Bueno, la verdad es que no se que deciros. En la plaza mayor hay varias posadas, pero son caras. Quizás allí pueda ser más fácil que encuentren un sitio. También hay otra que conozco cerca de la puerta Norte de la ciudad, es bastante económica y está bien. Respondo al elfo bastante sorprendido, ya que era la primera vez que veía a uno de los de su raza.
Yo la verdad es que cualquier cosa me vale. Aunque he de reconocer que me encantaría descansar en una buena cama. Comento a mis compañeros tras escuchar la respuesta del posadero.
Muchas gracias. Me despido del posadero, y girandome hacia mis compañeros
Bien, ya habeis oido al posadero, que opción os gusta más?
- me da bastante igual, no necesito comodidades. Mientras pueda comer y beber cualquier cosa vale.
Úlfgar al escuchar las palabras del posadero se le ilumina la cara. Ya queda menos para poder descansar!
Vamos para allí! Mejor que pasar la noche en la calle y lloviendo...
Pero...... dónde es para allí? Os ha dado dos localizaciones. Vais a la plaza o a la puerta norte?
(Yo me refería a la más cercana aunque fuese más cara...)
Había permanecido en silencio durante las idas y venidas entre las posadas y la garita. La lluvia y el cansancio iban haciendo mella. Escuchó las opiniones del resto de compañeros de viaje que parecían no ir en ninguna dirección.
-Yo iría a la económica de la puerta norte, siempre que no esté demasiado lejos. Mi bolsillo anda algo escaso, será que tiene algún agujero, hahahaha. Aunque si queréis ir a la de la plaza os acompañaré de todas formas, ya que todos hemos empezado ese jodido viaje en barca ; acabemos el día saboreando algo de meado humano juntos, ¿eh? -Al decir esto ultimo, Eck, le dio una pequeña palmada en el hombro a Thorin; intentando hacer el ambiente algo distendido.
Salís de la posada mientras seguís debatiendo a cual ir. Los problemas de bolsillo de Eckel condicionarían vuestra decisión? U os daría lo mismo e iríais a las más cercanas? Mientras seguís debatiendo, se os acerca una persona.
Buenas noches nos de Sigmar. Perdonar que os interrumpa, pero no he podido evitar escucharos, y quizás yo pueda servir de ayuda. Mi prima tiene una posada no muy lejos de aquí, y quizás yo pudiera serviros de ayuda por una pequeña gratificación. Os dice mientras una sonrisa se dibuja en su cara.
Uffffff, por fin un poco de buena suerte suspiro mientras miro al extraño. Bueno, si el precio no es abusivo, no tendremos problemas en proporcionarle un estipendio. No tenemos demasiado dinero. De hecho, estamos aquí para intentar ganarlo vendiendo nuestras habilidades. Respondo al humano
miro estupefacto como el elfo se arrima al primero que le sale al paso, "es tan inocente como un barbasnuevas en su primera cita..."
¿Y como se llama esa misteriosa posada que nadie la conoce, humano? pregunto suspicazmente, ¿qué clase de negocio regenta vuestra "hermana" que debéis buscar clientes en una noche como esta?
"No me gusta un pelo todo esto, los humanos son una raza extraña, no hay dos iguales, y es bien sabido que los humanos de las grandes ciudades son aún peores, un enano juicioso no se fiaría de su palabra así como así"
Yo como Guntar, no necesito grandes comodidades, y si aquí Eckel no puede permitirse las tabernas del centro, pues vayamos a la de la puerta norte, total, más no nos vamos a mojar ya...
Eckel escuchó lo que aquel extraño les dijo, pero no fue aquello lo que llamó su atención. Fue la reacción del elfo, que lo sorprendió por su candidez; pero más aún reparó en cómo Thorin se quedó mirando, atónito, a Narwë.
Hahahaha, !Por Sigmar que no me voy a aburrir¡
-Vamos a ver... - Le dijo Vogt a aquel humano, una vez acabó de hablar el enano- creo que te vas a equivocar, hemos recorrido esta zona y sabemos que no queda taberna con habitación vacía. Además, ¿has visto eso? - señaló con la cabeza en dirección a Gunnar, que por el aspecto que tenía no desprendía ganas de hacer nuevos amigos- una retirada a tiempo... si aún así insistes, contesta a las preguntas del señor enano. - Sin tiempo a que contestara aquel extraño, dejó salir la última frase de su boca con cierta desgana- Yo mantengo lo dicho compañeros.
Yo solo pretendía sacar unas jarras de cerveza por ayudaros en vuestra busqueda de alojamiento. La posada se llama la Doncella coja. Queda a medio camino de la plaza y la puerta oeste. Pero sinceramente, espero que estén todas llenas y no tengan donde dormir.
Se da media vuelta y se marcha farfullando estupidos extranjeros, uno les quiere ayudar y sacar un poco de dinero y le confunden a uno con un bulgar ratero. No vuelvo a ser amable con nadie............
Vayamos a la de la puerta norte aunque este algo más lejos, pero vayamos rápido si queremos dormir algo. -Miro a mis compañeros y espero a que avancen ellos primero.
Si, vayamos ya. Esto empieza a ser irritante. Y empiezo a andar en la dirección que nos ha señalado el posadero
Os poneis en camino por las calles ya casi desiertas de Nuln. poco a poco, vais viendo como el barrio va cambiando conforme os vais acercando a la plaza central. Las casa se van volviendo más grandes y suntuosas. Escudos grabados en las fachadas, la calle ya no es de tierra, un adoquinado sencillo va sustituyendo al barro de las calles del puerto...... Veis en plena plaza una de las posadas que os habían indicado en el puerto.
Seguís caminando bajo la lluvia. No os da tregua, pero realmente nada queda ya para empapar. El peso de la mochila y las ropas pegadas a vuestro cuerpo, hace que cada movimiento resulte un esfuerzo mayor que de normal.
Tal y como la zona adinerada había aparecido, poco a poco va desapareciendo. Las casa vuelven a ser más bajas y de materiales más mundanos, y nuevamente la calle se convierte en un barrizal en el que vuestros pies resbalan.
Tras un buen rato caminando bajo la lluvia, encontrais la posada. No hay luz en el interior, pero..... en qué casa la hay ya?
Con desesperanza, llamo a la puerta de la posada para que alguien salga a abrirnos.
Esperais un poco, y veis como una luz se enciende dentro de la posada. La luz se va moviendo por el interior en dirección a la puerta. Se oye un manojo de llaves tintinear detrás de la puerta. Un sonido quedo al moverse el mecanismo de la cerradura, y aparece un humano en pijama.
Buenas noches, que se les ofrece?
Pastas de miel y almendras. Por grugni, queremos una habitación, comida y bebida. Respondo al humano con tono irónico mientras sigo a Gunnar al interior.