Partida Rol por web

Tras el aviso de Hans, comienza a subir. Con el estruendo realizado por Kurdrim poco importará, pero aún así guarda sigilo en su ascenso.

Al llegar arriba, pone a trabajar sus sentidos. Estudiando con precisión el lugar que les rodea. 

Me asomo haciendo  un gesto para que  me sigan y al girarme me como la pared.Demonios, un mal momento para meter así la pata .Frotándome la frente pregunto .¿Quien ha movido el muro?.Sonrio para quitarle hierro a la situación y relajar un poco el ambiente.Demasiada tensión y puede que alguien cometa un error.

Para ser una casa que parecía de un noble, era bastante lúgubre. Pero para ser la de una adoradora de dioses malignos era perfecta. Tenían que asegurar la zona y así se lo hizo saber a los que por detrás venían. Tenía pensado acercarse lo máximo posible a la puerta por la que había entrado ese hombre con Kurdrim y que el resto aseguraran la casa. Era sin duda la mejor opción.

- Asegurad la casa aunque sea por las malas en cuanto hagamos ruido sin perder un segundo, esto puede ser una trampa así que andaos al lorito, y que la diosa fortuna esté de nuestro lado.

Notaba como la adrenalina se disparaba dentro de su cuerpo, estaba sudando y no era por el calor. Tenía el extraño presentimiento de que esa persona probablemente les habría oído. Así que tendría que acercarse cautelosamente.

Era el momento...

Joder joder joder joder joder joder... ¿Que nos espera ahora?

Leonard esperaba impaciente abajo con los otros a que los de arriba dieran algún tipo de instrucción o novedad...

El ascenso no fue todo lo sigiloso que debería gracias a mi torpeza pero, por fortuna, parecía que pese a todo no nos habían descubierto. Dejé escapar el aire en un corto suspiro percatándome entonces de que estaba conteniendo el aliento. Aquel asunto me estaba incomodando demasiado, no saber que nos aguardaba era una cosa, ir tras la pista de un posible engendro del caos y no saber por donde iba a aparecer era otra bien distinta

Miré hacia donde se había marchado el tipo que casi nos descubre y miré al resto mientras Adalberto asumía un papel de líder que nadie le había asignado...

Este tipo ya se esta creciendo demasiado... primero la taberna, luego la iglesia, ahora esto... si pudiera le iba a ...

Silencio, maldita sea. No puedo pensar con tus barboteos- gruñí moviendo la mano de una lado a otro sobre mi cabeza, como si estuviera espantando a un ave molesta - Hagamos subir al resto, ahí abajo no hacen nada- añadí echando la vista hacia atrás y haciendo un gesto con la mano para que avanzaran. Si subíamos todos podríamos cubrir mejor las diferentes salidas/entradas

Esperé a Otto. Era al único que le iba a permitir, y por voluntad propia, darme algo parecido a un orden... estaba allí no por ser templario, sino por cumplir una promesa para con el futuro cazador de brujas; no tenía sentido alejarme de él en un momento así. Si el estaliano quería un perro faldero que se buscara a otro

Hay un tipo, que sepamos. Se ha ido por ahí... si mi opinión cuenta de algo montaría guardia frente a esta puerta por si vuelve a salir y, entre tanto, limpiaría el resto de habitaciones asegurando que solo tengamos ESE camino para proseguir- comenté entre susurros con Otto a la espera de ver que opinaba el "líder"

No me gustaba nada que en la casa hubiese más personas que el ama de llaves o la mutantes. Aquello no era ninguna buena señal. Con el gesto de Kudrim comencé a subir por las escaleras.

La escalera continuaba para arriba, pero en la planta donde nos encontrábamos, además de la puerta que daba al exterior había otras tres puertas más. Teníamos la salida por el sótano cubierta, si cubríamos también la de esta planta la única salidas posible sería por las ventanas.

Con un gesto de la mano indiqué a Leonard que se apostara en la puerta de salida, además de cubrir el pasillo con su arco desde allí, si alguien decidía saltar desde el primer piso a la calle para huir, sólo tendría que abrir esa puerta para convertirlo en un alfiletero. Con otro le indique a Hans que se quedara cerca de las escaleras para controlar sí bajaba alguien.

Dejando cuatro dedos a la vista en mi mano derecha nos señalé a Adalberto, Kudrim, Gerard y a mi y justo después señalé la puerta que quedaba a la izquierda, había llegado el momento de limpiar la casa y para hacerlo bien teníamos que ir habitación por habitación, tal y como acababa de sugerir el enano.

Todo se desmadro un poco, la tension se podia ver pasearse como una sombra detras de cada uno, la presencia de las armas de todos a la vista ayudaba a estar en un estado que hacia tiempo que no tenian.

Solo con la ayuda del enano, y sobre todo de las claras ordenes de Otto, comenzaron a posicionarse.

Con un gesto de mano, acerco a cuatro de sus companeros para que les siguieran, a la unica puerta de la izquierda en el angosto pasillo Adalberto toco el hombre de Otto y paro a todos, senalo un perchero al lado de una comoda alta donde reposaban adornos de caza, alli habian 2 capas; en concreto con simbologia de los soldados que venian con ustedes companeros de estos. El Estaliano habia encontrado una pista de la cantidad de personas que habian en la casa en aquel momento.

Asintiendo con la cabeza, y viendose en superioridad numerica volvieron al plan original. Con el mayor de los susurros Adalberto fue el elegido para que abriera la puerta, si algo la atrabesaba Kurdrim a desgana y Otto ensartarian como un cerdo.

Al empujar todos pudieron ver:

La habitacion acabo siendo un maldito establo sin mas interes que el animal que alli piafaba tranquilo, viendo como la puerta estaba cerrada a consciencia
Un maldito jamelgo...menudo hallazgo- me queje dando media vuelta y volviendo al pasillo donde Adalberto habia tenido el acierto de indicarnos las capas como señal de la cantidad de gente que podia haber alli retozando con el engendro...si acaso estaba alli
Solo dos traidores y la aberracion...quema la casa y olvidemonos del asunto
Negue distraidamente con la cabeza mientras una idea inquietante se hacia hueco en mi mente. ¿Y si acaso el engendro no estaba alli?
Me dirigi hacia el noble mientras el resto decidian que hacer en el establo. Le agarre de la camisola y lo acerque a mi rostro, bajandolo a mi altura por pura fuerza bruta
¿ Donde esta el ser que antes era tu mujer?¿El corredor se conecta con que otras salidas, ademas de la iglesia?…
Habia un aquelarre aquella noche y todo indicaba que la criatura seria sino el epicentro si una parte impportante
¿Donde guardas las Piedra Bruja? -todo aquello me olia a encerrona y no queria vernos atrapados entre dos frentes con un engendro de por medio

La cosa se ponía interesante. Si el número de capas que allí se encontraban coincidían con las personas que había allí dentro, debía de haber alguien mas en el piso de arriba, eso sin contar con la mujer o con la gente que pudiera aparecer por ahí mas adelante. Había que registrar e interceptar a cualquier persona que estuviera dentro y luego esperar a los invitados y cazarlos uno a uno como a ratas con la ayuda de los guardias que harían su trabajo como reclamo.

Había que encontrar mas gente así que se dirigió hacia la escalera para sigilosamente echar un vistazo. Señaló al resto la puerta de abajo para que estuvieran preparados. Si algo o alguien estaba ahí arriba le pensaba coger rápido y por sospresa.

- Hay que hacer esto lo mas rápido posible, cualquier persona podría venir y cargarse el factor sorpresa.

Subió la escalera por las esquinas pegado a la pared, para evitar que la madera crujiese y alertar a nadie con el ruido. Había aprendido esto cuando se levantaba temprano para ir al puerto a ver la actividad sin que su tío se levantase y obligase a hacer ejercicios aritméticos hasta la hora de la comida...

No habían topado aún con nadie, y lejos de ser una buena señal, Leonard se ponía más nervioso, aunque sin dar muestras externas de su nerviosismo. Agarró una de sus flechas y se puso a juguetear con ella para distraerse, a la espera que ver que información sacaban y cual era la siguiente ruta que tenían que seguir en el hogar de los mutantes.

A eso puedo responderte yo.- le dije a Kudrim en un susurro.- En la biblioteca al lado de la mesa, si el noble no nos ha mentido.

Cuando me di cuenta, Adalberto había salido disparado hacia el piso de arriba. No fue algo que me pareciera muy inteligente, pero estaba seguro de que lo era aún menos ponerse a dar órdenes en voz alta en mitad del pasillo, así que no tuve más remedio que dejarlo hacer. Señalé la puerta por la que no había entrado el hombre, pues sería la próxima sala que revisaríamos.

Mientras dejaban a un lado el establo, y seguian asegurando la casa lenta e inexorablemente. Adalberto se desmarco del grupo y se fue al piso de arriba, Otto dio ordenes de seguir por la puerta por donde no habia entrado aquel hombre. Hans, Kurdrim y Otto preparados miraron la puerta mientras Otto la abria lentamente, con apenas dos velas y todo lleno de sombras pudieron ver una biblioteca bastante grande.

Subiste de puntillas, y tus travesuras de pequeno te funcionaron para no hacer tanto ruido, ademas la moqueta que habia por partes de la escalera te ayudaron a sofocar tus pisadas. Al llegar arriba apenas viste nada, un pasillos y puertas a un lado y otro. Alli no habia luz, y temiste seguir solo y a oscuras.

Toma la iniciativa e, indicando a sus compañeros que no hagan ruido, comienza a andar de puntillas hacia el sofá. Sujetando la espada por dos puntos para evitar que esta roce con algún elemento que pueda despertar a quien allí se halla, avanza hasta ponerse de cuclillas tras el respaldo. Momento en el que se alza para observar, quien se encuentra en él.

Libros  en una guarida de herejes , ¿cuantos de  estos volumenes guardaran saberes prohibidos?.Cuando terminemos habrá que purgar   este lugar y aquí debería de empezar el fuego .Dejo que  Gerard se adelante  , con los músculos en tensión y dispuesto a saltar en su ayuda.A saber quien dormirá   en esa butaca pero no parece ser el monstruo que  estamos buscando , de todas formas  sea quien sea  habrá que impedir que de la voz de alarma .

La piedra bruja estaba cerca. Al menos eso había dicho el noble. Tendríamos que registrar la habitación a fondo, pero para eso, antes había que limpiarla de ocupantes indeseables.

Con cuidado y en silencio busqué un ángulo de tiro sobre quien roncaba a pierna suelta. Si despertaba de repente le esperaba un virote en mitad del pecho.

Intentando no hacer el más mínimo ruido, Leonard avanzó con el arco y la flecha preparado para apuntar bien al de los ronquidos... o por si pudiera haber cualquier otra sorpresa inesperada.

Mirandote con los ojos rojos y cansado, te va respondiendo a tus preguntas.

-Mi mujer estara en la casa, no se donde exactamente es una casa grande pero hace un tiempo que apenas sale para nada.- dice asintiendo con la cabeza -estos corredores-mientras gesticula por donde han llegado -conectan con varios sitios del pueblo incluso con las afueras, son accesibles hasta cierto punto y faciles de recorrer- mirando hacia arriba mientras piensa -ya os lo dije al lado de mi escritorio, en mi despacho donde guardo tambien muchos volumenes de libros, es una habitacion facil de reconocer- dice esperanzado de que lo partas ahora mismo por la mitad, o lo dejes libre, pero sea lo que sea que sea rapido.

Alli habia un hombre durmiendo, muy posiblemente bebido por una botella de algun alcohol posiblemente por el olor que desprendia y que no se estaba enterando de nada. Gerard habia dado el visto bueno y todos pudieron acercarse a mirar. Aunque con aquellos ronquidos que proferia de vez en cuando no tenia pinta de enterarse de nada.