Partida Rol por web

—¡Parte de ese contaba como mío!

El Backup lanzó una ráfaga contra el otro perro digital para intentar apurar la cosa pero, por desgracia, descubrió que aquel dicho de 'las prisas no conducen a nada' se podía aplicar también al reparto de plomo.

—¡Esa fue de advertencia! ¡Ríndete o te desconectamos!

El robot ignoró las provocaciones de Ted mientras emprendía un galope hacia...fuera de la nave industrial. ¿Que podría haber llamado su atención de tal manera? ¿Por que ignoraba a los que hasta hace unos segundos atacaba?

Pues por que la señorita Pris había tenido a bien merodear cerca de la misteriosa tercera furgoneta. 

Tratando de no derrapar en el pavimento mugriento el mecha-warhound toma posición y desencadena su arma secundaria. Un chorro de llamas ilumina la noche cuando un cono de fuego chamusca las extensiones de Pris. Por suerte con el movimiento el robot no ha podido apuntar bien y la amazona de ebano se ha salvado.

Por ahora.

Enarcó una ceja. Cuando ese perro se encontraba ante ella, prácticamente indefensa (salvo por el extintor que ostentosamente empuñaba), se dio la vuelta y salió zumbando hacia el exterior. '¿Peo qué coñ...?'
Supuso que los backups estarían haciendo algo, o lo mismo era ese colgado de Trace dándoles caña cibernética. En cualquier caso teniendo un blanco tan fácil estaba claro que habían perdido todo interés y eso la permitía poder actuar con cierta libertad. Así que se encaminó corriendo -pero sin soltar su amado extintor- hacia Rita. Al llegar a ella comprobó su pulso, y aprovechó para inspeccionar ese collar que parecía llevar puesto y que emitía algún tipo de luz. O algo así, la verdad es que apenas pudo fijarse con el pifostio que se montó después

- ¡Hijos de una perra oxidada! – gritó dos octavas por arriba dando saltos buscando apagar las llamas de sus extensiones. - ¡Sus vais a cagar! ¡CABRONES! – les grito enfilando otra de las furgonetas que había.

¿Furgonetas autodirigiradas? Era de esperar con estos putos nerds de lo mecánico.

La buena noticia, no había conductor al que dejar KO.

La mala noticia, no había llaves.

Pero ella era una chica de la calle. No sólo había traficado con drogas, había hecho un sinfín de cosas para ganarse el pan y los implantes, como toda chica lista. Por supuesto, robar coches entraba en esa larga lista.

Arrancó los cables debajo del volante de un tirón y probó a arrancar.

Casi podía oír la risa proveniente de la otra furgoneta. Hasta el perro parecía tener una jodida sonrisa estúpida.

- ¡MAMOOOONEEEEEESSSSS! – gritó dando golpes a diestro y siniestro al volante y los putos cables y… ¡ARRANCÓ! ¡Esa puta mierda ARRANCÓ, CHACHO!

- ¡Sus vaaaaaaiiiisss aaaaa caaaaggaaaaarrr! – fue su grito de valkiria pisando a fondo el acelerador para arremeter contra el chucho mecánico, la furgoneta y cualquier cosa que fuera tan estúpida como para ponerse en su camino.

Jimmy sonrió exultante cuando . Era una gozada volver a sentir en sus manos el poder destructivo de su subfusil y ver como sus enemigos caían ante una lluvia de plomo bien dirigida. Pero para decepción de Jimmy el robot restante cambió de dirección y se apresuró en abandonar la fábrica, dirigiéndose a toda velocidad hacia las furgonetas de donde había salido.

— Cobarde...— masculló entre dientes y llevado por la emoción de la batalla comenzó a correr detrás del cánido mecanizado.

En cuanto volvió a tener visión del robot distinguió cómo numerosas balas dibujaban el contorno de la inconfundible figura de Pris. “¿Qué coño hace esa ahí?” se preguntó extrañado, creyendo que la morena seguía en la parte más alta de la fábrica.

Sea como fuere, Jimmy apretó de nuevo el gatillo tratando de poner fin a la existencia del robot y disparó otra salva contra él.

Pris apretó hasta el fondo el pedal del acelerador y la furgoneta brincó como un potro de Texas. La furgoneta salió disparada contra la forma robotica aplastando patas, procesadores y chasis en un crujido brutal. El robot salió disparado y rebotó varias veces por el pavimento de la fabrica de coches dejandose partes por el camino. La argumentación de Pris contra los peligros de la robotica descontrolada fue clara y concisa. Y por si fuera poco Jimmy recalcó sus argumentos con una andanada de balas que acabó de destrozar el robot.

Pero la carrera de Pris la quemada no acabó ahí. Con la silenciosa fuerza de un ariete impulsado por un motor eléctrico no contaminante estampó su furgoneta contra el costado de la tercera en discordia. La luneta del coche se deshizo en una lluvia de cristales mientras Pris se sacudía presa de un latigazo cervical de tres pares de cojones. La otra furgoneta volcó sobre su costado mientras una columna de humo negro empezaba a elevarse del capó de la furgoneta de Pris.

Line pudo ver claramente que a la pobre Rita la habían inmovilizado con un juego de esposas atadas mediante una maraña de cables a un gruso collar alrededor de su cuello. Este emitia pequeños pitidos y tenía varias luces LED. De un solo vistazo Line fue capaz de darse cuenta claramente que la función del collar era dar potentes descargas a su portadora.

Seguramente alguién había quedado rapidamente harto de la verborrea de yonkee de Rita y había aplicado la tecnología para solucionarlo.

El dron revoloteó alrededor de los escombros del impacto y los restos de los dos mecha-warhound. Finalmente se paró frente a Jimmy, el primero en salir de la fábrica, desplegando un pequeño emisor y proyectando una voz a través de su sistema de altavoces integrado.

¡Detenganse! ¡Salvajes! dice una voz chillona, la de un niño o un eunúco. ¡Son ustedes peores que su asociada! ¡Y eso es que ella es una degenerada drogadicta! ¡Detengan este sinsentido ahora mismo! ¡No nos hagan daño! ¡Negociaremos!

A las cervicales les podían tres putas mierdas. ¡Ya dolerían después! Ahora la adrenalina y la mala ostia le impedían sentir el dolor que la dejaría en cama un buen rato más tarde y que haría que se arrepintiera de esta historia. Naaaah, ahora quería sangre, quería a esos malditos bastardos fuera de esa lata de sardinas.

Ni se molestó en abrir la puerta, eso era para nenazas y ella era una nena. ¡Qué coño! ¡Ella era una SUPERNENA!

Salió por la luna de la furgoneta que acaba de reventar y se plantó de un salto encima del costado de la furgo volcada.

- ¡¿Quién se ríe ahora, eh, josdeputa?! ¡¿Eh?! ¡¿Eh?! – les decía mientras golpeaba la furgoneta a patadas y la culata del subfusil.

- Salid que os pienso meter esos perros por el culo tuerca a tuerca.

- ¡Salid os digo, malditos cabrones!

- ¡Salid u os juro que reviento el depósito de la furgoneta y os asáis vivos!

Esto, espera…

- ¡Me la suda que sea eléctrica! Nuestra mierda de carro no lo es y está para reventarlo, ¡así que me da igual reventároslo encima si con ello me llevo la vista de veros arrastraros fuera de esa puta furgoneta en llamas! ¡Ese puto video va a ser viral en TuTuBo en menos de lo que tardo en tirarme un peo! ¡Me oís, joputas!

- ¡Salid, ostia ya!

Parecía que podía pasarse así un largo rato hasta conseguir lo que quería… y que las amenazas no podían ser del todo en balde… se habían atrevido a joderle las extensiones esos joputas...

—¿Habéis visto? Nada como la educación para que la gente quiera hablar.— dijo Ted bajando de un salto de lo alto de la maquinaria.

El Backup se parapetó en la entrada de la fábrica para tener a tiro el dron y la furgoneta derribada.

—Trace ¿todavía respiras?— preguntó sin girar la cabeza, siempre atento a cualqueir sorpresa —Tienes que perder esa costumbre de ponerte en medio de las trayectorias de las balas.

Pris se lo había currado de forma espectacular. Y parecía llevar bien el tema del diálogo. Así que él se limitó a cubrirle las espaldas desde su posición.

Sopesó unos segundos el sistema del collar. Creía poder neutralizarlo, y como buena chip llevaba siempre las herramientas para ello. Al menos tenía la INMENSA suerte de que estaba inconsciente, por lo que esa estúpida yonki no la aturdiría con su inaguantable verborrea. 'Algo es algo', pensó. Al mismo tiempo oyó cómo Pris se dedicaba a insultar y, en base a los golpes que escuchaba, parecía haberle ido bien, por lo que supuso que la situación se había solventado a su favor. Incluso el dron emitía ahora un mensaje de rendición. Lástima por Trace, ese capullo parecía destinado a palmarla en una de estas, pero al mismo tiempo tenía una flor en el culo digna de alabanza

Trace estaba tirado en el suelo respirando como mal podía, últimamente se le daba mejor hacer de alfombra que de compañero insufrible de fatigas, seguramente fuese porque todas las fatigas insufribles le pasaban a él y no era bueno soportándolas.

Mientras sus compañeros estaban luchando y cagándose en los perros, nunca mejor dicho, que le habían dejado así, él estaba luchando por no morirse, de nuevo, mientras intentaba echarle un vistazo a Rita, para ver que no tramase nada malo, aunque seguramente sus esfuerzos no valiesen de una mierda.

Estoy vivo... estoy vivo – Dijo con dificultad mientras se ahogaba de dolor. – Buena observación – Completó mientras intentaba levantar la mano con el pulgar hacia arriba.

No podía moverse y tampoco iba a hacer un sobreesfuerzo para intentarlo. – Por cierto… Vikander… está jodido, está metido en la mierda hasta el fondo. – Paró para coger una gran bocanada de aire y hacer varios gestos de dolor. – Es un adicto al porno que parece vivir en el Beverly Wilshire Hotel…

Realmente no sabía si alguien le estaba escuchando mientras hablaba, pero o compartía la información en ese momento o no sabía si saldría de esa para poder hacerlo. Prefirió seguir tumbado sin moverse mucho para no perder más sangre de la que ya había perdido, sólo se molestó en girar la cabeza en dirección a Rita.

Puta Rita… como salga de esta…

—Pero ¿fue él quien se llevó la pasta?— Ted seguía cubriendo a Pris desde la puerta mientras hablaba con el Data —Ten por seguro que vamos a darle una visita y le haré una sesión gratuita de sadomaso. Pero me gustaría saber si solo es gilipollas o además es un ladrón listillo. Para graduar la intensidad, ya me entiendes.

Sí… sí, fue él – Dijo Trace retorciéndose de dolor ­– Perdonad... que no sea muy claro – hizo un gesto con la mano derecha de señalarse las heridas – Estoy malito.

Es un mierdas – volvió a decir ahogándose – Cobra cinco cifras al mes y lo gasta todo en lujos – Trace se retorció de dolor de nuevo – Mátale.

La chillona voz proyectada por los altavoces del dron vuelve a sonar, parece claramente asustado por las amenazas de Pris.

¡No lo haga! ¡No incendíe la furgoneta! ¡Todo esto no ha sido más que un terrible malentendido! ¿No podemos hablarlo como caballeros? El dron revolotea alrededor de la furgoneta de Pris para luego acercarse a donde Jimmy y Ted se están aproximando con sus armas. ¿Nos dan su palabra de que no nos causarán daños si abandonamos el veículo? Estoy seguro de que todo esto no ha sido más que un terrible malentendido. Bajen sus armas y podremos negociar.

Mientras Line con su habilidad claramente demostrada para manejar todo tipo de maquinaria había liberado a Rita del ingenio con el que la habían esposado y reducido. Al parecer vuestra agente de la condicional/contacto/cerebro del atraco ha recibido las "cariñosas atenciones" de la Bazinga Advanced Robotech y ahora tiene un labio partido como recuerdo de la manta de palos que se ha llevado.

- Claro que sí, cariño – contestó Pris con un ademán de quitarse un mechón imaginario de la cara y pasando de 100 a 0 en un suspiro – Yo soy toda una dama. – aclaró a lo de hablarlo como caballeros, por si sus maneras de antes no habían dejado claro su alta alcurnia y su bagaje estudiando en los mejores colegios de la calle.
- Salid y seguro que llegamos a un acuerdo para colaborar y repartirnos el dinero que ese cabrón de Vikander nos ha robado a todos. – era hora de sacar pasta de aquello. Esos cabrones querían su pasta, nosotros queríamos la nuestra. Vale, técnicamente era de esos cabrones, pero eso era antes de que ellos la robasen. Habían currado y se merecían una justa remuneración, ¿qué menos? Siempre había tenido esa vena sindicalista, que maja ella, todo justicia social.
- Venga, venga, no hagáis esperar a las damas. – les animo con voz dulce dando unas palmaditas “amistosas” en el lateral de la furgo caída.
Luego ya veríamos si manteníamos eso de no volarles la cabeza o si se echaba a cara o cruz con Ted quien los reventaba antes.

La puerta de la furgoneta se abre, el interior está iluminado por la fria luz de los fluorescentes y atados a dos sillas de control un par de tipos delgaduchos y palidos, enfundados en unos monos y cascos de VR que dejan poco a la imaginación, que debían ser los pilotos de los mecha-warhounds.

Obviamente ninguno de estos es el que ha hablado pero no lograis ver a nadie. Hasta que bajais la vista y veis a un enano (¿o acaso uno de esos clones niño?) repeinado y con una pajarita repelente que sacude un inhalador de asma antes de darse un par de chutes.

Me alegro de que podamos llegar a un acuerdo dice con una vocecilla aun más chillona que la que sonaba por el dron Creo que en efecto todos somos victimas de un banquero deshonesto. Pues deduzco que fue el señor Vikander quien los convenció para tratar de sustraer nuestro dinero ¿verdad? Mira con obvio nerviosismo a Ted, Jimmy y Pris mientras Line, Rita y un renqueante Trace se acercan. Lo que les propongo es que entren al servicio de la Bazinga Advanced Robotech como "agentes de recuperación". Si logran restituirnos el dinero que nos ha sido robado sabremos compensarles pecuniariamente por sus servicios. ¿Entiendo que tienen alguna pista para cazar al maleante?

- ¿Pecuqué? ¿eng? - preguntó frunciendo el ceño y la misma expresión que tendría caso de haberla invitado a comer boñiga.
- Mira, muy bien a lo de currar como "agentes de recuperacion". Eso es lo nuestro. Recuperar cosas. Años y años de experiencia. Pero a nosotros nos pagas con pasta, creditos, coins. A ver, ¿de cuanta pasta estamos hablando? ¿De que porcentaje? - sacando su vena mujer de negocios elegante.

Apareció ante todos con Rita colgando de uno de sus brazos. Estaba en malas condiciones y sobre todo, ¡oh sorpresa!, callada. Se ve que el niño de las narices servía de bálsamo y que la tunda le había infundido cierta prudencia. Al menos por ahora. En cualquier caso se sentía satisfecha consigo misma por haberla ayudado, esa parte suya que sirvió en el Anaheim parecía reclamar su triunfo, y si bien la situación estaba lejos de solventarse habían hecho un gran avance y podía permitirse una sonrisa victoriosa
'Me debes una, jodida estúpida', la dijo con cierto tono entre cariñoso y despectivo -curiosa mezcla-. Dejó de momento que Pris negociara, aunque de estar en su lugar no se fiaría de que una gran corporación mantuviera su palabra con cuatro tiraos a los que podía eliminar en cualquier momento y una X menos en la ecuación. Pero como estaba MUY necesitada de pasta, más aún incluso ahora que ni tenía ya su vieja berlina, cerró el pico y esperó que ese porcentaje fuera elevado