El palacio se alza majestuoso ante vostros. Podeis ver a algunos paladines de la mano de plata en la entrada y soldados de menor rango dando vueltas por alli. Con tal solo ver a Terenthius los guardias abren la puerta y entrais en el palacio.
Terenthius os conduce directamente hasta la sala de audiencias. A la puerta 4 guaridas os solicitan que dejeis las armas a la entrada.
- Nadie puede entrar armado en esta sala, ordenes del conde.- Son las palabras del conde.
Quiebratormentas y Alkarik pueden observar como los guardias a los que entregan sus armas lo hacen con cierto temor y las tratan con mucho mas tiento que con las armas de los demas.
Entrais en la sala del palacio y podeis ver al conde sentado en su trono y ante el una mujer alta elfa.
Al entregar la enorme alabarda tauren al soldado el pobre hombre tubo que hacer esfuerzos para no volcarse con ella... si el tauren manejaba con soltura aquella arma su fuerza debía de ser tremenda.
Tras esto se internó con el resto de la comitiva en el gran salón y agachando la cabeza sensiblemente saludó a Lord Israel... intentando ser todo lo protocolario que sus aptitudes le permitían.
Me siento como si me metiera en la boca del lobo...
Alkarik intenta quedar en un segundo plano. Veo a demasiados caras palidas para mi gusto. Escuchare lo que tengan que decirme, pero evitare intervenir si no me preguntan directamente.
Al entrar a la sala hago una cortes reverencia y avanzo hacia Lord Israel hasta ponerme a su lado y en ese momento le comento algo al oído.
- milord, los presentes os buscaban al igual que yo les buscaba a ellos, pero no quisieron decirme el motivo de su visita a vuestra persona -
Entro al salon, no me gusta desprenderme de mi arma pero ordenes son ordenes.
Cuando entramos hago una reverencia esperando que nos hablen primero
Observo a las personas que están entrando sin decir nada.
Al ver que nadie contestame decido a dar el primer paso
Buenas tarde soy Theros Grand y el es Sir Arthur Blind somos miembros de la Orden Mano de Plata y se nos ha enviado aqui y que lo buscaramos.
A ellos dos nos los encontramos en el camino y también lo buscan
Dado que Theros ha dado pie a las presentaciones el tauren da un paso adelante y se presenta.
Mi nombre es Quiebratormentas y me acompaña Alkarik... ¿debo suponer que estamos todos aquí por la misma cuestión?
El tauren había dejado caer la primera pregunta indiscreta que se había formado en su mente en el trayecto de camino al palacio.
Verhanna Kaylan, un placer. Digo saludando.
Una pequeña sonrisa se deja ver en la cara de Arthur.
Gente de la Mano de Plata, qué gusto estar entre compañeros.
- Saludos, caballeros. -hace una reverencia a Lord Israel- Un placer conocerle, Lord Israel. Supongo que el sanador y yo venimos a verle por distintos motivos que el elfo nocturno y el tauren.
A pesar de estar entre amigos, el paladín no deja de mirar a los guardias que llevan sus armas, le gusta tenerlas vigiladas en todo momento.
Israel le hace un gesto con la mano a Terenthius para que permanezca tranquilo.
- Bienvenidos heroes de Azeroth. Habeis sido convocados a mi llamada porque una vez mas Lordaeron precisa de vuestras heroicas hazañas. Aunque Lord Archimonde y sus huestes hayan caido en la batalla del monte Hyjal, sus subditos aun residen en estas tierras. Mis espias estan tras la pista de 5 señores del terror y yo no puedo permitirme tener a esos 5 demonios rondando en torno a mi ciudad. Por ello preciso que los destruyais.
Mientras dure el trabajo estareis con todos los gastos pagados alojamiento y manutencion pagados. Sinceramente, espero que acepteis el trabajo que os encomiendo.
Luego susurra unas palabras al oido de Terenthius.
- ¿Ves amigo mio? Estos imbeciles nos libraran de esa peste y no sabran que Ner´zhul les dirige.
¿Israel Grhock tambien es un alto elfo?
Si es asi me pensare seriamente rechazar su oferta.
Pero señor oso interrumpir, pensamos que todos habian sido destruidos y que solo quedaban demonios menores.
Que información tenemos de ellos, yo por mi parte acepto el trabajo
Sus rasgos difieren mucho de los de Terenthius. Entre otros ves que tiene barba, cosa que ningun elfo tiene. Y sus orejas...no logras verlas del todo porque las tapa con el pelo largo, pero puede que tal vez sea un semielfo.
- Ciertamente maese enano. Los demonios mayores cayeron en la gloriosa batalla. Estos demonios que mi gente encontro no creo que sean una gran amenaza pero no quiero arriesgarme. ¿ Seran tan amables de ayudarme?
Si aceptamos su oferta, ¿solo seríamos nosotros cuatro?
La oferta de matar a unos cuantos demonios no le desagraba ya que mientras esas aberraciones abitaran el mundo, la naturaleza no recuperaría su equilibro.
Yo ya me he ofrecido.. Digo amablemente al que pregunta.
- Bien pues si todos estamos de acuerdo, sean tan amables de cenar conmigo. Terenthius les acompañara en su mision al igual que lady Verhanna.
Os pasa a un comedor. El preside la mesa y a su derecha se sienta Terenthius.