Partida Rol por web

Ante la escena de aquel chico, se queda sería, espectante de que haría cuando se lanzara a por ella, pero su compañero acabó el trabajo.Así pues, siguió su camino junto con Trevor manteniendo sus sentidos alerta.Un gato un tanto peculiar aparece en escena, dejando tras de sí un cadaver brutalmente destrozado.Ivi se queda pensativa, si el gato no les molestaba, le daba igua su existencia, sin embargo, si se cruzaba por su camino, acabaría mal.

-Si ese ser no nos molesta, podemos seguir, en cambio, si nos entorpece el paso, lo pagará caro....- dice con su rostro inmutable.

-Es una buena idea. Sigamos.

El muchacho, que se detuvo un momento para observar la escena, vuelve a ponerse en marcha al lado de Ivi. Sin embargo, no había dejado de estar alerta ahora a sus espaldas y hacia delante, deseando llegar a un lugar mas abierto, donde poder ver y localizar a sus enemigos, donde no pudieran atacarlo por sorpresa..

-Es por esto, por lo que no me gustan los bosques...

Comentó, completamente serio.

A medida que seguiáis caminando, notabáis como algo os seguía entre las sombras, pero, aunque miraséis de reojo, sólo veiáis charcos de agua de color negro por la luz de la Luna reflejada en ellos...

-¿Oyes eso?...

Murmuró el chico, sin girarse.

-Tendremos que avanzar algo mas rápido, si queremos no tener que luchar..

Tras lo mismo, el muchacho comienza a avanzar mas rápido, cogiendo de la mano a la muchacha y tirando de ella, comenzando a avanzar a pasmosa velocidad. Esperaba que su condición de superhumano consiguiera arrastrar a la muchacha consigo hasta el fin del camino, tratando de visualizar ya el final del bosque..

En cuanto conseguís despistar a vuestro perseguidor, os encontráis de nuevo con el gato de antes y eso os hacía sospechar algo sobre el mínino. Sin nada más que decir, este os da un maullido amistoso y simpático...Como vistéis en el niño de antes...este gato podría ser algún tipo de monstruo, no sabéis si fiaros o no, pues es extraño que el mínino haya llegado al mismo tiempo que vosotros a aquella parate del bosque en la que os situáis (en la mitad del camino)

-Dejalo en paz.

Comenta el chico mientras que aun le sostenia la mano a ella ahora cogiendola con el otro brazo por la parte interior de las rodillas para cogerla en volandas, corriendo a bastante velocidad y ahora flexionando las rodillas para saltar, apoyándose en un arbol cercano para una recepcion limpia, saltando a algo de distancia de aquel gato que les habia interrumpido el paso, y volviendo a colocarla en el suelo, sin dejar de correr.

-Disculpa no consultartelo, pero no quiero mas problemas.

Comentó, sonriendo misteriosamente.

-No importa.Lo importante es que cada vez estamos más cerca del castillo...- comenta colocándose bien la armadura, que trás la brusca decisión de su compañero, se le había salido una pieza.

-Sigamos y esperemos que esa estúpida criatura no nos siga más...- termina por decir.

Se mantiene sonriéndole algo, con un gesto algo pícaro.

-Tampoco es que hayas puesto resistencia alguna, muchacha...

Comenta, aun avanzando a aquel ritmo, esperando encontrarse algo o alguien delante de ellos..

-Si deseais llevarme en brazos mejor para mí, así no andaré tanto y me cansaré menos...- le explica ante su constestación.

-Pero no vaya a agotar todas sus fuerzas, a ver si luego no podrá ni levantar su escueto látigo....- le dice con una leve sonrisa algo maligna.

Después de estar un buen rato caminando, llegáis a la puerta de entrada del propio castillo. Con tan solo contemplar el inmenso portón, os recorre un incómodo escalofrío por la espalda, pues...aquel castillo perteneció a Drácula en un pasado no muy lejano y aún se podía pir, respirar y sentir la maldad del principe de la noche...estando muerto podiáis notar su esencia con tan sólo aproximaros...

-Magnífico castillo....una lástima que produzca tantos escalofríos.Necesitaría una limpieza de espíritus malignos y ya sería perfecto...- comenta algo asombrada por tal monumentalidad de castillo.Sin duda era digno de pertenecer al príncipe de la noche.

-Tranquila. De eso nos ocuparemos nosotros mismos.

Tras aquello, queda un momento observando el gran castillo. Un castillo imponente. Un castillo al que le rodeaba un extraño aura de malignidad. Sin embargo, aquello no conseguía hacer retroceder al Belmont, quien despues de unos segundos, se aproximó a la puerta y trató de abrirla.

-A partir de ahora, debemos de maximizar las precauciones. No te separes de mi nunca.

Dicho aquello, trató de abrirla con mas fiereza, empleando su fuerza paranormal para abrir tal grandiosa puerta que de otro modo no podría ser abierta...

Sin necesidad de poderes y fuerza bruta, las puertas se abren ante vosotros creando una especie de viento sobrenatural que envolvía la atmósfera tanto de dentro como de fuera del castillo...

Tratando de escrudiñar en la latente sombra, en el interior de aquel castillo, se aventuró algo mas hacia el interior de aquel lugar.

Retazos de oscuridad por todos los lugares, sin embargo, algo lo empujaba a seguir hacia delante, sin nunca olvidarse de su compañera, a quien habia dado ciertas ordenes que esperaba que cumpliera...

Tras aquello comenzó a avanzar mas ligeramente, atento a todo su rededor, buscando luz, algo en lo que apoyarse para ver.. algo en lo que apoyarse para purificar tal fortaleza.. para examinar todo el sitio.

-Mmm...parece ser que nos dan la bienvenida....- dice pasando al interior sin temor alguno de que se le apareciera hasta el mismísmo Conde Drácula.

Respira hondo, captando ese olor, ese ambiente a lugar cerrado y húmedo,a antiguo, a historia y a muerte.

-El enemigo está cerca....- dice casí murmurando, avanzando a pies de plomo, sin perder de vista su espalda.

En cuanto entratéis en el castillo, la estancia comienza a iluminarse sola, encendiendose automáticamente las antorchas que colgaban las paredes. A cada paso que dabáis, el misterio iba en aumento,, de pronto, os encontráis con una señorita por el pasillo, parecía estar sóla y de haberse perdido:

Ivi se para de golpe al ver una figura dibujarse más adelante.

-Esperad, mirad allí, parecer ser una mujer...- dice acercándose un poco más indentificando la figura.

-Puede ser el enemigo camuflado, o incluso el mismo enemigo, que nos envía a uno de sus lacayos...- le explica a Trevor ya alerta de lo que pudiese ocurrir.

Semejante espectáculo se cernía sobre ellos en aquel momento. La estancia comenzaba a iluminarse: Los rayos de luz emitidos por el fuego brillaban desde las paredes, sin llegar al lejano de aquel lar. Sin embargo, aún había oscuridad en algunos rincones.

Observó con cautela, entonces, los rasgos femeninos de una mujer que ahora se postraba ante sí. No mostró gesto alguno, mas se acercó a ella con toda la seguridad que cabría esperar de uno de los belmont. Una mano dirigida hacia su cintura, donde descansa el mítico arma de los Belmont. La otra descansa relajada y moviendose por inercia en cada movimiento que el aportaba a su propia anatomía.

Sus iris, cuando estuvo lo suficientemente cerca, se clavaron en los de la muchacha.

-Hueles a vampiro...

Comentó, con frialdad, aun mirándola a los iris, inundando los de la muchacha de la infinita claridad de sus propios ojos, purificándola por dentro sin siquiera haberla tocado. Aunque no mostraba gesto alguno, en su interior sentía infinita oscuridad por aquella muchacha... parecía, sin embargo, tan humana..Su figura se postró aun mas erguida frente a la joven, dejando que su propia aura invadiera la zona. Dejando que la propia muchacha la sintiera.

-Contesta sin dilación, o tu muerte será inminente. ¿Quien eres, qué haces aqui y porqué estás en este castillo?

La muchacha empieza a sentir algo de miedo por las palabras y los gestos amenazantes de Trevor y se cubre los ojos con su flequillo para que no se les pudiera ver.

Mi...mi nombre...es Nathalia Norvenda...de la casa noble de los Norvenda...he venido a entablar cuentas con Isaac, el forjador de demonios que está en este castillo, ¿lo habéis visto por la zona...?

Le comento muy nerviosa al joven cazador sin dejar de temblar al ver a la vista aquel porte amenazador.