Partida Rol por web

Te coges a la repisa con dificultad, Rose tambalea con tu inestable peso cambiando el punto de apoyo de un lugar a otro y entonces notas como la losa a la que te habías agarrado se desprende y caes pesadamente contra el suelo golpeandote con la cabeza y rompiéndo los principales puntos de agarre que te permitían trepar hasta la ventana.

!JODERCONMIPUTASUERTE! blasfemo Bernini afectado por la ira, el golpazo y, aunque no iba a aceptarlo, por ser tan gafe para tantas cosas.

Se golpeteo las ropas para quitarse un poco de tierra mientras miraba y remiraba hacia la ventana con mucha ira asesina, no será hoy, o mañana y quizás tampoco pasado pero te ha de llegar el momento maldita,

Ventana…se prometió internamente antes de regresar su atención a la Dioscura (patosabobalicona), que ahora tenía por delante.

Bien, apestas oteando, le dijo sin reparo alguno, ahora tendremos que entrar a ver qué demonios pasa allí dentro (a robarnos cosas de valor), porque mis amigos están allí, (me importan dos cojones realmente pero quiero cerciorarme), y como no puedo dejarte aquí solita vendrás conmigo, (necesito un escudo por si las moscas).

¡Vamos ahora!, le espeto arriándola hacia la casa, a por la victoria.

Estáis convencidos que se trata de Mallote, que ha invocado algún tipo de magia caldea con unos efectos considerables. Se ha inmolado literalmente a sí mismo, convirtiéndose en un incendiario elemental de fuego

- ¡DEMASIADO TARDE!

Brama la bestia envuelta en fuego. Reforzada con la pasión de la magia malkavian, llamas de todos los colores brotan de su piel. La pintura se levanta por el calor del nuevo poder del mago y el estudio empieza a quemar sin control. Vuestra propia carne muerta empieza a crepitar.

- Vosotros también me tomasteis por ese erudito callado, ¿verdad? Pues dejadme deciros que yo también fui un hijo de la conspiración de Isaac*

Sus ojos llenos de una megalómana furia miran a Violetta.

- Exácto, no soy ningún besa-rosas Toreador, mi padre fue el Tremere Lord Casmir. Pero en lugar de las alabanzas que vosotros recibisteis, a mi los Fundadores me juraron la muerte. ¡Ja! ¡Ahora veremos quien es el cazador!

De repente aparece Bernini que sube a trompicones por las escaleras y se topa de frente con su compañero Sav junto a Violetta, (Giani está ofuscado) enfrentándose a un enorme elemental de llamas en el que se ha convertido el que una vez fue Andre Mallotte.

- ¡Ni por todo el oro del mundo dejaría que me arrastrarais de nuevo al interior de esa mazmorra!

Rosa lanza estas últimas palabras soltándose de tus garras con un movimiento brusco.

Por un segundo te mira a los ojos y acto seguido se da la vuelta y echa a correr hacia las húmedas calles del interior de Londres.

En su huída, te parece ver como la chica que acababas de salvar de la mazmorra de Mallotte se cruza con un ser encapuchado que te observa desde las tinieblas, pero no tienes tiempo que perder y tus pies ponen rumbo al estudio del vástago donde visteis las llamas.

El vástago borracho de poder sigue con su discurso

- Se acabo lamerle las botas al príncipe. Es sorprendente lo ciego que está todo el mundo. Como este estúpido jovenzuelo lamecadáveres de Ambrogino: ni siquiera sabía lo que tenía en sus manos ...cree que los Giovanni saben algo de magia. ¡Idiota! ¡Este Tremere va a demostrarle lo que es la verdadera magia! Y, ah la capacidad de ver con... ¿Cómo lo llamó Jocalo? "Claridad Pretarnatural? ¿El verdadero Auspex? ¿El tercer ojo? Bastará por ahora. ¡Ah! ¡¡¡Y el poder sin límites de quemar y QUEMAR Y QUEMAR HASTA QUE NI SIQUIERA TODOS LOS OCÉANOS DEL MUNDO PUEDAN APAGAR LAS LLAMAS!!!

Tomo nota mental de la relación de Mallotte con Lord Casmir pese a no prestar demasiada atención a sus delirios. Estoy herido y hambriento, pero escapar no parece una buena idea, pero quedarse se ve como un suicidio.

Miro a mi alrededor en busca de algún consejo, pero las sombras se han retirado ante la intensidad de las llamas

-Madre, ¿que hago?-

Como respondiendo a mi petición veo el rostro de mi madre, apenas un trazo de humo en el aire, pero su sonrisa me reconforta y da valor

Corro a por el confiando en la efimera protección de mi manto de sombras y descargo un golpe con mi espada

Sav estaba harto de tantos engaños y mentiras, nada había sido lo que parecía desde su llegada a Londres. La falta de paciencia no hacía más que enfurecerle más y ese enfurecimiento conllevaba osadía e imprudencia en sus acciones desatando su furia.

El fuego rodeaba a Mallote pero aquel destello no era lo suficiente para intimidar a un gangrel. Con sus garras desplegadas Sav se lanzó al ataque con todas sus fuerzas

Ya lo decía el dicho:

Salir del fuego para acabar mal, ¿o era el que mal anda cae en la sartén?.

Bernini no podría haberlo explicado en ese momento. Y no habría podido porque, uno, estaba sufriendo un severo caso de tensión extremis y dos, porque no tenía ni puta idea de refranes.

Desorientado bajo toda inspección sumaba a su desconcierto el hecho de ser un Cainita joven al que nadie se había molestado en explicar “de que iba la cosa” y aun así, ahora, con el “hombrecerilloencendido” tan cerca de donde él estaba, el pobre de Bernini intentaba por todos los medios poner la mayor distancia posible entre su cuerpo muerto y el del otro.

Y no porque, ahora como Cainita, fuese el fuego uno de sus peores enemigos sino más bien, por la sencilla razón de que el fuego era…bueno…fuego. Y todos sabían que con el fuego no se juega.

¡MADREDELAMORHERMOSO!, grito alarmado cuando la “cosa esa” comenzó a encenderse al completo como una jodida pira funeraria.

No iba a acercase al enemigo - ¡por sus putos huevos que no! – y por ello se dedico a lanzarle al otro cualquier cosa que hubiera al alcance de sus manos pero manteniendo una prudencial distancia…por si eso.

- Detente abominación.

Violetta llena sus pulmones del denso calor que crepita en la habitación y suelta un soplido cargado con una poderosa magia que hace ondular el aire a su paso. La ráfaga vuela hacia Mallotte y al llegar a la altura de su pecho choca con las llamas, evaporándose en humo y chispas.

Entonces la oscuridad escupe a Giani, el malkavian, que empuñando una espada corta se lanza contra el endiablado monstruo. Sientes arder tu carne cuando te acercas a Mallotte, pero haciendo acopio de tu fortaleza mental consigues lanzar un golpe con tu arma cuyo acero corta entre las llamas, arrancando una bocanada de aire caliente del interior de la criatura que te sofoca con solo notarla*

Como viejos hermanos de armas, Sav no tarda en saltar contra Mallotte cuando ve el ataque de Giani. Sus zarpas vuelan en la misma dirección que su camarada, penetrando sin miedo en el cuerpo ardiente de Mallote. El dolor es instantáneo. Tus garras, extensión de tu cuerpo, empiezan a quemarte de forma insoportable y aunque te apartas en seguida del foco de dolor, sientes como la piel alrededor de todo tu brazo se empieza a llenar de ampollas abrasadoras.**

El Tremere no se molesta en esquivar ninguno de los golpes, ni tampoco un tintero que sale disparado de las manos de Bernini e impacta de lleno en la cabeza del enemigo. El mago permanece en pie como un cadáver animado envuelto en llamas.

Durante el combate, el extraño fuego que envuelve a Mallotte comienza a connsumirle. Horrorizados veis su esqueleto asomándose bajo la carne quemada y a pesar de todo, no parece detenerse, y esta claro que no es la sangre lo que alimenta su poder.

- Grrrr...!!

Mallotte levanta la manos para lanzar un contraataque masivo, sin prestar atención a su propio deterioro.

El calor se hace todavía más insoportable, y las llamas en torno a su cuerpo se intensifican hasta volverse azules.

En esto momento es cuando os dais cuenta de dos cosas:

1. Hay caras, posiblemente wraiths o demonios, en las llamas que a Giani le traen recuerdos del Maelstrom ocurrido hace 300 años.

2. Marianna está en la habitación.***

Bernini reconoce la capa y las botas de la caínita pues es la persona que vio fuera observando des de la penumbra. Sav y Giani reconocen su cara, pues se habían cruzado con ella en el pasado. El primero siguiendo órdenes de Durga Syn, y el segundo durante su primer año de no-vida en la que presenciaron la muerte de Japheth y el clan capadocio.

El precipitado golpeo de Sav le condujo a una trampa de fuego, sus garras no encontraron su objetivo y el abrasador calor proveniente de la fantasmal figura consumió la carne del gangrel haciéndole caer con una mueca de dolor...

Maldito

Al ver como aparecen las caras en la figura llameante de Mallotte las contemplo fascinado, miro a mi alrededor comprobando que no hay sombras en la habitación

-las ha robado, ha robado las sombras- en las llamas se ven mucho mas claramente, el recuerdo de la pesadilla que acompaño a la muerte de Cappadocios me hace temblar

-¿madre?- ella está ahí, su cara en las llamas me llama y siento el impulso irrefrenable de lanzarme a las llamas a por ella

Pero entonces me doy cuenta de dos cosas

La primera es la presencia de Marianna, un nuevo recordatorio de aquella aciaga noche hace dos siglos. Parece vestir la túnica y botas que me permitieron entrar en el maelstrom, la comprensión de que sin eso no podré llegar hasta mi madre me golpea dolorosamente

La segunda es la maldición de Sav, esta muy herido, todos lo estamos. Pero si no hago algo morirá abrasado, no quiero que su sombra me persiga como la de otros antiguos compañeros

Tras el segundo que tardo en asimilar todo esto corro hasta Sav, lo cojo en brazos y corro tan rápido como puedo alejándome de las caras llameantes.

Lágrimas de sangre caen de mis ojos mientras lo hago -Madre, espérame-

El estudio de Mallotte es el mismo que pudiste explorar en anteriores ocasiones, pero esta vez las llamas empiezan a devorarlo todo lamiendo las paredes y cogen fuerzas con cada cuadro que alcanzan. El empapelado se despega y las estanterías de libros se convierten en piras desbocadas. 

La gran mesa de roble con todos los enseres de escritura, el busto de un antiguo pensador y el globo terráqueo siguen en el mismo lugar. La única diferencia de cuando todo estaba "en orden" es un enorme agujero en la pared donde antes un librero escondía una cámara oculta, en la entrada de la cual ahora se encuentra el elemental que ha desatado el infierno.

Con Sav en brazos corro hasta la escalera, una vez un esa relativa seguridad me giro a ver que sucede. Les diría que escaparan pero ya he comprobado que en el mundo de los no muertos los dones son tan variados como las estrellas, igual alguno de ellos es capaz de hacer algo contra esa pira ambulante

Pero no todos claro

-¡Bernini! ven conmigo-

Si algo se es que el neonato no tiene nada que hacer contra ese horror ardiente

Sentís el sofocante calor estrechando vuestros cuerpos sin vida y quemando hasta la última partícula de aire para convertirla en bolutas de humo negro. Detrás del rugido de las llamas, estallan los cristales de las ventanas y empiezan a romperse estantes y maderas del techo.

Lo último que Sav alcanza a vislumbrar antes de perder el conocimiento es el rostro de Giani recortado entre ascuas ascendentes, pero aunque los labios agrietados del malkavian se mueven, su voz se escucha lejana a oídos del gangrel.

Violetta se lleva una mano a la boca horrorizada al ver la inefectividad de sus dones más poderosos y corre a ayudar a Giani en su intento de arrastrar el cuerpo de Sav hacia el exterior.

Marianna esgrime su espada en un estilo claramente oriental y mientras se acerca con paso firme hacia el diablo, el llameante infierno parece abrirse ante ella, tardando un brevo pero apreciable tiempo en cerrarse a su espalda. 

El calor se hace todavía más insoportable, y las llamas en torno al cuerpo de Mallotte se intensifican hasta volverse azules.

Cuando Giani se gira a echar un último vistazo al interior de la sala, ve como la espada de Marianna traza un arco vertical y descarga un brutal golpe seco sobre la cabeza del Tremere que se parte en dos. Mallotte cae al suelo y al instante notáis como el infierno desatado por el mago se convierte en un incendio normal, aunque muy intenso e igualmente peligroso para vuestros cuerpos no-muertos.

Dentro del cráneo de Mallotte hay otro escarabajo, también partido en dos, que se disuelve en la ya conocida sustancia blanca.

En el exterior, los londinenses empiezan a observar el incendio desde sus ventanas y cuando habéis conseguido poner el cuerpo de vuestro compañero a resguardo, a una distancia prudencial de la casa en llamas, Violetta os ordena retiraros a una distancia segura.

La mansión del Tremere está peligrosamente cerca de otro edificio, otra residencia privada, y poco a poco veis como las llamas mecidas por el viento empiezan a propagarse.

¿Te ha pasado alguna vez eso de imagina en tu mente un millón de posibilidades para una situación?. ¿Qué si hago esto, que si lo digo de tal forma, que si ahora reacciono así, etc, etc?. En definitiva, hablo de planear “el que hacer” respecto a algo en el mismo instante en que “ese algo” esta sucediéndose frente a tus narices.

Eso lo que ahora le pasa a Bernini, quien en su mente idea un sinfín de posibilidades a este dantesco ahora que le toca transitar. Como salvador de Sav, como héroe Dioscuro versus a aquel increíble enemigo, como cobarde que huye o como un brillante estratega que con dos o tres simples movimientos termina por apagar el fuego y rescatar el tesoro anhelado.

Sin embargo.

La realidad es otra pues en ella, Bernini se ha quedado tan quieto como una estatua. No respira, no parpadea, no dice ni hace nada pues la totalidad del foco de su atención se centra absolutamente en el fuego.

El fuego.

Su mayor enemigo y su verdadera musa pues ahora comprende, en medio de ese infierno en la tierra, que ¡es verdad!, se puede amar y odiar con la misma intensidad a algo.

Observo fascinado la danza de las llamas alrededor de Marianna, conozco ese efecto, sin tantas llamas es lo que sucedió cuando yo vestí ese manto. Y luego su movimiento es tan elegante, ¿porque no me habrá salido a mi así?

Un nuevo escarabajo dorado, tendré que preguntar sobre eso, y sobre muchas cosas, pero por ahora el hambre me roe las entrañas y mis heridas parecen arder

Me giro para alejarme de las llamas que empiezan a extenderse, aun llevando en brazos a Sav, el olor de su Vitae resulta increiblemente tentador, pero no lo he salvado para cometer el pecado de Aricia

Un último detalle me detiene al darme cuenta que el insensato Bernini no me sigue, preferiría no ver su sombra danzando a mi alrededor el resto de mi no-Vida

-¡¡BERNINI VEN!! TE ENSEÑARE LOS SECRETOS DE LOS DIOSCUROS-

Grito a pleno pulmón, lo que sea con tal de que reaccione

Alrededor de Bernini el calor es acuciante y los órganos internos del neonato empiezan a hacerse estragos de la elevadísima temperatura de la habitación, como si un ardor lo fuera consumiendo por dentro*

Marianna sin tiempo a envainar de nuevo, se cubre la cara con un brazo y salta por una de las ventanas rotas cuyas vigas arden. Al levantarse de nuevo en el suelo del jardín, mira un momento a Giani y a Violetta desde las sombras, y luego echa un último vistazo a la casa en llamas. No parece tener intención de dirigirse a vosotros, pero tampoco os rehuye de momento.

 - Es demasiado tarde para avisar a los otros vampiros de la ciudad.

Dice Violetta entre dientes, refiriéndose al cielo que empieza a cambiar de color y anuncia el próximo amanecer.

Uno de los criados de la dama se os acerca corriendo, alarmado por el estado de su señora y lo ocurrido en la mansión.