Partida Rol por web

Me despierto tras una pesadilla de halflings grandes como gigantes.

Hago mis rezos matutinos y desayuno tranquilamente con mis compañeros.

-Petra sea con vosotros amigos-me despido de nuestros anfitriones.

Me despierto fresco y vitalizado, puede que haya olvidado algo esta noche pero es lo de menos, esta mañana estudiando compruebo que soy capaz de canalizar un hechizo mas

"sin duda ese brebaje azul es una maravilla"

Muy contento desayuno abundantemente y me despido de los elfo con mas efusividad de la que es normal en mi

-hasta que nuestros pasos vuelvan a encontrarse-

De un salto el pequeño halfling se levanta del lecho. Se encontraba bien, en forma. Rápidamente se acercó a Vasily y se midió con el enano.

Ponerse un poco de puntillas hacía que la narizabotargada del enano estuviera más cerca de lo visto ahora

Ja,¿¿lo ves Vasily??? Ya casi soy de tu altura, dentro de poco te pasaré.

Rom ¿has visto? Casi soy tan alto como Vasily.- Siriel daba vueltas y volteretas de alegría

Cuando se despiden los elfos...Yo también hablaré bien de vosotros y del árbol, aunque de los pájaros raros no

Ataulfo se despidió de las elfas con un par de palmadas ligeras en sus respectivos traseros - chicas, si os aburrís por esos bosques, podréis buscarme allá donde esté. No os será difícil encontrarme - dijo a sus acompañantes nocturnas.

Tras un buen desayuno, se despidió de los elfos - Gracias, Mullen. Si necesitáis un brazo fuerte en algún momento, podéis llamar a Romualdo, que estara gustoso - dijo riendo - bueno, y le acompañaré yo por si necesitáis a un hombre de verdad - acabó sin parar de reir.

Tras el momento distendido, recogió sus cosas, se calzó su armadura, y continuó junto a sus compañeros por el camino que seguían.

Duncan aparecía de entre los árboles sonriendo. -Tened un buen viaje donde quiera que vayais y gracias por todo-. Después el ladrón se cubrió con la capucha de su capa y comenzó a recoger su equipo para emprender el camino.

Romualdo es el último en levantarse, atraido por el olor del desayuno. Somnoliento el guerrero se despereza mientras escucha al resto de sus compañeros levantarse de muy buen humor, tan solo hace un leve mohín al escuchar la broma de Ataulfo.

- Ahh, si necesitaís un hombre de verdad, bien podemos enviar al pequeño Siriel, que ha demostrado sobradamente su valía, eh pequeño??- contesta Romualdo, mientras se levanta y se dirige hacia el elfo y el apetitoso desayuno.

El pequeño halfling cabeceó ante la propuesta de su amigo Rom.

Intentó decir algo pero teniendo la boca llena del suciulento desayuno se le antojó harto complicado, e incluso de mala educación enseñar la comida mientras comía para decir algo

Era una sensación rara escuchar sus propios pensamientos sin que lo transmitieran directamente sus labios, aunque no le entusiasmó mucho....el mundo se está perdiendo todo lo que estoy pensando y no digo...no es justo para él...y siguió degustando el manjar

Los elfos y el arbol se pierden a los lejos y vosotros recogeis vuestros utensilios y volveis a la carretera del duque para una vez alli dirigiros de nuevo hacia el sur en busca de la mansion del tal Karvoquian. El camino transcurre sin mayores incidencias y sin que os cruceis con casi excepto con un grupo de 6 soldados montados a caballo que pasan a vuestro lado al galope sin detenerse aunque si que os saludan al pasar.

Dos horas despues y unas cuantas millas veis una gran mansion a la derecha del camino y situada sobre lo alto de una colina. Desde lo lejos podeis discernir varias estatuas de marmol sobre el tejado y en la puerta hay un gran escudo de armas pero a lo lejos no lo podeis identificar con claridad.

-Esto se va poniendo interesante.-Comenta Duncan en un tono alegre y despreocupado.-Mansiones a cambio de cuevas y oro a cambio de veneno paralizante.-Acto seguido se frota las manos mirando a sus compañeros.-¿Entramos ya o esperamos a la noche?.-

Observo con interés la mansión de Karvoquian, un tanto distinta de la clásica torre de mago. El escudo de armas y las estatuas de marmol llaman mi atención, pero Duncan me recuerda que no estoy solo

-si venimos como amigos deberíamos entrar ahora, durante el dia. Sin embargo antes de eso deberíamos decidir que vamos a hacer aquí. ¿informar de las intenciones de esa bruja y del mensaje interceptado y ofrecer nuestra ayuda por un precio? ¿alguien tiene otra idea? Porque no quedaría muy bien si una vez dentro alguien cuenta alguna sorpresa extra-

Miro a mis compañeros esperando, lanzo una mirada significativa al halfing, aunque quien me preocupa en realidad es Ataulfo

- Estoy en total desacuerdo de entrar por la noche como vulgares maleantes, sea lo que se decida, que sea por el día, por el amor de Petra- hago un gesto con el pulgar señalando a varios de mis compañeros - además, si pretendemos idear un plan con estos, no te molestes porque algo saldrá mal seguro  - recapitulo-   entremos y vamos actuando sobre la marcha.

Sin la disciplina Enana suficiente veo incapaz de idear un plan, y ahora viene la parte dificil, seguirlo hasta el final por algunos de mis amigos. Si tuviera una compañia de guerreros rúnicos... ains.-Suspiro-.

Romualdo observa con atención la mansión que se ve a lo lejos mientras el resto de sus compañeros discuten sobre el plan a seguir, pero tras el comentario del enano no puede evitar sonreir mirando al halfling.

- Sin duda que lo mejor será llegar ahora, pero de este tipo tampoco sabemos gran cosa, no?- pregunta .

Suspiro por la estrechez de miras que demuestran mis compañeros en ocasiones

-a ver, sabemos que es un hechicero poderoso, que tiene bastantes recursos, posiblemente guardias y seguidores y que una bruja esta reuninedo mercenarios para atacarle. Y además yo le traigo unos corazones de necrofago por encargo suyo, ah, y hace una deliciosa cerveza- sonrio al recordar todo aquello de la cerveza hace solo un par de noches

-Vamos a entrar abiertamente, la cuestión es que le vamos a decir ¿queremos entrar a su servicio como mercenarios o solo avisarle del peligro que le acecha? es mejor decidir eso ahora que discutirlo delante de el-

-Lo que no sabemos es porqué la bruja quiere quitarle de en medio.-Duncan dió un segundo de pausa para pensar.-Puede que tenga un poderoso artefacto y lo quiera para ella, o que el poder del brujo sea tan grande que amenace la paz de la región. Sea lo que fuere, deberíamos intentar sonsacárselo, no me gustaría encontrarme en medio de una guerra de brujos sin motivo.-

Acto seguido se rascó la perilla y levantó la mano.-A favor de contarle los planes de la bruja y entrar como espías a su servicio para averiguar más sobre la bruja y de paso, sobre Karvoquian.-

Tras oir las opiniones de sus compañeros, Ataulfo comentó - bueno, estáis dando por hecho que lo más beneficioso es ponernos del lado del mago, cosa que me sorprende por parte de Raangar. ¿No has pensado los beneficios de eliminarlo con ayuda de la bruja? Podrías convertirte en un mago muy poderoso con su grimorio y objeto. ¿No crees?

Sonrio por la suposición de Ataulfo -tal vez tengas razón, pero una bruja poderosa querra para si los grimorios y objetos de Karvoquian, el cual ya tiene una deuda conmigo por traerle estos corazones. Y como dice Duncan tal vez desde dentro podamos saber mas de el, sus intenciones y... debilidades-

Me apoyo en mi bastón y vuelvo a mirar la mansión -siempre es bueno conocer a tus enemigos, y a los amigos tambien por supuesto. Sin duda el mago sabrá algo de la bruja también-

- No se hasta que punto nos interesa entrometernos en una guerra entre brujos, si bien es cierto que no estoy por la labor de asesinar a alguien que no suponga un riesgo para nadie...- Tras estas palabras Romualdo hace una pausa recordando su precipitada huida de su hogar -... demsadiado mal he visto en la Baronía para convertirme en alguien así. - Contesta Romualdo mostrando su desagrado ante las palabras de Ataulfo.

- Lo que si me parece mas coherente y sensato es ofrecer nuestros servicios hasta conseguir mas información sobre Karvoquian y esa bruja- Añade con voz firme.

Quizas si os acercarais y pudieras ver mejor el escudo heraldico podrias sacar más cosas en claro.