Partida Rol por web

Revelaciones eran dichas desde ambos lados y aunque no lograrán captar las intenciones del grupo opuesto o sus avisos, el tiempo transcurría.

Aquellos que habían logrado oír el serpenteo al otro lado de la puerta que Evelyn y León insistieron en abrir, volvieron a escuchar algo. Esta vez un resoplido húmedo.

Un sonido estruendoso sonó detrás de los vástagos de oriente. El camino que daba hacia la mansión ahora estaba cerrado por una gran roca ensarzada con un latigo de tronco verdoso que la abrazabas con firmeza.

Encerrados quedaron todos y un audible gruñido hizo eco en la cavidad subterránea en la que estaba.

ini 7

Él gana mi atención cuando dice que el vástago de las plantas, el botánico es mentor suyo, cuando lo sondeo obtengo una respuesta difusa, es como si dijera la verdad mintiendo. No está seguro de lo que dice ¿y si tiene la verdad?

¿Sonido de palmas? Es el cainita que se parece a Julien ¿Qué quiere? lo miro con la misma intensidad. No entiende lo que digo, no nos ha entendido nada. ¡Hay un peligro más grande corriendo!

Ha sido culpa de su mentor

No es cierto, ha sido culpa de la mujer

Da igual, van a morir ahora

Todos moriremos bajo la espada si no hacemos algo...

La mayoría del tiempo no me importa nada, los niños juegan todos los días y no me importa. Scheißkerl pienso en el ventrue opuesto y me rio coordinamente con Julien, todo este tiempo ha sido un leal compañero.

¿Lo vas a decir?

¿León no? no mentí cuando dije que el otro lado estaba sellado y que fuimos atacados. No hay camino de regreso que conozca no deseo que Julien se ensucie las manos, me acercó a él y estiro y limpio el polvo de la solapa de su saco de ventrue ¿Creéis que podrías conmigo? Al gigante lo tendría de rodillas en un santiamén, lo mismo para la usurpadora. giro mi cuerpo encarándolos en una danza sonriente No nos hemos atacado fisicamente, tampoco nos menospreciemos ahora ¿si?

El olor a perro mojado me da mala espina.

Iré ante vuestro príncipe de buena gana, tengo cosas importantes que contar esperaba que mon amie deseara venir conmigo.

El estruendo hace que retroceda por instinto, cuando veo la roca grande me rio alta y exageradamente. El destino nos quiere juntos, me rio y disfruto la ironía. Todos atrapados como ratas. murmuro seria acomodando mi rasgado vestido.

Colaboremos manifiesto hablando como si nada ¿Estás de acuerdo Mon amie? pregunto a Julien.

Claro, Cherie. Tampoco tenemos mucha más elección. Este juego de puertas nos deja una sola salida con gruñido incluido - digo divertido.

Aunque dos no colaboran si uno no quiere... - añado invitador.

Su acogedora expresión se nubló ante la incertidumbre que el interior de la sala tentaba en forma de desconocida amenaza, no obstante se vio obligado de inmediato a acompañar la diversión de los nuevos amigos, satisfecho de que su provocación le ofreciera nueva información de la pareja. Desafortunandamente el corredor se cerraba a sus espaldas, vaticinando que aquel encuentro sería el menor de sus problemas a corto plazo. 

Aún así, no perdió tampoco su oportunidad para animar el intento de intimidación de la lunática, en parte halagador al no haber hecho referencia alguna sobre su persona. 
Vaya Sorin, parece que conoce bastante bien tu debilidad. Le guiñó un ojo para continuar de forma cómica. Es una apuesta segura, ¿no crees? tras una pausa, su voz casi encontró un tono sensual entre el sarcasmo, gigante. 

Bruscamente regresó a la atención de todos los vástagos para responder convenientemente a sus preocupaciones. 
Quisiera aclarar que vuestros asuntos me son del todo ajenos y no desearía mostrar mayor interés en ellos, aunque puedo suponer cierta desesperación si os lleva a la osadía de presentaros a nuestro príncipe. Negó con la cabeza levemente, es igual, no quisiera atreverme a colocarme en posición si quiera de deciros qué hacer. Enlazó entonces su discurso al origen de su cautela. Quizás sólo me haya dejado llevar por la sospechosa curiosidad de la señorita Schwenke sobre nuestro camarada, se encogió de hombros restando importancia al asunto, sea como sea, las aclaraciones y nuestras diferencias tendrán que esperar, se acepta tregua. Su mano se alzó entonces para invitar a cualquiera que estuviera dispuesto a enfrentarse a lo desconocido tras la lóbrega puerta y asintió. Preparaos para otra cariñosa sorpresa. Concluyó llevando su mano a la empuñadura de su espada, alerta, esperando el momento de reaccionar a cualquier hostilidad.

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Dos siluetas aparecen avanzando en cuatro patas, son figuras grandes y nervudas, parecen perros pero salidos de las entrañas de la tierra, tienen costras y pústulas en el pelaje marrón que está pegoteado por una sustancia viscosa y para Francois, de olor desagradable. Llevan una especie de pintura negra sobre el lomo... que parece sangre.

Sus patas son firmes, musculosas, alzan a los animales muy por encima de la media de un canino.

Los ojos negros son apenas dos rendijas de sed, sed de pelea o de sangre. Sobre el cuello llevan un collar de metal, siguiendo la larga brida, aparecen dos figuras burlonas que se miran y sueltan los collares de los perros.

- Hermanos, mueran en silencio -dice uno de ellos alto, buen mozo, de cabello oscuro y rostro siniestro. El otro es un pequeño niño, vestido de marinerito y que aparenta unos 12 años.

Lucian observo los perros o lo que fueran guiado por sus amos a la distancia; hizo unos pasos atrás escudándose con lo que pudo ( retraso acción ) lo que sabía es que quizás del otro lado del túnel habría respuestas a lo que buscaba, y eso le llevaba a querer llevarse el mundo por delante.

Nadie confiaba en nadie ese era el punto débil entre los cainitas, cualquiera que abriera la boca era un posible enemigo o peor, el próximo en ocupar el puesto que habías asegurado a lo largo de los años.

Por algún motivo ya contaba con tener que superar algún extraño obstáculo, pero nunca hubiera imaginado que fueran dos vástagos acompañados por dos extraordinarios guardianes. Con delicadeza, desabrochó la camisa para desnudar su pálido brazo derecho, que ahora empuñaba una exquisita espada ligera y larga, de un corte extraordinario. Acabemos rápido con esto. Sentenció con decisión a voz de comando para el resto de aliados. Asintió al cruce de miradas con sus nuevos compañeros y avanzó amenazante un paso mostrando sus colmillos con furia, desvelando en su rostro la grandeza de la bestia atrapada en su interior. ¡Marchaos o morid! Sus ojos penetraron en lo más profundo del ser de los desconocidos, enfrentándose a su misma voluntad, deseando que el miedo más primigenio les derrotara en el acto. 

Sorin comienza hablar desviando mi atención en el proceso. Es… ciertamente guapo. Pensaba algo molesta por dejar que esas nimiedades me distrajeran en un momento de tensión como el actual. Ingnorabamos todo de los recién llegados solo sabíamos lo que habían dicho, como los clanes a los que pertenecen. La información de la casa sobre los malkavian era alarmante en el mejor de los casos si solo la mitad de lo que decían los informes sobre estos personajes era cierto entonces esto podía ir a peor en cualquier pestañeo.

La actitud de leon no me gustaba en absoluto. El era el líder de la cuadrilla, o al menos eso entendí cuando entré a este grupo. Orden, jerarquía, disciplina... Conceptos sobre los que mi vida se cimienta y son los mismos que no veo por ahora. De repente un golpe en la parte baja de mi espalda me saca de mis cavilaciones. Me giro extrañada y veo a Sorin guiñarme un ojo. Entonces lo entiendo, el vampiro me ha palmeado el trasero... Estupefacta trato de organizar... no sé... algo. Pero el shock es tan fuerte que no logro pronunciar palabra.

Helena me habla tratando de la verdad no sé. El que me conozca o no, es algo que no me preocupa y la aparente alianza que Leon esta formando me resulta reconfortante. Al menos lo era hasta que la demente dice que me puede poner de rodillas. -Parece que tras de demente resultó cómica.- Digo a la tal helena. Solo faltaba que una de esas me dijera usurpadora.

Pero la molestia no dura lo suficiente pues mientras Leon terminaba de sellar la alianza unos vástagos con lo que parecen perros salen de aquel agujero y nos amenazan.

Leon se prepara y da una advertencia. Mientras eso pasa dejo que el poder de Tremere llene cada rincón de mi cadavérico cuerpo. Comienzo a susurrar unas palabras en latín, ante cada silaba ligeros hilos dorados se materializan en el aire danzando a los ojos de los presentes para finalmente envolver mi cuerpo en un abrazo centelleante y desaparecer.

Los tres puntos los agrego a la fuerza

¡Scheiße, Scheiße, Scheiße! ¿No nos podemos deshacer ya de esos malditos perros? me paso la lengua sobre los labios ¿Qué pase guapo tienes miedo de los perritos? pregunto burlona mirando a Lucian. Miro aprobatoriamente al ventrue y la espada, me recuerdan tiempos antiguos El niño es mío tras ello me concentró, me rió y como por acto de magia, desaparezco de la vista de cada uno de los presentes.

Sorin se mueve veloz como un rayo, levanta el puño pesado y firme y proyecta un puñetazo que hace retroceder a la figura alta que habló primero, lo hizo dar un traspié del que apenas logró recomponerse. El sujeto reaccionó recuperando el equilibrio y asestando un ataque con una especie de arma de corto alcance, puntiaguda, rústica y de un color crema sucio, como si hubiera sido bañada en barro. Tenía un brillo mate y perforó el hombro de Sorin, el cuál alzó viva voz por el dolor lacerante que le causo aquel arma.

La silueta de Helena desapareció de la vista de quien la estuviera mirando, una alarma saltó en sus muertos corazones mientras la incertidumbre de haber visto siquiera a alguien empeza a anidar en sus mentes. Allí no había nadie, ni había habido nadie.

Uno de los canes, dio dos largas zancadas con sus poderosas patas infernales y eso le bastó para cerrar sus dientes sobre la pierna del Brujah.

Cuando el pulido de la espada reflejó cada punto de luz que llegaba a la estancia, Leon Lowe se asemejaba demasiado a los antiguos caballeros del medioevo. Giro la espada en el aire con una fantástica destreza, el arma no parecía ser otra cosa, sino una extensión más de sus brazos. La empuñaba con firmeza y la soltura justa, los colmillos crecidos sólo engalanaban más aquel porte aristocrático de la antigua nobleza que alguna vez dominó el mundo entero. El pequeño niñato vampiro, le respondió con una sonrisa llena de desdén y unos pequeños ojos llenos de odio que parecieron dudar, aunque fuera tan solo durante pocos segundos.

Los hilos dorados desconcertaron a uno de los perros, que ladeó la cabeza curioso por lo que estaba presenciando. Lanzó una dentellada al aire, sin comprender a donde habían ido esos hilos o de donde habían salido, pero no le molestaba. Aunque la figura de Evelyn de pronto ganó un tizne oscuro, marrón y pareció de pronto más recia.

El niñato puso sus ojos brillantes sobre el ventrue y extendió su larga lengua en forma de una daga de carne para lacerar la carne muerta del Leon. El perro que miraba antes a Evelyn salió de su ensimismamiento y corrió hacia donde había ido el toreador pegando un ágil brinco hacia el.

Lejos de sorprenderse por el escaso éxito de su amenaza, pudo intuir que no se trataba de un adversario que tomarse a la ligera, aunque aún le quedaban algunas comprobaciones antes de decidirse a descartar tan exquisito atuendo.

En cuanto la lengua del niño amenazó su posición, su sangre se revolvió agitada en su interior y comenzó a desplegar todo su potencial para estar a la altura de las circunstancias. Sus gestos reflejos fueron rápidos y sutiles, precisos hasta donde le permitía su escaso estudio de tales habilidades, no obstante sería su convicción la que conseguiría que pudiera superar sus propios límites. Si el Ventrue había decidido que tenían que acabar pronto con la amenaza, cada gota de su sangre se implicaría en ello.

Recuperando su porte, como si anteriormente no hubiese sucedido nada a tener en cuenta, miró con intensidad al chiquillo para advertirle de su error. Te arrepentirás de no haber aprovechado esa oportunidad, pero tranquilo, será un efímero lamento. Comencemos con los asquerosos sabuesos si te parece… Durante su discurso, sus pupilas penetraban en la cabeza del infante, buscando los hilos de su corazón, riendas que necesitaba para que sus próximas acciones siguieran el curso de sus deseos.

Para cuando valoró la situación, sólo la superioridad numérica les ofrecería rauda ventaja, por lo que asestó un lacerante ataque a la bestia que hostigó al Toreador, esperando que su corrupta carne no supusiera un escudo a considerar. 

El hombre corre delante de Julien y levanta dos revólveres que saca de sus pistoleras echando disparos sobre ambos atacantes con figura humana. El estallido hizo eco en la pequeña sala y asestó con sus disparos la lengua del pequeño niño abriendo algunos agujeros sobre la carne pálida y muerta, un humo empezó a salir de ellas, mientras el pequeño vampiro chillaba de dolor.

- Le dije que el cura nos traería buena suerte -habló a Julien

El poder de Tremere llena mi cuerpo. Le dota de fuerza, me regala la oportunidad de defenderme, de atacar, de sobrevivir... De aniquilar. No necesitaba un espejo, el proceso ya había ocurrido antes, no era mi primera vez.

La bestia que envían para atacarme se percata también de mi cambio y es lo bastante lista para frenar en seco y evitar lanzarse a mis brazos. bufo fastidiada al notar la falta de agresividad de mi oponente. Pero entonces una vorágine de movimiento se suceden unos con otros dejando poco espacio a la contemplación y dejándome claro que hay que actuar cuanto antes. La mujer analítica y apegada a los protocolos debía dar paso a la guerrera que tanto había estudiado antes.
me dispongo a atacar con mis propias manos al perro para poder ir en ayuda de Sorin cuando una sensación nueva me invade. Los pelos de mi cuello se erizan y las alarmas mentales suenan con violencia...¿Pero que era? Doy un vistazo violento a toda la instancia y nada parece fuera de lo normal. Sin embargo, la sensación se clava en mi mente como una astilla que se niega a dejarse extirpar. Impaciente y alarmada trato de entender que es lo que mi mente trata de decirme pero no lo consigo y los segundos corren. Entonces un minúsculo destello desaparee tan rápido como aparece. Alguien o algo mas estaba aquí. Emboscada... Nos van emboscar.

Alarmada por lo que parece una posible amenaza mas allá de la que tenemos en frente entiendo que no disponemos de tiempo para perder en esta ridícula disputa.
Poso los dedos indice y corazón de la mano derecha sobre mi frente y los deslizo suavemente hasta la punta de mi nariz, entonces usando los mismo dedos apunto directamente al enorme can que osa desafiarme y susurrando dos palabras Amini vigor En ese momento sentí el poder de Tremere recorrer mi cuerpo y salir a través de mis dedos capturado al perro y sujetándolo fuertemente con una mano invisible, acto seguido moví mano en un gesto de descarte y el perro salio volando y se estrello contra una de las paredes de la habitación con violencia.

Me mantengo expectante, y dispuesta a mi siguiente ataque.