Partida Rol por web

Tras una noche de excesos para los supervivientes, y no para los heridos, llegó el nuevo dia. Los heridos no estaban para cabalgar, ni falta que hacia. No habia tampoco prisa en recuperarse. ¿ o si?

En ese momento, con el sol colandose por las ventanas, y despierto por la incomodidad, y a veces dolor,  un pensamiento asaltó a sir Gwilherm. El cansancio extremo, próximo al desfallecimiento, le habian impedido razonar con juicio, y no ver antes las cosas claras.

Se imponia ir al poblado de Gordobuc, a acabar con alguna resistencia si aun se mantenia, y a saquear, con lo de valor hubiere. Matar gigantes es buena cosa, pero no se come ni se vive solo de la fama.

¿ cuando se haria tal viaje, si es que se haria?

Tras desayunar algo frugal, y con ganas de pasear su dolorido cuerpo, sir Gwilherm se disponia a dejar el lecho.

No habia salido de la casona de la señora, cuando topose de frente con una representación de ancianos del otro pueblo.

Decian haber meditado y consensuado la propuesta, y parecioles justo hacerosla saber.

querian tener al caballero como protector perpetuo de la aldea, y   a l no disponer de caballero que fuera su señor, pedian a Sir Gwilherm, que fuera su señor feudal de su pueblo valorado en 1 señorio.

¿ que diria sir Gwilherm?

Había la mano del Altísimo querer interceder en la gesta contra el oscuro señor Gordobuc, pues aún siendo a todas luces imposible ganar la batalla, había salido vivo, sano, y más aún, victorioso de semejante pendencia.

Di gracias pues al Altísimo en voz queda, y prometi para mis adentros no decaer en fe y determinación aún cuando todo se muestrara negro y oscuro cual mar profundo en una noche de tormenta.

Grand honor será pues ser el vostro Señor. -Respondí a los aldeanos aún sorprendido la decisión que habían tomado. -et sabed que, igual que ha acaescido hoy, volveré a defendervos con mi vida et espada cuando sea necesario.

el curandero no es capaz de meter mano con exito a tu herida de 4 puntos, asi que no te cura nada.

Mi señora. -digo a Godiva, intentando mantener el cuerpo erguido y mostrar una salud y entereza que tras la batalla ya no tenía. -He de marchar a la aldea del infame Gordobuc, pues algo me preocupa más allá de ser nombrado señor de tal lugar.

Una punzada de dolor cruza mi costado haciéndome doblar sobre mi mismo. -Temo...- digo recomponiéndome como puedo-Temo que una fuerza oscura y maldita se esconda tras estos hechos, pues juraría que Gordobuc no era más que una mano de marioneta movida por ocultos y oscuros hilos que aún escapan a nuestra comprensión.

Vos misma habéis visto que tal engendro no era humano ni de este mundo... -digo acercándome a ella.- más no temáis, mi señora, pues si por vos he de enfrentarme a cien gigantes medio demonios como este, así lo haré. Et sabed también que si el conde me nombra señor del pueblo, siempre velaré por vuestro beneficio y protección, pues como bien sabéis, os habéis ganado mi corazón.

Marchad con Dios, pues a fe que lo habeis merecido. Non tardad pues aqui sus espero. Gastad cuidado.

Dicho lo cual os abraza. No es algo apasionado pero hay que admitir que es un hecho inusual en ella, más sobria y distante, y poco dada a abrazamientos.

La comitiva muy numerosa y mal armada se dirige al pueblo de Gordobuc. Al llegar allí parece abandonado. Los lugareños de allí que ahora van contigo, han logrado vencer el temor inicial y armados con palos hachas o lanzas, se dirigen a la carrera pueblo adentro.  La soldadesca que te acompaña y tu mismo os habéis quedado un poco sorprendidos ante el vigor del populacho.

Parece efectivamente que no hay bandidos, y los aldeanos de allí han procedido a un plácido saqueo. Habrá que confiar en que sepan darte una parte del botin.

Donde ninguno de ellos entra, es un pabellón de lona negra, que al parecer era donde residia Gordobuc. Está en una explanada, alejado. No crece la yerba a su alrededor, y ahora que te percatas, notas un cierto olor fétido, como a huevos podridos.

¿ entraras en la tienda del malvado?

Allí estaba aquel cubil infernal donde había morado el infame Gordobuc. Me armé de valor para entrar, pues para ello había venido al desolado poblado, y tras alzar una plegaria y encomendarme al Altísimo, me dispuse a correr la lona que hacía de puerta de aquella maldita guarida...

Entras en lo que  parece una abertura a modo de puerta.  El nauseabundo olor efectivamente sale de ahí, no es agradable y hasta parece marear.  Por la puerta que has entrado penetra algo de luz. La tienda parece más grande que lo que percibias desde el exterior. A simple vita ves los siguientes elementos:

Un butacón enorme a modo de tono real,

3 baules de diferente tamaño,

y un montículo tapado por una lona.

No ves lecho ni cama, tal vez el enorme asiento haga las veces de eso.

Temí encontrar lo peor bajo aquella lona; tal vez los restos de un ritual macabro, tal vez el mismo cuerpo muerto de quien una vez fue el humano Gordobuc. Desenvainé la espada y con cautela me acerqué al montículo a fin de descubrir que se hallaba bajo el siniestro manto que lo cubría...

Al destapar el enorme abultamiento, descubres con sorpresa, que hay una jaula con un cuervo negro y tuerto  en su interior. Al verte a ti, o al ser destapado, que es la misma cosa, comienza a graznar. Un chillido fuerte y agudo. Temes que te taladre los tímpanos si no te tapas los oídos. 

Aquel ave de mal agüero amenazaba con atravesar con su infernal graznido mis oídos e incluso, si no ponía fin a tan espantoso chirrido, tal sonido sería capaz de atravesarme la testa.

Espada en mano, como ya venía, lancé una estocada entre los barrotes de la jaula a fin de ensartar aquella funesta ave y callar para siempre aquel pico digno de gran maldad y a buen seguro peor brujería...

Sin demasiada dificultad para lo que temias, introdujiste por los barrotes tu espada y atravesaste al pajarraco dandolo  muerte. Al hacer eso, en ese mismo instante, un estruendo, como de trueno grande y cercano suena  encima tuyo, y ,  el pabellón amplio y negro de Gordobuc se desploma sobre tu cabeza. No hay daño solo el susto de recibir sobre tus hombros y testa una carpa de tela.

Eso te hace caer al suelo, y echas un rato en encontrar la salida ante tanta tela negra. Bien te viene la ayuda de los lugareños que acuden en tu ayuda.

Ya has logrado salir.

Los lugareños parecen contentos y muestran satisfacción. No parece quedar rastro de los bandidos ni de nada ajeno y malvado en el pueblo. 

Parece que la rapiña que han hecho no ha sido mala, y si que te han dado parte de sus saqueos.

Del pabellón de Gordobuc:

• 3 baules uno grande, otro mediano y otro pequeño.
• Butacón grande y pesado trono de Gordobuc

Del resto del pueblo:

• 3 mulas (acemilas)

• 3 rocin caballos mejores
• 10 armadura de cuero
•  8 escudos
• 12 lanzas
• 5 espadas
• 5 cuchillos
• 5 arcos y flechas
• 2  ballestas y virotes
• 1 carretas de dos ruedas

Habia en el botin 2 baules de tamaño grande y otro mas pequeño. Los mayores parecen faciles de abrir, pero el pequeño no hay manera. Está cerrado y no se le ve cerrojo ni nada parecido.

Abro primero los baules grandes, gastando gran cautela, pues temo poder encontrar en ellos cualquier locura imaginable...

Estaba en lo cierto el caballero al imaginar alguna locura en los baules.

En uno de ellos hallabase una magnifica coleccion de cuberteria. Hallabanse copas, candelabro, escudillas, fuentes y platos  de oro y plata. No parecian ser del mismo juego, más bien añadidas a pares o a unidad, tal vez en grupo, de varios botines. Las de plata más numerosas, siendo más del doble que las de oro. No obstante las de oro( obviamente) eran de mayor calidad valor y precio.

valorada en 3L las de plata y 12 las de oro.

Hallabase el otro, el baul de tamaño mediano, más cofre que baul una montonera de medallones, anillos, broches y pendientes, joyas en definitiva. No parece que hubiera de entre ellas ninguna de oro ni aun de calidad superior, auqneu aun conservaban valor.

1L

acompañaban al lote un monton de denarios y pocas monedas de Libra, no obstante juntaban las monedas un valor de 9L