Partida Rol por web

Davis atiende las explicaciones de Belinda. Se enciende un cigarrillo, el humo del tabaco inunda el pequeño despacho -Quiero un informe de todo eso, y lo quiero ya, Jackson. Para ayer. 

Se gira con cara de mala leche hacia Trevor. -¿Que qué coño ha cambiado? ¿Te hago un mapa, Cole? Hay un fiambre en la morgue y no me extrañaría que pronto dos. Un montonazo de heridos, y pérdidas de miles de dólares. ¿Te estás enterando? -mira de hito en hito a Trevor.

-No, qué te vas a enterar de una puta mierda. Si siempre vas bebido. Las hienas de asuntos internos no van a tardar en clavaros los colmillos. ¡Joder! -se pone en pie. Está muy cabreado, más de lo habitual. Mira al exterior a través de los sucios ventanales. 

-Quiero el puto informe de cómo vais. Ya he recibido un toque...Van a ir a por vosotros...Moved el culo, a ver el motivo de que ese capullo actuara así. ¿Lo tenemos en la base de datos? ¿Quién coño es? ¿para quién trabaja? Dos días, Cole, Jackson. Antes de que os pateen el culo. Habrá una investigación. Joder.

El sargento estaba de muy mal humor pero a pesar de toda la tormenta que según él nos acabaría engullendo, tal y como se había dado cuenta Trevor "algo" había cambiado: de no querer investigar y cerrar el caso cuanto antes habíamos pasado a tener dos días para investigarlo todo. Ahora había interés en esclarecer el asunto.

Teníamos varios caminos para investigar: la china muerta y su identidad real, incidir en el apartamento y los testigos, la amiga de la china, y por último Harry.

- Dos días, ok.

Llevábamos un día intenso y parecía que no podríamos tomarnos un respiro por culpa de esa cuenta atrás de 48 horas. Seguramente todo el accidente habría salido en la televisión y habría generado mucha tensión; además, había un muerto y otra persona estaba grave en el hospital. Aquello era el comienzo de juicios, reclamación de indemnizaciones y situar el foco de los periodistas en la policía, aunque igual que relacionasen el accidente con el asesinato hasta nos convenía y todo.

A la salida del despacho del sargento le comenté a Cole adónde podríamos acudir en primer lugar - los del laboratorio ya deberían de haber sacado las huellas y de ahí la identidad real de la china - saber quién había muerto realmente podría ser un primer paso. Aunque también habría que averiguar lo que había dicho el sargento sobre Harry: ¿Quién es y para quién trabaja?

- Y en cuanto a Harry viendo su conducta, difícil se me hace que no esté fichado ya. Habrá que repasar fichas

Antes de salir, Trevor se encaró una vez más al sargento. -Estaré bebido, jefe, pero no soy imbécil, y una cosa tengo bien clara: antes de vernos con Harry y que ocurriera el accidente, ya me estabas tocando las pelotas con urgencia para verte. Así que no vengas a decirme que algo no ha pasado. Tendrás tu jodido informe mañana, estoy hecho mierda y quiero un puto trago.- Dicho aquello, se fue junto a Belinda.

-No creo que encontremos nada de la china, a menos que la hayamos fichado por prostitución alguna vez. Dudo que tengamos tanta suerte.- Comentó. -Veamos si conseguimos algo sobre Harry. Luego ve a casa, detective Jackson. Ya ha hecho su trabajo hoy, mañana la china seguirá igual de muerta, Harry seguirá tras las rejas, y este jodido caso igual se enfría y nos lo quitan de las manos.- Casi parecía haber esperanza en las palabras de Cole. 

La mirada que el Gilipollas lanza a Trevor está llena de furia y desprecio. - Quería verte para ver cómo lo llevas, idiota. Estás hundido en el puto fango y todavía te crees que eres alguien. Tienes los días contados, has cavado tu propia tumba en el departamento de policía.

Alza la cabeza hacia Belinda – Y tú, Jackson, no es que seas una flor del jardín. Pero líbrate de este tío cuanto antes. Si no tengo un informe en un rato, te abro otro expediente, Cole. Largo.

A la salida del despacho la sala se encuentra extrañamente silenciosa, todo el mundo mirando para otro lado, a excepción de algunos ojos más atrevidos, curiosos y burlones.

En vuestras respectivas mesas de trabajo, Belinda descubre que la autopsia no se ha realizado todavía pero sí hay un informe preliminar de toxicología, la china estaba limpia al margen de cannabis y marihuana. En cuanto a las huellas, no hay coincidencias, tal y como se temía Cole.

Donde sí que existe información es con Harry. No demasiado, pero suficiente. Un par de denuncias de tráfico y un par de detenciones por proxenetismo. En los informes se recoge que suele trabajar para mafias chinas de prostitución, así que no vais desencaminados. Tirando del hilo y consultando y comparando informes e investigaciones, las chicas son traídas desde China, Vietnan, Camboya, Laos, engañadas con la ilusión de que vienen a trabajar de limpiadoras, asistentas, dependientas y cosas así. Una vez en USA, reciben amenazas de todo tipo o son drogadas, y acaban trabajando en prostíbulos. A medida que su aspecto físico se degrada, van pasando a clubs más sórdidos hasta que acaban trabajando en la calle y no tardan en aparecer muertas en cualquier callejón, de una paliza, un navajazo o con una jeringuilla clavada en el antebrazo.

De manera que trata de blancas, una mafia de prostitución oriental.

Sin embargo, acerca de Harry no encontráis más. El dueño de su apartamento murió hace dos años. Sin nombres de sus jefes, o más bien varios nombres, pero con seguridad falsos. La chica negra de su piso no ha sido encontrada, cuando los polis se presentaron, se había esfumado ya.

Trevor repasó las hojas que habían sobre el escritorio con una mueca entre suficiencia y cabreo. Por supuesto que se trataba de mafias, quizás el detective estuviera quemado y ya no fuera el mismo que había sido años atrás, pero seguía confiando en su propia intuición. Recogió su chaqueta del respaldar de su silla y se la colocó. -No tengo cabeza ahora para ponerme con papeleos. ¿Te encargas tú?- Dijo.

Dudó un momento, y luego bajó la voz hacia su oído. -Atenta a tu móvil. Te llamaré cualquier cosa.- Lo más probable era que si le llamaba sería borracho y para pedirle que le buscara en algún bar... -Buenas noches, Jackson.- Se despidió y dejó la comisaría.

No debería ser sorpresa que Trevor saliera de la comisaría en dirección a algún bar. Sin embargo, no se encaminó hacia el mismo de siempre, sino que se puso en camino hacia el Lejano Oriente. Se desanudó la corbata, guardándola en el bolsillo, y trató de desarreglar mas su imagen, algo nada complicado, para parecer menos un madero. Se pidió un trago y que le dejaran la botella cerca, pagando con uno de los billetes arrugados de esa mañana. Envió un mensaje a su contacto para ver si había logrado conseguir algo.

Sparoli, ¿tienes algún dulce para mi?

Mientras esperaba respuesta y bebía su copa, miraba alrededor con intención de llamar la atención de alguna de las chicas que ofrecían sus servicios en el lugar.

No quise discutir y asumiendo que Cole estaba más cansado (seguramente por la vida tan "ajetreada" que se metía) que yo, asumí que la que le tocaba pringar esa noche era a mí, redactando el informe - de acuerdo, me quedo yo. Tú descansa, ha sido una jornada dura.

Tendría que llamar a casa, nuevamente iba a reincidir en el problema de siempre, de dar más importancia a la vida laboral que a la familiar.

- Buenas noches, Trevor - esperaba que se fuera a casa, mañana seguramente tendríamos que apurar con la investigación y sería muy negativo que estuviera en las mismas condiciones que hoy o incluso peor. Pero eso ya no dependía de mí, suficiente tenía con quedarme a elaborar el informe e investigar al tal Harry.

Fui hasta la mesa y empecé a sacar las pruebas que teníamos y a ponerme con el informe.

Es media tarde y queda media botella.

Llega el crepúsculo y solo resta un culo de esa botella. Recibes mensaje de Sparoli:

La que habéis montado. No se habla de otra cosa. Tío, eres una carta marcada. No debería ni responderte...Joder...Te llamo más tarde. 

Empiezan a llegar comensales. Te das cuenta de que, de verdad, el restaurante solo se dedica a eso, un restaurante chino más, a servir comidas allí mismo, take away o a domicilio. No hay nada sospechoso. Las chicas y chicos son camareros y ya está. A ninguna le suena el nombre de Mey, bueno sí, pero no coincide con la desvaída imagen de la fotocopia del pasaporte. Tampoco nada acerca de una tal Amber. Viene mucha gente, chicas jóvenes, adultas, pero no les suena ese nombre. Quizá no era asidua. 

Nada. Será cosa de cenar. O de largarte a tu bareto conocido y que te preparen tu plato preferido. ¿Otra botella? Sin embargo tanto miras aquí y allá que te haces notar. Ves a dos chicas orientales que acaban de llegar, y tu olfato de sabueso detecta que deben de ser del oficio.

Y ellas se dan cuenta de cómo las observas. Son dos crías. Una te acaba por sonreír y con el dedo te invita a acompañarlas. Tú lo haces...te diriges hacia su mesa, tomas asiento al lado de una de ellas, enfrente la otra. 

-¿Estás muy solo, chico guapo? -te pregunta esta última, la de los guantes rojos, con fuerte acento típico chino.

Te toca pringar. Again. Llamas a tu amiga. No hay problema, lo entiende. Pero que a ver si puedes venirte un día a cenar. Hoy mismo aunque sea a última hora. Sabes que deberías hacerlo, salir con ella, invitarla. La chica es maja. Pero un día se cansará de esperar.

Te lías con el informe. Concienzuda, detallas lo que tenéis hasta ahora. Que tampoco es que sea mucho. Lo terminas y se lo envías al jefe. Luego repasas la ficha de Harry. Descubres que hay otra denuncia y detención, que se os pasó por alto. Una pelea en un local, Río Yangtsé. Te suena. Revisas sus detenciones...ahí lo ves, mencionado de pasada en uno de los informes de proxenetismo.

Río Yangtsé. Lo buscas. Pub, disco, local de copas. Se anuncia buen ambiente, muchas chicas, relax, salas de striptease, salas privadas...

En eso que aparece Ben, sonriente y a la vez preocupado. -Joder, Belinda. Que son casi las 8 de la noche. Va, déjalo ya, que con el día de mierda que lleváis. -Sonríe- Oye, ¿te hace una copa y luego te acompaño a casa?

Por fin parecía que la suerte me sonreía y es que, aunque había terminado el informe y se lo había entregado al jefe; después había repasado la detención de Harry, había mirado su ficha y había encontrado antecedentes. Al parecer había sido detenido en concreto por una pelea, y también por hacer proxenetismo. Revisé la causa y aparecía el local "Río YangTse"

Tentada estuve de enviarle un mensaje a Trevol con el descubrimiento pero supuse que le molestaría recibir llamadas, igual estaba en un pub bebiendo, como parecía ser una costumbre muy arraigada en él. En esas estaba cuando apareció Ben - oh, vaya qué tarde! - confirmé la hora mirando el reloj.

- La verdad es que no debería, aún tengo mucho trabajo, Ben, pero... - pensé en rechazar la oferta, tenía cosas mejores que hacer que acompañar al joven policía a tomar algo a un bar, pero igual podía sacarle información de los agentes de esa comisaría, quién sabe si del mismo Trevor también - pero, tienes razón, es tarde y me vendría bien tomar algo - igual beber no era la solución, no quería acabar como mi compañero pero sí que podía acompañar a Ben hasta una cafetería o bien decirle que me acercara a casa, así podríamos hablar durante el trayecto - recojo y te acompaño - por si acaso, apunté el nombre del local y su dirección en una nota y me la metí en el bolsillo.

No le sorprendía que Sparoli tuviera miedo de mancharse si le relacionaban con él, pero esperaba que fuera alguien de honor y no le dejara tirado. Mientras pasaba el rato, la posibilidad de que su intuición le estuviera fallando le hizo vaciar la botella con gesto frustrado. Pero la seña de las chinas desde la mesa le reafirmaron en su decisión. Puto Davis, hundido en el fango mis cojones. Se sentó con las chicas, y le hizo una seña al camarero para que se acercara. -Otra ronda, y trae a estas dos bellezas lo que quieran.-

Se apoyó en la mesa, pretendiendo estar algo mas bebido de lo que realmente estaba, sabiendo que sin embargo no estaba tan lejos de hacerse mierda. Debía moderar a partir de ese momento, o al menos lo intentaría. -Terriblemente solo, preciosa. Y he tenido un día de mierda. Un amigo me dijo que aquí podría encontrar solución a mi soledad.- Se hizo el distraido, dando vueltas a su trago, sin beberlo. -Me recomendó una chica, una tal... ¿Anna? No, era con A...- Chasqueó los dedos un par de veces. Luego hizo gesto de acordarse. -Amber, eso era. ¿Quizás seas tú, hermosa?- 

Las chicas, riéndose, coquetas, piden cerveza para las dos. -Ya no estás solo, chico guapo. Es tu día de suerte.

-Nosotras podemos hacer que esa mierda se te cambie por placer. Del rico. Jajaja -añade la del top blanco, sentada al lado tuyo, que no tarda en ponerte una mano sobre la pierna y coger tu propia mano y colocársela en su prieto y joven muslo, sobre el short azul. 

-No Amber. Yo soy Mich y ella Z. ¿Cómo es esa Amber? -Tú no tienes ni idea. -Pero no necesitas a  ninguna Amber, Z y yo podemos hacerte feliz, ¿sí? Te animas, chico guapo.

Llegan las cervezas, ambas las apuran de un trago largo y se piden otra ronda, riéndose, muy mimosa ya la del top blanco, besándote la mejilla. 

Decides largarte ya, que es hora. Podrías pasarte por el club ese, pero te sientes agotada. Ben, sonriente, te ayuda a recoger. En el parking, montas en su coche y conversas con él. Ben es un tipo agradable, servicial, un hombre bueno entre tanto chacal.

Sonriendo y gastando bromas, te va comentando sin problemas anécdotas y curiosidades de la comisaría y de los polis. No es una información relevante, hay de todo aquí, gente maja y otros unos capullos redomados. 

-Que seguro que alguno juega sucio...Pero, Belinda, yo paso del tema. No me meto en historias. Me entiendes, ¿no? -Sí, lo entiendes perfectamente. Con Trevor, se abre un poco más -Ya sabes la mierda que le pasó con Brenda desde aquel maldito caso. No lo ha superado, un buen poli con una historia desgraciada, no será el primero ni el último.

Gira hacia la avenida principal- Bebe, sus modales son una mierda, le cae fatal a la mayoría. La ha cagado en algún caso y...yo que se, Belinda, a mí me da que tiene sus propios asuntos para sacar más pasta. Como otros. Pero es un tío cojonudo en el fondo...Y tú qué, ¿qué tal con tu pequeña? Ey, ¿nos tomamos algo o te acerco a casa? Por cierto, siento lo de hoy...Joder, debió ser la hostia, ¿no?

Ben era de los chicos jóvenes de la comisaría, aún así parecía estar bastante enterado de los asuntos que se traían sus compañeros. Entre bromas suelta algo pero nada con sustancia, le sigo los juegos que hace y me río cuando comenta algo gracioso - Realmente no sé qué le pasó con Brenda - algo me había contado el propio Trevor pero a veces mi compañero era tan reservado y otras estaba tan afectado por la bebida que era difícil sacar en claro la información que se tratara - he oído cosas pero tampoco para hacerme una composición de por qué ocurrió, aunque los efectos es difícil no verlos. Trevor tiene un problema serio con la bebida - aquello de que tuviera "asuntos" que le otorgaban una paga extra no estaba tan claro y quizás Ben lo que pretendía era dar por hecho que todos allí tenían cobros que suavizaban la vida tan dura que llevaban.

- Se le ve bastante consumido por los problemas, no es el tipo de policía que pudieras decir que lleva una doble vida, no sé si me entiendes - igual era un genio de las apariencias pero por lo que había visto, difícilmente podía compaginar un trabajo extra con aquella forma de tirar todo por la basura - ahora que, si me dices que trata con gente a la que hace favores de vez en cuando...

Dudo que me cuente así, en confianza algo de Trevor o de algún otro compañero del departamento, aún así me quedo expectante por si soltase algo - cuando tengas hijos vas a descubrir que el trabajo secuestra muchas horas del tiempo que podrías estar dedicando a las personas que más quieres - el hecho de haberme quedado hasta tarde y no acudir a casa, evidenciaba precisamente eso, pasaba demasiado tiempo en el trabajo, pasaba muy poco con mi familia - Me tientas Ben, pero llevo todo el día con este caso y... - y lo último que pretendía era pasarme hasta el tiempo que tenía "libre" con un compañero del cuerpo; pero por otro lado, quizás en un ambiente más relajado, haciendo las preguntas oportunas, aquel chico contara algo más si es que sabía más de sus compañeros o de Trevor - ¿Una copa, de acuerdo? - Tampoco tenía tiempo para más.

- Lo de hoy ha sido intenso, muy intenso - había tenido de todo: investigar el piso, hablar con los testigos, sobrevivir a Harry y salvarle la vida incluso - creo que el accidente ha salido hasta en las noticias, el tipo perdió el control del vehículo y no veas qué odisea para sacarlo de allí, tardamos un poco más y vuela por los aires.

Ahora sólo faltaba toparnos con Trevor, sería del todo revelador que se hubiera ido temprano de comisaría para "descansar" y lo encontrásemos bebiendo...

Ben pasa de llevarte al bar habitual de polis. Te conduce a casa y se detiene no demasiado lejos, en un bar cercano, de ambiente joven, música rockera. Os sentáis en la terraza. El joven está hablador tras dos cervezas.

-Fue cosa de hace poco más de un año. Un asunto feo...Lo tenían casi resuelto. El compañero de Trevor murió en un tiroteo y Colo acabó en el hospital entre la vida y la muerte. Su mujer lo pasó fatal, esperaba un bebé, pero abortó. A partir de ahí ella no lo superó, la relación se deterioró. Acabaron separados. Y Trevor convertido en ese fantasma de lo que fue.

Bebe un trago.- No puedo decirte más de esos asuntos. He visto cosas...A ver, Belinda, que no quiero hablar mal de un compañero. Tú sabes cómo funciona esto.  Te untan por hacer la vista gorda, por un favor, unos cientos de dólares...Mira, que no te salpique. 

Conversáis un rato más, sin embargo ya no obtienes nada más claro. Pero lo que te ha explicado te confirma las sospechas del departamento. Hay merdé con ese tío. Mucho, poco. A saber. Por ahora es tu compi en un caso calentito. 

Ben te acompaña paseando hasta tu apartamento. -Descansa, Jackson. A ver si mañana le sacamos algo a ese capullo del Calvo.

Trevor maldijo mentalmente. Debería haberle pedido descripción física al viejo que les alquiló el apartamento a las chicas, aunque seguramente se trataba de otra china, y todas eran iguales. Si no fuera porque las dos que tenía al frente vestían distinto, diría que son gemelas.

¿Que edad tendrían? -Mich y Z. Si, seguro que vosotras sabréis hacerme feliz.- Que se pidieran una segunda ronda le hizo reaccionar un poco, una cosa era gastar algo de pasta para dar apariencia de poder costearse a ese par, y otra muy distinta que la gracia le dejara con los bolsillos sangrando. -¿A dónde podemos ir para que me ayudéis con mi problema? ¿Siempre vais juntas las dos?-

-Ni dudes, guapito. -Z, la del top blanco, no se detiene en sus avances, su mano cerca ya de tu entrepierna, sus labios en tus mejillas.

Mich entorna la mirada. -Podemos ir a una habitación guapa en un hotel cerquita. O a tu casa. Eso sube la tarifa, chico guapo. -se mira a su acompañante, riendo. Sobre la mesa, ambas chicas se dan unos besos aparentemente muy calientes, con intención de ponerte. 

-Solemos ir juntas. Más seguridad. Más morbo, ¿no? Podemos follarnos para ti. Y tú miras y luego te unes al juego. ¿Qué dices, sí? Mañana comienzas el día bien. 

Al final iban tener razón los de Asuntos Internos y es que Cole no estaba limpio, aún con todas las reservas al hablar de Ben me doy cuenta como que trata de disculpar el comportamiento de mi compañero, seguramente justificando que ha sufrido mucho. Bueno es saberlo.

Finalmente me lleva hasta mi apartamento, es tarde. Entro y voy a ver como está mi hijita (en el caso de que esté allí y no en casa de mi amiga). Trato de dormir y descansar, mañana será un día duro, habrá que investigar el local donde Harry trabajaba anteriormente y tampoco descarto interrogarlo por si suelta algo.

Esperaba que Trevor me recogiera y estuviera mucho mejor que hoy, sobrio al menos.