Partida Rol por web

Estuvieron un rato mas discutiendo y aclarando que coger y que no. Despues de dar las gracias volvieron a buscar al resto.

Leonard pagó por las 25* flechas, pero se quedó mirando a Adalberto para saber que hacían con las hierbas.

¡Mis medicinasssssss!

Creo que no las quieren, y son de la mejor calidad sisisisisisis!!!

Otto, yo es que no quiero que nos timen con tu dinero. Yo si quieres te las pillo, pero luego si no funciona no se aceptan devoluciones ni quejas :P :P :P

Avísale de que si no curan volveremos a visitarla.

La mierda de Bissendorf es muy buena j0as!!

Lo que ustedes digan.

Tras mirar su propio bolsillo, Leonard suspira y acepta pagar los 4 peniques por las hierbas - No me hago responsable de que, si esto no produce el efecto positivo en nuestro compañero, este venga a presentar una reclamación.

La senora asiente, y despacha lo pedido -buen dia jovenzuelos.-se despide amigablemente. Y los acompana para cerrar nuevamente la puerta y seguir con sus queaceres, a caso no falta siempre tiempo para mantaner una tienda limpia y ordenada.

De camino al templo pasamos por el mercado. Me acerqué al puesto donde vendían armas.

¿Cuanto por esta ballesta?- Dije mostrando mi antigua ballesta que se había trasformado en una peso muerto ahora que había encontrado la otra.- Es un arma estupenda, nunca jamás se me ha encasquillado.

El mercader te miro con un solo ojo mientras con el otro comprobaba el material, toqueteandolo con sus largos dedos, y senalando golpes o pequenos desperfectos.

-Te doy 12 coronas- dice mirandote y poniendolo sobre la mesa.

Le mire con cara de pocos amigos, pero necesitaba el dinero, liberarme de peso en el saco y no tenía tiempo de regatear.

Hoy has hecho un buen negocio, demasiado bueno mercader.- dije cogiendo el dinero de la mesa

Adalberto el clero de Morr es humilde y no dispone de fondos si pudieras prestarme  12 coronas de oro te lo agradecería .Mi senda ha sido marcada en mis sueños y he visto el camino a seguir  pero para ello necesito adquirir algunos materiales.Toqueteo nervioso el símbolo de madera del Cuervo  al verme obligado a hacer semejante petición .Te lo devolveré en cuanto pueda y no solo me estarás haciendo un favor sino que estarás ayudando al grupo.

Viendo la oportunidad de hacer acopio de material adicional en vistas de los más que seguros enfrentamientos que aguardaban me encaminé hacia la vendedora local donde poniendo sonoramente la bolsa de oro sobre el mostrador demandé lo que buscaba

-Mujer, quiero que me muestres las hachas y martillos que tengas a dos manos... y obvia las bagatelas, no tengo tiempo que perder con minucias

La mujer quedo completamente impresionada cuando entraste, era una mujer mayor que ya pintaba canas, te miro con cara de no saber si correr o gritar. Hasta que le hiciste la peticion de un arma, hizo una mueca y fue rauda a buscarlas a la armeria que tenia, en una pared.

Cuando llego miro con ojo experto y dijo:

-Mi buen maese venga y digame cual le gustaria, tengo varias y desde aqui podra verlas con un simple vistazo- dijo senalando un lado del cuadro de armas que tenia, donde se encontraba una espada realmente grande y ancha, un hacha con el mango muy gastado y un martillo con la cabeza ancha gastado por el uso.

Asentí ante las palabras de la anciana mujer, acompañándola hasta el armero donde observé las armas mientras me mesaba la barba. Cogí una y otra, sopesándolas y observando su forjado y su filo, asintiendo o gruñendo dependiendo de si me gustaba o no lo que veía

-Bien humana, está me llevo -sentencié asiendo el hacha con mis manos*