Partida Rol por web

Vaya, desaparecieron Lucio, Salva y el pendrive que se llevó. ¿Qué os parece? ¿Quién confía en un cainita?

El engaño le dejaba una sensación desagradable, pero estaban vivos al fín y al cabo. Habían cumplido la misión de encontrar a Lucio, otra cosa eran los planes que tenía el propio Lucio. No se le podía obligar a volver a Madrid si él no quería.

Vayámonos de aquí antes de que aparezcan más problemas y contemos a Sor Ángela lo que hemos visto.

Y se dispuso a marcharse, no sin antes examinar nuevamente la dirección que marcaba la brújula, solo por si acaso.

Parpadeo en cuanto la oscuridad nos libera, y trastabillo hacia adelante, aturdida.

-Dos cosas -jadeo, abriendo mucho los ojos- Una, he visto el suficiente porno como para saber que hemos tenido suerte con estos tentáculos. Y dos, en otra vida fui una lasombra muuuuy antigua, y más o menos reconozco este poder. Así que cuidado con destapar las aventuras de los Amantes de Teruel, a ver si van a venir un par de tentáculos de alquitrán a darnos "amor" una noche.

Jacobo sacudió primero las volutas de sombras que empezaron a nublar la estancia, y después las que se aferraron a él. Cuando desaparecieron, volvió a hacer lo mismo, inspeccionándose una y otra vez para asegurarse de que no quedara nada encima de él. ¿Qué cojones? ¿Dónde estaban esos dos? ¿Por qué había hecho eso? 

Negó la cabeza ante la propuesta de Hamal. 

—No. Tenemos la brújula —le observó, mirándola— ¿Funciona? Si vamos a llamar a la monja, que sea sabiendo donde esta Lucio. Que luego ellos se arreglen como vean. 

Llevó la mano a su cara, para estrujarse el ceño, y se encontró la máscara en su lugar. Joder. 

—¿Por qué han hecho esto? Quiero decir, ¿no es porque son gays, no? —¿lo sabría sor Ángela?— Y si Salva sabía que este era el plan, ¿por qué no insistió en llevar él la brújula? Todavía podemos encontrarles con ella. 

Después sacó el móvil, y acarició la pantalla varias veces, con la mirada atrapada en su fulgor. Había otra persona que, tal vez, podría ayudarles. Al fin y al cabo, les había traido ahí dentro. 

Bueno, al menos habíamos salido ilesos. Un buen premio para lo que se podía avecinar.

- Lo primero es salir de este lugar asqueroso, que sino voy a salir por la calle oliendo a chozuno, salvo que alguien sepa como rastrearles. ¿Es que nadie hizo la copia del pen? Es posible que Salva estuviese vinculado por sangre, de ahí que nos hayamos comido todo el engaño. O quizás Salva ya sabía que lucio caería, y espera que le sigamos. No tengo muchas ganas, si se enfada nos destripa como a un conejo un cazador. Ahora es cuando me dirás Jacobo que tu rostro es el de un conejo, que bien acertado.

- Y- luego... tenemos que hacer algo con Olivia, pasarla por la peluquería o algo así, a ver si podemos comprarte un disfraz decente. Bueno, si es que el corte de pelo te dura, que va a ser que no. Tendrá que ser una peluca.

- Y- luego... tenemos que hacer algo con Olivia, pasarla por la peluquería o algo así, a ver si podemos comprarte un disfraz decente. Bueno, si es que el corte de pelo te dura, que va a ser que no. Tendrá que ser una peluca.

Pongo los ojos en blanco. 

A la mierda.

Saco el móvil del bolsillo del pantalón, y tecleo el número de casa, esperando que a estas horas salte el contestador.

-Hola papá, soy Olivia. No estoy muerta. Deja de puto empapelar la ciudad con mi cara, coño, que tengo cosas que hacer y no me dejas pasar desapercibida. 

En cuanto cuelgo, me vuelvo a guardar el móvil en el bolsillo y doy una palmada.

-Bueno. ¿Entonces vamos a dejarles con el culo al aire? Pobrecitos, está claro que van huyendo de esa monja horrible. Y eso explicaría por qué Salva se había vestido de traje para venir. Qué mono, se había puesto guapo y todo. -Definitivamente, muy fan de Lalva. No, tengo que encontrar un nombre mejor- De todos modos, ¿alguien sabe dónde para la plaza de la luna? Salva tenía un selfie ahí, de una polaroid.

¡Olivia! Qué alegría hija, dónd... 

cuelgas

Hamal frunció el ceño.

- La brújula funciona pero ¿Por qué habríamos de seguirla? Ya hemos encontrado a Lucio una vez y no ha venido con nosotros ni tampoco nos ha enviado ningún recado para el Principe o sor Angela. Así que, suponiendo que volviesemos a dar con él, ¿qué haríamos? Lo más próximo a una respuesta que tenemos es Marta, pero a Lucio tampoco se le habrá pasado por alto que podamos querer interrogarla. También es raro que nos hayan dejado la brújula, Salva sabía que la teníamos, desde luego.

Se encogió de hombros antes de concluir.

- Por mi parte hemos cumplido la misión y solo queda decír lo que hemos presenciado al Príncipe y a sor Angela. Si quieren que hagamos algo más, que nos lo digan ellos mismos. Siempre podemos volver mañana si lo consideran necesario.

Jacobo observó atónito como su hermana llamaba a su padre y le ponía sobre su pista. ¿Pero qué cojones? ¿Te has vuelto loca, Oli? A veces olvidaba que sí, que lo había hecho. ¿Qué coño pretendía haciendo eso? Si la idea era que papá perdiera el interés y se olvidara de su hija, él pensaba que acababa de conseguir exactamente todo lo contrario. Por un segundo barajó la idea de quitarle el móvil, pero no, él no era su padre. A él, visto lo visto, le verían pronto. 

Soltó un suspiro largo y pesado, de esos que sabía que incomodaban a su hermana, y después escuchó a lo que tenía que decir Hamal. 

—Yo, sinceramente, preferiría llamar por teléfono antes, no vaya a ser que los muy cabrones nos hagan volver. Supongo que la monja tendrá un teléfono, ¿no? Sino, que alguno se ponga a rezar y le pida a Dios que transmita el mensaje. 

Después bajó la mirada a la pantalla de su propio móvil, que todavía tenía en las manos, y siguió buscando. 

¿Ir tras ellos? Sin ordenes no. Olivia está loca y eso de llamar a su padre ha sido una majadería, nos puede costar caro, pero tiene razón en que los amantes son peligrosos.

- Yo ... podría hablar con mi sire. No creo que le importase mucho preguntar al Príncipe o darme una deducción lógica de que es lo que pasa por su cabecita de sangre azul. Prefiero tratar con uno de mi clan antes que con la monja de las sombras. Tengo tan pocas ganas como tu Hamal. Por mi nos largábamos y no volvíamos... pero me da que no. Si Salva no quisiese que lo rastreasemos, se habría quedado la brújula. Posiblemente quiera que le sigamos, lo que no sé es de que parte está.

Hamal se mostró de acuerdo. No podían descartar que Salva estuviese vinculado y actuase contra su voluntad. Tampoco era del todo descartable que hubiesen presenciado un montaje. Apenas conocía el alcance de las disciplinas vampíricas, pero había oído hablar de vástagos capaces de confundir la mente de otros y aparecer ante ellos con la apariencia de cualquier otro.

- Claro Rebeca. No perdemos nada por hacer un par de llamadas. Hablaré también con mi Sire. Que alguien llame al Príncipe y a sor Angela.

A Hamal se le antojó que parecían chiquillos preguntándo cosas de lo más básicas a sus padres... pero es que eran chiquillos recién nacidos en el mundo de los cainítas.

Me encojo de hombros, mientras todos sacan sus móviles.

Que casualidad que tengamos todos batería, cuando anoche nadie se le ocurrió poner a cargar el suyo. O a lo mejor es una de esas acciones que haces pero no describes, como ir al baño. Aunque ninguno de nosotros va al baño, en teoría.

Sin embargo, me pongo un poco triste. Ojalá mi sire tuviera móvil.

-Tíos... -reflexiono- si Lucio quería tanto a Salva, ¿por qué se fue sin él? ¿Contaba con que le encontrara? ¿Y qué pintamos nosotros en todo esto? ¿Alguien sabe dónde está la plaza de la luna? Salva tenía un selfie allí. A lo mejor es una pista o algo así.

Que obsesión con la placita. Ahora mismo eran otras cosas más importantes. Podía llamar a mi sire... pero primero rebusco a ver si por algún milagro tengo el número del príncipe.

Hammal marcó el número de su Sire y le contó lo sucedido.

-¿Qué opinas?¿Hemos visto algo auténtico o hemos visto a un falso Lucio?¿Debemos seguir buscandole?

El sire de Hamal responde al otro lado del teléfono...

- Eso es lo que pasa cuando conviertes a gente que no encaja, tienen que buscarse a otros raritos con lo que encajar, encajar, jeje. Por lo que me cuentas utilizó el sudario de la noche con vosotros. Bueno, Lucio no creo que sea mucho más poderoso que eso, más bien taimado y subversivo, pero si utilizó poderes de Lasombra y Salva le comió la boca. Imagino que sí que suena como al verdadero Lucio. Uf, qué ganas tengo de que la monja se entere que su hijo es maricón. Si no fuera una Lasombra te pediría que me lo grabaras. Jeje, qué loco está el mundo...  

Sí, aquí está, el número que me dejó mi sire en caso de que quisiera contactar con el Principe. 

No puedo dejar de darle vueltas a la puta foto. ¿Será que el DM no la describió lo suficientemente bien? Intentaré visualizarla de nuevo. 

Ok, se ve a Salva, tirado en el suelo sobre la losa de la Plaza de la Luna, es una especie de selfie, pero espera un momento... sus dos manos salen en la foto, si él no está sujetando la cámara...

Por lo que dijo su Sire, habían visto al auténtico Lucio. Poco podían hacer entonces. Desde luego era una locura tratar de llevarlo a Madrid contra su voluntad. No obstante, antes de dar por terminada definitivamente la expedición, llamó al Principe, le contó lo ocurrido y le preguntó si debían hacer algo más o si podían dar por finalizado el encargo.

A ver, voz en mi cabeza. Lo primero, yo nunca los llamo DM, sino "master", o, como mucho, "jefe". Y segundo... ¿por qué no dejan de ignorarme? Soy la única que tiene una pista, y nadie ha querido contestarme, y eso que he hecho dos veces la misma pregunta.

Y tú, Hamal, empieza a interpretar con diálogos en lugar de narrarlo todo...

Digo... ¿qué?

Cansada, saco mi propio móvil del bolsillo y busco yo misma la dirección de la plaza de la Luna en google. Lo raro es que tengamos cobertura aquí abajo, pero no seré yo quien nos ponga palos en las ruedas.
Ah, pues si está en Madrid. Joder, vuelta para allá. Resignada a que mi propio equipo me tome por el pito del sereno, yo misma empiezo a desandar el camino de vuelta.