Partida Rol por web

Cuando Gareth dijo mi nombre hice una reverencia a modo de saludo, pero me mantuve callada. Tenia muy presentes las palabras de Vargad durante el trayecto a caballo, y si habia alguna posibilidad de que el mago dejase de mirarme como si fuese una rata portadora de la peste, haria todo lo que estuviese en mi mano para conseguirlo.

Al menos habia tenido tiempo de cambiarse, bueno, cambiarse e intercambiar algunos comentarios con Sondra y Cassie. Estaba segura de que los hombres del grupo no hubiesen entendido sus comentarios sobre ellos en el sentido en el que las tres chicas los hacian, y por eso se alegro de que hubiese sido la propia Cassandra la que les puso el alto cuando fuimos a asearnos. Y bueno, a la hora de cambiarme de ropas, tambien habia sido una ventaja.

Durante los aseos observo como Ciara y el resto de mujeres se asean en solitario es algo normal, pero no quiero perderla de vista. Durante la cena, en un intento de redimirme, no pierdo de vista a la apóstata, observando con quien habla y come. Mientras se junte con Cassandra puedo estar tranquilo.

Una vez listos marchamos a ver al Bann Trumhall. Me fijaré bien en él, en sus palabras y movimientos, pienso sospechando aún del hombre y de las extrañas circunstancias que lo rodean.
Miro con cierto asombro como Maganyos responde y lanzo una fria mirada al mago traidor cuando este comienza a hablar. Por suerte Gareth por fin parece decidido a hablar, presentandonos al resto del grupo.
Agacho mi cabeza cuando me nombra en un gesto hacia el señor del valle.

A medida que su cuerpo recibía los cuidados y nutrientes que comenzaba a reclamar el ánimo del elfo aumentaba, compartiendo ahora alegres historias de enfrentamientos con asaltadores de caminos patosos y formas de sacar ventaja de clientes poco hábiles en tratar con lenguas despiertas. Sentía las múltiples miradas que le dedicaban los hombres del bann, algo normal que no cesaría mientras el mismisimo bann no ordenara lo contrario, por lo que sobreactuó su tranquilidad hasta que la propia presentación conseguía de nuevo avivar los nervios.

Tras la presentación de algunos compañeros, una vez presentado el líder, poco tendría que añadir, salvo que el bann deseara escuchar su exótico acento y sensual voz. Asintió con la cabeza una vez pronunciado su nombre, simulando una reverencia, de forma que en lugar de cortesía mostró firmeza, pues si buscaban guerreros pensó que era mejor apartar la diplomacia de sus gestos. Así se mantuvo atenta a sus palabras aunque su mirada estuviera concentrada en pequeños vistazos a distintos rincones de la tienda. 

-Sean bienvenidos entonces- les dijo el Bann al tiempo que se acomodaba en su asiento y les indicaba que hicieran lo mismo – por favor, siéntanse cómodos, quizá nuestra conversación demore un poco.-
El Bann hablo en un principio, dando muchos rodeos a lo que los legionarios ya sabían, donde estaba el campamento, donde estaba el pueblo, lo inseguro de los caminos, el que hubiera patrullas y se estuviera recuperando el orden en el valle. En general todo lo que el informe de la misión decía.
Poco tiempo después de que la conversación iniciara un sirviente aparentemente al servicio personal del Bann, sirvió a todos una copa de vino mientras el Bann continuaba hablando.
-He hecho el llamado a talentosas personas como ustedes dado que no podemos enfrentar éste problema nosotros solos. El grupo de bandidos liderados por el infame Waldric se esconden en los lindes del bosque de Brescilia, en algún punto cercano al valle. Nadie ha logrado hasta ahora dar con el lugar donde esos bastardos tienen su escondite.-
El Bann miro a todos esperando alguna reacción que pudiera indicarle con que tipo de personas trataba y de inmediato continúo.
-Los necesito justamente para resolver ese problema, mis hombres no se dan abasto entre levantar este campamento, resguardar el valle y mantener el orden en el pueblo. Es necesario que gente como ustedes se interne en el bosque y encuentre el campamento de los bandidos-

Escucho atentamente las palabras del Bann Trumhall aunque comience dandonos datos poco relevantes. Finalmente hace mención al tema que nos interesa, a los ladrones. ¿Cómo se estará enterando nuestro evaluador de lo que pasa en el interior del poblado?

Mi señor, permiteme decirle que sus hombres están haciendo un gran trabajo, desarrollando el pueblo y defendiendo el valle de forma más que eficiente. Se nota que usted no es nuevo en estos temas de liderazgo -le digo al Bann tratando de ser lo más amable posible. Creo que mis compañeros y yo estamos encantados de ayudaros en esta gesta, librandoos de ese grupo y permitiendoos vivir en paz. Si me permite, tengo unas preguntas para usted ¿que se sabe de ese tal Waldric? ¿de donde proviene? ¿cuando llegó hasta aquí? ¿de donde son sus hombres? ¿teneis un número aproximado de sus efectivos? Tal vez la respuesta a estas preguntas nos ayuden a dar con el paradero de tan nefasta banda -pregunto interesado.

Espero que Gareth no se moleste, me interesa mucho saber la respuesta a estas preguntas y no he podido esperar.

Erackand escucha atento y un poco aburrido el discurso. La verdad es que escuchar las mismas cosas una y otra vez le tiene un poco harto. Eso y toda la ceremonia que tienen los habitantes de la superficie lo mantenía hastiado.

Esperaba tranquilamente la contestación de Gareth cuando Vargad enunció sus preguntas. Enarcó una ceja y se alegró de dejar el hastío atrás. El elfo, como otras veces, se mostraba impetuoso. Quizá hubiese alguna diversión después de todo.

Esperó la reacción de Gareth aunque probablemente, dado su carácter dejaría pasar el incidente por alto. Observó al Bann con curiosidad. No había dicho su nombre y el Bann no lo había preguntado. A veces mantenerse callado es la mejor forma de pasar desapercibido. No le interesaba desvelar su origen allí y no pensaba mentir sobre su pasado.

Hay Vargad, no sé si habrá sido buena idea tu contestación...

Una vez terminaron las presentaciones, el bann nos dio la bienvenida y empezó a hablarnos de su situación, contándonos cosas que, en su mayoría, ya sabíamos, para acabar diciendo que nos necesitaban para encontrar su guarida y acabar con los bandidos.

Se ha enrollado bastante, pero básicamente, no ha dicho nada nuevo- pensé, y justo cuando me disponía a preguntarle varias cosas, Vargad empezó a hablar y a hacerle sus propias preguntas… no eran las que yo habría hecho, pero tampoco estaban equivocadas -Esperare a que conteste a Vargad… Si preguntase ahora antes de que pueda responder, parecería que lo avasallamos con preguntas, así que mejor dejar que conteste primero- me dije, así que tras echar una breve mirada a Vargad, asentí como si esperase sus preguntas, y volví a mirar al bann, esperando sus respuestas.

Silenciosa y quieta, comence a sentirme un tanto fuera de lugar. Quiza fuese mi imaginacion o el hecho de estar con tanta gente de pronto, pero me senti observada. ¿Acaso sospechaban que yo era una apostata?

Di un paso hacia el lado, y busque la seguridad de sentirme proxima a Cassandra.

No muy entusiasmada con mantener una larga conversación se acomodo sentándose en algún lugar cómodo de la tienda siguiendo el consejo del propio Bann. No mostró deferencia alguna a las palabras del Bann o Vargard, sólo se limitaba a estar atenta.
Al acercarse Ciara pudo comprender que le resultaban complicados aquellos actos sociales, por lo que la invito a sentarse mientras sus ojos le transmitían tranquilidad. Tranquila, pronto pasaremos a la acción. Le susurró guiñándole un ojo para que su cabeza se librara de tantos pensamientos.

-Supongo tu eres quien lidera a este grupo de talentosas personas- respondió el Bann a Vargad continuando enseguida y sin dejarlo responder nada –No sabemos nada de la identidad de ese tal Waldric, seria imposible saber quien es cada bandido del que uno escucha hablar, lo que si puedo decirte es que se cree es de Ferelden y por lo que hemos investigado su banda ha merodeado desde hace un par de años por los limites del bosque de brescilia. Simplemente ahora han creído encontrar un buen lugar donde robar, ilusos de ellos. En cuanto a de donde sus hombres lo desconozco, si supiera eso implicaría haberlos atrapado y eso mismo implicaría que ustedes no estarían aquí. De los que hemos llegado a abatir te puedo decir que me parecían fereldanos. Y esos bastardos hasta donde se, se asentaron en los lindes del bosque desde finales del año pasado, hace ya varios meses-
El Bann guardo silencio unos instantes contemplando al grupo con atención –Por tus preguntas entiendo que aceptan unirse a mi esta aventura- dijo el Bann recalcando con énfasis su ultima palabra.

No puedo evitar salirme una pequeña carcajada al oir que el líder Vargad.

Parece una aventura interesante, me gusta, jajajajaj, me lo pasaré bien.

Saco un pequeño tomo en blanco y comienzo a apuntar algunos datos que me facilita el Bann. Cuando este termina le respondo amablemente -Muchas gracias por la información, nos será de gran utilidad para llevar a cabo esta misión si finalmente nuestro lider lo ve apropiado -digo mirando a Gareth -siento la confusión que mis preguntas le hayan podido causar. Él, Gareth, es el lider de este grupo de aventureros, es gracias a su liderazgo que aún seguimos con vida y con un gran número de éxitos a nuestras espaldas continuo sin dudar -Gareth, como experto lider de nuestro grupo, sabe aprovechar los puntos fuertes de cada uno de nosotros y ha comprobado en anteriores misiones la mejor forma de organizarnos. Es por esta razón por la que se me permite comenzar con las pesquisas ya que es uno de mis puntos fuertes. Sin embargo la decisión final está en sus labios ya que estos hablan por todos nosotros -finalizo inclinando mi cabeza hacia nuestro lider, cediendole de esta manera la palabra.

Controlate imbecil, no seas tan impetuoso y curioso, mira la que has liado. Aunque me parece extraño que el bann no recele de mi condición, un mago elfo...

Por lo que parecía, el bann no sabía mucho más que nosotros sobre Wardric y su banda, pero lo que me llamo la atención es el hecho de que tomase a Vargad como nuestro líder.

Vale que ha sido el que ha hecho las preguntas… pero ya le había dicho Amon que yo era el líder- pensé con amargura -¿Tan poca pinta de líder tengo?- me pregunté. Por suerte, Vargad aclaró rápido el malentendido, lo cual fue un alivio para mí.

Puede que sea yo el líder, pero confio en mis compañeros y en su criterio- le dije al bann, intentando quitarle importancia al asunto -Y el modo de plantearse las cosas de Vargad siempre nos ha venido bien para conseguir información, discupenos si eso le ha confundido- le dije, continuando con la mentira de Vargad e intentando  sonar convincente -Y si, en principio tenemos pensado aceptar su propuesta, pero comprenderá que debamos saber donde nos metemos antes de comprometernos…- continue, he iba a seguir indagando sobre los pormenores cuando caí en la cuanta de algo -Y eso me lleva a preguntarle dos cosas antes de aceptar: ¿La misión es simplemente encontrar su campamento y guiar a sus hombres hasta el, o debemos encargarnos nosotros de los bandidos? Y ¿cuánto nos ofrece pon nuestros servicios? Entiendo que no pasan por un buen momento y no es nuestra intención aprovecharnos, pero este es nuestro trabajo, y vivimos de ello- le dije, intentando sonar serio.

Espero no haberle ofendido con la mención al dinero- me dije, intentando no demostrar lo nervioso que estaba -Y en realidad me da igual lo que nos ofrezca, pero debemos hacernos pasar por mercenarios, y si no preguntaba, tal vez sospechase de nosotros- pensé, intentando convencerme a mi mismo.

El Bann Trumhall miraba consuma atención a Gareth mientras este exponía su versión de las cosas. –La misión es encontrar el campamento, guiar a mis hombres hasta él y ayudar a capturarlos y/o aniquilarlos. Si por su parte nos arrojan el trabajo aniquilando en su viaje de exploración a Waldric, pues que mejor-.
Pidiendo algo mas de vino, el Bann continuo respondiendo a las preguntas –tal como dices, nos encontramos en una situación difícil, los recursos escasean, sobre todo la comida. Tras sacar a los bandidos del valle, apenas hemos logrado rehacer las cosas en Logerswold, hay mucho trabajo por hacer. Aunque claro, una recompensa habrán de tener, de entrada les ofrezco la comida, seguridad y recursos de mi campamento; les ofrezco los servicios de mi armero para repararles lo que necesiten. A la par deben considerar que no siempre seré un nuevo Bann, con el tiempo tendrá una jerarquía, y jamás olvidare a aquellos que me ayudaron a llegar hasta allí.-

Escucho atentamente las palabras del Bann Trumhall y luego escucho las impertinentes preguntas de Vargad, lo que ignoro para evitar un confrontamiento innecesario que muestre debilidad y desunión ante nuestro cliente. Escucho su respuesta, la que me parece más mordaz que real, lo que hace que esboce una pequeña sonrisa, pues me gusta su estilo de humor.

Vargad contesta con una excusa rápida, lo que me parece apropiado y Gareth aparece en escena nuevamente, haciendo mención de su liderazgo innovador y su manera de optimizar recursos, lo que no sé si cree el Bann o solo piensa que es una debilidad del líder. Sea como sea, no hace más mención del tema, por lo que es mejor no insistir.

Finalmente el Bann deja en claro todo lo que tiene que decir acerca de la misión y de nuestro trato, por lo que me quedo conforme y miro a Gareth antes de asentir con la cabeza en signo de que estoy de acuerdo con los términos. Está claro de que si eliminamos nosotros a los bandidos nos pagarán más, por lo que debemos ser nosotros quienes evaluemos hasta donde podemos llegar antes de llamar por refuerzos.

Espero en silencio por si alguno de mis compañeros tiene algo más que aportar, antes de salir en camino a nuestra misión lo antes posible, que es lo que me gustaría, pues encuentro esos bosques más acogedores que esta mierda de campamento.

Después de escuchar atentamente la misión y oír la recompensa sonrío falsamente

Vaya, ¿y el dinero que?

Todo sucedía más o menos como pensaba que iba a suceder. Vargad había empezado a hablar y ahora Gareth tenía que parecer un buen líder. Eso iba a ser difícil. Sin embargo le pareció que lo había conseguido de modo aceptable.

Escuchar que no iba a haber dinero por hacer la misión le pareció increíble. ¿ Pero este hombre no sabía lo que eran los impuestos ? ¿ No había traído seguridad al lugar ? Pues eso merecía una recaudación extraordinaria para poder tener dinero para el funcionamiento del lugar.

Le hizo gracia que ofreciese el favor del Bann como pago. Claro y si al final le destituían tendrían el favor de un ciudadano. Estuvo por escupir al suelo, pero se contuvo.

Me vuelvo hacia Cassie con una sonrisa ante sus palabras. Querria decirle que en realidad no me gusta tampoco la accion, que yo solo querria tener una vida normal, apacible, y ser aceptada, pero no es el momento ni el lugar, asi que me limito a asentir a sus palabras.

Escucho las palabras del Bann mientras nos explica los pormenores de lo que pretende que hagamos.

Un hombre ambicioso.

No nos ofrece recompensa, no oculta su vanidad y su avaricia y nos trata como estúpidos. Este hombre no es de fiar, tal vez pueda hablar con algún hombre del antiguo Bann y reunir más información.

Observo a mi alrededor buscando el rostro de mis compañeros, tratando de comprender sus emociones.