Partida Rol por web

Corro hacia el baño de donde salían aquellos gritos y me quedo estupefacto al ver a aquellas criaturas. Aprieto fuertemente mi mochila y el cuchillo. Trago saliva y murmuro en voz baja.

-Hay que retroceder con calma... en silencio...

Coloco el brazo con la mochila frente a mi, y mantengo mis ojos en la criatura más grande.

Había corrido todo lo que había podido, preocupado más por la chica que por sí mismo, seguramente fruto de la adrenalina entre la carrera, los gritos y todo el caos de alrededor.

Cuando llegó allí y vio lo que había aterrado a aquella gente su rostro se quedó helado. Sus ojos abiertos como platos pasaban de una cabeza a otra de la gran bestia mítica que se alzaba frente a él.

-Cer… cerbe…¿ ro?- la fiel bestia del dios del infierno… que hacia ante él. Apenas se fijó en los cadáveres, los muertos eran algo real, aquella bestia no, y solo tenía ojos para ella. No estaba soñando, eso seguro.

Había cientos de pensamientos que pasaron por su mente en un instante: Terror, miedo, locura, curiosidad, incredulidad, excitación y… ¿alegría?

Una sonrisa surgió en su rostro sin darse cuenta, una sonrisa que tenía todos esos pensamientos en uno. Al ver a Sophie volvió en sí.

Bien, genial, es cerbero, el perro de Hades, claro- Pensaba con ironía y una pequeña dosis de locura- Si no hago algo acabaré como ese cuerpo de allí- La dosis de locura iba en aumento.

Quería correr y salir de allí, con que arma se iba a enfrentar a  semejante monstruo, ¿acaso había algún arma que venciese a un mito? Su intención era coger del brazo a Sophie y salir de allí corriendo con ella.

Mi primer pensamiento fue quedarme algo sorprendido, no sabia como aquella criatura había aparecido sin que se hubiera activado la alarma pero no habia que perder el tiempo....los pasos de más gente solo hicieron  que distraerme brevemente, al girarme vi que un grupo de gente que habia venido a ver el origen del escandalo.

---Idiotas...- mascullo entre dientes y me giro mirandoles con suficiencia y desden - ¡¿Acaso quereis morir?! ¡¡¡LARGO DE AQUI AHORA MISMO!!

Me giro  mientras saco un palo largo de mi cazadora.

---Menudo dia de descanso....Esael- digo para mi más que para los otros mientras el palo se transforma en un cuchillo brillante como por arte de magia- Brett!!! cubreme!!!!- grito mientras me lanzo contra el cerbero dispuesto a acuchillarle antes de que cause más victimas mortales.

Lissa estaba fuera y eso era un alivio para la joven Sophie. Cuando llegó a los baños no pudo evitar agarrarse a la puerta con fuerza, sus ojos se abrieron por completo y su piel palideció, borrándose por primera vez su característica sonrisa y mirada risueña. Abrió los labios queriendo decir algo, pero sólo consiguió sacar un sonido mudo. Sus ojos no podían despegarse del cuerpo sin vida de su amigo. A ella no le sorprendía ver algo fuera de lo que la gente consideraba normal... Pero jamás se había imaginado que llegaria el día en que ese otro mundo se llevaría a una de las personas que más risas le había dado.

Los gritos de Mikel la sacaron de esa especie de burbuja. Lo miró fijamente durante unos segundos, quería mandarlo al infierno, pero simplemente volvió su mirada al perro infernal. No iba a discutir, no con esa persona, no en ese momento. Se llevó el dorso de la mano hacia la mejilla y se limpió las lágrimas, no sabía cuando había empezado a llorar, tan sólo notaba la presión del pecho y como una ira le subía desde lo más profundo de su ser. Iba a dar un paso al frente, pero entonces notó que algo o alguien la sujetaba, se giró sin dudarlo y sus ojos se encontraron con los de Craig, quiso sonreir, pero simplemente apoyo la mano contraria en la mano de él.- No puedo irme sin él.... - Llevó la mano hacia el colgante, susurrándole algo sólo a él. 

Sophie acarició el colgante y tras eso le susurró. 

- Cumple con tu cometido, ven a mi, ayúdame a devolver a este ser a su lugar. 

Ante el primer avance del apuesto chico rubio, el lobo gris se interpone con un veloz movimiento, embistiendo al joven quien sale proyectado hacia una pared, cayendo al suelo, pero aparentemente sin lastimarse. Movimiento que aprovecha el el cerbero para tomar al lobo por una de sus patas traseras con su fuerte mandíbula, lo sacude un par de veces, el lobo da unos leves aullidos de dolor mientras es echado a un lado por el demonio. Sangrante, dolorido y ahora cojo, el lobo hace lo que puede para levantarse pero se ve seriamente lastimado.

El cerbero vuelve a encaminarse hacia el chico que fue salvado por el ahora herido lobo. Justo en ese instante comienzan a parpadear las luces de toda el área del baño y a medida que encienden y apagan se visualiza una especie de ventana en uno de los espejos del baño.

La ventana se "abre" y tres entidades obscuras salen de ésta haciendo camino hacia la escena....

Craig no se enteraba de nada. Pese a que una parte de él estaba excitada por aquella acción y aquel escenario de locura, otra quería salir corriendo de allí.

Inusitado en él el coraje que demostró al no salir corriendo directamente. En las historias el caballero jamás dejaba sola a la doncella, aunque su vida estuviese en peligro. Y en las historias el caballero recibía heridas por salvarla, pero no moría y siempre la situación se le volvía más favorable tras demostrar su valor.

Ojalá esto fuera como las historias- pensó- aunque seguro que no… y acabo mal- pensó con amarga ironía. Aun así se mantuvo firme.

-Sophie… no puedes hacer nada por él- ¿Qué iba a hacer una adolescente contra Cerbero?- pero sí por ti. ¡Vamos!- Le tendió la mano, quería sacarla de allí cuanto antes y él también quería alejarse. Entre el lobo, la bestia, el tipo con el palo/cuchillo mágico, el otro con el cuchillo de cocina y ahora aquellas tres entidades de las que no quería saber nada… a una señal de la chica, la llevaría aunque fuera en volandas lejos de allí.

Creo que te irá bien.

- Yo... Yo no... Pero ellos... Ellos sí... -Estaba pálida, aún más si eso era posible. La joven dio unos pasos vacilante y se sujetó a Craig para no caerse de rodillas. Aún así la joven señaló ligeramente hacia las sombras que se aproximaba. Tomó aire y con la voz firme les dio una simple orden. - Ir a por él. - Dijo señalando al Cerbero, tras eso se medio dejó caer sobre el marco de la puerta.

Sabía lo que tenía que hacer. No sabía que pero fue como un impulso. Quizás tuviera que ver con lo que abuela decía sobre tener cuidado con los espejos, alguna película que había visto, o quizás el hecho de tendría pesadillas. Es por ello que al ver aparecer esas cosas en el espejo arrojo rápidamente mi cuchillo para romperlo. Si esa cosa actúa como portal, quizás el destruirlo impida que terminen de traspasar.

El espejo se rompe, pero el marco continuó su curso de apertura, permitiendo que lo que fueran esas cosas continuaran su curso. Si bien usaron el espejo como medio para cruzar, su ruta no estaba limitada a este elemento propio del misticismo de tantas culturas, su hilo de conexión con este plano es diferente.

Craig no pudo convencer a la chica. Vio como esta hacia algo y casi se desvanecía, por lo que la agarro por miedo a que se cayese. No entendía nada de lo que pasaba. Sophie de repente… ¿daba órdenes a aquellos espectros?

Craig la sujetaba aun de los hombros mientras veía toda la escena- Al final si que va a resultar que es una de aquellas criaturas que aparecen en los bosques con poderes extraños- pensó al recordar su primera impresión de la muchacha.

Sin embargo, el otro chico que le había seguido con el cuchillo, lo lanza de repente contra el espejo. ¿No les estaban ayudando aquellas sombras? ¿Acaso ese tipo estaba de lado del guardián del Hades?

Se quedó contemplando la escena con la boca abierta. Lo único que podía hacer era quedarse junto a la joven. Si se desmayaba saldría de allí corriendo con ella, le daban igual las sombras, el perro, y los chicos de los cuchillos.  

Al ver que aquellos entonces continuaban su aparición escupo por encima de mi hombro murmurando algunas palabras para prevenir el mal de ojo. ¿Qué diría la abuela en estos momentos?

Suena el ringtone que suele timbrar como alarma en tu móvil como emisión de alarma del instituto por actividad demoníaca.

Maldiciendo a Brett* por apartarme y por ello recibir una herida demoniaca hizo maldecir entre diente seguido de la aparición de los espectros al parecer convocados por la muchacha.

----Bruja....-pienso al ver como ella le da ordenes a los espectros para que ataquen al demonio cerbero, es en ese instante cuando recibo  la llamada de alerta del instintuto- Como siempre tarde, cuando salga de esta me van a escuchar...

Saco el aparato para echar un rápido vistazo  a ver la información que podia tener acerca del demonio y tras esto me marco una runa de invisibilidad con la estela para desaparecer y atacar desde un flanco aprovechando mi invisibilidad y mi sigilo.

En lo que la bestia busca a Mikel para encajarle el diente, éste desaparece en un rápido movimiento, los espectros se abalanzan sobre el demonio dos de ellos sujetándolos de dos de sus cabezas el tercero parece pasar entrar en la criatura, dejándola inmóvil por un instante, y saliendo de este en cuanto fuere propinada por Mikel una profunda estocada, quien aparece de repente a hundir su cuchillo serafín.  La bestia ruge de dolor, el lobo gris se esfuerza y se impulsa de nuevo hacia la confrontación con cerbero, pero éste es recibido por una de sus quijadas. Cojeando y expulsando "sangre negra" por la herida de su costado posterior, sostiene al lobo por la parte superior de la cabeza y lo zarandea de un lado a otro, "Brett" aúlla de dolor y al liberar una de sus cabezas ataca el cuello del lobo, arrancando la mitad de éste, dejando expuestas la parte osea de esa región. 

Un mar de sangre, cuerpos inertes, frustraciones.... Los espectros se forman entre el demonio y las personas de la puerta. Y la criatura trata de sostenerse en pie, resbalándose una y otra vez por la parte posterior con su propia sangre.

Escupo hacia un lado y reacomodo mi mochila en el hombro para salir corriendo de los baños. Necesito más cubiertos y tal vez un par de platos.

Suelto un rugido cabreado al ver como el cerbero se ensaña con Brett hiriendolo de gravedad severa.

---Estupido seis ojos, estoy aqui!!!!!!!!!- grito al cerbero  mientras en la segunda mano empuño otro palo similar al pre-cuchillo- ¡¡¡Daniel!!!- grito mientras un segundo cuchillo aparece y con ambas armas comienzo a acuchillar al monstruo sin cesar buscando rebanar aquellas cabezas tan odiosas, tenia que acabar rápido para comprobar el estado de mi compañero.

La joven no pasó por alto la acción del desconocido al lanzar aquel cuchillo contra el espejo, aún así no se mostró asustada, pues sabía que aquello no los frenaría, no después de ser llamados y no sin llevar acabo su cometido. La joven posó una de las manos sobre la de Craig, queriendo agradecer el que la sujetará y el que no saliera corriendo tras aquello ¿Por qué había entrado allí? ¿Por ella? Eso la hizo esbozar una leve sonrisa, era extraño. La mirada del otro joven que luchaba contra el Cerbero le dejó claro que no la veía con buenos ojos o quizás si.. Era difícil de saber.

Los espectros obedecieron a las órdenes, se movían rápido y sus acciones eran certeras cuando atacaron al perro infernal. Nunca antes había necesitado de ellos, por lo que incluso ella se mostró ligeramente sorprendida. Mientras observaba la escena no pudo evitar que sus ojos volvieran a encontrarse con el cuerpo sin vida de Thomás ¿Qué iba hacer? ¿Cómo se lo explicaría a su familia... O a Lissa? Aún notaba punzadas de dolor y presión en el pecho. Quería llorar, pero no podía simplemente hacerlo, tenía que ayudar, evitar que otros pasarán por lo mismo. El aullido de dolor del lobo la hizo miralo, el espectro había perdido el agarre y con ello el Cerbero había aprovechado para contraatacar al animal.

- Terminar con él. - No podía hacer nada por Thomás, fue por eso que se escabulló de los brazos de Craig, la joven aún parecía aturdida tras llamar a los espectros, pero aún así se movió hacia el interior del baño. Cuando Mikel apareció y atacó sin piedad al Perro infernal, la joven aprovechó para acercarse y llevar arrastras hacia uno de los lados del baño al Lobo, alejándolo de la bestia. Sin dudarlo se quitó la camisa que llebava sobre la básica y la colocó sobre la herida del cuello, intentando parar la hemorragia causada por el mordisco. 

Sentía el corazón acelerado y sus manos temblaban por muchos motivos, aún así se mantuvo de rodillas presionando, mientras confiaba en que los espectros terminarán con aquel ser sobrenatural. 

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