Partida Rol por web

Se que mis ojos se han clavado en sus ojos. Parece arrogante, pero sé cuando una mujer me mira con deseo. Ella lo siente, lo sé. Y yo....

- ¿Y bien? - la voz ronca resulta más varonil cuando se la susurra cerca del oido - En realidad creo que me suena tu rostro - alarga una mano a la mejilla acariciandola con el dorso de los dedos - Debe ser esa familiaridad lo que me ha llamado la atención, ¿no crees que sea un mensaje del destino, gatita? - sus labios te parecen extremadamente sensuales y jugosos.... incitantes al pecado y la perdición

Ha vuelto a aproximar los cuerpos

- ¿Has venido sola?

Por algún motivo no podes evitar sonrojarte ante sus palabras incitadoras. No estas acostumbrada que las cosas vayan fuera de la rutina y menos que un hombre tan decidido te avance así nomas.

Cat siente cómo las cosas se están "desmadrando" en su interior y no le gusta nada...

Se sonroja... Pero esta vez de verdad, con las palabras de él...

-Fa... Familiaridad...?-carraspea leve. "Cat, estás bajando la guardia... Apártate..."

La joven sonríe y vuelve a poner distancias entre ellos, evitando la pared una vez más. No le gustaba ser la presa. Ella era la depredadora, y no iba a cambiar. Sonríe con malicia, y señala:

-Pues la verdad es que a mi no me suenas... Para nada... Vamos... Y, sinceramente... No creo demasiado en el azar o el destino... Prefiero ser yo la que controla el camino...-Señala, en apariencia decidida y tranquila, aunque en realidad se estaba muriendo de nervios y sensaciones extrañas por dentro. Aquél hombre debía de ser... Un vampiro... Muy... Raro... Para tener ese efecto en ella...

Era casi imposible de creer que la estuviese seduciendo de verdad...

-Aunque...-Sonríe traviesa...-Creo que podría darle una oportunidad al destino, si, para empezar me dices tu nombre...-Se acomoda el sombrero, con un gesto bastante elegante. Se muerde el labio inferior... Tenía que llevarlo a la camioneta...

Sí, eso es...

Zafándose de él, se gira, y empieza a andar, en dirección a la misma... Seguro que la seguía... Le mira de reojo, con una sonrisa provocativa...

Es una muchacha bien escurridiza. ¿Por qué siempre me toca lo más dificil? Es verdad que es realmente hermosa, ese pelo del color del sol, la piel suave que he sentido. Despierta la lujuria, está hecha para eso. Seguramente.

- Ben, me llamo Ben. O al menos me llaman asi mis amigos. Una mujer que le gusta controlar. Umm - interesado - es .. sugerente

Algo vuelve a hacer que se retire pero con rapidez, pongo la mano en la cintura. Una cintura torneada y seguramente sin ropa esté suave.

- Al final, preciosa, vas a tener razón. Yo adelanté mi paso del destino diciendote el mío pero... ¿como debo llamarte cuando me pierda en tus ojos, gatita? - le guiño aún con la mano en su cuerpo

Parece querer tener prisa. Bien, preciosa, llévame donde quieras, esta noche va a ser inolvidable para tí. Seguramente.

Cat se encamina hacia su objetivo, pero es detenida a medio camino, pillada por él por la cintura...

Se gira, intentando evitar la sorpresa, pero no pudiendo no sentir el calor en sus mejillas...

"Desde luego no me va a dejar ganar... Pero... Ya veremos..."

Se lleva una mano a la cintura, por suerte no había tocado donde no debía tocar...

Intenta recuperar la compostura...

-Uhmm... Nos ha salido poeta el chico...-Ladea la cabeza, sonriendo...-Mi nombre es... Cat...-Al principio duda en decirle su nombre verdadero o no... Pero... ¡Qué demonios! De aquí a unas horas estaría hecho cenizas, así que... ¿Qué más daría?

Ahora que estaban tan cerca el uno del otro, quizás debería aprovechar para planear cómo atacar...

Lo primero era embaucarle...

Acerca sus labios al oído de Ben y señala:

-Y no soy ninguna gatita...

- Eso lo comprobaremos luego, princesa - le guiña

El rubor de sus mejillas, hace a la pelirroja aún más deseable. Mis manos tocan su cintura y con suavidad llegan a sus caderas. Si no resulta bien, al menos será una buena alimentación.

- ¿Tienes prisa? - arrogante al verla nerviosa - Creí que te apetecía un trago. Tengo un lugar preferido, que seguro te encanta.... vamos, digo yo que te puede gustar - haciendome el inocente.

Estaba claro que ese vampiro no iba a dejarla escapar tan... Rápido...

Cat empezaba a sentirse entre la espada y la pared, pero... Seguía pensando en que no podía fallar...

Esta vez se deshizo de él y mirándole desafiante señaló:

-Uhm... Parece que te gusta jugar... Está bien... Juguemos...-Dice provocativa.-Vayamos a tomar ese trago... O a tu "lugar preferido"...-Eso ya era meterse en la boca del lobo... Pero... Llevaba lo necesario para defenderse... No le tenía miedo... En realidad... A lo que tenía miedo era a sí misma... A ceder y dejarse llevar...

No... ¡Eso nunca pasaría!

Te resulta muy sencillo todo esto. Es cuestion de que se de vuelta y Zas! Son las 4 de la mañana. Todavia te queda rato para estar en la calle sin que sea de dia. Pero si o si tenes que llevartela de ahi. Ya que la gente los empieza  a mirar.

- Veo que tienes transporte - con un gesto de triunfo masculino - Te llevo a mi lugar preferido y te enseño las estrellas ¿quieres? Prometo ser.... todo un caballero.

Ahora  la mano que tocaba la cintura, rodea su espalda y con delicadeza la conduce al auto, acariciando por encima de la tela, su piel.

- Cat... - dice tu nombre de una forma tan sugestiva, que quizás desearías escucharlo salir de sus labios en otra situación más comprometida -... tu conduces... yo te guío. Así te sentirás mas segura.... gatita - añade lo último de forma pícara

Sonríe a Ben casi con malicia:

-Sí, tengo transporte propio... Me gusta ser... Independiente...-Señala remarcando la última palabra...

Así que... La cosa estaba en que tenía que subir al maldito pero horriblemente irresistible vampiro a su camioneta e ir a saber a dónde fuese que fuese el lugar "preferido donde se veían las estrellas" del mismo... Muy bien... Eso harían...

Cat comprueba en un movimiento imperceptible casi, su daga y su estaca, la una en el bolso, y la otra escondida, seguían allí al parecer... Eso la hacía sentirse segura... De lo contrario, no se subiría ni loca con él...

-Así que... Yo conduzco, eh? De pequeño no te enseñaron a no subirte en coches de desconocidos...?-Sonríe inocente, mientras le ofrece entrar.

- Si tu supieras las cosas que no me enseñaron mis padres  - deja caer mientras le abre la puerta del piloto y le tiende la mano para que suba - ... sin embargo hay otras que aprendí por mí solo. Como por ejemplo....

Te hace un repaso completo desde los ojos, los labios, el torso, los pechos, toda tu anatomía voluptuosa hasta volver a posar la mirada en tu rostro

-.... a encontrar una linda dama donde debo encontrarla. Y saber ... ejem - carraspea - complacerla. ¿Me dejarás que te robe un beso? - cierra la puerta cuando ella sube y rodea el coche para entrar en él.

Al entrar la mira de una forma casi avasalladora, como si tuviera fuego en los ojos y quisiera poseerla en el mismo asiento

- Se que probablemente tu padre te dijera que no te fiases de cualquier hombre... pero ... - se muerde el labio recorriendo tu cuello  -.... yo no soy un hombre cualquiera. ¿No me darás el placer de probar tus labios?

Una alarma se enciende en su interior. Se esta pasando. No podes permitir que te bese. Y tampoco es buena idea que conduzca. Sin duda, eso va a ocupar tus manos. Seria mejor que manejara el para poder clavarle la estaca en la mitad de la carretera.

La cosa se estaba desmadrando.

Ella no había ido allí a dejarse seducir por el primer vampiro de pacotilla que se sintiese tentado por sus bucles pelirrojos. Alza una ceja y le mira, desafiante:

-Puees... La verdad es que debería pensar acerca del asunto... De momento... Casi que es un no rotundo... Tendrás que usar algo mejor que tu mirada lasciva para conquistarme...-Entonces, se detiene antes de subir, como si se hubiese mareado y añade:-Sabes...? Creo que no me siento muy bien... Igual... Igual.... ¿No te importaría conducir tú?-se lleva una mano a la frente, para apaciguar el posible dolor...

Le mira con carita de ángel, mientras le ofrece el asiento de conductor.

-Quizás en tu sitio ideal me encuentra mejor...-sonríe, amable.

"Buen truco, gatita" sonrío ante la audacia de la muchacha.

Mi mano vuelve a la curva de su cadera mientras le miro instandole a que me desafíe y la quite. Es verdad que su tacto cálido es más que agradable. Es incitador, al igual que su perfume

- Vaya, Cat... eso va a ser un auténtico inconveniente, porque no tengo licencia para conducir coches - me disculpo con un gesto apenado.

Mi mano baja a su cadera y va peligrosamente en dirección a su nalga.

- Pero ... seguro que si te doy un beso, mejorarías - digo orgulloso - ... más daño no te puede hacer, gatita.

La Cat interior estalla en una explosiva mezcla de furia, deseo y rabia... Sobre todo rabia...

La Cat exterior, sonríe, "inocente", y se "sorprende" al ver la mano en su cadera...

Por supuesto, no tarda más que algunos segundos en quitarla, con... Delicadeza...

-Vaaya... Pero motos sí puedes conducir... Y de las grandes... ¿No?-Sonríe leve... -Qué... Remedio...-Finge una leve tos, pone el pie en el acelerador, y arranca, de forma brusca, sin que él se lo espere...

Ya en marcha, vuelve a mirarle, "inocente":

-Los besos habrán de esperar... Quizás deberías guiarme...

"¿¿¿Pero de qué coño va este??? ¿¿¿Qué se cree??? ¿¿¿Que soy una cualquiera que se deja tocar así porque sí??? ¡Maldito pervertido! ¡Vas a sufrir como te pille!"

Aunque la realidad...

Era que sentía sus mejillas muy calientes...

Y no era sólo por la rabia o furia que pudiese sentir en el momento...

Es el momento perfecto! Solo tenes que distraerla. Esta sonrojada, sin duda le dio vergüenza que la tocaras. Debe ser virgen o tener poca experiencia sin duda. Tenes que hacer que mire a otro lado, o no te vea. Es el momento preciso para dejarla inconsciente.

Algo te dice que no te confíes. Tenes un mal presentimiento acerca de el. Tenes que estar alerta. Los de su clase son traicioneros. Es hora de que te apresures para clavarle la estaca lo mas pronto posible. Cuanto mas rápido, mejor.

Miro el perfil de la Gatita. Totalmente es salvaje y para mi desgracia me pasa por la cabeza lo mucho que me gustaría domarla. Mucho. Interiormente un gesto lascivo se abre paso en mi sonrisa. Pero sólo interiormente. Por fuera sigo cerca de ella que conduce con diligencia.

No se si la toco para rabiarle o porque me fascina su cuerpo

- Todo recto y en el tercer cruce, gira a la derecha. Pasa el camino de los árboles

"¿Se ha sonrojado?"

Sonrio arrogante. Más que arrogante, soberbio y creido. Me gusta el contraste de su piel tibia y ruborizada, con sus bucles del color del fuego. "Ah, gatita, si te dejaras lo mucho que podrías aprender"

Quizás para comprobar los límites, coloco una mano en su muslo. Una de mis manos fuertes y vigorosasa acunandola.

Aquéllo ya era suficiente.

Y sobraba. Oh sí, cuánto sobraba. Estaban en el medio de la carretera, pero le dio igual, a aquéllas horas, estaba vacía.... Cat frenó en seco el vehículo, y sin darle tiempo a reaccionar, saca la daga que lleva preparada y con un rápido movimiento, la clava en su brazo*...

No entiende por qué no ha ido al pecho directamente...

Pero ha vacilado y lo más cerca era el brazo... ¿Es que estaba perdiendo facultades? ¡No había tiempo para pensar en ello! Ahora vendrían las represalias...

-¡No quiero nada de ti, salvo tus cenizas!

Y tenía que estar preparada... Abre la puerta, salta fuera, y rebusca la estaca en su bolso...

La rapidez de Cat no tiene nada que hacer con los reflejos de Bones. En realidad el poner la mano en el muslo no era más que para detenerla.

La clava en el asiento y cuando osa buscar su daga, si, consigue encontrarla y herirle pero luego, la superioridad fisica del hombre se hace patente. No debería poder conseguir salir del coche, manteniendola quieta con la mano sobre la puerta, estrellada. La otra ha subido del muslo rozándole hasta el otro brazo y sin saber como tienes contra tí a Bones, encima tuya. En una posición comprometida

- Me gusta ese caracter peleón, gatita. Ya me preguntaba cuanto tardaba en salir, cielo - las palabras dichas casi en tu mejilla tienen una fuerte carga erótica.

Con ambas manos sujetas y apresada por su cuerpo y su rapidez "¿Como demonios se ha puesto encima tuya con tanta rapidez?"

Ves como se relame los labios y te mira los tuyos y sin saber como, los sientes transmitiendote una lujuria que no habías sentido en tu vida, invadiendo con su lengua tu boca de forma salvaje.