Partida Rol por web

Meditó unos instantes:

Lo único que se me ocurre para solucionarlo es correr la voz de que el agua ya está limpia pero que para la mayor protección de los ciudadanos se vigilará el pozo con unos guardias y sólo se servirá el agua de una manera racionada para evitar que ningún "enemigo" se acerque al pozo y vuelva a envenenarlo. Las raciones de agua las podemos dar de agua limpia, que no sea del pozo, si el envenenador cree que la sacamos del pozo, seguro que intentará envenenarla de nuevo y ahí podemos pillarle, pero veo dos problemas, uno es uqe habría que usar un par de soldados o tres como carnaza , haciendo como que vigilan el pozo y además, y segundo, si nocosneguimos engañar al envenenador esto no será más que una gran pérdida de tiempo.- después de su exposición esperó a que le diera su opinión

Al mirar al hombre armado, mientras este debora su plato de comida, durnate un breve instante,vuestras miradas se cruzan, a priori no parecia interesado en nada de la taberna pero te parece que ha estado escuchando vuestra conversacion.

Los campesinos entre anecdotas y alcohol, no os prestan la menor de las atenciones.

 Antes de que elelfo rosiga hablando más, la pelirroja mujer se acerca al hombre que está comiendo no lejos de ellos.

 - Que curioso, creía que el pueblo estaba en cuarentena, cómo es que hay un forastero comiendo en la posada pues?- Dice en voz alta mientras se acerca más aún.

 Una vez junto al hombe desconocido con pintas de guerrero dice.

 - Habeís disfrutado de la conversación?- Dice con el entrecejo fruncido y la mirada dura como el pedernal y los músculos de la mandíbula tensos.

El hombre apura  los ultimos resquicios de carne de su comida, sin prisas, como si nada hubiera acaecido; Saboreando la comida como ha hecho desde el principio,una vez ha terminado de comer y solo cuando ha terminado, hace un leve giro con la cabeza para miraros, acompañado de una paqueña sonrisa.

Cuando nuevamete cruzais vuestras miradas, puedes apreciar detalles que la distancia, mantenia escondidas. Sus ojos son vidriosos y el tamaño de las pupilas es bastante considerable.

Su voz resulta muy ronca y parece que tiene que forzar la garganta para poder hablar.- Estoy de viaje y necesitaba un lugar bajo el que cobijarme, de los frios vientos del norte....asi que...decidir entrar en el poblado.- Hace una pausa, deja de mirarte, dirigiendo su mirada al fondo de la taberna, perdiendose sus ojos en el infinito.-...las distracciones que puede dar esta taberna son limitadas, asi que, que mejor entretenimiento que oir las conversaciones de los presentes, a veces te enteras de cosas interesantes....lastima que no sea el caso de la vuestra.-

-Vaya, parece que os habeis quedado sin palabras.-Dice el hombre sin apartar su mirada del vacio.

Oyes voces, tras la gruesa puerta de madera de la taberna, una te es familiar, pero la otra no te suena de escucharla antes.

La peliroja mujer, golpea la meza con fuerza, haciendola temblar lo suficiente como para volcar, la jarra de metal que contenia la bebida, ahora derramada en la mesa.

-No tengo tiempo para perderlo contigo.- Dice con tono mas que rudo. Se gira hacia su compañero.- Vamonos a fuera.- y empieza a alejarse, de la mesa de aquel hombre.

El hombre mira la cerveza derramarse y extenderse por la mayor superficie posible, hasta llegar al final de la mesa y caer al suelo.

-Me temo, que vuestro compañero tendra que salir.......solo.- Su voz, es fria como el invierno y cada palabra que sale de su boca, sale embuida de ponzoña y desprecio por la joven.-Lo he visto.....-

Weelk se gira para increpar las palabras, de aquel hombre, estaba enfadada y se veia a simple vista, sus musculos se tensan.

-¿Quien te crees que eres?. Dice acercandose nuevamente a la mesa. Sus manos se agarran a la empuñadura de su arma.

El hombre le dedica una mirada llena de odio a la joven que nuevamente se acercaba. Se levanta de su aciento con fuerza y rapidez volcando en su camino, la silla sobre la que se sentaba y la mesa sobre la que comia, ambas hacen un estrepitoso sonido al chocar contra el suelo. Lnzandose contra ella.

El desconocido, no desenvaina ningun arma, va a darle un puñetazo a Weelk en la boca del estomago.- A la par que grita.- !!!!!!!LO HE VISTO...MUESTRAME DE NUEVO ESA CARA¡¡¡¡¡¡.

El puñetazo, parece ser muy fuerze consigue, que la musculosa joven se doble hacia adelante, su espalda se incorba un poco y abre la boca en mueca de dolor aunque no grita. En ese instante suena un sonido como de algun dispositivo, parecido a un CLICK.

Del antebrazo con el que el hombre pego tremendo puñetazo, sale una hoja de espada, que se adentra en el cuerpo de la joven atravesandola. La sangre, enpieza a emanar de las heridas ocasionadas.

El hombre con la misma rapidez que hizo el ataque, saca la hoja del vientre de su adversario, no obstante antes de sacar la hoja la retuerce para que al salir haga todo el daño posible.

Dentro de la taberna, se escucha un estruendo medianamente grande y acto seguido escuchas lo siguiente: !!!!!!!LO HE VISTO...MUESTRAME DE NUEVO ESA CARA¡¡¡¡¡¡.

tira iniciativa

Permaneció impasible todo el rato, parecía que la chica se estaba metiendo en una pelea tonta de taberna, y el no tenía intención alguna de participar, además , ella parecía bastante capaz de cuidarse solita en una pelea a puñetazos.

Cuando el arma escondida hizo su aparición , escupió la cerveza que estaba tragando en ese momento, quedándose totalmente sorprendido, pero el ver la sangre manando del cuerpo de la chica cambió por completo este estado de estupor, se levantó como un resorte, derribando la mesa y desenfundando su arco en un único movimiento fluido. Cargó una flecha más rápido de lo que el ojo humano era capaz de percibir y apuntó al hombre, dispuesto a atravesarlo

-¡No volverás a tocarla, cobarde!

- "Ugh, no los puedo dejar solos sin que se peleen como orcos..." - pensó Koinzell mientras comprobaba la ballesta.

Abrió lentamente la puerta intentando no hacer ruido para comprobar que sucedia ahi dentro.

Cuando, entreabres un poco la puerta, el olor a sangre impregna el calido ambiente de la taberna, los aldeanos que bebian placidamente, se encuentran inmoviles en sus banquetas de madera contemplando horrorizados la escena.

Un desconocido, se avalanza sobre Weelksy, y le asesta un fortisimo puñetazo en la boca del estomago, haciendo que la musculosa joven se doble hacia adelante, su espalda se incorba un poco y abre la boca en mueca de dolor aunque no grita. En ese instante suena un sonido como de algun dispositivo, parecido a un CLICK.

Del antebrazo con el que el hombre pego tremendo puñetazo, sale una hoja de espada, que se adentra en el cuerpo de la joven atravesandola. La sangre, enpieza a emanar de las heridas ocasionadas.

El hombre con la misma rapidez que hizo el ataque, saca la hoja del vientre de su adversario, no obstante antes de sacar la hoja la retuerce para que al salir haga todo el daño posible.