Partida Rol por web

Armo mi petate con las raciones reglamentarias de comida, tabaco y polvora.

Cojo el fusil, la pistola, cargadores, mi cuchillo de combate, granadas, y necesitaré algo gordo para desmontar algunos blindados, quizá algun bazooka, mortero o algún tipo de explosivo.

Me calo el uniforme, parece que la salida será inmediata...

Tirarme con todo esto en paracaidas puede ser una locura, espero poder afanar algo en el campo de batalla...

28 de mayo de 1940, 20.00 h. Pista de Aterrizaje, Cuartel General aliado en Dover, Inglaterra.

Terminados los preparativos, el comando aliado avanzó en fila de a uno hacia el bombardero Whitley que les serviría como transporte hasta tierras francesas. Cada uno de los soldados cargaba, aparte de su pesado equipo, el paracaídas que les ayudaría a infiltrarse en territorio enemigo. Nadie excepto el teniente Jackman había recibido instrucción sobre su uso, pero el propio teniente había asegurado que sólo habia que "saltar del avión" y que el paracaídas haría el resto. 

Uno a uno fueron subiendo y acomodándose en el estrecho espacio de la cabina. Jackman fue el último en subir y caminó hasta la cabina de los pilotos para darles el aviso de que estaban listos. Los motores se pusieron en marcha con un rugido y el aparato se deslizó sobre la pista cogiendo velocidad y despegándose del suelo.

Durante una hora el zumbido monocorde del avión fue el único sonido que se oía en la cabina. Los hombres estaban en silencio, concentrados en la misión o realizando comprobaciones rutinarias de las armas y el material. De pronto, se escuchó un repiqueteo metálico, como si estuviera lloviendo y las gotas golpeasen el fuselaje. Sin embargo, las repentinas voces alarmadas de los pilotos le dieron a entender al grupo que no se trataba de eso...

Lo más rápido posible corro hacia la cabina, abriendo de un portazo.

-Que ocurre?! que es todo este jaleo? dirijiéndome a los pilotos

¡Una pareja de Messerschmitt, señor! ¡Estamos ya sobre suelo francés pero esos hijos de puta nos han localizado! El piloto se aferraba a las palancas de mando como si le fuera la vida en ello, cosa que era cierto, por otra parte. Vamos a intentar descender todo lo posible para realizar el salto, ¡¡agárrense!!

Perros hijos de puta.... Está bien! pero ustedes dos saltarán con nosotros, es una orden! entendido? nadie se quedará en el avión!.

Vuelvo hacia la zona de carga donde se encuentran mis hombres tambaleándome por los zarandeos del avión..

Escuchadme! nos han localizado! descenderemos todo lo posible para ejecutar el salto, evitad los nervios y el miedo y todo saldrá bien, vale? no pienso tolerar perder a ningun hombre antes siquiera de empezar la misión! Tan solo saltad, no teneis que preocuparos de nada más. Preparaos tropa, saltaremos a mi señal!....

Las cosas se ponen dificiles demasiado pronto..... hummmm debemos andar con pies de plomo

¡Joder! parece que las cosas comienzan a ponerse interesantes.

Intento mantener la calma y hacer caso del teniente, ya que parece que está mucho más acostrumbrado a este tipo de saltos que yo.

 Pienso para mi...

¿¿Saltad y no os preocupeis de nada más?? Juraría haber oído algo a alguien sobre "Caer y rodar", ¡estoy seguro que hay toda una teoría al respecto!

Recojo mis cosas, y me preparo, observando a mis compañeros y tratando de evaluar la situación lo más calmadamente posible...

-Bueno chicos, ¡empieza la movida!...

Y sonrío sarcásticamente, como si pensase que nos vamos a matar pero no me importase demasiado

He pensado dejar tiempo a que contesten todos antes de dar la señal para saltar.... no?? jejejejeje no dijiste nada de tirar de una anilla del paraca.... supongo que no pasará nada :D y eso de caer y rodar que ha pensao  McCann no seria asi no? la cosa sería ir con los pies por delante y correr con la inercia que te da el paracaidas no??.... :S to friky!! jajajaja

Paaara, para, para... ¿saltar del avion? ¿en marcha? ya le había parecido mucho subir a ese condenado trasto, aún más le había costado mantener el contenido de su estómago en su sitio cuando el cacharro comenzó a elevarse y a traquetear en las alturas. Y ahora querían que saltasen ¿Estamos tontos o que? Pensó José mientras sus compañeros se ajustaban los paracaídas.

Jodeeer, me da que va a ser inevitable. Esos tíos también se apuntan a la fiesta. piensa mientras mira a los pilotos.

Con gesto preocupado se pone el paracaídas de manera similar a como lo llevan sus compañeros; en breve, para bien o para mal, estarán en tierra. Comprueba que todo su equipo esté en su sitio y bien amarrado para no perder ninguna de sus valiosas piezas en el salto.

- Venga, que sea rápido, maldita sea.-

En la segunda guerra mundial no se tiraba de las anillas de los paracaídas. Iban enganchados en un arnés dentro del avión y al saltar por la puerta abierta, el paracaídas se abría automáticamente. Al llegar a tierra normalmente sí, hay que correr un poco y luego caer y rodar. Si caes apoyándote en los pies corres el riesgo de romperte las piernas.

Mientras estábamos en el avión, conseguí dar una pequeña cabezada, más por cansancio que otra cosa. No había dormido bien desde hacía varios días, y la proximidad de la mision hizo mella en mí. Sin embargo, solo fueron unos minutos, suficientes para descansar algo. Al grito del Teniente, me despierto sobresaltado mientras miro al que se encuentra a mi lado: es el que tiene toda la pinta de ser español, aunque no recordaba su nombre...

El avión se bambolea ligeramente, y agarro mi equipaje como acción refleja, mientras miro al español:

-¿Sabes que está pasando? Digo con tosco acento español. Había aprendido algo en mi infancia, pues parte de mi familia residía en la ciudad de Sevilla...

El compañero de José se dirige a él con un acento cláramente italiano.

- ¡Me dá que esto está kaputt compañero!.- le contesta mientras le señala la puertecilla y los paracaídas.

Me alegro de no ser el único extranjero del grupo, el italiano también está lejos de su país y creo que tendrá más o menos las mismas posibilidades que yo de volver a su tierra. Ninguna.

-¡Por cierto, me llamo José!.- le grita para hacerse oír entre todo el ruido del avión al tiempo que le da una amistosa palmada en el hombro.

Sin detenerme de prepararme, miro sonriente la conversación del italiano y el español, no entiendo lo que han dicho, pero es evidente que están haciendo presentaciones por sus gestos y grito para hacerme oír en medio del ruido

- Deberíamos sobrevivir al salto a la piscina antes de las presentaciones gente, si no, ¡va a ser una amistad bien corta!

Me río levemente, les guiño un ojo y sonrío mirando de ojo al teniente, dandoles a entender que pienso que todo esto debe ser o bien una locura, o una broma bien pesada...

- ¡Si lo sé me echo el último pitillo por si acaso!

Me río de mi propia broma, finalizo de comprobar mi equipo y paracaidas y me preparo para saltar y posiblemente matarme de la caída...

Vaya... realmente, debería haberme echado el último pitillo, maldita sea, nos vamos a romper la crisma, ¡nadie nos ha dicho cómo se salta en paracaidas!

Y vuelvo a adoptar mi postura habitual de seriedad y silencio...

¿De qué coño están hablando estos tipos? pienso mientras escucho la conversación del español y el italiano.

Al oir al compañero McCann su chiste en este momento fatídico, saco un paquete de cigarrillos de mi bolsillo y le ofrezco uno, mientras yo cojo otro y me dispongo a encenderlo con mi zippo:

- Pienso fumarme uno ahora mismo. Deberías hacer lo mismo. Espero que aguante durante todo el salto.

 Y ahora a esperar que se abra la puerta y el teniente nos de la orden de saltar. Espero no partirme los jodidos tobillos.

 Por un segundo me quedo perplejo ante el comportamiento de mi compañero, pero inmediatamente, suelto una carcajada y acepto de buen grado el cigarrillo y lo enciendo usando mi propio mechero al tiempo que agrego:

- Si no nos matamos, el próximo corre por mi cuenta, y si nos matamos, ¡espero que no esté prohibido fumar en el más allá!

Le doy un buen par de caladas, dejo que el humo entre en mis pulmones, sintiendo el ardor en el pecho, el cosquilleo familiar molesto y reconfortante a la vez que me ayuda a olvidar durante unos breves instantes que vamos a tirarnos de un avión en pleno vuelo que encima está siendo tiroteado...
Sujeto el cigarrillo entre mis labios, por un lateral, sujetandolo con los dientes, sin usar las manos mientras termino de ajustarme el paracaídas y rezo para que todo esté en su sitio...

Bueno, allá vamos...

mmm... cuanto jaleo, pensé. Yo ya estaba acostumbrado a estas situaciones, y no me sorprendia nada lo de tener que saltar, cogí todo mi equipo, y esperé las ordenes de mi teniente.

Cuando quieras jefe, dije con cara de satifacción y medio riendome.

Basta de chachara cotorras!! ya hemos bajado lo suficiente!!

Agarrándome por los bordes del avión me acerco a la puerta y al abrirla rápidamente me quedo a un lado de ella.

Venga!! todos a volar pichones!! nos veremos abajo!! que no os quepa duda de eso! VAMOS VAMOS VAMOS VAMOS!!!

Mientras zarandeo la mano como un policia para que todos se vallan tirando.

VAMOOOOOOOOOOOOS A POR ELLOOOOOOOOOOOOOS,y sin pensarlo dos veces salto del avión estirando los brazos y las piernas en forma de estrella.

Enarco una ceja, miro al compañero que acaba de saltar, y trato de imitar en la medida de lo posible lo que él hace. Sujeto bien el cigarrillo entre mis dientes y murmuro

- ¿Quién dijo miedo...?

Y salto en el más absoluto silencio, tratando de ver hacia donde caemos...

Y que sea lo que Dios quiera...