Partida Rol por web

Al principio se ve impactado por estar siendo amenazado por un arma, pero rapidamente se tranquiliza recordando que su condición sobrenatural aumentaba en gran cantidad sus posibilidades de supervivencia. Además veia el tipo que tenia aspecto de yonki desnutrido y eso le daba aun más confianza.

Siente la tentación de hacerle besar la lona pero eso lo estropearia todo, por lo que se contiene. No podia ser ni muy blando porque contrastaria demasiado con el tipo de material que iba a buscar y no resultaria creible, ni tampoco subyugarlo porque entonces no se fiaria de que fuese a obtener ganancias del asunto.

Optó por un tono contenido, con una mirada carente de sentimiento e implacable acompañada con unas palabras tranquilas y controladas.-Hacer negocios-. Mientras tanto casi inconsciente usaba la disciplina presencia para favorecer que la circunstancia fuese hacia su terreno.

Después de maquearse y arreglarse hasta lograr resaltar su propia belleza natural, Fernanda suspiró hondo aunque no lo necesitara y adoptó el tono de voz propio de una rica galerista de arte. Su principal objetivo era el de espiar para averiguar cómo funcionaba la seguridad de la galería y los posibles mecenas no muertos que tuviese. Para ello se dedicó a embelesar y seducir a Rafael sin dejar de prestar atención a todo con Áuspex. Como si quisiera participar con alguna exposición nueva o con una inyección de capital, quiso saber los entresijos de la galería. Después de todo, quería mantener sus obras de arte a buen recaudo.

Rápidamente te mueves por la estancia,  usas celeridad y casi como si picara un mosquito dejas inconciente a los dos. Sabes bien, que estas cruzando un fino hilo, pues el golpe en la cabeza puede ser fatal, sin embargo estan inconcientes tal como los quieres. ¿Cual sería el mejor plan para estos dos?. La abuela no era un problema y ahora los padres menos, pero debes ser consecuente, en parte estas mandando un mensaje.

El humano Rafael caminaba animado por tu presencia, realmente eran varias las galerias de arte, pero puedes observar que hay dos principales, una muy cerca de la otra. Básicamente paseas, llamas la atención, como la amante joven de un hombre maduro.

Cuando investigas te das cuenta que las dos principales en realidad es solo una, solo que tienen distintas fachadas, las dos  galerias estar interconectadas.

Una de ellas tiene un estilo medieval, la otra un poco más moderno, entre ellas hay cuatro salones galerias de exposición. Hay una entrada que conduce al salon 2, y otra que conecta en el salon 3 (no aparece en el mapa)

Mientras vas caminando de la mano coqueta de Rafael puedes notar que existe  un  vigilante en cada una de las entradas. Básicamente reconoces un sistema de alarma por movimiento, no hay aparentes cámaras a la vista (aunque no estas segura)

Cuando pasas por el salón 4, que es el punto medio de las galerias encuentras una hermosa fuente en fino metal que es como el centro de atención. Mientras te acercas  miras por encima de tu hombro, hay unas escaleras que estan custodiadas por dos hombres de seguridad, estos tienen  distinta pinta a los de la entrada, pues parecen  guarda espaldas. Miras ligeramente el techo y ves una ventana, con hombres y algunos equipos. Lógicamente los estan observando desde ese segundo piso. (mapa salon con piso a cuadros con señalizacion de 2), al otro lado hay una especie de solar, salon con techo de vidrio,  sección del segundo piso que es visible pero que no tiene acceso al público.

Te llama la atención el techo por el motivo de tu naturaleza. Solo un vampiro que le agrade ver las estrellas le gustaría tener una extructura tan riesgosa para un ser cuyos rayos del sol pueden  volverlo polvo.  Un ridiculo toreador debe estar detrás de eso. Piensas.

El salón tres  es solo la conección a la parte un poco mas moderna del recinto.  Es una típica galeria de arte.

El hombre te mira, y  deja de apuntarte con el arma, pero si la usa para señalar que sigas. Siga... sientese. Hay una mesa de madera descuidada. ¿quién es usted y cómo supo de mi?

Con los dos adultos temporalmente neutralizados, lo primero es confirmar que se van a quedar incapacitados. Guardo la pistola y desenfundo la daga. Con ella corto tiras de la sabana, que uso para atar a la mujer de pies y manos, ademas de improvisar mordazas para ambos... Ya que el hombre puede ser mas problematico, con el uso el cable de la lampara de noche y el telefono, que son bastante mas resistentes, para lo mismo.

Una vez concluida esta labor, es el turno del adolescente. Abandono a sus padres en la cama, guardo la daga y salgo al pasillo, revisando la ultima puerta cerrada que antes no habia tocado, asomandome cauteloso. 

Miro el sitio, pestilencia, enfermedades; la condicion humana que perdemos cuando caemos en estos sitios. Mire con tristeza alrededor, no podría evitar hacerlo, no me daba la gana verlo diferente.

Puse mi baston en el suelo, cerré mis ojos y a tientas pasé por el lado de la gente. Me enfilé hacia la puerta de la administración, tropezando un poco con las camillas alrededor. No quería que se notara el hecho de que no era ciego... Probablemente tampoco quería dejar de serlo...

Después de tomar nota de todo, Fernanda decidió que era momento de regresar con sus compañeros. Se despidió de Rafael y buscó un taxi para volver al punto de encuentro. Para que no se le olvidara fue escribiéndolo todo en un bloc de notas.

Se sienta y responde.-Si contestase a esas preguntas tan facilmente, seguramente no querria hacer tratos conmigo-. Se siente más comodo tuteandose, pero prefiere mantener el mismo registro que su interlocutor .-Tengo dinero y amigos. Esa es la mejor respuesta que puedo darle-. Cabeza ligeramente ladeada, manos abiertas y una mirada sincera son los recursos de alguien que ha vivido de la labia y el engaño.-Solo estoy de paso, pero necesito algo de material. Ya sabe...Alguien va a hacer una fiesta en algun sitio, y yo tengo que poner los fuegos artificiales-.

El hombre te mira desconfiado. Entiendo,  es que en este lugar uno no sabe si trata con policias o peor. Tu tono es seco. Dígame que necesita y acorde a eso le diré el precio.

La puerta esta cerrada con seguro. Al parecer cómo todo adolescente no quiere que lo molesten.

La gente se aleja de ti mientras caminas hacia la administración. 

Observas muchas personas  que esperan ser atendidas, en realidad eres uno más.

Cuando vas llegando ves personas que esperan en la entrada del servicio.

Al lado de esa puerta hay una oficina encerrada. De la cual solo se puede ver una mujer (secretaria u otra) en una ventanilla, el acceso es externo, por la puerta por donde se acumula la gente.

En la entrada hay un vigilante no muy cortes que vigila quien ingresa y quien no.

Tras tomar nota, cuando sales ves de reojo un hombre muy guapo que ingresa por la parte posterior, acompañado de algunos guarda espaldas. No puedes hacer nada para detenerlo, pero algo te dice que puede ser útil verlo.

Cuando llegas en el Taxi, notas que el criado que acompañó a Max esta ahí, dejando una nota.

Señorita. Dice de manera servicial. El señor Max encontró un refugio, me informó que avisara a los demás, pero ninguno de ellos ha llegado.

.-No se preocupe. Solo necesito cable, detonante y algunos componentes complejos. Si vienen a buscarle los chapas sera por algo más serio que esto-. Alberto se preguntaba si de verdad semejante individuo podria proporcionarle algo tecnologicamente aceptable o por contra solo era un paleto con una tienda de petardos sobredimensionados. Calmadamente extrae de uno de los bosillos de la chaqueta una pequeña nota con lo que necesitaba escrito de forma esquematica e incomprensible para cualquiera que no estuviera versado en la materia. Deja la nota sobre la mesa a la vista de Leo

Eso era un inconveniente. Max queria lidiar con el adolescente antes de tomar la frutillita, pero asi... no se le ocurria como entrar sin armar ruido por el forcejeo, y no queria perder tiempo buscando una llave o probando alguna ventana. Tendria que dejarlo para despues.

Caminando despacio, volvio al cuarto de la niña pequeña. Desenfundo el taser, cambiando la daga a la izquierda. No queria golpear a la niña, no, ni lastimarla en lo mas minimo. Intacta seria mucho mejor... pero... habia otras formas de jugar. Apoyo suavemente el arma electrica en su cuello de la pequeña. Las dos puntitas de metal, separadas por un par de centimetros, dejaban una huella de quemazon en la piel que podia asemejarse a un par de colmillos si era mal vista. Sonrio, y apreto el disparador, electrocutando a la niña con firmeza. 

-¿Y dónde está ese refugio? -preguntó ella-. Me corre prisa informarlos de lo que he averiguado.