Partida Rol por web

Algo se removía en el estómago de Hardem, algo en aquel lugar no iba bien. Lo sentía, sentía algo entre aquel ruido de murciélagos tan atronador.

- Debemos avanzar con precaución, a mi tampoco me da buena espina todo esto. Pero creo que este es el camino a seguir. completo la frase de sus compañeros. Continuaron avanzando atentos a aquellos seres de miles de ojos que los atravesaban o no, mientras continuaban. Mientras seguían descendiendo el número de murciélagos disminuía pero las condiciones bajo la montaña no es que fueran las mejores.

- Me parece correcto respondió a Boff - Podemos preparar un fuego para caldear el ambiente y descansar más tranquilos. sugirió viendo que su conjuro de luz estaba finalizando. - Comamos algo todos tranquilos antes de realizar la guardia. Hemos tenido suerte y la sensación de estar vigilados por lo menos en mi ha disminuido, pero este corredor está descendiendo más de lo que me hubiera esperado, quizá estemos tranquilos por un buen rato. No creo que haya bestias a estas profundidades. dijo a sus compañeros.

Os paráis en una zona amplia. Hardem se muestra tranquilo aunque los demás no os fiáis. 

-¿Acaso ves llena mi mochila? ¡Yo también salí con lo puesto de Calimport! No sé Freith, igual no es mala idea meternos en las cavernas. O eso o intentar llegar a la cumbre y comenzar el descenso antes de que llegue la noche. Sin fuego pasaremos frío, pero es solo unas horas, por la mañana cruzaremos la montaña y llegaremos a Tethyr. Elige y te seguiré -dijo Bianor mientras se tocaba su pata delantera izquierda. Parecía dolorida tras tanto trotar.

Oyes un ruido que proviene del túnel que se dirige hacia las profundidades. No logras identificar lo que es.

Tras un primer momento de indecisión por parte de Fuxan que sólo sirvió para darse cuenta de que cualquier camino podía ser tan poco práctico como el otro, el ruido hizo despertar su vena curiosa. No sabía que demonios podía haber causado ese sonido, pero siempre podía acercarse por aquel camino descendente con cuidado a mirar. Nadie lo iba a ver, así que ¿Qué había que perder?

Usando su pequeña lanza cómo punto de apoyo comenzó el sigiloso descenso.

Bien, la miseria sólo trae problemas, aparte de piojos claro, pero prefería no pensar en ello de momento, pero Bianor tenía razón sin fuego estaban demasiado expuestos a los elementos.

- Esta bien, iremos a las cuevas, al menos tendremos cubiertas nuestras cabezas y será mas fácil de vigilar.

Sin mas se puso a otear los alrededores en busca de un buen refugio.

Avanzas lentamente y con cuidado acercándote al ruido. De pronto llegas a una gran cavidad, con unas enormes columnas hechas de estalactitas y estalagmitas unidas. Al fondo de todo tua ojos consiguen vislumbrar unas sombras, aunque no logras discernir que son ni el idioma que hablan.

Tanto tu como el centauro os metéis en la primera cueva que encontráis. Ambos tenéis una buena visión en la oscuridad aunque la tuya es mejor. El centauro ha de moverse muy lentamente debido al poco espacio que hay. En caso de haber algún problema huir no sería una opción para él.

Avanzáis hasta que llegáis auna encrucijada: el túnel se bifurca en dos: uno que parece ascender y otro que parece descender.

-Este lugar me da repelús, quiero salir cuánto antes Freith -exclamó Bianos. -¿Por dónde crees que estará la salida, por arriba o por debajo de la montaña?

El pequeño y escurridizo Xvart continúa acercándose oculto entre las sombras. Es consciente de que aquello supone un gran riesgo, pero esta confiado en sus habilidades para el sigilo y cuenta con poder acercarse hasta tener una visual sin ser visto, manteniendo sus pasos sigilosos y usando las columnas para mantenerse oculto.

- ¿Tenéis lgo de madera o antorchas? Con mi magia puedo generar el fuego pero me hace falta un combustible. Boff, ¿Has traído antorchas? Sino tenemos con que hacer un fuego lo mejor es que prosigamos, puedo usar aún mi poder para recorrer mayor tramo, quizás por el camino encontremos raíces con las que podamos hacer ese fuego que nos dé un descanso. ¿No os parece? preguntó al grupo. - Raunix, te encargas tú de buscar raíces o ramas que puedan pasar por aquí? Mientras avanzamos? No nos quedan muchas más opciones ya que por el momento mis reservas mágicas están casi a tope. Ya descansaremos en otro momento Boff. dijo ya convencido iluminando una vez más su bastón.

Nadie te ve pero tu en cambio te escondes hasta ver las figuras. Son tres seres, uno de ellos mediano y otros dos de tamaño humanoide. Escuchas la siguiente frase en común:  "No nos quedan muchas más opciones ya que por el momento..." un pequeño ruido arriba tuyo te desconcentra y no logras acabar de oír la conversación de los extraños.

A decir verdad, salvo sus ropas de invierno, armadura ligera, armas y escudo, y las escrituras que le avalaban como heredero y dueño de la compañía de tabacos...poco más llevaba encima. Por un momento se sintió algo avergonzado, había tenido tiempo de sobra para prepararse bien y a los que le acompañarían, pero acostumbrado a llevar siempre lo indispensable, lo había olvidado por completo.

- Lo siento compañero, solo tengo lo que ves. Comentó enseñando lo que llevaba encima. Siento no haber previsto algo así. Habían ramas caídas de los árboles con los que hubiésemos podido improvisar algo, pero tampoco lo pensé notes de entrar. Te ví con el báculo hacer tu magia y me despreocupé por completo. Sus palabras eran sinceras y sentía no haber sido más previsor. ¿Entonces propones seguir avanzando de momento hasta encontrar algo útil durante el camino? Me parece bien, aún así, daré un par de bocados antes de continuar...

Tras dar un par de mordiscos a toda prisa, guardó el resto y se dispuso a continuar. Siempre atento a lo que se presentara y con la mano presta a empuñar su cachiporra.

Boff se trastabilla con algo al reanudar la marcha. Sin luz no logra discernir perfectamente lo que es pero parece duro. Ve que todo el suelo está lleno de esas piedras grisáceas y alargadas que parece... no, son ¡huesos!

Fuxan no se movió ni un dedo, tratando de pasar desapercibido y sin hacer ni un movimiento brusco, consciente de que cualquier brusquedad podría delatar su posición. Dirigió su mirada de forma lenta y discreta, agudizando sus ojos adaptados a la oscuridad para ver que había sido el origen de ese sonido.

Sogues oyendo algo en el techo de la cueva pero no ves absolutamente nada sospechoso.

Ante lo extraño que resultaba estar escuchando ese sonido constante sin ver nada extraño, Fuxan volvió a centrar su atención en los extraños humanoides que había en mitad de la cueva. Quizá ellos si pudiesen ver lo que quiera que estuviese causando ese sonIdo, o, como poco, podría sacar algo en claro de observarlos. Trató de analizar en la oscuridad sus rasgos, así cómo las pertenencias que tuviesen a mano.

La cueva era tan estrecha como era de esperar, para mi no es problema, puedo ver bien y soy pequeño, pero para Bianor la cosa cambia, como vayamos con prisas se puede quedar atascado en cualquier momento.

- Iremos hacia arriba, es posible que abajo se estreche aún más, iré yo delante y te diré si es seguro, hasta que encontremos un espacio un poco amplio.

Por deformación profesional se puso a caminar en silencio, pero se ve que tanto camino le había dejado algo atrofiado, por lo que aguzó el oído no hubiera algún animal que le hubiera oído.