Partida Rol por web

El germano se despererza cuando siente que le vuelven las fuerzas tras la puesta de sol. Ciertamente aunque no era un sitio ideal, no podía evitar que se le marcara una ligera sonrisa. Tras un viaje muy duro porfín las cosas parecían enderezarse....Luego se acordó del estúpido setita y se le borró la sonrisa. Era hora de ser practicos.

- Me preocupa Gian. Deberíamos buscarlo a ver si ha conseguido algo...

Se acicaló un poco la ropa para intentar encontrarse algo más presentable con nulo efecto.

- Vayamonos de este barrio de herreros pobres.

Despierto en un estado de semi-rigidez, como todas las noches. Miro alrededor, algo confusa. No me había hecho a la idea de donde iba a dormir la noche anterior por lo precipitado de los planes, así que me costó recordar los últimos hechos. Estiro mis ropajes y coloco mi pelo, un poco a ciegas, aunque con la práctica de varios siglos de hacerlo sin reflejo en el espejo.

- Id a buscar a Giani. - le digo a Jäger, en un tono cordial. - Yo intentaré buscar algo de dinero para el viaje. Probablemente Darla o su padre puedan darnos algo de información.

Bajo hacia las habitaciones comunes en silencio, pues probablemente un ruido inadecuado alerte al padre de Darla, y la conversación tenía que ser muy silenciosa.

- Venid a buscarme en una hora o dos. Estaré en esta casa o en la entrada si las cosas no han ido del todo bien.

Asiento y m dispongo a salir tranquilamente. Hoy podría ser una buena y productiva noche.

- Ten cuidado...Si algo saliese mal y no pudieras estar por aquí, nos vemos en la misma taberna de ayer.

Tras ello ciera la puerta.

Espero poder salir de la casa en silencio y sin que vean, aunque no haré nada por esconderme.

La idea es volver a la taberna de la noche anterior a ver si allí está el santurrón ese de su compañero.

En la puerta de la taberna donde os despedisteis anoche se encuentra Giani, con su aspecto taciturno habitual bajo el cartel con el dibujo del trébol meciéndose con las ráfagas de viento que anuncian el acercamiento de una tormenta.

Los pasos largos y firmes de Jäger bajan por la calle sin preocupación alguna por pisar de lleno alguno de los charcos de lluvia que se acumulan aquí y allá.

En la taberna hay más movimiento del que esperaríais a estas horas. Jäger al llevar algunas noches de ventaja en Dover ya se ha dado cuenta que los habitantes del lugar tienden a empezar pronto sus borracheras, en cambio eso es algo nuevo para el Malkavian.

Como si hubiera olvidado tu presencia allí, Darla se sorprende y abre los ojos de par en par cuando os ve aparecer por las escaleras. Se pone el índice sobre los labios para que no hagáis ruido y Jäger solemnemente no le hace ningún caso y se dirige a la puerta, abriéndola sin hacer ruido y saliendo de la casa.

- Darla!!

Se escucha des del comedor

- ¡Esos malditos huevos no se van a hacer solos!

La chica responde como buenamente puede

- Emm.. en seguida voy padre, estoy...

pero no le da tiempo a terminar la frase, pues la cabeza del hombre ranqueando y apoyado sobre un bastón que le hace de muleta aparece detrás de la puerta.

- ¿¡Quién demonios eres tu y qué haces en mi casa sin permiso?! (···) Puta embustera italiana. Habrás engañado a la retrasada de mi hija, pero a mi no me vas a joder. ¿Quieres dinero? ¡Pues vete a follar marineros en el burdel!

-Qué!?

Dijo sécamente.

- Conseguiste sacar algo en claro?

Dijo en tono despreocupado y sin cuidar su tono de voz. Así cómo él no entendía mucho lo que se hablaba por allí...y eso que su lengua materna compartía procedencia con la cosa delicada y sutil que se hablaba en Dover....mucho menos entenderían el Italiano.

Luego pareció arrepentirse un poco...El idioma nativo de esas gentes podía llegar a compartir la suavidad que tenía el idioma de la península itálica. El arrepentimiento no duró mucho, le importaba bien poco lo que pensaran los demás.

El local es verdaderamente bullicioso tan temprano, sin duda la caza será sencilla en unas pocas horas.

Pero ya habrá tiempo de preocuparse de eso, Jäger llega aunque no acabo de entender su pregunta

-¿algo en claro? nos despedimos a última hora de la noche, comi algo y busque un sitio donde descansar durante el día. ¿Aricia no os acompaña?-

Realmente dudo que Aricia optara por dormir bajo el muelle así que es una pregunta sin preocupación

-tal como lo veo solo deberíamos preocuparnos de encontrar un modo de viajar a Londres cuando ella llegue. ¿o aun te intrigan esas noticias sobre un barco misterioso, el Allkins?-

Su actitud resolutiva y calmada cambió.

- Lo que me preocupa es estar en este sitio rodeado de gente rara que habla cosas raras.... Me preocupa que los menesteres que nos llevan a Londres se pueden tornar mucho más peligrosos... Me preocupa que Sav desde que desapareció no ha venido, y debería estar aquí...

Estaba claro que estaba alterado aunque se estaba controlando.

- No pensé que dormir bajo techo y seco hiciera que pasara mala noche. No he podido quitarme de la cabeza a Usher ni a Sav.

Agarró del brazo a Giani. El gresto había sido tosco, como era el Brujah, aunque su compañero podría zafarse fácilmente.

- Aricia está haciendo sus cosas en el barrio de los Herreros...piens que ahí puede conseguir las monedas mejor que en la calle de los prestamistas....intenté discutir con ella, pero sabes como se pone y...bah, no merecía la pena discutir....mejor permanecer juntos todos.

Había un ligero enfasis en su última oración.

Al ver el poco éxito que tengo con el padre de Darle me encojo de hombros, pero miro amenazante a ese viejo senil.

- Puede que me crea o no, caballero, eso me da igual. Pero le aconsejo que pida perdón por cómo ha tratado a un invitado. Es poco aconsejable insultar así a la gente.

Mantengo la mirada, esperando la disculpa. No iba a permitir que un pobre idiota me insultara de tal manera.

- Mira niña, esta es mi casa y yo no te he invitado. Así que más vale que te largues si no quieres que te denuncie a las autoridades.

El hombre estaba haciendo un esfuerzo enorme para contener su mal humor.

Darla lo miraba todo con temerosa incredulidad

Niego con la cabeza, en una mueca triste.

- Resulta patético cuando una gacela intenta parecer poderosa delante de un león.

Miro al hombre a los ojos, tranquila, mientras concentro los poderes de mi sangre, intentando invocar al Sudario de la Noche. Cuando veo que la masa empieza a formarse, miro con desprecio al padre de Darla.

- Arrepiéntete de tus palabras ahora, pues será la última oportunidad que tengas para hacerlo.

Por el rabillo del ojo voy mirando a Darla, para poder agarrarla al mínimo gesto que haga de intentar salir corriendo, esperando a que su padre, achacado por la edad, no pueda resistir la asfixia típica que surge como consecuencia del Sudario. Luego tendría que tener unas palabras con Darla...

La faz del hombre se empezaba a poner roja por momentos en cuanto hablabas, su furia estaba a punto de estallar y sus nudillos se apretaban fuertes sobre la muleta que lo sostenía a la vez que casi oías rechinar sus dientes.

Todo cambió de repente con la aparición del sudario. El rojo de la cara del hombre se desvaneció para quedar blanco como el papel a medida que los tentáculos de oscuridad lo devoraban todo

- Perdona, perdóname. No sabía que ¿Q.. quién eres?

el tono de voz del hombre seguía teniendo aquella desagradable estridencia, pero ahora notabas su esfuerzo por suplicar. Algo a lo que no debía estar muy habituado.

- ¿Qué quieres?

Pasan los minutos y si esperabais a Aricia parece que ésta se esta retrasando un poco.

Giani propone buscar un modo de llegar a Londres, mientras Jäger le explica que Aricia está buscando dinero. Por el momento el plan no tiene mucha consistencia, pero la noche es joven.

Asiento a las palabras de Jäger sin añadir nada ni intentar liberarme de su mano, esta claro que aun se siente mal por el destino de Usher, y yo comparto su incertidumbre por el destino de Sav

-el destino de Sav está en manos de Dios, espero que este bien y si es su voluntad que volvamos a encontrarnos con el-

El destino de Aricia me preocupa menos, auqnue yo también preferiría que nos mantuvieramos juntos y asiento a la última frase del Brujah

-espero que no tarde mucho-

Pero el caso es que se retrasa y estar en este animado local me va poniendo mas nervioso por momentos

-tal vez deberíamos salir a buscarla, si sabes donde está ese barrio de los herreros yo podré encontrar su olor si muchos problemas-

- Venga, vamos.

Dijo el Brujah sin más. Poco después de darse cuenta de que se ponían en marcha, libró su macarronica presa.

-  Me cuesta pensar que Sav no.......quizás deberíamos investigar un poco más sobre el barco ese antes de partir para Londres, te parece?

Dijo intentando sonar despreocupado.

Obviamente no lo consiguió.

Miro con cara de satisfacción al resultado de mis actos, mientras me giro hacia Darla, caminando lentamente hacia ella.

- Tranquila, pequeña, no te pasará nada. - busco en su mirada ese miedo que debería sentir en ese momento, pero eso no es lo que quiero encontrar. Quiero buscar ese brillo de astucia y codicia, esa mirada tranquila que analiza el momento y busca soluciones. Quería buscar el potencial de la chica. - Estoy segura de que estarás mejor sin tu padre. Al menos le dí una oportunidad para disculparse por llamarme puta, pero no supo aprovecharla.

No le había dado muchas vueltas a esas historias del barco, pero parece que es algo que preocupa a Jäger

-supongo que no pasa nada por hacer algunas preguntas en el puerto. Aunque sea para atar cabos sueltos-

Un par de horas con eso no debería ser problema -aunque me gustaría encontrar a Aricia primero, no me gusta no saber donde se encuentra-

Mientras salimos empiezo a hacer uso de mi sentido del olfato para buscar a nuestra compañera, como cada vez que uso este don una miasma de olores de ciudad me asalta, aunque no tantos como en Roma

La chica te mira horrorizada, como a un monstruo salido de un cuento. Pero es lista, no se ha puesto a gritar ni a llorar. Como si instintivamente supiera quién tiene el poder en la habitación se queda a la expectativa, con una ceja temblando ligeramente al contemplar la artificial oscuridad.