Partida Rol por web

 Comienzas a quedar con JD que es lo q coloquialmente diriamos un tío de puta madre. No fue abrazado hace demasiado y al estar siempre en la calle, saliendo, deslizando, viviendo con los neoyorkinos de a pie, conserva bastante de su humanidad. Es agradable, cercano, aún conserva la pasión de la juventud y no es feo, algo charlatán y divertido, no sería el tipo de persona con la que habrías quedado más de dos noches, pero la necesidad hace que lo sigas viendo, y una vez superadas las reticencias iniciales, comienza a caerte bien. Además, es un chico joven, casí humano ... digamos que es muy susceptible a tus encantos, y que has sabido como tratarlo. 

 Cécil no volvió a conectar su teléfono y no has vuelto a saber de ella, unas semanas más tarde te arriesgas a llamar a alguno de tu no tan amigos que quedaron en LA, dicen no saber nada de ella, no tienen motivos para engañarte, pero tampoco para decirte la verdad.

 Ágata te dice que alrededor de la veintena, algunos independientes que tratan con nosotros además de estos. Y te cuenta por encima quienes son, a algunos ya los conoces y eso, no me voy a poner ahora a darte toda la información detallada pq es un coñazo, pero si en algún momento necesitas conocer algún detalle lo sabrás. No le preguntas directamente por las Ahrimanes, pero no hace referencia en ningún momento a ninguna gangrel, por lo que no consigues sacarle nada de información al respecto.

¿Qué se de Abisai? ¿Me hablo Ágata de el/ella?

 Abisai es uno de los independientes a los que tolerais, un setita, un traficante de todo, reliquias, información, armas, relojes de pulseras, libros antiguos. Todo el mundo le debe algún favor, no es bueno estar de malas con él, y aunq siempre sale ganando sus tratos no son malos. 

 Saul, María es una Ahriman, solo por mantener su secreto podríamos usarla, pero al fin y al cabo la queremos para q nos ayude yendo a por Lidia, por lo que, qué mejor idea que hacerla creer que la estamos ayudando, que le estamos "vendiendo" una preciosa información a un muy bajo precio. 

 Tienes que convencerla de que vaya contigo a buscar a la otra gatita, lo que suceda entre ellas me trae sin cuidado pero la otra muchacha tiene algo valioso, un libro, un diario que Mauricia la que comenzó esa linea de sangre llevaba. No conocen el verdadero poder del libro así que comercia con ellas, ofréceles lo que quieran una vez las hayas encontrado pq estaría bastante bien conseguirlo.

Los primeros días en el trato con Samuel son algo hoscos. Lo primero que hace María es intentar averiguar cuáles son las capacidades de Samuel, tanto naturales como sobrenaturales.

Poco a poco el trato va haciéndose más cercano, y va convirtiéndose desde un encargo de Puzzle, que era lo que era en principio, a un favor personal a Samuel.

María es una chica enérgica y con bastante temperamento, así que no te extraña que algunos día llegue a comportarse de una manera violenta, coincidiendo con los días en que está de mal humor. Algunos días viene con ella un Gangrel joven llamado JD. La verdad es que cuando viene se relaciona mucho más con María que con Samuel. Casi parece que esté algo colado por ella, pero nadie hace ningún comentario al respecto.

Cierto día María acude al entrenamiento con un humor excesivamente malo. Por los antecedentes sabes que ese día probablemente salgas escaldado del entrenamiento. El entrenamiento comienza a desarrollarse y notas como María poco a poco está cada vez más violenta. En seguida empiezas a agradecer que ese día te está entrenando a combate desarmado porque sus puñetazos y sus patadas van cargadas de furia. Mientras te descarga una serie de golpes de Tae Kwondo la oyes murmurar cosas del tipo: Jodido Bastardo. Hijo de puta. Capullo. Entrometido. Metomentodo. Después de un rato murmurando te parece oir algo parecido a Asqueoso setita. Al final del entrenamiento, acabas con todo el cuerpo magullado y sin embargo parece que María aún le queda energía y animos de destrozar.

Recibes un mensaje a tu correo electrónico. El asunto pone sencillamente: "RE: Ahriman"

¿Quién eres?

¿Cómo me has encontrado?

¿Qué quieres de "una de mis congéneres"?

No estoy rechazando la oferta.

El tono del mensaje es bastante claro: ira contenida. Parece que tu intromisión la ha ofendido pero parece estar haciendo un esfuerzo por establecer tratos contigo sin querer localizarte y aniquilarte.

El correo muestra en el encabezado: "Respuesta"

Como dije en el anterior mensaje soy Saul Vernius, y tengo entendido que tenemos un amigo en comun, Abisai.

A su segunda pregunta, tengo formas de conseguir la informacion que quiero, ademas de algun contacto.

En tercer lugar, hablar con su congenere sobre un objeto de coleccion que interesa a mi amigo y ella tiene en su poder, por el cual tengo permiso para  comerciar hasta lo que vea conveniente.

Si mi contestacion le ha convencido para aceptar la oferta, mandeme una direccion y alli quedaremos, para que vea que confio en ud.

Vernius

Un escueto mensaje sin asunto.

Sábado 9:00 pm. Puente de Brooklyn

Ya sabía a lo que me atenía con esta chica...

Es por ello que me tomo con estoicismo y calma sus impulsivo comportamiento y sus "malos prontos" de echo, los días que no salgo demasiado mal parado del entrenamiento... incluso me divierte. Aunque durante las primeras lecciones me pareció que María podía ser un poco fanfarrona, muy pronto comprobe que no era así , y que verdaderamente su habilidad esta a la altura de sus palabras. A pesar de que exigía mucho de mi y tenía que entregarme al maximo para no salir herido en más de una de sus lecciones, acabe esperando con ansía el día de entrenamiento.

Pero hoy es diferente, aunque intente tomarmelo con filosofia o con buen humor... si esto continua así puede ser incluso peligroso. Decido parar me aparto de ella levantando las manos con la palma abierta, como si pidiera "cuartelillo".

-!Eh, eh¡ -Doy unos pasos hacia atras- María, me temo que esta noche no puedo seguirte el ritmo y que si continuas así, esto más que un elntrenamiento acabrá siendo una paliza.

Me tomo algo de tiempo para ver como recciona mi "mentora". Doy un par de vueltas, como no se que añadir, busco en mi gabardina (colgada de una rama de un arbol) mi cajeta de tabaco y mi encendedor.

Ultimamente estoy fumando mucho más de lo habitual... menos mal que el cancer no es una preocupación.

Lo digo más que nada para romper el incomodo silencio, pero como este parece querer quedarse un rato más, digo otra estupidez a ver si le quito peso a la situación.

-¿Quieres uno? - Me acerco a María para ofrecerle la cajeta- Oye, ya se que no es asunto mío... y si quieres puedes mandarme a la mierda, pero ¿Te ocurre algo? Me preocupas, y me preocupa que el entrenamiento de hoy pueda acabar con mi cabeza rota.   

 Abisai, el setita que reside en la ciudad y con el que has estado tratando te llama una noche, quiere quedar en algún sitio franco, un local nuevo en Manhattan, moderno y sólo para lo más in de la ciudad. A tu llegada apenas hay cola, un par de gorilas se encargan de ahuyentar a todo aquel que intenta acercarse sin estar en la lista. Mirandote reticentemente y dispuestos a despedirte el portero se sorprende al encontrarte en los pases VIP de hoy. Abren el borlón que franque la entrada, y una señorita de muy buen ver y elegantemente vestida te acompaña hasta lo que parece ser una pequeña salita privada. 

 La habitación en la que te encuentras no está muy iluminada, rodeando una mesa baja minimalista gran sofa de terciopelo rojo te sirve como asiento. La chica se vuelve antes de salir

 El señor Abisai llegará en breves momentos, ha llamado para comunicarle que se retrasará. Si mientras tanto desea algo el caballero solo tiene que pedirmelo.

 Su tono elegante, aséptico, no es cualquier furcia o niñata con delantal, este sitio tiene estilo, o al menos parte de su personal.

 Abisai llega unos veinte minutos más tarde, impuntual, pero no demasiado. Se sienta frente a tí le ordena algo a la señorita de antes en un idioma que no comprendes, algo europeo, y se vuelve y te sonríe.

 Bien, hasta ahora el trato que hemos tenido me ha servido para averiguar que no eres un inepto, que no te vas de la lengua con facilidad y que no piensas perder la no vida en alguna chiquillada. Suficiente para concederte el beneficio de la duda. Pero me gustaría que estrechásemos nuestros vínculos, necesito a alguien para cierto tipo de trabajos, alguien como tú. Pero para ello debemos de confiar el uno en el otro. Sabes por qué soy el mejor en esto? Porque soy fiel a mis clientes, muchos de los que intentan entrar en este negocio por la via rápida acaban llenos de plomo, y sabes por qué? Porque estafando se ganan más enemigos que dinero, y cuando mucha gente te quiere muerto, has de ser muy hábil para escapar de ello; a no ser que alguien realmente importante quiera que desaparezcas para siempre, en ese caso estás perdido sin lugar a dudas, y perdido no tiene por qué significar muerto, te puedo asegurar que tiene acepciones mucho peores. 

 Como te decía, necesito tu ayuda para recoger cierto objeto en el que estoy interesado, para ello deberás acompañar a otros dos de tus congéneres a Atlanta. 

-Señor Abisai, ya que habla de estrechar nuestra confianza... me gustaría dejarle clara mi postura. He acudido a usted por que sé que es profesional, y por que sé que si llegado el momento necesito la ayuda de alguien... la suya me vendría de perlas. También se que eso no me saldrá gratis y se que yo también tendré que darle algo de mi parte, cosa que, por supuesto, estoy dispuesto a hacer.

No me interesa el dinero... ni la influencia. Solo ganarme su confianza, para ser digno de su... atención y sus favores.

Así que:

¿Podría darme los detalles de ese asunto en atlanta?

 Es un mero trabajo como guardaespaldas, nada demasiado complicado, al menos eso espero. Sólo hay un pequeño detalle, trás la misión tendrá que olvidarlo todo, y cuando digo olvidar me estoy refiriendo a la desagradable operación de que un extraño entre en tu cabeza y se lleve los secretos que no le corresponda a usted mantener.

 Pasea su mirada por la habitación un momento, saca una pitillera, un cigarrillo largoy delgado y lo enciende. Lo sostiene en su mano sin llegar a inhalar el humo. Vuelve a mirarte y haciendo aspavientos con sus manos se explica.

 Le estoy enseñando mis cartas como prueba de mis buenas intenciones, no es una necesidad propia, yo confío en usted, digamos que en este negocio tratamos con terceros no tan comprensivos como yo. Tenga en cuenta que podría mandarlo igualmente y borrar sus pensamientos sin advertirlo de ello... pero no es mi estilo.

 Y bien, le parece lícito el trato? Estaría dispuesto a poner algo más sobre la mesa por las incomodidaes que las formas le puedan causar.

-Me parece lógico... que desee asegurar sus intereses.

Y le estoy inmensamente agradecido de que ponga las cartas sobre la mesa. Sin embargo tengo algo que pedirle antes de acceder a hacer el trato.

Quiero proponerle que me deje elegir a mi al encargado de hacerme "olvidar" todo el asunto. Se trata de alguién que ya antes ha tenido que manipularme, tanto mi mente como mi cuerpo, para hacer asuntos de este tipo, y es alguien en el que confió para ello.

 No creo que el señor Abisai acceda a ello...pero tengo que intentarlo...

yeah

Andiamo, andiamo.

María respira hondo y se relaja.

Lo siento Samuel, tienes razón. Lo cierto es que hoy no debería ni haber venido. Por hoy ha sido suficiente entrenamiento.

Se queda callada un pequeño rato. Pensativa.

Tal vez podríamos hacer alguna otra cosa, o continuar avanzando en alguna otra dirección. Me explico: Cada persona es un mundo, cada uno tiene sus habilidades y la mejor forma de defensa personal debe adaptarse al usuario. Entre los vampiros estas diferencias son mucho más claras, yo te estoy enseñando combate cuerpo a cuerpo, pero es muy probable que esto no tenga sentido para todos los vástagos. Lo ideal es que exteriorices tus habilidades propias y busquemos la maneras de adaptarlas para el combate.

Lo que dice tiene sentido, pero su voz no suena convencida. Más bien parece que está buscando algo que poder decir, una forma de continuar la conversación sin que ella sea el centro de la misma. Rehuye hablar de su vida privada.

 Abisai te mira considerando tu propuesta, para tu asombro dice

 Está bien, pero entonces no podra quitarte como haría yo la información peligrosa, deberas perder todo ese tiempo. Todo.

-Puede que tengas razón, pero el combate cuerpo a cuerpo también es lo mío, no soy tan bueno como tu, eso desde luego, pero aún así... Comprendo que hoy a la noche no tengas ganas de entrenarme, lo entiendo.

Recojo mi gabardina y me dispongo a irme...

-¿Nos vemos el proximo día? Si tampoco te viene bien avisame, no quiero robarte tu tiempo.

Antes de irme...

No querría largarme así sin más...

-Y disculpa si soy pesado... María, pero si necesitas algo, y no me refiero a consejos o esas cosas, sino que te ayude en algo, no dudes en pedirmelo.