Partida Rol por web

El hombre levanto la mirada mientras su mujer seguir llorando

-Cual es tu nombre niña?- pregunto el padre afligido

Kaguya, Oka Kaguya- contesté al padre de Oku

A pesar de que deberíamos odiarte, no creo que tu seas el enemigo, sino este sistema- dice apenado- tu has sufrido mucho en este juego y ahora nos toca sufrir a nosotros, solo te pedimos que recuerdes a nuestro pequeño-.

La mujer no para de sollozar en todo momento y notas que tu escolta se empieza a impacientar

se me escapó una lagrima y les di un abrazo - tengan por seguro que no le olvidaré -

así pues me puse en pie y me dirigí a la puerta, les mire antes de salir por ella y estuve a punto de pedirles perdón una vez mas... pero algo me decía que lo mejor era no hacerlo, así que les mostré una sonrisa intentando mostrarles que aunque el dolor sea intenso se podía superar y pensé "ánimo"

miré al militar -siento la espera- dije mientras me posaba ante el preparada para volver a la sala

-Volvamos- dice el militar

Al volver a la estancia ves a Hiretsu hablando por teléfono:

-Si señor ministro, ha tenido mucha suerte... jajaja si si... oh! aquí esta un segundo-. Hiretsu hace una pausa- quiere hablar contigo- y te acerca el teléfono.

me quedé en silencio contemplando la situación, intenté esconderlo pero me pareció despreciable la forma en que hablaba alegremente sobre aquel "juego", pese a que él no era mas que un peón el echo de que lo disfrutara me parecía repugnante, pero mas repugnante debía ser quién se encontraba al otro lago del teléfono, nunca había sido capaz de odiar a alguien, pero ellos estaban cerca de conseguirlo, pese a que no quería entablar conversación con aquel ministro me vi casi forzada a hacerlo.Así que cogí el teléfono intentando esconder el desprecio que sentía y dije -Moshi moshi-

Moshi! Moshi! Oka, no sabes quien soy pero trabajo para el gobierno y no sabes lo feliz que me hace oír tu voz, la verdad es que me ha hecho increíblemente feliz que fueras la ganadora, decían que las chicas solo ganan el 30% de los juegos pero aún así, guau!- su entusiasmo se deja notar- fue una sabia elección elegirte, he ganado mucho dinero apostando por ti, te ofrecería algún regalo o dinero pero después de ganar tendrás la vida soluciona, así que mi regalo sera una promesa, si te metes en líos intercederé por ti, pero no se lo digas a nadie, sera nuestro pequeño secreto- escuchas una fuerte risa

no podía creer lo que escuchaba - ¿que tendré la vida solucionada?- pregunté -de verdad crees que lo que tengo es vida, quizá mi cuerpo siga vivo pero me siento tan muerta como mis compañeros- la voz empezaba a temblarme -y pese a que mi humanidad ha muerto supongo que aún queda algo de mi anterior yo, lo suficiente como para que tus palabras en vez de alegrarme me ofendan, me hieran, y duelen mas que cualquiera de las heridas que me han causado ahí dentro, duele tanto como me dolió tener que ponerme escusas, tener que mantener la calma mientras apretaba el gatillo asesinando a mis compañeros- hice un parón pues me estaba casi ahogando por la tensión que sentía-si crees que soy increíble deberías creerme, antes de llegar aquí lo era mucho mas, era una persona; a pesar de que muchos de esos compañeros no me habían tratado bien fue duro tener que actuar, así que si tan apasionado estas por mi, hazme un favor, ya tienes tu dinero ¿no? estoy dispuesta a sacrificar mi vida, que ya no es vida, a cambio de que todo esto acabe, y con eso me refiero que me ofrezco plenamente a cambio de que no vuelva a celebrarse algo así ¡nunca!-sentía muchas cosas en mi interior y mis palabras brotaban casi sin pensarlo, quizá pronto me arrepentiría de decir eso, pero no me retractaría.-como ya habrás notado no me rindo hasta que no consigo lo que quiero, aunque todo esté en mi contra, así que tampoco voy a rendirme ahora- dije fingiendo una voz calmada, para que el no lo notara... pero... estaba temblando.

-Pareces muy segura de ti misma, aún así tarde o temprano veras que es mejor vivir con lo que te va a proporcionar el sistema que intentar luchar contra él,  hazme caso estoy seguro de que pronto abrirás los ojos- Notas que su voz es fría e impasible pero vuelve a cambiar a un tono alegre- bueno!!! ya es hora que me despida, disfruta de una vida muy, pero que muy prospera y felicidades otra vez!!-

Dicho esto ves como Hiretsu te mira con desaprovación, su cara muestra una mirada gelida capaz de hacer que le tiemblen las piernas a cualquiera.

su mirada parecía querer intimidarme, como si así intentara corregirme, pero no le funcionó o eso creía, de hecho me dio valor y dejé de temblar, le di el teléfono, me fui a sentar y recogí la manzana; le di un bocado y después de tragarlo suspiré y deposité la manzana en la mesita, entonces agarrándome con fuerza el pantalón dije -¿realmente existe el bien y el mal?- eran conceptos tan relativos, tan subjetivos... cuando le dices a un niño pequeño que no se pegue con otro él no entiende la causa y la pregunta, el bien y el mal son ideas que se nos van inculcando, ideas que podríamos definir, pero todos podemos presenciar un mismo acto y considerarlo bueno o malo de formas diferentes...-Me duele la cabeza- dije con unos ojos apunto de desbordar lágrimas, los pensamientos no dejaban de atormentarme "el mundo esta mal, esta podrido y yo me estoy pudriendo con él" pensé mientras observaba la manzana "¿a caso no tengo mas opciones?"

-El bien y el mal... son conceptos creados por el hombre basados en mentiras, en la naturaleza no existen átomos de esperanza, bondad o odio, simplemente los humanos construyen estas ideas para sentirse bien con ellos mismos, lo más importante en nuestro mundo no es ni el dinero, ni el amor sino el poder, la gente que organiza estos juegos esta por encima del bien y del mal. aunque creo que es difícil de comprender para alguien de tu edad- Hiretsu hace una pausa y apretó un botón en el lateral de su sillón- llamare a la enfermera para que te traiga alago para tu cabeza, prefiero que "el" te vea en buen estado cuando llegue.

-quizá sea una cría como tu dices- "no me subestimes, se perfectamente que solo son conceptos subjetivos"-pero no creo que el poder deba usarse tan a la ligera... el mundo da muchas vueltas, quizá hoy tu estas en la cima ¿pero cuanto tardará en volverse eso contra ti?- hice un parón- no me malinterpretes, solo es una forma de verlo, solo soy una inocente chica y estoy algo cansada- le sonreí- aun así creeme, conocía la desesperación antes de entrar aquí y eso no me impidió ver que el mundo iba mas allá de eso- me perdí un segundo mirando a los ojos de aquel hombre, pero me resultaba difícil averiguar que pasaba por su cabeza y dije en voz baja pero perceptible- el poder es poder, pero por mucho poder que se tiene no se puede controlar lo que va mas allá de uno mismo y de sus seguidores-

-eres lista, quizás demasiado y demasiada inteligencia puede llegar a ser peligrosa no lo olvides ya que...- de repente se oye un estruendo en el pasillo y Hiretsu se pone en pie.

Oyes lo que parece una voz chillando cosas que no comprendes desde el pasillo

"se que si soy sincera acabará metiéndome en problemas, pero también se que no se pueden deshacer de mi, no por ahora"

le miré fijamente hasta que se alteró a causa de las voces así pues sin levantarme de mi sitio me giré en la dirección de la que provenía el sonido.

Ves aparecer por la puerta a la madre de Oku con algo que parece un cuchillo de comida -usted... usted ha causado todo esto!!- dice llorando, notas que no esta en sus casillas.

Hiretsu desde sonde esta, saca una pistola de alto calibre de la parte trasera de su pantalón y apunta a la mujer sin que su expresión cambie ni un ápice, como si la vida de otro ser humano no tuviera valor

conocía la mirada de Hiretsu, me veía reflejada en ella "así me veía yo cuando luchaba forzándome con escusas..."

saqué el machete que los militares no se dieron cuenta de que aún tenía "no puedo dejar morir a la madre de Oku, ella no es culpable de todo esto" me lo coloqué en el cuello y dije -si no os detenéis esto acabará aún peor de lo que ya lo esta, Señora, entiendo su dolor, pero no se convierta en lo mismo que yo, eso no le devolverá a su hijo; y tu, Hiretsu, a no ser que no te importe dar una explicación a tus superiores de por qué no he llegado con vida te recomiendo que no uses tu arma contra ella-

La mujer se queda parada al oirte, el tiempo justo para que un militar y su marido la alcancen, la desarmen y la reduzcan. Hiretsu baja su arma y te mira.

-Esta bien jugaremos a tu manera, tira todo lo que lleves encima, es cierto que no puedo hacerte nada, pero puedo hacerselo a la persona que hay en la habitación de al lado... y te aseguro que la palabra tortura se quedara corta-

dejé el machete en la mesa y saqué la navaja de mi bolsillo -eso es todo- y después le miré desafiante -una cosa, si le tocas un solo pelo a esa persona puedes dar por hecho que me suicidaré si es necesario solo para que pagues el precio de haberlo hecho, no empieces una lucha de amenazas, no tengo miedo a la muerte y tu estas en posición de salir perdiendo ahora mismo- no quería iniciar un conflicto como ese, pero me veía obligada a hacerlo -no quiero problemas, y tu tampoco, así que intentemos llevarnos bien ¿si?- dije eso ultimo en un tono calmado, mostrando que mis intenciones no serían malas si no me obligaba a ello.

Hiretsu te miro con lo que parecía un atisbo de ira, el militar recogió tus armas y el coordinador se acerco a la pareja, ignoro a la mujer y cogió a su marido por la solapa de la camisa -controla a tu mujer- dijo amenazante, le soltó e hizo un gesto para que se los llevaran.

-como decía, eres demasiado lista, eso te traerá problemas- hizo una pausa- no me caes mal, pero controla tu temperamento... quieres que te traigan algo o seguirás con tu manzana, lo digo por que saldre un momento y no podrás contactar con nadie-

sonreí y dije en tono sumiso - me gustaría beber un poco de agua si es posible, y si me pudieras conseguir una toallita te lo agradecería mucho-