Las guerras contra Francia nunca están bien, unas veces las ganan ello, otras nosotro, pero lo que no cambia es el esfuerzo y la muerte de los soldados. Aunque esta vez, Alemania posee mejor equipo, mejor espíritu y mejor ejército que cualquier otro país sobre la tierra.
Pero aleja de momento esos pensamientos, volvemos cerca de casa, quizás un permiso tras la visita del Furher.
-Ese es el espíritu, soldado -asiente el capitán ante el comentario de Kurt-. Descanse bien, muchachos. Mañana regresarán a nuestra amada patria a servir a nuestro Führer.
El capitán saluda y abandona el barracón dejándoos a solas.
-Has llegado en un buen momento, Fleischer. No vamos a combatir por ahora y así podrás conocer mejor a tus compañeros y sus habilidades antes de entrar en la liza. No me gusta que los reemplazos lleguen sobre el campo de batalla.
Buenas noches a todos. Mañana nos veremos en la pista de aterrizaje. No se olviden que vamos a Münich a cumplir una misión y no de permiso.
El teniente sale también del barracón tras los pasos del capitán Loeber.
Salen los oficiales, dejamos el cafe y saco una botellita de licor que guardaba para ocasiones especiales. Lleno unos vasos y se los tiendo a los demás. Levanto el mio:
- Por volver un momento a casa. Aunque no estemos en nuestros hogares, nos rodearán los nuestros.
Apuro el contenido de un trago, el estómago se reconforta con el licor, aunque no puedo distinguir si es por el alcohol o por la emoción de volver a Alemania.
Kurt aceptó el vaso con una sonrisa, se alegraba de lo rápido que lo habían aceptado, esperaba su pasado en las SS no le trajera problemas.
-Por Alemania-miró a sus compañeros-y por nosotros!
Y de un trago se bebió el amargo licor, pensando en que volvería a su amada tierra dentro de poco.
Te puse una nota y me la borras? que dejes de poner al teniente, que no esta!!
Perdona, no he visto tu nota!!! No la he borrado, no se que coño habrá pasado.
Agarro con firmeza el vaso que me tiende Lahousen y me uno al brindis de mis camaradas de armas, levantando el brazo en alto para hacerlo.
"¡¡Por la Gran Alemania y nuestro ejercito!! ¡¡Larga vida al Führer Adolf Hitler!!"
Vacio el recipiente de un trago, con una sonrisa feliz en los labios, conteniendo el ardor que sube por mi garganta. Una vez todos hemos completado el brindis, le devuelvo el vaso a Lahousen y me giro hacia mis hombres, todavia sonriendo, aunque un tanto mas serio.
"Atención. Ya habeis oido a Herr Oberleutnan. Preparad el equipo y al catre. Nos esperan dias duros... no podemos fracasar, ¿Entendido?"
Dando ejemplo, saludo a mis hombres y me encamino hacia mi catre, preparando el uniforme de gala... y el equipo de combate...
"No pienses. Actua. Eres un soldado y tienes una orden que cumplir."
Brindo por mis compañeros, y despues me dirijo a recoger mi material, traje y equipo que tenga, cuando lo estoy metiendo todo en el saco me doy cuenta de algo, me giro y le pregunto a Rudolf,
-Señor, cree que podremos recoger nueva municion? en la ultima mision, agote las existencias y al final tuve que disparar con balas polacas, que ironia, balas polacas matando a polacos.... y quien sabe quizas hasta muriera el general... seguro que habria habido alguna investigacion si no llegamos a ocupar tan rapido este pais.
Sonrio al soldado Hastings antes de responder a su pregunta...
"Cabo Birnbaum en presencia del teniente. Con eso bastara."
Dejo lo que estoy haciendo, para encararme con mi camarada y, pensativo, continuo...
"Esta no es una misión de combate al uso, asi que, imagino, que no tendremos que cargar con toda la impedimenta... Sin embargo, los escoltas van armados y nosotros no seremos una excepción, Hastings. Si Herr Oberleutnan no se ocupa, me acercare personalmente a Intendencia."
Riendo, termino mi exposición, pasandome la mano por la cara...
"Aunque supongo que incluire navajas de afeitar y perfume... Tenemos que estar guapos para los chicos de las SS"
Me imagino que sera asi, ¿no, Director? El rearme y reabastecimiento de las tropas es automatico por defecto, excepto en circunstancias especiales, como misiones en territorio enemigo o tras sus lineas, retirada o sabotaje de las lineas de abastecimiento.
De todas formas, como no tenemos sargento, creo que es tarea de Birnbaum es controlar el estado del armamento, uniformes y equipo y transmitirselo al Teniente.
-a mi con que me dejen una posicion alta y un buen sitio para cubrir el terreno, creo que me valdra, aunque como bien dices, un poco de colonia y estar aseados no nos vendria mal para ligar en la ciudad.
parece ser que seriamos escoltas, eso no me gustaba, pq no daba distancia con el enemigo, pero habia tenido un emfretamiento directo y la verdad que estaba satisfecho, habia mantenido el tipo y les habiamos echo retroceder, que no podriamos hacer con unos inadaptados, y eso si aparecian.
- Si hacemos bien este trabajito seguro que nos dan un permiso, así que tratemos de dejar buena impresión, se ganan más medallas junto al estado mayor que en el frente.
Estar cerca de chicas, era un pensamiento muy agradable, aunque en ese momento las cicatrices de mi cara comenzaron a arder al rojo. Sería difícil, pero ya habría tiempo para disgustarse.
El equipo, es verdad que tendríamos que variar algo el armamento, ir hasta los dientes rodeando al Fürher no es aceptable en plena Alemania, otra cosa es en cualquier otro territorio, pero no en casa.
Cuando digan señores... como siempre listo para la Accion. ¡Heil Hitler! grita Karl esperando novedades.
Kurt ni se molestó en desacer su macuto, se quitó las botas y la chaqueta para tumbarse tranquilamente en el primer catre que pilló:
-Martin tiene razón, podemos salir muy beneficiados de esta misión-opinó con timidez, no dejaba de ser el nuevo- y una noche libre en Munich...pero claro si sale todo bien, no me ghustaría que acabaramos siendo los responsables d ela muerte del Furher.
Sí Rudolf, el rearme es automático. Con decir más o menos lo que queréis y si entra dentro de la lógica es suficiente.
Con curiosidad más que otra cosa, espero nuestra partida en el avión. Aunque esos trastos no me gustan, he de reconocer que son útiles, los Stukas han allanado mucho el camino de muchas unidades, aunque esta escoria polaca tampoco ha supuesto un gran reto a nivel táctico y estratégico.
Como equipo:
El mp con unos cargadores, pistola con silenciador por si hay que hacer algún trabajo delicado, cuchillo, un par de granadas (nunca se sabe) y un par de humo por si hay que crear alguna cortina y sacar al Fürher de un atolladero o para dispersar multitudes. Creo que no es muy raro.
Creo que solo habia silenciadores de rifles, no de pistolas, eso fueron mas tarde, que me corrija el master sino.
Al revés, silenciadores para pistola, no para rifles.
El día siguiente amaneció frío y un poco nevoso. El grupo se dirigió en camión hasta el aeropuerto en donde algunas pistas aún estaban siendo reparadas después de los bombardeos. En una de ellas se encontraba un Junker-52 que estaba siendo inspeccionado por los mecánicos y que os llevaría hasta Münich. El teniente Dirck ya se encontraba cerca de la cola del aparato. El oficial vestía el uniforme de gala con la pistolera de la cadera como única arma visible.
-Buenos días, muchachos, ¿listos para el viaje? He oído que el tiempo está empeorando y tendremos un viaje movidito.
Cuando sali del cuartel tuve la certeza de que iba a ser un dia pasado por agua. Siguiendo las instrucciones del teniente, me he puesto un uniforme limpio y bien planchado... "... Que llegara echo una sopa... mierda" En un macuto llevo el resto de mi equipaje. En la cintura mi Lüger y al hombro, el Maüser. Tan pronto reuno a mis hombres, saltamos al camión rumbo al aerodrmo.
Formo a mis hombres frente al tenienta, saludando marcialmente. No puedo evitar sonreir, satisfecho, a pesar del ambiente general.