Partida Rol por web

Me separo un poco del grupo, ya entretenidos en sus discusiones. Las cosas no pintaban bien por aquí, el domino alemán es latente, sobretodo viendo que estamos en frente abierto completamente. Es cierto que los italianos se suponía que estábamos con la Alemania de Hitler, pero la cosa no era tan fácil, para nada; de hecho, en la Divizione todos sabíamos que los papeles giraban, e Italia, como ya ocurrió en la Gran Guerra, movía papeles, a posiciones más interesadas para Mussolini y por ende, para todos los italianos.  Había concertada para Octubre una reunión entre nuestro Jefe de Estado e Hitler, algo se tenían que oler...y eso que aun quedaban meses....quizá no fuese muy diestro en el campo de batalla, pero si me daba cuenta de lo que pasaba ami alrededor. Aun asi, siempre me extrañó que todos en el grupo me hayan acogido de forma rápida, a sabiendas de que pertenezco al Eje, y por tanto, podría ser un espía, tal no era mi caso, pues ya no me encontraba en el ejército italiano de forma oficial...me acerco a Angus...

¿Te importa que monte aquí guardia contigo? Digo con timidez...

 Veo como Rossi se acerca y pide hacer guardia conmigo, le sonrío y le hago una seña para que se siente

- Claro, 4 ojos ven mejor que dos, y nunca está de más tener al médico cerca. De todos modos las cosas están un tanto tensas por ahí atrás, espero que nos pongamos en marcha lo antes posible... Oye por casualidad no tendrás una aspirina ¿verdad? No sé si es por la discusión, por la bajona de adrenalina o por la herida, pero me está empezando una jaqueca bastante molesta. Sería irónico morir por no estar atento por un dolor de cabeza ¿eh...?

Me quedo sumido en mis pensamientos al tiempo que trato de agudizar mis oidos y mi vista por si se acerca alguien.

Caparso acepta la petaca de Larkin y le echa un buen trago. Sonríe cuando el fuerte licor le baja como fuego hasta el estómago.

-Sargento Mike Caparso. Soy el mecánico y experto en explosivos del grupo. Vamos a Bergues a inutilizar una división blindada y dar a nuestros chicos una oportunidad de escapar al otro lado del canal.

Saca su paquete de cigarillos y le ofrece uno a Larkin.

-Nos llevaremos bien si dejamos de reventar todas las cabezas que se nos pongan a tiro. Somos profesionales no carniceros -dice esto último sin acritud y mientras enciende su cigarillo y el de Larkin. Después regresa a donde se encuentran el conductor y el otro soldado boche.

-Teniente, esperamos sus instrucciones.

Alegre tas haber arreglado este mal asunto comento:
Perfecto, una misión de verdad, tenía ya ganas de ser útil en medio de este follón, sobre todo teniendo en cuenta que me uní a los británicos arto de la no intervención de los estados unidos en la guerra y ahora les toca correr... Si, parece un misión de esas en las que se dan esas medallas tan importantes....pero que las reciben la familia o los amigos... esperemos que no sea así.

Aspiro una fuerte calada del cigarrillo que gustosamente he aceptado de Caparso y pienso para mis adentros: Humm.... esto no puede seguir así, he de conseguirme un paquete aunque sea tabaco boche... qué sino les voy a dejar sin nada.

Pensando en estas cosas veo conveniente preguntar a los integrantes del grupo:
Una pregunta muchachos, ¿Puedo echar un ojo a ver si alguno de los boches llevaba algo útil que nos sirva? Registrar los cadáveres y todo eso... Me harían falta unos cigarrillos e igual llevan algo mas útil. En cuanto a lo de reventar cabezas... somos un grupo así que si decís que no, yo no reviento ninguna, esto solo funciona si vamos como grupo, no si voy a mi bola, así que entendido muchachos.

El teniente se incorpora dentro del cráter después de que Rossi le haya terminado de aplicar las curas.

-Está bien, caballeros. Vamos a ponernos en marcha. Larkin, tu idea es buena. Desmontad la ametralladora del oruga y que la lleven los británicos. Dadle a esos chicos también unas pistolas. Supongo que entre los cadáveres encontraremos una. No nos llevaremos el vehículo, señores. Esta misión es de infiltración y entrar en una ciudad posiblemente ocupada llevando un blindado averiado es como dibujarnos una diana en la frente.

Jackman hace una pausa mientras mira a los prisioneros.

-Tengo que tomar una decisión rápida. Antes cerca de la granja era importante que la patrulla no diera la alarma ante nuestra llegada. Pero si vamos dejando un reguero de ejecutados los alemanes sabrán que anda un comando por la zona que no tiene piedad de los enemigos que se rinden. Y eso nos puede suponer dos cosas: la primera que si capturan a uno de los nuestros, no habrá piedad. Se pasarán las convenciones de Ginebra por el culo. Y segundo, que cada alemán que se tope con nosotros de aquí a un futuro, combatirá hasta la muerte porque sabrá que no tendrá clemencia. Y no quiero que en futuras operaciones, tengamos a cada enemigo agarrado como una garrapata. Así que los ataremos y los dejaremos dentro de uno de los vagones. Caparso, ocúpese de eso, Rossi ayúdele. Los demás prepárense. Salimos en 15 minutos ¿Alguna pregunta?

Me cuadro y pregunto al teniente:

Seño, disculpe señor ¿Recojemos los uniformes alemanes señor? Nos bendrian bien, claro esta que estan agujereados algunos de ellos como bien ha indicado el sargento Caparso, todo hay que plantearlo, pero igual podrian venir bien, Señor. Ahh, otro punto Señor, ¿El bazuka y sus municones tambien las transportaran los pilotos señor?, ¿seria conveniente llebarlo?, disculpe mi teniente.

Y busco si los alemanes lleban alcohol o tabaco encima, si lo encuentro cojo lo que pueda llebar del tabaco y algo de alcohol.

-Recoja los uniformes que en mejor estado se encuentren y que los metan en un petate. Que los lleve su nuevo amigo británico, Larkin. En cuanto al bazooka y las municiones que lo lleve el que más apto para su manejo se encuentre, si no, sólo será una carga inútil. Caparso: No nos podemos llevar el semioruga, así que incapacítelo para que nadie más pueda usarlo. Rossi, revise los cadáveres a ver si encuentra algún suministro médico más que pueda serle útil. ¡Vamos señoritas, se nos va a hacer de día!

Recapacito un momento y señalo:

Sí señor, así se hará, en cuanto al bazuka lo podrirla llevar Arnold y pasármelo cuando lo necesitara, yo ya llevo la B.A.R, y no podría cargar con él, pero Arnold si, ahora mismo me pongo con los uniformes, señor.

Tras indicar eso me pongo con los uniformes, por lo menos hay 5 o 6 que no tienen desperfectos ni manchas, el primero el del hombre al que corte el cuello, al estar tumbado no se mancho, después el del alemán que ejecute, recibió un disparo en la cabeza y cayo rápido al suelo, así como el que manejaba el MG.42, también el que mato Arnold de un disparo en la cabeza y el aleman que sigue vivo. En total hacen 6 sin desperfectos, todos ellos soldados de primera clase menos 2 Obergefreiter y un Teutnant, después hay unos cuantos dañados pero sin grandes desperfectos. Los recojo todos y los meto en un macuto que le paso a Arnold. También cojo todo el tabaco y me lo guardo.

Busco entre los cadáveres cualquier cosa que me pueda ser útil, a sabiendas de que poco encontraré, a no ser que fuesen dosis de morfina, muy necesarias y escasas para la misión que se nos cernía encima. La morfina era uno de los elementos imprescindibles del sanitario. Con élla se operaba en el campo de batalla, con ella se daba descanso a los moribundos y se les quitaba dolor, y con ella se podían hacer numerosas intervenciones de todo tipo. En todo caso, muy necesarias. Pero, visto lo visto, posiblemente ninguno de estos soldados tendría nada, pues no parecía haber ningún sanitario entre ellos. Los pelotones nazis no contaban con abundancia de sanitarios, su confianza y ego les venía grande, muy grande a veces. Tuerzo el gesto mientras me agacho mirando fijamente a uno de éstos, y comienzo a buscar...

 Cumplo las dos órdenes que me han dado. Primero la de dejar bien atados y ocultos a los alemanes prisioneros, así que busco algo que pueda servirme para atarlos y amordazarlos, para posteriormente llevármelos al interior del vagón y proceder a ello.

Después de esto, me dirijo al vehículo con mis herramientas y trato de inutilizar su sistema de arranque para que por fin deje de dar el coñazo por estos lares.

Tras todo esto, enciendo un cigarrillo y permanezco atento a las órdenes del teniente.

Vaya, parece que por fin nos ponemos en movimiento.

Una vez que habéis hecho lo que el teniente ha ordenado, os ponéis en marcha rumbo hacia vuestro objetivo. No tenéis tiempo de dar sepultura como se merece a vuestro compañero O´Connor y contempláis con pesar el crater donde yace su cuerpo. Vuestro nuevo aliado, Larkin y su compañero británico de nombre Arnold caminan junto a vosotros con ánimo cargando las mochilas con las ropas alemanas y algunas cosas que recogieron del campo de batalla, entre ellas el bazooka de O´Connor. Jackman lidera la marcha y Rossi la cierra caminando junto a los pilotos británicos. El italiano ha podido encontrar algunas dosis de morfina y vendas entre los cadáveres enemigos. Poco a poco el campo de batalla junto a las vías del tren queda atrás y la silueta urbana de Bergues se acerca.

Un par de horas después, todavía en medio de la noche, alcanzáis las primeras casas de la ciudad. A unos diez o quince kilómetros al norte se encuentra la costa y la vía de escape de vuestros camaradas hacia Inglaterra. Pero para eso, es necesario que vuestra misión de atacar la retaguardia enemiga tenga éxito.

 Me mantengo en silencio mientras saco un cigarrillo, lo enciendo y observo al resto del grupo. Voy hacia Rossi. Le ofrezco uno y le digo

- Ey compañero, ¿que tal si le echas un vistazo a mi pierna antes de entrar en acción? No sé, cambiar el vendaje, limpiar la herida... No me gustaría sobrevivir para que luego me entre gangrena.

Me paro un momento y le sonrío, negando el cigarrillo...Gracias, pero nunca he fumado, aunque según he oído, es capaz de relajar a cualquiera, y te engancha como nada. Me agacho un momento mientras comienzo a examinar la herida, quitándole antes el vendaje...Veamos que tal esto....creo que no tendrás problemas, lo desinfectaremos de nuevo y le pondremos una nueva venda. Así aguantarás al menos durante un tiempo sin problemas...

Comienzo a tratar la herida de nuevo, agachado, mientras Angus se encuentra de pie...

Y tranquilo, que si se te gangrena, solo quedan dos opciones: o mueres, o te la tengo que cortar.

Alzo la mirada con tranquilidad...

Lo sé, no es muy agradable, pero supongo que ya lo sabrías...

Cojo los prismaticos y observo la ciudad, con calma, con paciencia voy marcando en mi mapa los puntos claves de la ciudad, posiciones de los cuarteles, puestos de guardia, puntos ciegos...todo aquello que no estaba ya marcado en mi mapa. Tras esto me dirijo hacia los compañeros y les digo:

Bueno muchachos, tenemos que planear un asalto a esta ciudad, primero colarnos en ella, despues delimitar los objetivos y tras eso, ver como vamos a hacer nuestro trabajo. ¿Como lo vamos a hacer?Esto va a ser complicado ciertamente.

Saco un paquete de cigarrillos alemanes y me lo enciendo, tapando la llama para que no se vea, asi como la brasa en la cuenca de la mano.

Dios mio..... nose como estos alemanes siguen vivos tras fumar esta mierda...bueno , es lo unico que hay...