- ¿Acosarla? ¿Acosarla? ¡Ja, acosarla dice! ¡Yo! - adopto una expresión de indignación y cruzo los brazos sobre el pecho. Andando rápido, paso por delante de Sixta y le dirijo una breve pero intensa mirada de confusión. Me paro al llegar con el mago y sigo su ritmo. - Dime, ¿sabes algo de esas cuevas, señor barbudo? No me venderías esa pipa, ¿verdad? Acabo de sacarle a un memo 50 monedas de oro! Jeje.
Por todos los dioses... ¿dónde me he metido?
Tranquilos, amigos, ya queda poco para llegar, no discutáis. Yo no sé mucho sobre la cueva, nunca he logrado pasar dentro, pero quién sabe lo que podéis encontraros ahí dentro. Quizá las más terribles criaturas o enemigos insignificantes. Ahora lo veremos.
El viejo siguió caminando por el bosque, dió una calada a su pipa y miró al arquero.
Y no, no te vendo mi pipa.
El enano come y bebe unos cuantos platos como si fuese la última cena, cuando ve al mago entrar a la taberna.
¡Vamos, tengo que practicar puntería con cabezas de trasgo como dianas! no puedo esperar más. Espero que encontremos trasgos. O gnolls.
Malditos gnolls.
Dando un suspiro, se levantó lentamente de la silla y se agarró su fofa panza para volver a suspirar.
Vamos, debo bajar esta comida. Y no hay mejor forma de hacerlo que haciendo lo antes mencionado.
Con respecto a jugador, el dijo que se iba de la comunidad. Asi que si, se dió de baja, definitivamente.
¡Viejo soso! No me quiere vender la pipa... hum... ¡Viejoooo vieejooo!
- Vale, tranquilo, ya conseguiré otra pipa. - miro al mago, con una sonrisa en la cara.
Sigo andando, a su lado, manteniendome callado.
Pues busca a un nuevo jugador, Grus!
¿porque no te haces una Aditus? hasta que estes en un pueblo y puedas comprarla
- Juhum... cómo podría hacerme yo una pipa de fumar? Para empezar, no fumo, odio el humo, pero me parece muy gracioso respirar a través de una de estas. Jeje. Ya me entendéis.
Sixta observa Aditus como si éste fuera el mayor idiota jamás conocido en la tierra y vuelve a gruñir cosas ofensivas hacia aditus...
Siempre manteniendo su distancia observa cómo el enano, que parecía haberse quedado en la taberna, les alcanza corriendo y con su prominente panza rebotando comienza a hablar sibre matar gnolls, a lo que Sixta responde
Seria genial conseguir algunos gnolls que aniquilar, siento que no he practicado en años!
Dicho esto comienza a hacer flores con su espada mientras camina
Cambiamos de escena: Caverna del Iris Rojo. :P