Me encojo de hombros y niego con la cabeza. Me acerco a lo que creo que es la puerta grande y comienzo a tantear su resistencia con golpes de menos a más.
La puerta, o lo que parece, no se mueve, ni siquiera tiembla cuando la golpeas. No te parece que haya nada distinto al golpear en distintas zonas.
No... cuando dice "Natuka" se refiere a "salida" y no... la luz no es una salida... aunque... quizá la ventilación, pero sigue siendo muy pequeña...
Pensaba en voz alta centrándome en grandes detalles, no tenía tiempo de observar. Decidí finalmente que la mejor opción era hacerle caso a la chica e intentar abrir las pequeñas.
Con el último golpe suelto una maldición - ¡Baka! - ante la imposibilidad de salir de este... lo que sea.
Tratáis de meter los dedos por las rendijas de la " ventanitas " pero es totalmente imposible. Si las golpéais ni se mueven..
Creo que eso puede significar demonios digo mientras comienzo a ver si puedo abrir una de las pequeñas. Bien salida, pero no se si se podra salir por las rendijas, a esta distancia parecen bastante pequeñas, y para llegar tendriamos que subirnos unos en los hombros de los otros y no si aguantaria la base.
Desisto, no se puede hacer nada, necesito alguna herramienta, creo que no saldremos a menos que el que nos ha metido quiera
Xd... pisadas
Nota: por las rendijas igual no es cabe ni el brazo... xD
Vistas que las opciones sugeridas eran inútiles me to´mé tiempo para observar y mirar la habitación.
Señorita Jenny, Mani... ¿podéis venir hacia aquí y poneros detrás de mí?
Le hice gestos a Mni conforme se pusiera detrás de mí: quería tener la habitación entera a la vista sin nadie de por medio que "estorbara".
Tras unos segundos observando la habitaciónme giré y les hice una pregunta:
¿Y el suelo? ¿Creéis que puede haber algo?
Solo Jenny por favor replico divertida mientras me acerco y asiento. Tal vez una trampilla aunque tambien puede que no haya nada. Por probar que no quede.
Me pongo de rodillas y comienzo a buscar con la yema de los dedos tomandome mi tiempo, tal vez sea una perdida de tiempo, quien sabe pero por probar que no se diga.
Me encojo de hombros y observo lo que hace la mujer de rodillas hasta comprender lo que intenta y me pongo a ello también - "Tal vez se pueda arrancar este extraño suelo" - pienso mientras lo palpo.
Hazme una tirada de voluntad a dificultad 7.
Tirada: 3d10
Motivo: Voluntad
Dificultad: 7+
Resultados: 3, 1, 2
Exitos: 0
Te quedas embobado mirando a Jenny de rodillas.. ¿ cuánto hará que no ves a una mujer en esa posición y sin ropa ? Notas como el verla así te está poniendo a tono y estás sin ropa.
Buscáis por el suelo y no veis nada raro, no hay trampillas, ni ninguna separación como la de las puertas. En cierto momento os giráis y veis a Spencer, mirando a Jenny sin poder apartar la vista, y parece que cierta zona coporal de él, se alegra de verla de rodillas.
Me siento de rodillas ya casi sin animos, vamos a tener que esperar a que nos abran la puerta para poder salir. Me giro a mirar a Spencer para preguntarle y arqueo una ceja al ver como esta.
Vaya no sabia que... ahora os dejo a solas cinco minutos no hagais mucho ruido replico con tono serio. Sera mejor que busquemos algo con lo que taparnos, no me gustaria que hubiera algun "accidente"
Al ver que no hay nada me pongo en pie y me giro. Al ver a Spencer me encojo de hombros sin entender porque está "así" y después miro a Jenny cuando la escucho hablar buscando alguna respuesta y me vuelvo a encoger de hombros ante sus palabras.
¡Santo cielo! No puedo creer que... Vaya...
Me tapé y me giré rápidamente y sin volver mi rostro me dirigí a Jenny.
Jenny, perdóname, yo no soy así... no me puedo creer que esto haya sucedido, por favor acepta mis disculpas... creo que mis ojos llevaban demasiado tiempo sin ver a una mujer...
Maldición... justo ahora...
Me rasco la cabeza pensativo antes las acciones del hombre. Sin darle importancia me voy hasta el centro de la estancia y me siento en el suelo mirando hacia la "supuesta" puerta, cruzo las piernas y coloco las palmas de las manos sobre las rodillas, con la espalda bien erguida y dejando caer mi largo pelo por la espalda clavo la mirada en la puerta.
Claro digo sonriendo y sentandome sobre el acolchado suelo. Bueno pues esperemos y si necesitas intimidad nos lo dices y no miramos
Niego mirando al techo. Una mujer en una habitacion con dos hombres, espero que no esperen que haga algo con ellos, por que desde luego no estoy por la labor.
Mani empieza a murmurar una especie de cántico en un idioma desconocido, en voz tan baja que es casi un susurro.