Partida Rol por web

Oier pretende abandonar el cadáver por el pueblo, pero no delante de la casa del padre Sao, a unos cien metros ya será suficiente para dejarlo y que lo recojan los suyos cuando den con él. Así, si lo desean, podrán darle sepultura.

Como habilidades que podría subirme podría marcarme el hacha tb?

Es por ver si lo he entendido bien. Es decir. ¿Cualquier habilidad que uses y te salga bien, superando la tirada, la puedes marcar como posible a subir de cara al siguiente lvl?

Soy consciente de que la pelota está en mi tejado. Tengo en la cabeza un buen par de posts de reencuentro del grupo, pero la vida real me lo impide. Yo creo que entre esta tarde y mañana por la mañana ya seré capaz de actualizar. Perdón por el retraso.

Es exactamente como dices. Cualquier habilidad que uses con éxito la puedes mejorar. No exactamente subiendo de lvl, sino repartiendo puntos de aprendizaje entre las habilidades. 

   No problema, si es por acortar ramificaciones, Yedra puede hacer uso del "amuleto" con el cura, se lo pone en el cuello y nos olvidamos del cura XDDDDDDD.

   Naa, es broma. Lo que digan los mozos y las mozas aquí presente, Yedra les sigue a su pasito como afable viejecita que es.

   Una consulta, ¿Sabes de alguien que le guste jugar con magia en aquelarre? Hay una partida preparada para un único jugador que quiera llevar un zagal (o zagala) que quiere aprender magia, para la campala de la Baronía del Rincón. cuando vaya cerrando partida, me gustaría probar a lanzar la partida de la Baronía del Rincón.

Sin problema, se espera lo necesario. Umbría puede apretar, pero que no ahogue xD

Yedra, esa anciana tan dulce como baya del aligustre. Un encanto (aunque bien nos ha ido su compañía hasta ahora)

Oier y la abuelita podrían llegar a entenderse xD

He vuelto. Perdonad el retraso. He abierto una escena nueva, porque ahora ya tenéis algunos objetivo, y vamos a ver cómo los perseguís.

Yo creo que Yedra y Oier harían muy buena pareja. Quién sabe. Cuando acabe esta partida, podríamos pensar en montar otra y continuar con estos personajes, el que quiera.

   Saludos.

   Yo en cuanto cierre alguna en la que esté de jugador, tenía en mente dirigir una o dos partidas del Señorío del Rincón, que siempre me quedé con ganas de darle al Valle del Rincón.

   Txibi.

Oye, y la nueva campaña de Rincón, ¿es diferente de la de hace 20 años? Porque la primera la conozco, pero la segunda no me importaría nada jugarla.

Con el jugador que lleva a Elías he jugado varias veces en mesa, y tuvo un alquimista, o sea que sabe cómo funciona la magia en Aquelarre. Yo mismo estaría interesado en jugar y me encantaría llevar a un mago. Pero, claro, solo en caso de que sean aventuras distintas de las del Rincón original. Y no ahora mismo, porque no daría abasto. Calculo que para después del verano ya solo me quedará la partida de Ars Magica, así que sería un buen momento para empezar otra.

Estan ambas, la vieja y la nueva. La nueva es 20 años después, dime que aventuras te suenan de la vieja.

Vieja campaña; Rincón: Un Lugar en el Mundo.

El Mercader, el Ladrón y la Lamia.
Pecados Veniales.
Hijos de Caín.
La Maldición del Mal Señor.
¡Mandrágora!.
El Castillo del Llanto.
Noche de San Juan.
El Manantial de la Doncella.
Camaradas de Armas.
La Bermeja.

Nueva campaña, Retorno a Rincón.

El Pretendiente.
Cuando las Niñas No Son Princesas.
La Última Criatura.
Cargando con el Muerto.
Una Noche de Reposo en La Zaurilla.
El Controvertido Testamento del Conde de Bozate.
El Reino de los Cielos.
¡Milagro!.
La Burla del Diablo.

   La que comentaba, aunque no tengo el viejo libro de la campaña del Rincón, es la actualización a la nueva edición. Juraría que es de la campaña vieja, de todas formas, como la introdución es muy fácil de recordar, si has jugado te sonará:

Otoño. Melancolía.

   Hace ya algún tiempo que oiste hablar del Viejo, un anciano hechicero huraño y misterioso que vivía en un recóndito valle, un lugar cuya localización exacta nadie le supo o le quiso pedir. Lo buscaste por las montañas durante semanas, y hubieras abandonado la búsqueda de no darte cuenta de que en tu vagar te habías desorientado por completo y ya no sabías cómo regresar al mundo de los hombres. Fue así, hambriento y exhausto, vestido con andrajos y con la bolsa vacía, como alcanzaste a divisar a lo lejos las ruinas de la vieja torre fortificada, convertida ahora en granja, que era la residencia del Viejo.

Síp, se la dirigí a mi hijo cuando tenía 12 años. Y me quedé con las ganas, como tú, de dirigírsela a alguien un poco más experimentado.

Recuerdo que leí el módulo original entero, y hace no mucho, porque me atraía la idea de un sandbox en Aquelarre. Varias de las aventuras las recuerdo bastante bien, "La maldición del mal señor", "¡Mandrágora!" y "La noche de San Juan", seguro, pero creo que es por que esas salieron sueltas en la revista Líder. Las nuevas no las conozco.

El sandbox que es buenísimo es la segunda parte de Ex Mundo Tenebrarum. El módulo entero es flipante. Estaba hoy calculando que, hacerlo entero en Umbría llevaría apenas 9 añitos de nada, pero que a lo mejor merecería la pena.

Ese también lo tengo, el del Ex-Mundo Tenebrarum, los nuevos los tengo, los viejos ya menos.

De los que no te suenan te pongo las intro, si los has jugado recordaras.

El Mercader, el Ladrón y la Lamia.

   Por Joaquín Ruiz. Adaptación de Ricard Ibáñez.

   Una primera versión de esta aventura (para el juego de rol Runequest) se publicó en el número 17 de la desaparecida revista Troll con el nombre de El valle de la niebla.
 

Introducción:  Mediados de noviembre. Los días se van haciendo cada vez más cortos, las noches empiezan a ser interminables. No tardarán mucho las primeras nevadas. Vientos de guerra azotan el reino. ¿Qué guerra? No importa demasiado. Sea fratricida, de conquista o de defensa contra un invasor, la cuestión es que los PJ han participado en ella al servicio de un capitán mercenario de cuyo nombre prefieren no acordarse, malhaya la madre que lo parió. Sea como fuere, es una guerra que los PJ no han ganado.

   El viaje se hace penoso y la fatiga, el frío y otras inclemencias azotan al grupo mientras atraviesan las montañas rumbo a un valle que no haya sido arrasado por la guerra. Están hartos de campos quemados, aldeas saqueadas, cadáveres insepultos emponzoñando el aire. Por si fuera poco, los engañosos senderos de las montañas y la niebla les han jugado una mala pasada alejándolos de la senda que seguían y desorientándolos por completo. El sol se está poniendo en el horizonte, la niebla se hace cada vez más espesa, la humedad les cala en los huesos y amenaza con oxidar sus armas. En verdad, no es un día para acampar al raso mientras se espera a que escampe. A lo lejos únicamente se oye el aullar quejumbroso de los lobos. El sendero que han decidido seguir los conduce a las tierras bajas de un valle. El paraje, sin embargo, parece poco acogedor, incluso tenebroso. Un lugar para pasar la noche bajo techo y junto a un buen fuego parece ser un lujo que no disfrutarán hoy.

Pecados Veniales.

   Una versión anterior, ambientada en la época de Rinascita, se publicó con el nombre de El lobo en la edición española de la revista Dragón.

Introducción: Primeros días de diciembre. Tras sus aventuras en el caserón de los Pedrosa, los PJ se dirigen al pueblo de Rincón, que da nombre a la baronía, cuya extensión abarca casi todo el valle, quizá escoltando a alguien del caserón, pues tiene familia allí. El invierno se ha desatado con toda su crudeza y el grupo ha de plantearse, y pronto, invernar en la comarca o bien cruzar el bosque y dirigirse a la ciudad. Si quedaron a buenas con la dueña del manso, quedarse en su propiedad como guardeses sería una opción, al menos durante el invierno, pero es dudoso que les atraiga la vida de granjeros. Y, de todos modos, la despensa del manso está bastante vacía. ¡Necesitan un trabajo como sea!

   El pueblo de Rincón tiene cerca de una treintena de casas, esparcidas un poco a la buena de Dios, a la sombra del castillo del barón, sin calles que puedan llamarse tales. Más o menos en el centro de la población hay algo parecido a una plaza, donde se alzan los dos edificios más importantes del pueblo: la posada y una vetusta iglesia de estilo románico.

   Es posible que los PJ se acerquen, un poco empujados por la curiosidad. Si visten ropas elegantes y van a caballo, las gentes se apartarán con respeto a su paso; en caso contrario, deberán abrirse paso a codazos (o subirse a un árbol). En las gradas de la iglesia, un hombre acaba de depositar, con sumo cuidado, una capa de cuero ensangrentada, que envuelve lo que parece ser un cuerpo humano. En efecto, cuando el sacerdote del lugar descubra el lienzo, aparecerá ante los ojos de la comunidad (y de los PJ) el cadáver de un muchacho de unos doce años, cruelmente mutilado por fieras salvajes.

 

Hijos de Caín.

Por Miguel Aceytuno y Ricard Ibáñez.

La muerte vino al mundo por la envidia del Diablo. Eclesiastés apócrifo, Sabiduría de Salomón

Introducción: Castillo de Rincón. Cena de la Natividad del Señor. Aún falta mucho para acabar el banquete cuando el viejo señor se levanta de la mesa tambaleándose. Los veteranos menean la cabeza: el barón de Rincón ya no es lo que era. Apenas ocho jarras de vino y ya debe pagar tributo a la Naturaleza. El señor sedisculpa con su pícara sonrisa y un guiño:

—Morfeo me…, buuurrrp, reclama, compañeros, pero ¡que shiga el banquete!
—Como deseéis señor —dice Sancho, el castellano—. Mañana nos veremos.

El Castillo del Llanto.

Allí hablara el rey moro y desta suerte decía:
—Prendeldo, mis caballeros, y dél me haced justicia.
Echó mano a su espada, de todos se defendía,
mas, como era uno solo, allí hizo fin su vida.

Romance de Sayavedra, Anónimo.

Esta aventura sirvió para dirigir la final del torneo de Aquelarre en el marco de los Días de Joc 1993.

Introducción: La leyenda. Lo cuentan en Estañedo, al calor de la lumbre, cuando los forasteros preguntan sobre las viejas ruinas del castillo. Puede ser verdad… o no serlo.

   Año 1208, 586 de la Hégira. Dawud ibn al Sumadih es el wali guerrero del valle, y desde su fortaleza domina el camino hacia Al-Ándalus. En una de sus correrías por los reinos cristianos ha capturado a don Gonzalo Menárguez, joven caballero por quien espera conseguir un buen rescate. Por desgracia para él, el apuesto cristiano consigue conquistar el corazón de la esquiva Salma, la joven e inexperta hija del wali. Su amor es breve, tempestuoso y apasionado: juntos pasan las noches amándose y haciendo planes de fuga, y Salma suspira cuando Gonzalo le habla de la bondad del Dios cristiano y de cómo ella se convertirá en señora de sus vasallos y reina de su corazón.

   Lamentablemente, la pareja es denunciada por un sirviente, y cae sobre ellos la ira de Dawud: Gonzalo es arrojado vivo a un pozo sin fondo, mientras que Salma es recluida en sus habitaciones mientras el wali medita qué hacer con ella. Al cabo de unos meses se hace evidente que está encinta, y esto enfurece aún más al ya encolerizado padre, que ordena que su hija sea emparedada viva, junto al niño no nato que lleva en el vientre. La terrible orden se cumple y con ella se abate la desgracia. Una noche, a los pocos meses de tan dramáticos sucesos, se oye por todo el castillo el inconfundible llanto de un niño de pecho, un niño apenas nacido. Y esa misma noche Dawud ibn al Sumadih muere, sin ninguna marca en su cuerpo y con una expresión de absoluto terror.

   Los tiempos pasan, los cristianos ocupan el valle, el castillo pierde su importancia y es abandonado. Pero su leyenda sigue fresca en la tradición popular. Y aún hay más: hay quien dice que aquella mujer encinta que oiga o crea oír el llanto del niño emparedado en el castillo malparirá en el momento de dar a luz, y morirá tanto ella como su hijo. Hasta nuestros días, la maldición se ha cumplido religiosamente. También hay quien dice que, en determinadas noches, el castillo recobra vida, se ven luces en sus muros y parece habitado y reconstruido. Pero aquellos que se han aventurado, por curiosidad o avaricia, en el interior de sus muros no han vuelto a ser vistos jamás.

El Manantial de la Doncella.

A la lumbre y al fraile no hay que hurgarles, porque la lumbre se apaga y el fraile se arde.
Refrán popular.

   Nota del autor: Esta aventura es muy especial para mí, ya que una primitiva versión de ella (nunca publicada, y no sé por qué) fue la primera aventura completa que se jugó nunca de Aquelarre. Los jugadores que aquella noche de primavera de 1990 estaban conmigo alrededor de la mesa eran: Enric Grau (autor de Almogàvars), Cristina Peregrín (asesora de la traducción de In Nomine Satanis) y Miguel Yarza, un canario que no necesita presentación.

Introducción:

   El Manantial de la Doncella. Mediados de julio. El calor está empezando a apretar de firme, y viajar durante las horas del mediodía es un auténtico suplicio. El grupo se dirige hacia el monasterio de San Gabriel, ya que el abad ha hecho llegar un mensaje hasta el castillo de Rincón protestando por la presencia de un bandido en sus dominios. Siendo, por privilegio real, justicia de esas tierras, el joven barón tiene la obligación de enviar un grupo de hombres (los PJ) a dar aunque sea un par de vueltas por la zona, si no para capturar al bandido,sí al menos para ahuyentarlo de los alrededores. Ahora los PJ acaban de hacer un alto y descansan a la sombra de los árboles, junto a un manantial de agua fresca, mientras toman un bocado y esperan que pasen las horas de más calor. Están en las cercanías de Carrigón y ya no falta tanto para llegar a la abadía.

 

Camaradas de Armas.

Basada en una idea de Miguel Aceytuno.

Introducción: Otoño ha traído los primeros vientos frescos… y una vendimia no excesivamente buena. El joven barón y los PJ están examinando la cosecha, y quizá alguien del grupo le esté insinuando al muchacho, en confianza, que tal vez no habría que ser demasiado duro con los impuestos este año. El señor del valle se está dejando convencer, pero de pronto se alzará sobre su caballo y señalará hacia el horizonte: un caballero armado para la guerra cabalga hacia ellos. Una tirada de Descubrir revelará que su escudo no lleva marcas: es un mercenario. Tampoco lleva la lanza en ristre, así que Pedro de Rincón ordenará a los PJ que no lo abatan con sus arcos y ballestas (aunque es más que posible que se mantengan alerta por si acaso). Al llegar a su altura, el caballero detendrá su caballo y levantará la visera de su celada. ¡Se trata de Sancho!, el guerrero dirá:

—Señor, la situación es grave. He vivido estos meses como hombre de armas y he servido a varios amos. El último fue un capitán de mercenarios, un francés llamado Pierre Navarr. Él y sus hombres esperaban conseguir un rico botín en la guerra, pero la fortuna les ha sido adversa. Algún malnacido les habló de Rincón, diciendo que este valle ha sido respetado hasta ahora por los jinetes del apocalipsis. Su tropa la componen más de cincuenta combatientes expertos y su plan es sentar sus reales en el valle para pasar aquí el invierno. Conseguí desertar de su compañía y vine a galope tendido a avisaros. ¡Hay que preparar la defensa y hay que hacerlo ahora!

   El joven barón se muerde los labios, pensativo. Por fin dice:

   —Lucharemos. No dejaré que el feudo de mi padre sea arrasado mientras lo miro cobardemente desde las seguras murallas de mi castillo. Pero organizar la defensa requerirá tiempo, dame algo más precioso que el oro en estos momentos: dame tiempo. Toma a estos hombres, son los mejores, y retrasa como sea a los invasores mientras reúno a mis fuerzas.
 

Yo me apuntaría.

Sí se hace otra partida y queréis,contad conmigo ¡Y con Oier si se presta!

Este mensaje que está sólo para mi debajo del mensaje sólo para mí creo que tenía otro destinatario xD.

¡La vieja urraca ha desaparecido! ¡Así, sin más! Que te folle uno de estos monegrinos sarnosos si eso no significa que hay fuerzas en este mundo que se escapan del control del Dios Verdadero, puesto que no ha sido Él el que ha ayudado a Yedra a desvanecerse...

Notas de juego

Quítate 3 puntos de RR y súmatelos a IRR.

Cierto, muchas gracias. Era para Oier, tratando de imitar su estilo.

Saludos.

Pues yo intentaré un ataque a traición a la cabeza aprovechando la invisibilidad si cuenta como ataque por sorpresa, sino, al estómago.

Ya que la situación ha cambiado, haré un único ataque y me retiraré la otra acción de movimiento.

El primer asalto bastones (y lanzas creo) tienen +10 extra de iniciativa XDD. Esto me permite dar el primer golpe la primera, espero. Los siguientes asaltos ya pierden ese +10 y es normal, pero sólo quiero dar el primer golpe.

Se puede borrar el mensaje de los golpes, ya que era por si no se movía, me acercaba invisible, golpeaba, me retiraba, etc... ahora la situación ha cambiado y ya no es valido.

¿Cuenta por sopresa el primer golpe? (50 base, +50 invisibile, +25 sorpresa, -50 a la cabeza, 75 y usaré suerte).

Si no cuenta sorpresa, pues a la boca del estómago. (50 base, +50 invisible, -10 estómago y usaré suerte).

No habrá segundo golpe, la segunda acción me retiraré. ¿A quién? Al primero que se aproxime, sin favoritismos XD.

T.