Bienvenido Consejero. Hoy tú vas a ser votado, así que espero que no nos lo tengas en cuenta. Es por un bien mayor. Lo que he dicho de la flauta es cierto, así que esta noche no tengo información útil.
Miré al Consejero y dije.- Tenemos dos frentes difíciles...
1. Que el Hada te sea fiel... aunque no sabe nada de nosotros, pero que te sea fiel.
2. Encontrar al puñetero quesero o nos atrapará a todos esta noche y todos caeremos en su hechizo.
Por suerte también han sucedido varias cosas a nuestro favor, la ida de la Abuela y el Dragón, ambos protectores, y por redoble la ida de la abuela protegida por el amor con Malos de Relleno.
El quesero es el príncipe. Lo pillé infraganti metiendo a tabernero y campesino en Cheeseland. Quien fuera que le mató su poder actuó después. Quizás al amanecer.
El Consejero miró al Hechicero con severidad.
- ¿Bienvenido yo? Bienvenido tú, que eres el nuevo. Yo ya estaba aquí: todo esto lo creé yo; antes, todo esto era campo. ¿Me puedes explicar qué demonios es eso de votarme?
Lamentablemente todos te van a votar. Yo no voy a insistir mucho más, pero Hada y Mago te calaron bien hondo. Si el resto se dispersa con buen Ladrón pues mejor, pero tengo una fachada de inocente importante que mantener
Tranquilos... Consejero, el Hada parece a ver mirado dentro de mí, pues ha dicho la palabra Travesuras que es mi habilidad, un niño travieso siempre hace travesuras.
Con lo que aunque todos te señalen, el hada trabajará a nuestro lado de encubierto. Si por votaciones cayeses acuérdate de seguir las mentiras que contaste en el mundo del agujero. Yo al igual que el mago os podía escuchar por mis travesuras, y nunca nos culpaste a nosotros. Sigue así, y al vencer hechicero nos traerá de vuelta a los caídos que estén a nuestro lado.
Aunque me inquieta saber quien ha podido matar a la abuelita y los malos de relleno a pesar de su protección por unión que yo mismo cree, para crear una forma de escape y adhesión entre los inocentes.
- Así es, Niño porculero: no os culpé. Señalé al Borracho, que, por irrecuperable, ya no era útil a nuestros planes, y al Príncipe, que gracias a mi retórica terminó siendo finiquitado. Y así es como este Judas me lo paga - añade señalando al Hechicero con un gesto de la cabeza - Pero no te preocupes, mal taumaturgo, que donde las dan las toman; ya te pillaré yo, ya... Mientras tanto, votaré al Buen Ladrón, a ver si así salvo el pellejo. Pero si no lo consigo, sabed que volveré. Y te haré la vida imposible, brujo: desparejaré tus mejores calcetines; interrumpiré tus estornudos; te esconderé las llaves cuando tengas prisa; te volcaré el tintero cuando escribas en tus grimorios; no encontrarás la paz en esta tierra hasta que hayas expiado tu traición...
Tras lanzar su maldición, el Consejero Vil se envolvió en su capa, envuelto en un aire de oscura dignidad. Y no dijo más nada.
Cubriste bien nuestros nombres, pero podías perfectamente haber dicho los nombres que conocías. Ya me había ocupado yo de sugerir que te interrogasen para garantizar mi supervivencia hasta el final. Después de todo, tú no podías dar mi nombre porque no sabías que ya era traidor. En cuanto al príncipe, tu detalle de pronunciarle fue agradable, pero innecesario. Ya habíamos volcado todas las sospechas sobre él.
- Sabía perfectamente que estabas entre nosotros, Hechicero: el Borracho me avisó de que te iba a convencer; lo sabía antes incluso de que estuvieras entre nosotros, como nuestro infantil camarada podrá confirmar. Veo que te crees más listo que yo, pero sólo eres un oportunista: tu orgullo nos traerá la ruina.
Consejero, me llamarás oportunista, pero conseguiremos lo que nos proponemos gracias a mi. Dejé caer la posibilidad de que el nuevo quesero sea el Buen Ladrón y ahora todo Cheeseland parece convencido de votarle a él en vez de a ti. La jugada es afirmar que él mató a dragón y robo la flauta al príncipe. En seguida haremos público lo que allí se habla si no lo hace nadie antes y te quitaremos de encima la votación.
Los muertos están intentando revivir a la abuelita, y yo estoy intentado hacer ver, que si ella vuelve, lo mejor es proteger al hechicero, que al poseer la caperuza puede investigar a los traidores supuestamente.
Por cierto, el hada me ha investigado, sus palabras acerca de las "Travesuras", delatan que me ha espiado, pues mi habilidad son las "Travesuras".
- Bien, eso suena más razonable - adujo el Consejero en tono conciliador.
- Esperemos que sea el Buen Ladrón quien caiga, y no yo. En cuanto al Hada, claro que no es de fiar; lo bueno es que no sabe nada de vosotros, y sí sospecha del Príncipe: cree que me ha engañado, y es mejor que siga creyéndolo.
- Niño, ¿a quién vas a votar tú? ¿Y tú, brujo?
El buen ladrón... es el quesero y pretende encerrarnos
Perdon, movil
- Pues tres votos llevará... espero que lleve alguno más. Aunque la princesita y su mascota, por algún motivo, ahora me odian... Quizá debería callarme: la plebe no está capacitada para valorar mis consejos.
Yo también voto al buen ladrón
Movil
La risa del Maligno resuena en la sala. Parece satisfecho.
Creo que vamos a tener que arriesgar con el Ladrón o el Campesino. ¿Qué pensáis?
Yo diría campesino... El Ladrón tiene más papeletas de ser ajusticiado entre todos.
La Abuelita morirá esta noche, por si sóla, su resurección es una artimaña de los muertos. Por cierto, cuidado, los muertos esta noche, pueden escucharnos literalmente todo lo que hablamos ente el bosque encantado.
Si no vamos a por el quesero, podemos ir a por el que menos nos guste, aunque mejor alguno de cheeseland