del que estábamos usando como apoyo estaba cediendo ya de mala manera y decidí bajarme de él dejando que esa criatura emprendiera su camino de huida, no sin antes girar la cabeza hacia mis amigos y gritarles - ¡¡dejadlo ir Hermanos!! los únicos que podríamos hacerle algo somos mi espada y yo... - mmppppfffffff... exhalé un pequeño suspiro e inspiré para poder seguir hablando -  y yo no estoy en condiciones de enfrentarme a semejante enemigo... y ningún arma de las que tenemos va a poder sobrevivir contra este licantropo... ¡Sam! deja las estatuas tal como están y que no hagan nada, sería desperdiciarlas... - finalicé apoyándome sobre una rodilla y mi espada en la blanca y fría nieve - Por todos los valares como me ha dejado este licantropo con un solo movimiento... ¿y la facilidad con la que se libró del congelamiento del ataque de Ahuwuen? no lo entiendo, hay enemigos que se han librado, pero no con tanta facilidad... -

Y quedé quieto apoyado en uno de los árboles tapando la fea herida con mi mano y un poco de nieve fresca para calmar la hinchazón producida por la estocada recibida.

Las palabras de Malleus me sorprendieron, pero a la vez comprendí perfectamente la situación. No podíamos sacrificar nuestras vidas dejando a la gente de Ciudad Gris que estaba siendo atacada por los trolls a sabiendas que podíamos hacer algo por ellas después de haber acabado con su Jefe y la lengua viperina de Iroco.

Dejale que se vaya Sam, no hay prisa, ya hemos derramado mucha sangre hoy, otros asuntos requieren de nuestras acciones. Ese ser terminará volviendo a enfrentarse contra la hermandad y esta vez estaremos preparados.

Cogí la paloma que nos dio en guerrero Umli y la lancé al aire. Nuestro próxima parada era ir a Fortnext, otros necesitaban de nuestra ayuda, el futuro de Ciudad Gris estaba en nuestra mano. Recogí la cabeza del Jefe Troll como trofeo y me acerque a Malleus. ¿Estas Bien?  Creo que subestimamos a ese ser.

Eres ssabio y eso te hace mass peligrosso.

comento el licántropo con un tono sincero.

Pues nuestro poder es tal que volvemos siempre del mas allá para vengarnos de quien nos mató y con mas fuerza.

hasta completar el circulo.

Tambien has librado este lugar de la cólera de Sauron. Y por ello podrá durante una temporada respirar su gente de tantas calamidades.

y le da mucha rabia pues si hubieses ganado nada de esto tendrías 

El ser tocó una zona de su armadura  cuando San le lanzo la piedra e iba a dañarle y Malleus intenta detenerla.

Se hace invisible de nuevo y los demás no llegan a ver si le hace una nueva herida.

Desaparece a la vista.

El mediano, que no creía ni una palabra se encaró al semiofídio.

-¡Vuelve aquí lagartija rastrera! Pelea cara a cara y deja de usar trucos rastreros. No me impresionas con tus bravatas sobre tu amo, ¡ lo que sale de tu taimada boca es todo mentira!, gritó al viento pues el lacayo de Sauron había desaparecido.

-¡Raaaah!, rugió Sam dando un puntapié al suelo furioso por no poder zanjar la situación acabando con ambos enemigos.

-Malleus, ¿cómo lo has dejado escapar?, inquirió al guerrero, haciéndole objeto de su frustración. ¡Ya era nuestro!

Sam estaba inusualmente airado y no era la excitación del combate o del peligro, sino la ira reprimida hacia Iroco, Beth y por añadidura hacia Sauron y todos sus secuaces por todos los sufrimientos padecidos, por el cautiverio que sufrió, por los hermanos perdidos, por la noble gente de Ciudad Gris... Todo ese maremagnum de emociones se había condensado en una sed de venganza implacable y ahora se la habían quitado de las manos.

El viento soplo una ráfaga fuerte y helada con particulas de nieve, hielo y agua.

Los cuerpos con las cabezas separadas quedaban manchado la blanca nieve.

La puerta de entrada de la vacía cabaña pego dos o tres veces con fuerza por el viento rompiendo el repentino silencio.

El árbol sobre el tejado de la casa parecía agradecer la partida del licantropo. y así sus hojas perenne dejaron de hacerse más marrones y dejo de envejecer.

¿cuál sera el siguiente paso?

Estando apoyado en el árbol, vi como los demás hermanos llegaron hacia mi posición. No cesaba de darme los cuidados que mis conocimientos de curación me permitían sobre la fea herida que el licántropo me hizo - Menuda herida me hizo el bicho ese con una sola estocada... me está costando más de la cuenta que esta herida se cierre... - pensé mientras utilizaba paños limpios, vendajes y un poco de nieve fresca para bajar la inflamación.

Al llegar, Tritón se interesó por mi estado - La verdad es que he tenido momentos mejores, pero también peores je je je, no te preocupes que he salido de situaciones peores hermano - comenté mientras seguía a lo mio y mi fea herida. Justo después llegó Sam haciendo aspavientos y muy nervioso... - con lo poco que le gustaban a este mediano los enfrentamientos y ahora lo hemos convertido en un guerrero incansable...... - pensé con mirada cansada apuntando al mediano. Dejé que el pobre se desahogara del todo y cuando cesó de sus aspavientos - Sam, relájate. Nuestro objetivo era Iroco, el cabecilla del grupo y ya lo tenemos. Creeme que hemos hecho bien en dejar escapar a ese ser, nos hubiéramos enfrascado en una guerra en la que el final hubiera sido nuestra muerte, son seres oscuros manejados por Sauron que siempre vuelven... además, hemos conseguido una victoria para la gente de esta zona que va a poder respirar tranquila una buena temporada. Hay veces que haciendo el bien se consigue el bien - comenté al mediano para que viera que no todo es ganar y se acabara de relajar un poco.

Tras recobrar un poco el aliento, vi como Tritón dejo escapar la pequeña ave que los umlis le dieron dejando claro que nuestro siguiente destino será Fortnext - Ya he recobrado un poco el aliento. Bien hecho Tritón, Sam y Ruz, vayámonos de aquí raudos... -

Se había conseguido liquidar a Iroco y a uno de los principales lideres de los Troll y tras recordarlo Malleus Propuso irse raudos del lugar...