Partida Rol por web

... se produce un momento de silencio, desde el ofrecimiento de escolta por parte del Sargento hacia el Padre; una calma tensa, en que aparentemente espera que la pregunta que formulara fuese repondida.

Por mi parte, mantengo la posición, inpertérrita. La respuesta debe ser dada por alguien de más rango que yo, ya que mi cometido dentro del equipo en esta misión, está relacionada más con el manejo de las armas que con las relaciones diplomáticas con otras ramas el servicio del Imperio., además de que, aunque no se note, aún estoy turbada, colérica, por el hecho de haber encontrado un foco de putrefacción aquí. Es una infamia, un sacrilegio, al que sigo dándole vueltas.

"Si ha pasado esto en nuestra presencia... ¿qué no estará sucediendo en estancias más profundas del sanatorio?"

Yymalla sigue en silencio al sargento, pensativa en cuanto que deberían hacer a continuación.

-Información confidencial, sargento, se le informará de todo aquello que le incumba.- dijo en respuesta a su pregunta

Observa como el padre pide acompañar a sus hombres para supervisar, y por precaución decide añadir unas palabras: -Padre, por favor encárguese de supervisar la limpieza, pero le recuerdo que necesito inspeccionar antes esos cadáveres antes. - Capaz de quemarlos sin siquiera preguntar...- pensó. -Sargento Harden, le importaría acompañarle? Prefiero prevenir por si ocurre algo- Esperaba que con esas palabras entendiese que quería que se cumpliesen sus órdenes y que se encargarse de que le hacían caso.

Miró de nuevo al sargento Grosvenor para seguir hablándole: -Quiero que sus hombres comprueben todas las entradas y salidas, este sanatorio queda bajo cuarentena hasta nueva orden, nadie puede cruzar el umbral de estas puertas hasta que la cuarentena se levante. A excepción de mis compañeros, por su puesto.- Miró a sus compañeros con una expresión algo más relajada, indicando que su dureza inquisitorial no iba dirigida a ellos- También quiero que la Hermana Sororita de mayor rango venga y se reúna con nosotros antes de comenzar ningún tipo de conversación sobre lo que ha ocurrido, al fin de al cabo ella debería ser la responsable de este lugar y no usted.

Lo miró fríamente y añadió: -¿Ha quedado claro?

Victoria puede saborear la tensión en el ambiente. Mientras todo el mundo mantenga el control, es incluso algo positivo; la experiencia le dice que la mayoría de gente es más eficiente bajo presión. Así todos sabrán que hay varios ojos vigilando y se entregarán en cuerpo y alma a su función.

Su primer instinto, quizás arrastrada por la rabia, es preguntar al sargento por la situación actual, pero la inquisidora se adelanta y sabiamente trata de localizar a alguien de mayor rango. Necesitaremos toda la información posible antes de decidir si esta plaga va a ser un freno a nuestro cometido, y mejor obtener esos datos de la persona que realmente se encuentre al mando.

Eso sin contar con las responsabilidades. Alguien ha fracasado en su función de mantener la seguridad en el recinto, y deberá responder por este lamentable recibimiento.

Siguiendo las órdenes del sargento Grosvenor, uno de los soldados os guía hasta la sala común. Durante el trayecto se mantiene en completo silencio, hablando sólo en contadas ocasiones para indicaros el camino a seguir: - aquí a la derecha, por favor - y cosas por el estilo.

Al llegar a vuestro destino, observáis que algunos de los integrantes de la guardia imperial han comenzado a amontonar los cadáveres de los poxwalkers mientras que otros examinan de forma concienzuda a la gente presente en la sala. Cuatro de ellos están situados al lado de la puerta, rifle en mano, para impedir que nadie pueda abandonar el sanatorio.

Al veros llegar, una hermana hospitalaria se acerca a vosotros.

- Les agradezco enormemente su ayuda - os dice - La infinita sabiduría de nuestro Padre hizo que apareciesen ustedes en el momento propicio - La voz de la mujer tiembla y sus ojos se llenan de lágrimas - No sé que hubiese ocurrido si... En el último ataque varias de nuestras hermanas perdieron la vida -

- Señora, perdóneme si no me he explicado bien - os dice el sargento de la guardia imperial después de que el Padre Nemoris y Gael abandonen la sala. - Mis hombres y yo nos encargamos sólo de la seguridad de este lugar. No soy el máximo responsable del sanatorio y en ningún momento he pretendido dar esa impresión. Dicho deber recae sobre la Hermana Curia Konig. Como les comenté anteriormente, no hay más hermanas dentro de las instalaciones, a excepción de las hospitalarias -

Veis que el hombre se remueve en su asiento. Está claro que no se encuentra cómodo en vuestra compañía.

- Les voy a ser sincero - el soldado carraspea varias veces antes de continuar - Éste no es el primer ataque que sufrimos. Hace unos días, igual que hoy, un grupo de pacientes mutó en esas asquerosas criaturas - vuelve a carraspear - Sé que quizá debería haber informado de ello nada más ocurrir pero, dada la situación en Enoc, no quise alarmar a nadie sin tener más pruebas. Desgraciadamente, mis investigaciones no han dado ningún resultado -

El hombre mira fijamente a la acolita.

- Quizá, ahora que están ustedes aquí, puedan ayudarme a resolver este asunto

Próximo posteo: el martes 18 :)

¡Un saludo!

Las palabras del Sargento me dejan pensativa, preocupada..., así que me adelanto a una de las posibles preguntas que se le harán a la Hermana Konig

-Sargento, al menos dos casos en un breve período de tiempo. ¿Tiene constancia, a través de canales oficiales o extraoficiales, de si había pasado alguna otra anomalía en este sanatorio?, y me refiero por anomalía... algun ingreso de pacientes fuera de lo habitual en las fechas inmediatamente anteriores al primer caso, o eventos no explicados adecuadamente

Gael acató la orden sin rechistar ni vacilar. En cuanto fue nombrada, a pesar del formalismo con el que se le pidió, se movió con paso sereno hasta colocarse a la vera del sacerdote. Así fue toda su vida, obedecer sin rechistar, y ella estaba contento con ello; hasta ahora le había ido bien.

Una vez con la hermana hospitalaria, Harden se dedicó a lo suyo, observar, estar atenta y dispuesta a neutralizar cualquier amenaza, aunque no pudo evitar responder a la hermana - no hay nada que agradecer Hermana, el Emperador provee, estamos aquí por algo y mientras estemos aquí, velaremos por su seguridad y trataremos de resolver este entuerto - respondió firme, estoica y sin vacilar. 

La comisario interviene finalmente al enterarse de que este no es el primer incidente, sino que ya habían sufrido un ataque similar anteriormente.

"Dos ataques en unos pocos días, y si mis oídos no me engañan, las investigaciones no han dado el más mínimo resultado. Podría entender el estado de confusión si esos seres acabaran de brotar de la nada hace unas horas, pero hablamos de días, días enteros, ¿y ni una sola idea?", pregunta conteniendo la ira. "Quizá los encargados de seguir el rastro no estén lo bastante motivados. Quizá deba, no sé, darme un paseo por aquí y tener una charla con todo el mundo, para que puedan ver que una crisis de este tipo no se resuelve durmiendo, fumando y jugando a Regicida. Tendré que planteármelo seriamente, ¿no cree, sargento?"

Suspira con un deje de frustración y echa una mirada de reojo a la Inquisidora, dejando que sean ella y la Hermana quienes hagan preguntas y recaben información, si es que consideran que debemos implicarnos. Tenemos una misión importante que cumplir, pero al mismo tiempo Victoria considera que es su deber poner algo de orden y asegurar que los engranajes de la maquinaria imperial están correctamente engrasados.

- Lo único reseñable ha sido el ingreso de nuevos pacientes desde que esa maldita enfermedad haya aparecido en el planeta, aunque... el sargento hace una pausa mientras hace memoria - aunque no me consta que ninguno de ellos haya mutado en esas cosas. Aquellos que desgraciadamente ya no están entre nosotros murieron a causa del mal que les aquejaba y ya fueron debidamente purificados para que no pudiesen propagarlo -

El soldado parece haber terminado de responder a la pregunta de la Sororita cuando comienza a hablar nuevamente.

- Ah, sí, se me olvidaba. Ingreso también un Adepto con una herida abierta en el pecho. Según me comentó la Hermana Konig, fue atacado por un asqueroso demonio de la disformidad cuando se dirigía a Nethreus - Grosvenor hace otra pausa mientras suspira - Lamentablemente, poco tiempo después de ser tratado de dicha herida, contrajo la enfermedad que les he comentado y tuvo que ser llevado a la sala de enfermedades exóticas. Es allí donde están confinados todos aquellos que la padecen -

El sargento frunce el ceño y la aparente calma que mostraba cuando respondía a la pregunta de Henna desaparece al mirar a Victoria. Está claro que conoce el inmenso poder que la mujer tiene en sus manos.

- Comisaria, le puedo asegurar que mis hombres y yo hemos hecho todo lo posible para resolver este asunto. He luchado junto a ellos en infinidad de mundos, siempre por la inmensa gloria de nuestro Emperador, y creame cuando le digo que confiaría mi vida a todos y cada uno de ellos - vuelve a suspirar - Aún así, si es su deseo hablar con ellos uno a uno, yo mismo se los traeré en persona -

Grosvenor se pasa la mano por la frente y de repente parece más viejo de lo que realmente es.

- Escuchen, está claro que su presencia aquí es una muestra más de la infinita sabiduría de nuestro Padre. Ayudenme a resolver este asunto. Dejenme trabajar con ustedes y demostrarles que mis hombres y yo somos fieles sirvientes de nuestro Emperador. ¿Qué me dicen? -

La hermana hospitalaria asiente antes las palabras de la sargento del Astra Militarum. Parece estar ya más calmada que hace unos instantes.

- ¿Puedo saber qué les ha traido a nuestro sanatorio? ¿Está alguno herido o enfermo, y necesita ser atendido por alguna de nosotras? - La mujer os mira como si intentase determinar vuestro estado de salud - ¿O han venido a visitar a alguno de nuestros pacientes? -

    El salamandra se mantuvo con los brazos cruzados atendiendo a la conversación, no vio con muy buenos ojos que el Padre Nemoris tomase aquella decisión libremente saltándose el escalafón de mando, aunque trató de ser comprensible dada la institución a la que pertenecía y lo apremiante de la situación que debían enfrentar.

    De hecho, aquello no dejaba de ser una mera trivialidad con respecto a lo que el Sargento les estaba comentando. Sabía de casos similares de manifestaciones casi espontáneas de los poderes del empíreo en mundos en los que los Portadores de la Palabra se habían logrado infiltrar evadiendo cualquier tipo de defensa mientras llevaban a cabo sus rituales, pero esto tenía matices que hacía que se tuviera que replantear si podría abarcar esta situación del mismo modo. Si hacía caso a lo que había oído hasta ahora, parecía tratarse de una extraña plaga que actuaba como una enfermedad sin cura, pero cuanto podría dar por sentado de aquello si el Caos andaba tras el origen de ella.

    Dando un paso al frente esperó a que el mortal terminase de hablar antes de centrar su mirada en él. -Si me lo permitís, me gustaría estar presente durante los interrogatorios, si los poderes ruinosos están detrás de esto no podemos dar nada por sentado. Además, esta manera de actuar me recuerda a la de los hijos de la decimoséptima, no digo que tengan que estar implicados directamente, pero los traidores son los enemigos del Imperio que mejor nos conocen y por este motivo son los que mejor saben como evitarnos mientras preparan sus ataques desde las sombras.- Nombrar a los hijos caídos del Emperador nunca era agradable para un astartes y hacerlo llenaba de amargura a Shalak'ir. -Además, también creo que sería conveniente recibir un informe detallado acerca del ala donde se encuentran los afectados por esa extraña enfermedad y todos aquellos que hayan tenido contacto de cualquier tipo con ellos, así como examinar a fondo las ruinas o subterráneos de los alrededores, la escoria siempre busca sitios oscuros y apartados para reunirse.-

A Gael la pilló por sorpresa la pregunta tan directa, y lo cierto es que no supo que responder en los primeros instantes. Si bien la sargento podría lidiar con una docena de orkos bien cabreados sin vacilar, pero la interacción social la superaba en ciertos momentos como este. Titubeó un poco mirando al sacerdote de reojo hasta que finalmente, se decidió por responderle - venimos buscando a alguien - dijo sincera y temerosa a su vez por si había llegado a habar de más. 

La actitud del sargento parece calmar a Victoria. Al fin y al cabo, acaban de llegar a ese lugar, y quizá esos hombres simplemente se hayan encontrado con un problema que les supera. Es demasiado pronto como para depurar responsabilidad hasta ese punto. Además, sus palabras parecen totalmente sinceras.

"Está bien", admite la comisaria, asintiendo. "Por ahora, confío en su palabra, sargento."

Después se vuelve hacia Lady Yyrmalla. "La última palabra es suya, Inquisidora. Pero creo que ignorar esta situación nos dificultará el cumplimiento de nuestra misión. Sin contar con que todo pudiera estar relacionado. Tal vez sea una señal que hayamos aparecido justo ahora, y ayudar a estos hombres nos ayude a nosotros. El Emperador protege, al fin y al cabo."

Lo que cuenta el Sargento Grosvenor me llama poderosamente la atención

-Lady Yyrmalla, lo que comenta el Sargento, ... la "sala de enfermedades exóticas", y el Adepto que fué atacado por un demonio de la disformidad que allí se encuentra; puede que haya sido la forma de acceder de la inmundicia a estas instalaciones; no veo en primera instancia otra brecha; la Hermana Konig tendrá, supongo, actualizado su estado, y controlada esa parte de las instalaciones, que deberían ser de pleno aislamiento... Coincido plenamente con Shalak'ir: hay que analizar ese sector, y aquellos lugares a los que se acceda por sistemas de servicios desde él; advierto un riesgo en ese sentido.

... omito referencias al resto de aspectos que señaló el Marine a la Comisario. Si es menester efectuar interrogatorios en busca de trazas malignas, tener al lado a Shalak'ir será una excelente garantía de seguridad, ya que todos conocemos la virulencia con que puede desatarse el Caos una vez descubierto. No está de más tomar todas las precauciones posibles.

-Y si me lo permiten  (dirijo alternativamente la mirada a la inquisidora y la Comisario), dado como está formado este Equipo, creo que la estructura del mismo es muy acertada: somos tres miembros espacializados en puro combate, y otros tres, miembros de las Fuerzas Imperiales de ámbitos y funcionalidades muy diversas, pero complementarias. Si, como dije, me permiten sugerirlo... desde este momento, en que sabemos que el Caos ofende por su presencia en estas instalaciones, deberíamos actuar siempre por equipos: Uno de los tres guerreros siempre junto a uno de los otros, por mera seguridad, tal como está sucediendo con la Sargento Harden y el Padre Nemoris

... la sugerencia ha sido sobre algo muy obvio, y no dudo de que todos se habrán percatado de la proporción entre militares y especialistas del servicio al Emperador de otras ramas, pero cunado algo así se pone en claro, y se acepta, entra a tener categoría de procedimiento de operación, y los procedimientos bien aplicados, son una excelente base para cumplir los objetivos de forma eficiente y eficaz

El clérigo, observó la tarea de carga que realizaban los soldados con los cuerpos de las abominaciones. - Procedan con extrema cautela, soldados. Un simple rasguño y la corrupción se extendería por su cuerpo convirtiéndolos en enemigos del emperador. Comenzaría de nuevo lo recientemente acaecido.-iba a continuar caminando y, de repente reparó en algo: - Hagan turnos cortos, no conviene tampoco permanecer cerca de los hedores de esas criaturas tampoco.-

Poco más adelante, la sargento Harden y él, se encontraron con una hermana hospitalaria que entabló conversación con ellos. como bien dice la sargento Harden, hermana, el emperador provee. Ha escuchado nuestras súplicas y ha enviado ayuda para lidiar con las recientes plagas que asolan nuestro mundo. quizá la haya entendido mal, pero ¿ Acaso ha habido más ataques al santuario cómo el que hemos presenciado?- la hermana se había referido a un último ataque, lo que podía significar que había ataques anteriores.

- venimos buscando a alguien, pero antes de entrar en materia, durante el ataque, las abominaciones venían persiguiendo a alguien. Eso nos indica que aparecieron antes de que tuvieramos constancia de ellas. Debemos comprobar que no haya mácula alguna en las distintas dependencias del hospital. ¿sería tan amable de guiarnos?

- ¿Buscando a alguien? Espero que esa persona no sea una de las que, desgraciadamente, se ha convertido en una de esas criaturas - la hermana hospitalaria eleva la mirada hacia uno de los vitrales por los que se filtra la luz proveniente del exterior, lanzando una casi inaudible súplica al Emperador.

Tras haber terminado, os dice:

- Sí, Padre, lamentablemente no es el primer ataque que sufrimos. Hace unos días, igual que hoy, un grupo de pacientes mutó y mató a varias de las personas que se encontraban en ese momento en este sagrado lugar - los ojos de la mujer vuelven a humedecerse y la voz se le quiebra, obligándola a permanecer en silencio durante unos instantes - ¿Guiarles? Será un honor para mí poder hacerlo - continúa diciendo después de recomponerse.