Partida Rol por web

Baltar, al oír los gritos de los del raptor indicando que habían tres huecos se puso nervioso, y deseaba salir.

-Amigo- le dijo a Anders- voy a intentar ver si hay un hueco en el raptor, quizá si consigo entrar podrían venir más a recogeros a vosotros y a la demás gente.

Confuso por la idea de no perder el sitio en el vehículo de los jugadores y la de salir del planeta en el raptor, Gaius, decide probar suerte.

-Intentaré conseguir ayuda, ¿podríais esperarme por si no tengo suerte?

Dicho ésto salió del vehículo, y aunque no le gustaba la presión de la multitud luchando por sus vidas, intentó hacerse paso hacia el raptor por si conseguía un sitio.

Samuel no tiene tiempo ni de responder al doctor pues este desciende veloz como una flecha por su lado. Lo mira atónito pero tiene atender la situación en la que se encuentra que es más apremiante que la poca integridad demostrada por Baltar. Samuel se vuelve a la multitud mientras ayuda a otra mujer que se encuentra cerca.

Vamos no se empujen dejen pasar a la señora. Intenten también en el otro vehículo, arriba...-da indicaciones mientras espera que la situación no se salga de sus manos-.

Baltar abandonó el vehículo y se acercó hasta el Raptor de emergencia. Mientras tanto, Sam ayudaba a entrar a la gente y pronto los coches estuvieron abarrotados de personas. Aún quedaban muchas más que cogían al jugador de los brazos y le suplicaban ayuda.

El doctor Baltar llegó hasta la nave y uno de los paramédicos se le quedó mirando fijamente.

-¿Usted es el doctor Gaius Baltar, verdad? ¿El genio científico? Lo he visto muchas veces por televisión. Usted creó el programa de defensa militar, podrá ayudar al ejército, he oído que se están reagrupando ¡Vamos, venga aquí!

La gente empezó a protestar mientras empujaba a Gaius y le increpaba. No entendían por qué ese hombre tenía que salvarse y ellos ser abandonados a su suerte. Los abucheos y los insultos ganaron intensidad.

Samuel tras ver que el vehículo está abarrotado y que tienen la posibilidad de dañarlo decide cerrar las puertas.Con gran esfuerzo logra quitarse los brazos que le halaban con fuerza e intenta cerrar la puerta del vehículo.

Lo siento, de verdad lo siento pero no podemos llevar a todos. Los vehículos son pequeños. En cuanto lleguemos a Caprica City mandaremos ayuda por uds quizás más Raptors puedan venir en breve-le dice con autoridad a la gente mientras sigue intentado cerrar la puerta y se vuelve al conductor mientras le dice-Adelante , vamos a Caprica City trata de mover el vehículo entre los escombros.

Su fama le precede y hace que el soldado le escolte al raptor. Y no era para menos, él era un gran científico y podría ayudar a hacer del mundo un lugar mejor, expiar sus pecados. Porque no había sobrevivido para morir sin clase en un planeta arrasado, en el que la radiación (debido a las explosiones nucleares) cobraría las vidas de los que se quedaran.

Antes de sentarse en el raptor, miró al vehículo de Anders. Era un buen hombre ayudando a los más necesitados, preocupándose por los demás antes que de sí mismo. Gaius no podría hacer una cosa así, prefería vivir a morir como un estúpido. Héroe, sí, pero estúpido. Así que alejó la vista del buen samaritano para centrarse en su nuevo destino, sin duda un lugar más seguro.

-Gracias, no se arrepentirán de haberme salvado la vida- dijo el científico de manera sincera cuando le reciben en la nave, mientras evita la presión de la multitud- Por favor, no empujen.

El Raptor termina de cargar a la gente y empieza a elevarse alejándose de la ciudad en ruinas. Puedes ver cómo los vehículos de los jugadores de Pirámide empiezan nuevamente a moverse abandonando la ciudad con dificultades. Les contemplas hasta que se hacen demasiado diminutos. Estabas a salvo del holocausto.

-Recibo una señal colonial indicando un punto de evacuación -comentó uno de los pilotos al otro-. Salgamos de aquí.

-No me lo digas dos veces -dijo su compañero preparando el salto FTL.

El punto de reunión resultó ser justo al lado de la gran tormenta electromagnética que protegía la Estación Ragnar. No sólo vosotros habíais acudido a la cita, también una gran número de naves civiles de todo tipo: cruceros de placer, naves de pasajeros, naves contenedor y hasta una Estrella de Combate que, cuando te fijas mejor, ves que es la chatarra de Galáctica. Según tus informaciones, iban a retirarla del servicio. Pero ahí estaba, liderando al grupo.

El Raptor abordó una de las naves civiles donde os recibieron varios tripulantes. Después de atender vuestras necesidades más básicas, os llevaron al compartimento de pasajeros, hacinado ya de refugiados. Entonces desde los altavoces de la nave se escuchó una voz de mujer:

- Pido un momento de atención a todos los ciudadanos de las colonias, por favor. Soy Laura Roslin, representante del gobierno y hasta hace poco secretaria de educación y os hablo desde la Colonial Heavy. Debido a las amargas circunstancias que estamos viviendo... he pasado a ocupar el papel de Presidenta de las Colonias. Sé que debéis sentiros desconcertados, abatidos o asustados. Quizá todo a la vez, pero os ruego que me escucheis- hizo una breve pausa-. La situación es delicada. Los Cylons han atacado las colonias y está siendo muy dificil conocer el abasto del ataque: aún no podemos calcular las pérdidas... ni las víctimas. Y estoy segura de que todos nos hemos visto gravemente afectados en todos los sentidos posibles...- volvió a interrumpirse, esta vez dejando tiempo para que todos fueran conscientes de la situación- Pero debo pediros una cosa: Ahora mas que nunca debemos ser fuertes y mantenernos unidos. Además, tenemos la gran suerte de tener junto a nosotros a la Estrella de Combate Galáctica a mando del Comandante Adama, quien hará todo lo posible por asegurar la seguridad de todas las vidas humanas de esta flota y por colaborar con nosotros en cuanto podamos restaurar el gobierno- añadió con énfasis-  Así que mantened la calma y confiad los unos en los otros. Si estamos unidos seremos mas fuertes. Sereis debidamente informados de la situación en cuanto tengamos novedades. Gracias por vuestra atención.

Las naves comenzaron a moverse y penetraron en el interior de la tormenta para acabar estacionadas junto a la Estación Ragnar.

Ves como el doctor Baltar desaparece en el interior del Raptor y este comienza a elevarse alejándose de la ciudad en ruinas. Suspirando, regresas al coche y ordenas seguir la marcha con los nuevos ocupantes. La gente vuelve a fijarse en vosotros ahora que la nave se ha ido y vuelven a rodear los vehículos. Os resulta muy complicado libraros de la muchedumbre pero, sorteando las ruinas, avanzáis por las calles destruidas rumbo a la salida norte de la ciudad y a Caprica City.

Durante el trayecto habláis poco. Dos veces empieza a caer una lluvia torrencial: los efectos del ataque nuclear. La lluvia ácida que limpiaba la radiación del aire y la llevaba al suelo. Entonces, cuando estabais a menos de quince kilómetros de la ciudad, circulando por un tramo rodeado de árboles altos escuchais un rumor en el cielo. Sobre vuestras cabezas pasan en vuelo rasante tres cazas cylons y dos transportes de tropas. También llevaban la misma dirección que vosotros.

Samuel saca la cabeza por una de las ventanas al ver pasar los pájaros por sobre sus cabezas. No puede contener una exclamación dejar escapar una palabrota.

Pero que !%$@&&¡ ha sido eso. -dice señalando a las naves-Esas aves no son nuestras alguien que sepa algo por favor¿Es de alguna otra colonia? No se por qué pero me parece que la aparición de estas naves y lo sucedido están relacionados.

Se vuelve a todos los presentes como intentando buscar una explicación a todo eso. Las caras de los demás también se muestra la sorpresa.

El Doctor se alegró cuando salían del planeta. Aunque la imagen del Galáctica, una chatarra andante que iba a ser jubilada, como la nave que iba en cabeza, le aturdió. ¿Era una broma? No podrían huir ni hacer frente a los cylons en ese vehículo obsoleto.

Pero no fue la única sorpresa. Laura Roslin, la que ocupaba el puesto 43 en la lista de sucesión, se declara la Presidenta de todas las colonias, sin siquiera una votación.

-Vaya- le dijo al tipo sentado junto a él mientras oyeron el mensaje- Una profesora como presidenta, ¿como crees que lo hará?

La política le aburría y no le importaba mucho, pero el hecho era algo insólito y no tenía nada mejor que hacer en ese sitio.

Mientras conversabas con el tipo al lado tuyo, dos tripulantes de la nave se te acercaron:

-¿Doctor Baltar? El secretario de la Presidenta quiere hablar con usted.

Y te llevaron hasta la cabina desde donde podrías hablar con la nave presidencial ahora bautizada como "Colonial One"

Cuando le piden hablar con la presidenta o su secretario, Baltar se levanta animado. Su reputación le precede, y seguro que quieren su ayuda. No será como volver a tener el enorme apartamento en Caprica pero al menos está vivo. Y cuando le dicen que la presidenta quiere hablar con él se siente importante. Pero entonces la ve a ella.

Está tan guapa como el día que la conoció, y aunque se haya revelado como cylon y sea un producto de su imaginación, Baltar sigue excitándose nada más verla. Pero la rubia pone una sonrisa maliciosa y Gaius comprende que hay algo malo que quiere decirle.

-¿Por qué sonríes?- le pregunta- He sobrevivido, y aún hay gente a salvo. ¿O te ríes porque tu "gente" va a destruir la nave?

-Todo llegará y la nave no resistirá a nuestro poder- contesta la mujer que solo él puede ver- pero no es por eso. Me hace gracia otra cosa. Lo retorcido que es el ser humano y lo inocente que eres tú, mi querido Baltar.

-¿Como? No te entiendo.

-Sabía que no lo harías... eres tan dulce- la chica comenzó a acariciar la cabeza del científico, que dio un respingo con el primer contacto- Todos te conocen aquí, te invitan a entrar con todos los honores, con militares escoltándote. Y cuando por fin entras en el Galactica, ¿qué hacen? La presidenta de todas las colonias quiere hablar contigo, un simple científico- La número 6 mira a Gaius con ojos de madre protectora que habla con su hijo pequeño- ¿Aún no o entiendes? Saben lo que hiciste, quien eres. Solo quieren hacerlo todo sin que opongas resistencia, de manera oficial. La nueva presidenta o como diga llamarse es una simple profesora que no tiene ningún apoyo, ¿y cual crees que será la mejor forma de ganárselo? Detener a la persona que causó todo... ponerse los laureles. Cuando vayas a hablar con ella te esperarán con unas esposas.

El reputado Doctor empezó a temblar. ¿Sería cierto lo que le decían? ¿Quería asustarlo y reírse de él, o avisarlo? La verdad es que empezó a verle algo de sentido a que la cylon le decía. Pero hizo lo que había hecho desde que todo estalló. Negar la realidad, o lo que él creía que era la realidad.

-No puede ser, mientes- se decía a sí mismo una y otra vez. Sin embargo, ya no tenía tantas ganas de hablar con la presidenta.

-Esos no eran cazas coloniales, muchacho -respondió el entrenador-. Me apostaría el cuello a que son naves cylons. Esas hojalatas van en la misma dirección a la que vamos nosotros. Mi padre me habló una vez de la guerra contra los cylons hace cuarenta años. No fue nada agradable, chicos.

Los vehículos continuaban su marcha, ahora un poco más despacio. Las naves ya se habían perdido en el horizonte.

-La cuestión es que si vamos en su misma dirección -intervinó Diane-. Acabaremos por tropezarnos con ellos. Necesitamos armas.

Samuel mira el horizonte por donde se perdieron los raiders y después escucha las palabras de sus acompañantes, ambos tienen razón así que se decide y les dice a todos.

Teneis razón, tenemos que armarnos por si es cierto lo de los Cylons-dice con voz enérgica-Esas tostadoras no nos van a coger desprevenidos. !Frack¡ ¿Alguien sabe de alguna armeria o cuartel por acá cerca?

Mira a los presentes dirigiendo la pregunta a todos.

-Creo recordar que a las afueras de Caprica City había un cuartel de la milicia -comentó el entrenador-. Podemos intentarlo allí si las tostadoras no han llegado antes que nosotros. Seguramente allí encontremos todo lo necesario, incluídas medicinas antiradiación.

Samuel mira al entrenador y despues se vuelve a los demás y les dice con actitud firme.

Pues vamos hacia allá, debemos llegar antes que las maslditas tostadoras.Además ya necesitamos ese medicamento, mi garganta empieza a picar y no debe ser la única...-despues volviendose al entrenador le indica-Vamos coach acelere hacia el cuartel.

El entrenador asiente y aprieta el acelerador. La caravana de vehículos se desvía un poco antes de llegar a la capital por un camino pavimentado escondido entre los árboles. Varias señales de tráfico avisan de la proximidad de una base militar y que los movimientos por la zona están monitorizados. A los pocos minutos, los coches llegan hasta el complejo militar. Está compuesto de varios edificios construidos en hormigón que cubren un perímetro bastante grande. Las garitas de vigilancia están vacías y las cámaras de seguridad apagadas. La valla de metal que hace de entrada está cerrada, pero el entrenador acelera con su coche y la embiste, abriéndola. Los coches entran en el patio mientras el silencio vuelve a la base muerta.

Samuel baja primero de su vehiculo y les grita a los demás desde el suelo.

Vamos no se demoren, debemos encontrar todo lo que podamos usar.-dice con autoridad-Que vengan dos deuds conmigo para buscar armas. Los demas busque medicamento anti radicación en la enfermería y alimentos.Vamos vamos...

Dicho esto comienza a avanzar hacia el complejo.

El grupo se dispersa para cumplir con tus órdenes y tú y dos más entráis en los edificios de la base en busca de armas y municiones. El complejo está vacío y no tardáis mucho en encontrar el arsenal. Ante vuestros ojos se encuentran hileras e hileras de armas cuidadosamente colocadas. Rápidamente comenzáis a evaluar el contenido de la habitación.

Hay una caja que contiene 15 pistolas CAL Mark 23 con mira láser y varias otras con unas 100 pistolas también del modelo Stallion. Son unas armas pequeñas de corto alcance que podrían servir para ser utilizadas por las mujeres del grupo. Para terminar encontráis unas 50 pistolas Viktor CP 1 y 45 del modelo VZ 52. Varias cajas contienen 650 cargadores para las pistolas.

Las ametralladoras se alinean en la pared. En un lateral de la habitación reposan en sus estantes 45 CAL USG y 35 Picon P90 con 250 cargadores. Hay también escopetas de los tres modelos más famosos: 3 Mossova 500, 6 Striker y 6 Zeus Model 37. Un contenedor tiene 650 cartuchos para las armas.

Los rifles de asalto están distribuidos en la otra pared: 55 Leo Storm Carbine con mira laser, 10 Rifles de Caza Milirem 700 y 25 de los populares rifles de asalto SMI 80. 320 cargadores para los rifles se encuentran cuidadosamente colocados en cajones bajo las armas.

En otro rincón descubrís las granadas: 20 incendiarias, 60 antidisturbios y 20 de humo. Por mucho que buscáis no podeis encontrar de fragmentación, una pena.

Mientras clasificais todo lo encontrado, Diane entra en el arsenal.

-Hemos escondido los vehículos, Sam. Nadie podrá verlos desde el aire. También descubrimos la enfermería, hay suficiente material antiradiación. Los chicos ya se están inyectando -lanza un silbido de admiración al ver todo el arsenal-. Nos ha tocado el premio gordo, pero ¿sabemos utilizar esto?