Partida Rol por web

Tras hora y media tecleando la ingeniero por fin logró desencriptar las comunicaciones y dar con lo que estaban haciendo en la base. Dolorida, levanta la cabeza y se estira para luego pasara  contarles lo que había descubierto. Luego, después de contarselo, algo sucede, pues uno de los puntos rojos desaparece. Nuevemente se pone a teclear por si puede recuperarlo o por ver que ha podido pasar.

-No sé que ha podido pasar, pero el Centro de Desarrollo de Armamento ha dejado de lucir. No sé si es porque ya no tiene suficiente energía, porque algo se ha roto o porque alguien lo ha manipulado, pero no se reestablece la comunicación -dijo con su habitual tono de voz sin alteraciones ni inflexiones.

-Habrá que verlo insitu. Es hora de investigar -dijo levantándose del terminal y estirándose de nuevo al ponerse en pie.

- ¡Eh! - digo un poco molesta a los padawans - Rumorearéis en vuestros templos porque no se puede alzar la voz, pero aquí, tirados en un planeta en bases de la república medio abandonadas en lo que id a saber en el follón en el que nos hemos metido, lo suyo sería que compartierais toda la información, dudas o lo que tengáis que deciros con los demás, o comenzaré a pensar que sois de los malos y no creo que a vuestro consejo le venga en gana que alguien piense que no son aliados de la República.

Me cruzo de brazos esperando que Alashla y Bak-tosh rectifiquen su comportamiento. Jovenzuelos resoplo en mi interior.

Red asintió a las palabras de Luna. Ella lo habría dicho de otra forma, más directa y menos efusiva. Pero en definitiva ella también pensaba que no debían ocultarse nada y menos cuchichear delante de ellas.

-Sí, es mejor que expliquéis vuestra conducta pues, en esta base alejada de todo, solo nos queda confiar en nosotros -dijo la oficial mirando tanto a Alasha como a Bak´tosh.

- No entiendo esa salida de tono por vuestra parte, Luna tu falta de respeto hacia nuestro credo empieza a ser molesta, por qué aceptaste trabajar para los jedi si tanto te molestan? Y Red, en serio te parece raro que dos jedi hablen entre ellos? Esperaba una conducta más profesional la verdad... los asuntos que tenga con Bak'tosh no tengo que airearlos si no afectan a la misión, para la próxima vez que tengamos un parón de varias horas quizás queráis que hablamos como un grupito de amigas tomando pastelitos.

Desde luego Alashla se esperaba algo más de sus compañeras, pero dado como se había formado el grupo y las dificultades para estar llegar hasta aquí, esperaba que la fuerza les acompañara.

Me cruzo de brazos.

- Verás, nunca he dicho que me moleste trabajar con jedis, en mi vida lo he hecho tan a gusto como con ellos, vuestra orden paga bien, o al menos lo suficiente para poder llevar una vida casi sin preocupaciones, y en general los asuntos entre ellos quedaban totalmente a parte - digo sin miramientos -.  Los de la moral elevada sois vosotros, nosotras nos podemos permitir la licencia de ser algo groseras y de exigir que, ante la caída de un centro neurálgico de la república en este planeta delante de nuestras narices podamos hablar todos en voz alta y sin ocultarnos datos, quizá os creéis lo suficientemente poderosos para ir por ahí meneando vuestro palo luminoso y acabar con, porque no, cualquier amenaza, pero nosotras estamos hechas de otra pasta, quizá más precavida, y en cuanto a lo personal, no suelo fiarme demasiado del terreno desconocido y este lo es, por eso me gusta que, con quien trabajo, no vaya cuchicheando, al menos delante de mí, podríais ser más discretos la próxima vez, yo que se, esperar a separarnos, entonces... y sinceramente, no habría problemas, pero lo que tengáis que decirlo entre vosotros podéis compartirlo con nosotras.

Se me nota molesta por la respuesta de Alashla, para comenzar por andar rumoreando entre ellos cuando ya estábamos listos para continuar, continuando por haber puesto en mi boca palabras que yo no había dicho. Si no me está gustando trabajar con alguien es solo con padawans a los que estoy comenzando a tomar como inexpertos niñatos que están de vuelta de todo cuando, hasta que salen de la academia, han tenido cobijo, agua caliente, alimento y seguridad.

Alashla crispo sus puños ante las acusaciones de Luna, se había pasado de la raya totalmente.

- Para manejar este "palo luminoso", me apartaron de mi familia de la que ya no tengo recuerdos! Está claro que nuestra moral es elevada si tú sólo te mueves por dinero, yo estoy aquí para luchar contra el ejército droide y salvar a la gente de república! Puedes coger ese comunicador y hablar con los separatistas por si te hacen una oferta mejor, pero mientras estés aquí se acabaron las faltas de respeto a la orden!

A la togruta le temblaba la mano sobre el sable laser, no había luchado contra los droides para que una piloto mercenaria le fuera dando lecciones.

ajena a todos y enfrascada en comunicarse con el consejo Jedi Lika llega al panel de comunicaciones tal como Red le había solicitado, ella en primer quizo descubrí que mensaje recibió del consejo y por ello se puso a trastear los controles. 

Probablemente más que por un golpe de suerte o por las acciones de Red en el panel de la sala del mapa donde están los demás logra activar los controles de comunicación y lo que escucha la golpea de una manera significativa que ella no esperaba. 

Sin escatimar o reparar en sus acciones comunica a todos

 -Alashla! Bak'tosh! No puede ser!... Vengan ! Rápido! Todos! Esto no puede ser posible!...- el mensaje fue emitido desde el comunicador de la base por lo cual todos escucharon el llamado de Lika.

Me voy a poner a hablar, e incluso abro la boca para contestar a la togruta cuando, en la megafonía de la base la voz de la tercera padawan resuena, proviniente, del centro de comunicaciones de la base.

- Que... - digo cortándome antes de lanzar la maldición que iba a soltar casi más como una costumbre que como una forma de cortarme el impromerio al aire.

Comienzo a caminar a paso rápido esperando que el resto también me siga.

Seguro que Luna iba a decir algo cortante, pero por esta vez todo quedó eclipsado por el aviso, sin decir palabra voy corriendo al centro de mando.

-Respondiendo a sus preguntas y puntualizaciones -dijo sin levantar la voz, como en ella solía normal y volviendo a la formalidad de trato de "usted"-. No he tenido salida de tono alguna, mi voz no ha variado en su dicción y entonación en todo momento.

-Sigo. Sí, me parece raro que en un cuarto donde hay cuatro personas dos cuchicheen sin dar explicaciones, aunque solo sea para decir que era cosas de padawans sin importancia -siguió explicándose la oficial.

-Y con respecto a mi conducta, es de lo más normal y, sobre todo, profesional... desde que les conocí. Todo lo he he hecho en beneficio del grupo y por el bien de la República, aportando todos mis conocimientos y profesionalidad en ello. De hecho, como bien sabe, tiene los cauces normales de la República para poner una reclamación respecto a mi profesionalidad y actitud.

Red miró a Alashla tranquila, como ella era cuando la cosa se ponía tensa. -Pero, lo que más me intriga es su comportamiento, pues solo por esa recriminación, en vez de aclararla se pone a la defensiva. No voy a desconfiar de un fiel y leal servidor a la República como es la orden Jedi y sus padawans, y achacaré esta discusión a la falta de experiencia y trato con otras personas. Por esto me disculpo, por que no he tenido en cuenta su edad y experiencia. Pero usted debería también meditar en nuestras motivaciones para pedir una explicación.

-Espero que con esto haya aclarado mi postura, mis motivaciones y mi profesionalidad.

Red se quedó mirando a Alashla sin ninguna mueca en su cara, ningún sentimiento, nada.

Entonces, Lika les llamó la atención de todos. Algo había pasado, algo en la sala de comunicaciones. Al escucharlo Red se acercó como todos hasta donde estaba su compañera.

El togruta asintió lentamente a las palabras de Alashla, desviando después su atención hacia Luna y Red, sobretodo hacia la primera conforme la discusión entre su compañera de raza y la zabrak aumentaba por momentos, provocando en el padawan un lento suspiro de molestia por la discusión.

-Lamento si parecia una especie de confabulación, mas solo hemos comentado lo raro que nos parecia el que esto se informase unicamente al canciller de forma directa y no tambien a los jedi al ser quienes, a fin de cuentas, se encargan de liderar al ejercito de la republica -explico con paciencia Bak'tosh conforme sus ojos variaban entre los de la zabrak y la oficial- Nosotros somos padawans, es por tanto que esta información quizas se sepa en el templo y nosotros no tengamos ni idea, cosa que seria bastante normal, lo unico que se había comentado entre nosotros era lo ya mencionado. Lamento, al menos por mi propia parte, si ha dado pie a una tensión innecesaria y les ofrezco mi mas sinceras disculpas por ello.

Bak'tosh alzó la mirada al oir la voz de Lika, inclinando la cabeza al resto del grupo para invitarles a ir a ver que ocurria, caminando el con la cabeza alta y las manos a la espalda, con la conciencia tranquila al menos en aquella situación.

Llegan a centro de comunicaciones y Lika está de pie como apoyada a la pared. Todos los Padawan siente una perturbación en la fuerza y Lika entiende aún más el mensaje que recibió de su maestro.

El mensaje está en bucle constante

- Lika es urgente que te ocultes tanto como puedas... El supremo cancillería, nos ha traicionado... no me busques reúne a cuántos de los nuestros puedas pero alejate de los clones porque nos están atacando!...- ​​​​​​

El comunicado se repite y no dice más nada...

Conforme nos acercamos al centro de comunicaciones aprieto el paso, al llegar la escena me parece, cuanto menos, perturbadora. Con la padawan humana escuchando en bucle un mismo mensaje muy revelador, apoyada en la pared, está claro que algo bueno no está pasando.

- ¡Mierrrrrdaaaa! - suelto al procesar el mensaje que ha recibido Lika.

El canciller supremo parece haber traicionado a los Jedi, y parece que el ejército de la república, al menos los clones se han vuelto en su contra. Miro a Red con cara de incógnita, sin comprender que está pasando, quizá ella lo haga, aunque no tuviera ni idea de lo que se pudiera estar cociendo.

Alashla golpeó con fuerza la mesa del centro de comunicaciones, no podía creer lo que estaba pasando, primero descubren está instalación que sólo informaba a Palpatine, ahora resulta que había usado a los clones para atacar a los jedi, con gran éxito por la perturbación de la fuerza que la había sacudido antes...

- Hay que contactar con el resto de maestros! Antes de que sea demasiado tarde! - el miedo se escapaba de las palabras de la padawan, cuantos quedaban vivos?

-...ese mensaje es de hace más de una hora, hay otro mensaje, anterior a ese, pero no he podido desencriptar, no acepta el código de mi maestro... Puede que sea de otro destinatario...- aqueja Lika con mucha tristeza en su rostro.

- Espera espera... - digo llevándome una mano a la cabeza como si estuviera asimilando algo - si los jedi estáis bajo ataque de los mismos clones a los que dirigís, les gustará mucho saber donde estáis, ¿cierto? Si contactamos con vuestros maestros, acabaremos dándoles el punto exacto de la galaxia donde estamos, parece que este planeta fue abandonado por la República ya hace mucho, deberíamos buscar a más colegas de los vuestros de una manera más tradicional, usar canales de comunicación ahora no parece seguro, es posible que estemos poniéndonos una diana en el culo que diga "Bombardead aquí" y no creo que vuestros maestros quisieran eso - explico -. ¿Tú que opinas Red?

- Un padawan no necesita un comunicador para saber como se encuentra su maestro, así que alejad esos miedos, tengo que concentrarme - maestro Hodrau donde estas? 

La togruta deseaba con todas sus fuerzas que enmedio de este caos aún se encontrara bien.

-Esto... Esto es... ¿Posible? ¿Enserio que el canciller y el ejercito clon nos han...? -dijo el togruta, parpadeando sorprendido por ello, intentando asimilar lo que estaba ocurriendo gracias al mensaje del propio maestro de Lika. Sus ojos pasearon con cierto temor por la Zabrak, pero sobretodo se clavaron en Red, una oficial de la republica que estaba con ellos. ¿Quizas les entregaria sin dudarlo? ¿O bien esperaria el momento para ello? Bak'tosh frunció ligeramente el ceño, intentando concentrarse para conocer el paradero de su maestra, esperando que estuviese a salvo.

Alashla abrió de nuevo los ojos con visible alivio, al menos su maestro estaba vivo, pero no sabía donde estaba ni en que situación, pero seguían estando en una situación grave, primero abrazó a Lika, no imaginaba por lo que debería estar pasando, así estaba bien saltarse las normas del consejo.

- Es hora de reparar la nave y salir de aquí, si el ejercito clon se ha rebelado este sitio no es seguro.

Red escuchó con atención el mensaje para Lika. Su cara por fin reflejaba algo, preocupación, pero tampoco era muy palpabe ese sentimiento. Su mente empezó a pensar, recogiendo información que tenía e intentándo poner sentido a todo aquello. Aunque el revelador hecho de que esa base se comunicara con el Canciller Palpatine dejaba todo bastante claro.

-Ha usado a la confederación para crear una guerra...y para ganarla necesitaba clones...que manejaría para acabar con la orden Jedi... -musitó Red por lo bajo mirando a la nada.

Luego se irguió de nuevo y asintió a Luna.

-No, no podemos usar las comunicaciones. Sabrían que estamos aquí y vendrían a por nosotros. De hecho no estoy segura de que ya nos estén rastreando por desencriptar las comunicaciones que hemos oído -dijo pensando en que hubiera sido mejor no haberlas escuchado, aunque si no no habrían sabido lo que estaba pasando.

-Y otra cosa, ¿Quién sabía de esta misión? ¿Y para qué nos mandaron aquí? es posible que ya nos estén buscando siguiendo nuestra pista desde la base hasta aquí -dijo mirando a Lika que parecía la de mayor rango-. Es hora de que nos contéis el por qué de esta misión.

-Antes de marcharnos, yo pararía a pensar todo esto y el por qué esta base solo se comunicaba con el canciller ¿por qué era interesante para él? Quizás saquemos lago valioso para la orden que nos sirva para restaurar el orden.