Partida Rol por web

Adaru asiente energicamente. Realmente una mezcla de anhelo y decision se deja aparecer por unos instantes en sus ojos antes de volver la compostura. Si señora, ire...iremos esta misma tarde a hablar con mi maestro. Se alisa un poco los pliegues del quimono y te mira a los ojos. No te decepcionare madre. Mi vida esta a tus pies y mi muerte a tu servicio. Sus palabras te hacen recordar otra muerte y otro servicio. Otro hijo, desconocido aunque amado.
Comamos ahora, ya es tarde, mande que se esperara a que volvieras de tu paseo para que nos sirvieran la mesa. Los criados deben estar deseando descansar con este calor del mediodia. Dejemosles pronto, un trabajador contento es fiel a su amo. Te ofrece el brazo para entrar juntos al comedor.

La madrugada avanza y aunuqe todabia es pronto ya estas despierta. Casi no has podido dormir rumiando las palabras de tu visitante nocturna, esa sombra que desaparecio ya hace varias horas.
Quizas sea un buen momento para levantarte, si preparas pronto las cosas y despiertas a la gente no tendran mas remedio que partir, ganaras algo de tiempo, pero sabes que esto no es suficiente.

No deseo demorarme más. Los caminos se han vuelto especialmente peligrosos, y ya no sólo por os asaltantes que suelen recorrerlos, no, hay muchas más sombras en el aire. La ninja que me ha visitado, lo ha dejado muy claro.

Me visto y aseo mucho más rápidamente que de costumbre, y por una vez, extraordinariamente, no me entretengo en maquillarme. Así que tomo un abanico de paseo, de seda negra con una rama de cerezo en flor pintada en él, y salgo de mi habitación tras su cobertura. Sólo mis ojos son visibles, pero, a pesar de no estar maquillados, sé que siguen siendo poderosamente atrayentes.

Voy a buscar a las mujeres, y les digo que lo preparen todo para partir cuanto antes, que avisen a los demás. Excepto a Adaru, yo me encargo de él. Y salgo a encontrarle. Me dirijo a su habitación, por si aún durmiera. Pero cuando paso por delante de uno de los ventanales que dan a las cuadras le veo allí, arreglando cuentas con el palafrenero.

Bajo y salgo a su encuentro, me espero a que termine, y le llevo aparte, para poder dirigirme a él a solas.

-Adaru, hijo mío. Deseaba hablar contigo desde muy temprano, de madrugada. No sabía que estuvieras levantado, de lo cual me alegro. Verás, no he dejado de darte prisas en nuestro viaje, por que temo los caminos, como sabes, y también los rumores que traen malos presagios. Pero hasta ahora no te he agobiado con ello. Sin embargo esta noche ha ocurrido algo que me ha trastornado terriblemente.

Bajo algo mi abanico para mostrar a mi hijo de manera fugaz mi rostro sin maquillar, y realmente preocupado. En seguida me cubro de nuevo, y prosigo.

-Mi madre se ha aparecido en mis sueños, y me ha prevenido. Debo llegar cuanto antes a la boda, no un día o dos antes, sino tantos como pueda. Hay algo que amenaza esa unión, y los destinos de alguien que es importante para todos nosotros. Quizá se trata de un descendiente que aún no ha nacido, o ni se ha concebido, no lo sé. Pero temo ese tipo de mensajes, Adaru, y tú debes hacer lo mismo. Debes acelerar la marcha. Como sea.

Puedes ver la sorpresa de tu hijo ante tus palabras, y sobre todo al verte sin maquillaje. Es algo realmente inusual y sabes que da entender que algo te preocupa intensamente.
Por un momento se queda en silencio. No tanto pensativo sino traspuesto, sin saber como reaccionar. Sin embarbo pronto asiente y baja los ojos para no fijarlos en los tuyos.
Comprendo madre. No entiendo las fuerzas sobrehumanas que gobiernan los sueños pero se que pueden ser importantes, vuestros poderes.... A Adaru siempre le ha sobrecogido y fascinado tu manejo de la magia. Aunque realmente no pasas de ser una iniciada sin apenas control sobre los elementos.

Parece que Adaru esta bastante satisfecho con tu explicacion. Preparare lo mas rapido posible la partidad. Espero que las doncellas no tarden.
Hace una leve reverencia y se vuelve para colocar los arneses a los caballos.

Espero que las doncellas cumplan con los cometidos que les he dado, me dirijo adentro para liquidar los gastos que hayamos hecho en la posada, y regreso a buscar a Adaru para partir cuanto antes.

Debido al apremio que has impuesto esta mañana todos estan preparados en poco tiempo. El maestro de Adaru espera con los dos caballos sujetos por las riendas mientras que el carruaje ya esta presto a iniciar el viaje. Te sientes satisfecha...mas, se dara cuenta el anciano de algo rraro???

Viajais casi sin descanso durante toda la jornada, apenas parando para la frugal comida.
Vuestro camino atraviesa las tierras bajas y se adentra en las estribaciones de las Montañas de la Espina del Mundo. Comenzais a ascender hacia las frias cumbres, ocultas por nubes blancas como la seda....aveces las cosas mas hermosas son las mas peligrosas, bien lo sabes.
La temperatura desciende a medida que las montañas nevadas se ven mas cerca. Estas sentada en silencio, volando tu alma en tiempos pasados y sobre todo en futuros encuentras, cuando Adaru se acerca en su caballo y se dirige respetuosamente hacia ti. Medre, aun quedan tres horas para que caiga la noche, pero creo que seria mas prudente acampar hoy aqui. Cuanto mas ascendamos mas frio hara. Gira la cabeza para mirar a su maestro. Me preocupa, ya es anciano...y ha empezado a toser.

Yakami dirige una mirada al sensei de su hijo, desde detrás del pañuelo que rodea su cuello y parte de su cara, preservándola del frío y de la indiscreción.

-Si, es cierto, Adaru, como siempre tu criterio es acertado. Dispón como creas conveniente la acampada, confío completamente en tu opinión. No quiero demorarme. Pero no quiero incurrir en la imprudencia tampoco. Lo dejo en tus manos.

Adaru indica un lugar donde pasar la noche. Alli deteneis el carruaje y los sirvientes preparan el campamente. Mientras que tu y las doncellas dormis bajo el toldo del carruaje los hombres como siempre lo haran al raso.
Por favor Sensei, descansa hoy en el carro. Me preocupa tu salud. Oyes que tu hijo suplica a su maestro, este niega con la cabeza y continua preparando su lecho.Esta bien, al menos permite que las doncellas te preparen una sopa de arroz caliente, y por favor, procura mantenerte abrigado. Adaru se inclina respetuosamente ante el anciano y luego se vuelve, tomando las riendas de su caballo. Le acaricia por unos momentos y tras darle un poco de sal monta en el.
Mientras se ocupa de la montura te fijas en el sensei, puedes ver en su cara que sabe que tu hijo tiene razon. Esta claro que esta enfermando.
Me adelantare un poco para estudiar el camino, no tardare. Sus ojos se posan en los tuyos y una leve sonrisa tranquilizadora asoma a su rostro. Luego señala levemente a su maestro con la cabeza y parte al trote hasta desaparecer en el siguiente recodo del camino.

No es necesaria la leve indicación que Adaru me ha lanzado. Pero aún así parpadeo, para que comprenda que la tengo en cuenta, mientras me sonrío tras la seda del pañuelo. Mi buen Adaru, es un hombre ya, un buen hijo y un gran hombre. No tiene demasiado de su padre, gracias a las Fortunas...

Me levanto, y me acerco con lentitud y ceremonia al viejo sensei, procurando asegurar la discreción de nuestras palabras. Compruebo con satisfacción como los que nos rodean se alejan, cada uno con sus quehaceres, dejándonos con nuestra precaria intimidad.

-Hukiro-sama... Deja que te hable unos momentos, por favor...

El anciano une sus manos en un gesto muy propio de un samurai bienentrenado. Yakami-sama, si algo he aprendido en todos estos años es a escuchar. Sus ojos reflejan sabiduria y amabilidad. Es un hombre que inspira respeto de forma natural.

Le hago al anciano una pequeña inclinación de cabeza, en señal de comprensión y de respeto. Pero enseguida levanto de nuevo los ojos hacia él, y procuro suavizar mi mirada lo suficiente como para que se dé cuenta de que estoy preocupada por él.

-Mi hijo, Adaru-san, es ya casi un hombre, y eso es sin duda gracias a tí en una gran parte. Por lo que hablamos antes de emprender el viaje, comprendo que tus ojos se han vuelo agudos con los años, y que el envejecimiento te ha dado sabiduría, no ofuscación. Tus palabras fueron entonces "En Rokugan todo el mundo se casa con alguien honorable y honrado" y las acompañásteis de una sonrisa, invitándome a la confianza, y a prescindir de la etiqueta entre nosotros. Con ese mismo espíritu prescindo ahora de ella, y lo hago para suplicarte, en nombre del bien de mi hijo.

Me detengo unos segundos para que mi intención se comprenda, no estoy pidiendo una cuestión trivial, realmente estoy preocupada.

-Esta súplica, Hukiro-sama, es que hagas todo lo posible para completar la formación de Adaru, y para acompañarle en sus primeros pasos como hombre. No se te oculta que mi señor esposo está poco entre nosotros, y que cuando lo hace, sus múltiples obligaciones, y su propia decisión, no son las mejores maestras para un joven que acaba de realizar su gempukku.

Suspiro, no es un suspiro profundo, más bien es un pequeño corto y discreto exhalar el aire. Pero ahí está.

-Lo que te estoy pidiendo es que cuides tu salud, sensei-sama. Que atiendas la petición de Adaru de que duermas en el carruaje, y que dejes que mis doncellas te preparen el lecho y una cena caliente, que no expongas tu vida a la ira de los kami, eres demasiado valioso para mi, para nosotros...

Y bajo los ojos, junto mis manos, y me inclino. Espero que comprenda, que Adaru va a necesitar un tutor sabio, un amigo experimentado. Un papel que debería asumir un padre que no tiene.

El anciano maestro asiente, en sus ojos puedes ver aprecio y la misma sonrisa que recuerdas de aquel dia de partida. Junta las manos y vuelve a asentir.
Yakami-sama, en ocasiones la fama del escorpion no se corresponde con la realidad. Comprendo tu preocupacion, y aunque Adaru ya es un hombre, necesita un largo camino de entrenamiento para llegar a lo que el destino le tiene reservado. Conozco sus habilidades y se que de no entrenarlo yo, le seria de extrema facilidad encontrar maestros dispuestos a ponerle bajo su paraguas. Su luz daria prestigio a cualquier escuela.
Lentamente lleva la mano a un bolso y saca una hoja de papel. Con precisos movimientos crea una bella flor de loto. Luego saca una aguja del moño de su cabello, clavandola en su dedo corazon. Tres gotas de sangre caen en el centro de la flor y comienzan a extenderse por el papel hasta teñir casi por completo sus petalos.

Siempre he sabido que hay un corazon tras la mascara. El maquillage aveces no puede ocultar los sentimientos. Dice entregandote la explendida creacion de origami. Vuelve a sonreir, mezcla de sabiduria, resignacion y amabilidad.

Yakami se queda admirada y entristecida a partes iguales. Sabe que con su precioso regalo el anciano está diciéndole que dejará que el destino sea quien juzgue mejor sus pasos, y que no piensa llevarlos por el camino de la conmiseración. Como es de rigor rechaza por educación la flor, pero acaba cogiéndola, con ambas manos en señal de gran estima. Se inclina ante el sensei, y la pone sobre su regazo.

Las palabras que le dedica, además, la conmueven. Poco ha dejado traslucir la Yogo, pero para él, suficiente. Cierra los ojos, pensativa. Cuando los abre, mira de nuevo el loto de corazón escarlata.

-Un regalo quiere otro, y aunque no poseo ni de lejos tu arte, permite, Hikuro-sama, que te ofrezca algo que también contiene parte de mí misma:

Loto de papel,
llevas en tu corazón
un alma noble.

Entonces se despide, y se levanta, para dirigirse al carruaje, donde ya estará dispuesto el lugar donde dormirá. Cuando ya en la intimidad se quita el maquillaje, una lágrima se escapa de sus ojos...

Una de tus sirvientas se acerca poco despues a tu lecho. Disculpe Yakami-sama, o sensei de nuestro querido Adaru dice que ha considerado tus recomendaciones y que debido a la alta estima en que te tiene y al amor que procesa por tu hijo accedera a ellas. La muchaca rege una fina tela y la colocacomo una cortina, separandote del resto del carromato e impidiendo que se te vea.
Le prepararemos una cama en el otro extremo del carro, ya ha comido una sopa de arroz caliente, parece que le ha sentado bien. Tras colocar las cortinas se marcha. ¿Desea que le transmita algun mensaje de su parte?