Partida Rol por web

-Siii, volveremos al pueblo beberemos unos barriles de cerveza y encontraremos a unas mozas para que nos acompañen, excepto el mago que tiene su proio harén-.Comenta Duncan con una pícara sonrisa.

Mientras comenzais a iros de la sala del trono le llama la atención la daga de empuñadura de marfil que esta tirada junto al cadaver del hechicero orco ya que parece de muy buena calidad.

Tras dejar que una de las hembras recoja provisiones abandonais la sala del trono y os dirigís hacia la habitación donde estaba el hombre herido que todavia esta incosciente tumbado donde lo habiais dejado y alli Alaric se para a revisar las vendas que le habeis puesto y a apretarlas un poco mas.

- Umm, - dice mientras comprueba las heridas - parece que sobrevivira aunque los orcos le han dado una buena paliza. Bien, podeis llevarlo entre dos hasta fuera y alli haremos una camilla para acercarlo hasta Stallanford.

Seguis avanzando dejando atras al bugbear muerto y llegais hasta la salida de la caverna agradeciendo la luz y el calor del sol de este bonito dia de primavera, a lo lejos, detras de unos arbustos, algo se mueve y surge Jester agitando las manos con gesto de alegria.

 Me alegro cuando por fin salimos de esos túneles, eran un tanto agobiantes

-y aqui tenemos a nuestro valiente guia- bromeo al ver a Jester -haced esa camilla y vamos al pueblo de una vez, necesito un trago-

Por supuesto no tengo la menor intención de llevar la camilla, asi que mientras la preparan me alejo unos pasos a "vigilar"

Al ver la daga me quedo un poco rezagado obsrvando la pared detrás del trono intentando descubrir algo en ella, cuando se marchen por la puerta. la recojo, la guardo y me uno a ellos. Aprovecho para decirte que en el pueblo intentaré escabullirme un rato para ver si averiguo lo del brazalete y ya de paso la daga. 

-Vaaya, sigues aquí-El gesto de Duncan hace patente la burla.-Creía que habías descubierto una entrada secreta y nos estabas buscando.-

- ¡Bravo valientes lo habeis conseguido! - grita con gesto alegre mientras se acerca a vosotros - habeis rescatado a Alaric y estais todos vivos. Cuando vi salir corriendo de la cueva a unos cuantos orcos supuse que les estarias dando una buena tunda.

Y a escuchar las palabras de Duncan cambia un poco al gesto - Como dije antes ya estoy mayor como para pelearme con unos orcos. Cuando era joven hice locuras como estas, pero ya ha pasado mi epoca. Pero bueno, lo importante es que lo habeis logrado, vayamos al pueblo para que os reciban como a heroes que os lo mereceis,bien los saben los dioses. ¿No es asi Alaric?

- Si asi es, me han rescatado a pesar de todos los peligros que han tenido que afrontar. Desde luego que son unos valientes y se merecen una buena recompensa y unas cuentas cervezas tambien.

- Ahh, la sabiduria impregna tus palabras Alaric - digo satisfecho mientras busco unas ramas adecuadas para hacer una pariguela. - Que alguien me ayude a hacer esto que tengo ganas de salir de aqui y reposar un poco las heridas que me han infringido esos orcos.

Al salir de la cueva, Druen se detienen un momento a saborear la tranquilidad de los bosques y el aire puro. Luego al oír que había faena por hacer, se ajusto bien la vaina de su espada y se adelanto a ayudar a Vasily con la camilla.
- Si creo que todos queremos salir de aquí. - dice mientras se encamina hacia el resto del grupo.

Tras preparar la camilla recogeis vuestras pertenencias y comenzais el camino de regreso hacia el pueblo. A pesar de cargar con el herido el viaje se os hace mas corto ya que no teneis que ir buscando el rastro dejado por los orcos y ademas vuestro animo es mucho mas alegre. Habeis conseguido vuestro objetivo de rescatar al clerigo aunque aun dejais atras un misterio que resolver ¿que habra bajando las escaleras hacia las profundidades, que habran querido decir las hembras orcas con eso de los devoradores de muertos?.

-Hey Jester no te enfades, era una broma-.El ladrón se acerca a él diciéndole en tono bajo.-Donde van los soldados cuando no tienen guardia y tampoco quieren beber, ya me entiendes, una mujer calienta más que una cerveza,eh?-.

El guerrero ayudó a sus compañeros a portar al herido, y en uno de los momentos de receso preguntó a sus guías - Alaric, Jester, ¿sabéis de la existencia de túmulos o alguna leyenda que pueda ayudarnos a discernir que puede haber allí abajo en las cuevas? Las hembras hablaron de necrófagos, ¿sabéis de alguna historia antigua que los mencione? - su tono no era de preocupación, más bien de interés, estudiando la situación.

En ningún momento, Ataulfo se despegó del herido, secándole la frente y refrescándole la boca de vez en cuando, aguardando a que retomara la conciencia.

 Soy yo el que responde a Ataulfo cuando pregunta

-yo no se historias antiguas, pero si es cierto que desde hace algún tiempo hay rumores de avistamientos de ghouls en las proximidades de este pueblo. Son bastante esporadicos por lo que no han causado alarma, supongo que podrian salir de esos tuneles por alguna otra salida-

Al escuchar vuestra conversación Alaric se acerca a vosotros.

- Cierto es, doy fe que no solo son rumores sino que hay verdad en esas historias. Hemos tenido que amurallar el pequeño cementerio del pueblo y patrullar la zona ya que nos encontrabamos tumbas profanadas todas las noches. De todas maneras esos devoradores de cadaveres son cobardes ya que temen el poder que me concede Halav y cuando yo me unia a las patrullas ni siquiera se nos acercaban -

- Claro joven ... Duncan ese era tu nombre ¿no es asi?. Tambien yo en mis años jovenes era muy alegre y extrovertido, pero con la edad a uno se le ve dulcificando el temperamento. -

y a continuación baja el tono de su voz

- En cuanto a tu pregunta en Stallanford no disfrutamos de tales placeres ya que aunque vieras mucho movimiento de gente este era debido al Festival del Rey. Me temo que el resto del año el pueblo esta mucho mas tranquilo , pero si algun dia pasas por Pelaligon te recomiendo que te acerques por la Casa del Placer, un sala de masajes regentada por Madame Alicia; alli encontraras todo lo que deseas y mucho mas. - y carraspea un poco - Aq, Aq, o eso me han dicho ya que yo no he ido nunca -

Hablando en voz baja.-Pelaligon eh, debe de ser más grande que Stallanford de tener una casa de citas-.Sin dejarle responder continuo-.-De todas maneras al final se os ha fastidiado el festival, ni siquiera tendreis un simple mago en todo el pueblo que sea capaz de hacer un truco para entretener a la gente, verdad?-.

Al poco rato llegais al pueblo pero nadie se de cuenta de vuestra llegada ya que por lo que podeis oir todo el mundo se encuentra reunido en medio del pueblo y sl acercaros podeis ver en el medio de la plaza rodeados de una multitud de pueblerinos hay una decena de integrantes de la milica, parecen cansados, manchados y alguno tambien herido ya hay manchas de sangre seca en sus ropas. A su lado montando en un caballo blanco se encuentra un hombre mayor, calvo, vestido con buenos ropajes, una coraza de buen acero por encima de la ropa y una capa roja que onde al viento. Levanta la mano para acalallar a la multitud y comienza a hablar.

- ¡Silencio, silencio!. - grita y espera a que la gente le permita hablar - ¡Siento comunicaros que no hemos podido rescatar a Alaric! -

y de nuevo calla y espera a que se apagen los lamentos y gritos de la multitud.

- Partimos tras los bandidos adentrandonos en la profundidad del bosque, terreno que esos villanos conocen demasiado bien ya que nos tendieron una emboscada de la que casi no salimos con vida. Pero sabemos quienes eran ya que entre ellos se encontraba el inefable Un Ojo. Y no descansaremos hasta acabar con el y rescatar al buen Alaric sano y salvo. -

- ¡NO HACE FALTA QUE SIGÁIS BUSCANDO! - gritó a pleno pulmón el guerrero, tras lo que calló con una sonrisa de victoria en su rostro, esperando a ver como la gente de alrededor se volvía a ver quien hablaba, hasta que todos se centraron en él - COMO BIEN HE DICHO, NO HACE FALTA QUE SIGÁIS BUSCANDO. HEMOS RESCATADO A ALARIC DE LAS GARRAS DE SUS CAPTORES Y LO TRAEMOS SANO Y SALVO - continuó ante el estupor general, sin perder de vista, ni un instante, la cara del hombre a caballo.

El guerrero emanaba un aire triunfal después de mostrar su éxito donde uno de los personajes prominente de la zona había fracasado.